El clásico a la hora que le salga al Farsa de los estatutos
Ya está perpetrado; como el año pasado casi por las mismas fechas. El próximo clásico de diciembre a disputar en el estadio Santiago Bernabéu (jornada 16) se va a jugar cuando le convenga al Farsa; o sea, el sábado 10.
Resulta que eso significa que el Madrid, que juega Champions el miércoles anterior a la fecha fijada, va a tener un día menos de recuperación para jugar ese partido de liga que su rival el Farsa, que juega el martes en Europa.
Ni siquiera el hecho de que el Madrid sea el equipo local le ha servido de nada para poder decidir el horario que más le convenga. Nadie ha hecho caso de su opinión, ni siquiera tras hacer público su interés en jugar el domingo 11 a las 12 de la mañana (esta vez, no interesaba el “mercado chino” a la Liga Profesional
El año pasado, cuando no quisieron los farsalanes que el clásico, que se jugaba en Farsalona, coincidiera con las elecciones al parlamento de su “país”, hubo que jugar un lunes y el Madrid, la Liga (y la tele) no pusieron pegas: todo lo que hiciera falta para favorecer la pretendida armonía entre las tierras y los hombres de España. Pero de eso a hacer caso a las pretensiones centralistas del Madrid va un mundo; y además es de otra galaxia.
Pero es que no acaba ahí la cosa: el Rayo Vallecano ha tenido también que adelantar un partido contra el Farsa a celebrar, según el calendario, después (jornada 17) y lo jugará el 29 de noviembre porque, al parecer, todo el mundo tiene que estar pendiente del Mundialito que va a disputar el conjunto farsalonista tras jugar contra el Madrid. Han tenido suerte Francia y Portugal de que no les hayan pedido que suspendan su liga para no distraer la concentración espiritual del equipo de San Guardiola de Sampedor ante tan importantísima competición.
Un síntoma más de la creciente y ya insoportable charneguización de España por parte de Farsaluña, la potencia colonial dominante y supremaciosta en el ámbito del estado español. ¿Hasta cuándo soportaremos esta ocupación extranjera de nuestro país sin rebelarnos?
Antonimus.
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