martes, 22 de noviembre de 2011

OPINANDO QUE ES GERUNDIO

Soldado opina que si la jugada polemizada (más que polémica) de Higuaín hubiera sido en el Bernabeu se habría pitado penalty (supongo que quiere decir que a favor del Madrid). Es curioso que sea tan sabio, pues reconoce que, en realidad, no puede afirmar que lo fuese:


Parejo opina que lo más justo hubiera sido un empate (en el Valencia-Madrid).

Yo también voy a opinar:

Opino que Soldado está muy bien lejos del Bernabéu; que no ha dado la talla para quedarse aquí y que, el rencor de no haber logrado ni ser un suplente del Madrid (ni de la selección) es el que habla por su boca; que se dedique a las paellas y a los cohetes, porque en los terrenos de juego no vas a hacer olvidar a nadie.

Opino que Parejo, viejo amigo de Casillas, también está muy bien haciendo la carrera bien alejado del Madrid. Olvida que una cosa es dar la cara y otra partirla; que es a lo único que se dedicó el Valencia (eso sí: con bendición arbitral). Vamos que los “naranjitos” no nos han ganado ni a la hora de echarle cojones al asunto. Si él árbitro hubiera sido digno de ese nombre, no acaban con 11 ni la primera parte.

Curiosamente, ambos NO OPINAN sobre lo poquísimo que hicieron durante casi todo el partido para ganar al Madrid JUGANDO AL FÚTBOL. Y no fue por falta de motivación, ¿no es cierto? O, ¿es que ellos no vieron el vídeo? Lo cierto es que sus dos goles vinieron en dos fallos del Madrid y que la famosa polémica tuvo lugar fuera de la hora (sería interesantísimo saber por qué el árbitro prolongó el partido en la segunda parte pero no en la primera del mismo partido, cuando el Madrid iba a sacar una falta sobre la portería fallera).

Y, finalmente, opino que hay muchos mediocres de los que se ha tenido que ir librando el Madrid después de haberles financiado su formación deportiva por la sencilla razón de que no han dado la talla a la hora de la verdad: la de estar capacitados o no para dar el salto al primer equipo y hacerse un hueco en él. El agradecimiento de tales “figuras” por el finiquito es palpable; así que el valor de sus palabras es demasiado subjetivo y rencoroso para que susciten en nosotros otra cosa que pena.

Bueno muchachos, ¡gracias por demostrarnos que no nos equivocamos tanto con nuestros sobreros como algunas plumas viperinas van contando por ahí!

Antonimus.

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