miércoles, 14 de marzo de 2012

¿OS GUSTAN LAS POLÉMICAS?

Como viene pasando desde que el Madrid puso puntos de por medio, el farsismo clama cuanto puede contra cada jugada “polemizada” en la que nuestro equipo interviene (se le obliga a “intervenir”, más bien).

Como no pueden recortarnos ni medio punto; como las jornadas transcurren que es un gusto verlas; como no quieren tener que hacer el pasillo al Madrid en el Camponuevo (esta es la verdadera razón de empeñarse en perseguir al imperseguible: no tragerse esa humillación en su propia casa)... En fin, como la prensa farsigrana tiene pagadas sus plumas hasta final de temporada, no dejan de atacar por cuanto nos atribuyen o inventan.

Mientras, que el Farsa sea beneficiario de ciertos “penaltis” o de ciertos miramientos silbatiles antes de poner en la picota a sus jugadores, hagan lo que hagan, no parece interesarle a nadie (ni siquiera para buscarse la cohartada de “imparcialidad” que se le supone a su profesión). No es que no lo vean sino que no lo quieren ver. ¿Cómo van a hacer un análisis equilibrado de “todo” lo que va sucesiendo en cada partido si son parte sectaria en de un problema inventado por los mismos periodistas?

En la jornada jugada este fin de semana, 10 y 11 de marzo de 2012, se ha visto como se volvía a escenificar el fusilamiento del Madrid en los medios (al estilo de lo que ya pasó en la visita al campo del Violencia) mientras nadie consideraba oportuno mencionar siquiera lo que le pasó al Racing en su partido contra el Farsa.

Ejemplar, evidentemente. No hay la menor duda de lo que significa para ciertos plumíferos “informar”. Ya avisaba Aristóteles que “in-formar” es “dar forma”, o sea, “imprimir carácter” a una materia dúctil mediante la debida presión.

Que la materia dúctil es el público, vale decir, la masa, es innegable; que se presiona mediante la “prensa” también.

Pero no pasa nada. Los madridistas tenemos que aceptar que la “banda sonora” de nuestros éxitos la ponen los llorones mal-perdedores (¿o son los mal-perdedores llorones?).

Lo que hace falta no es acallar a los que hablan porque necesitan (psiquiátricamente) hacerlo y no van a aceptar ninguna argumentación que no les convenga sino acostumbrarse a “disfrutar” de ello: lo que no te mata, engorda las vitrinas.

Nosotros a lo nuestro: a batir marcas con nuestras “imperfecciones”, como diría Mou.

Pero sí hay una única cosa que tenemos que decirle a nuestros queridos “antis”. Hagámoslo al estilo de Homero:

¡Cuidado! El hijo predilecto del Tanto; el delantero de la mejor Madera; el depredador implacable del área; el que goleó más veces en menos tiempo; el verdugo merengue; el nacido para marcar; el puto amo blanco; el vengador de Chamartín; el debelador lusitano; el bicicletero máximo; la pesadilla del área; el artillero supremo; el que no hace una única jugada; el que no perdona ni olvida; el genuino “Colmillos Blancos” anda suelto y muerde hasta a su sombra. ¡Que no os pase nada!

Antónimus.

Post scriptum: Que conste que no nos olvidamos de la mano del Betis en su primer gol ni del penalti a Kaka, que los medios no han querido hacer  “visualizar” polémicamente a los aficionados (de hecho, la omisión de estas jugadas, o del penalti favorable al Farsa, es tan “unánime” que suena a consigna). Pero nos da igual: simplemente, “nosotros no necesitamos favores, como otros”. ¿Verdad, Godall?

1 comentario:

luigi vinci dijo...

Sin entrar en detalles menores, me hace muchísima gracia que en la jugada última del partido contra el Betis algunos comentaristas digan que en una toma paece mano y en otra no; CUANDO EN LA QUE "PARECE MANO" ESTÁ DE ESPALDAS Y NO SE VE NADA Y EN LA QUE ESTÁ DE FRENTE SE VE CLARAMENTE QUE LE DA EN LA RODILLA, RESBALA POR EL PECHO Y NUNCA LE DA EN
BRAZO O MANO. Es el colmo de la hipocresía comparar las dos imágenes, cuando la frontal,
que es en la única que se ve siempre el balón, está bien claro todo... pero hay que
enturbiar y decir que si la otra toma, etc. Hay que aplicar la paciencia para no mandarles a tomar por donde agrian los pepinos.

Y otra cosa: cualquier código moral prefiere la verdad a la mentir, la sinceridad al
engaño. Mou puede ser intespestivo a veces, pero es sincero. Guardiola puede ser educado
a veces, pero es falso, hipócrita y en ocasiones hasta cínico. ¿Por qué algunos siguen
diciendo que: donde esté Guardiola...? Y el mismo dice que si se pareciera a Mou tendría
que cambiar. ¿Es mejor la falsedad, el encubrimiento, la falacia, la farsa, el FARSA?