viernes, 2 de marzo de 2012

PEPE, SU HISTORIA Y SUS HISTORIETAS

Pepe (Képler Laveran Lima Ferreira) es un jugador portugués de origen brasileño nacido en 1983 que llegó al Madrid en el verano de 2007; esta es la quinta temporada que juega con nosotros. En ese tiempo, Pepe ha ganado dos cosas en España: títulos (1 Liga, 1 Copa y 1 Supercopa) y una pésima mala fama.

Esa fama negativa ha tenido dos fases; en la primera se criticó insistentemente el coste de su fichaje (30 millones de euros) en lugar de reconocerle su notable rendimiento; en la segunda, el ataque contra él ha consistido en una campaña permanente por su supuesta violencia desmedida.

Esta persecución inquisitorial, orquestada por medios y clubes enemigos, se ha servido para denigrarlo de varios incidentes en los que Pepe fue protagonista destacado (tanto activo como pasivo).

El primero tuvo lugar el 21 de abril del 2009, cuando, tras cometer penalti sobre el getafense  Casquero, le dio con el pie cuando éste ya estaba en el suelo; y lo hizo, según suele oírse, “atrozmente”. Recordemos que el penalti suponía una más que probable derrota del Madrid (que acababa de empatar el partido y en ese momento, minuto 87, luchaba desesperadamente por ganarlo). El Madrid estaba disputándole al Farsa el título de Liga y los nervios estaban a flor de piel. Esta es la crónica de MARCA de aquel partido:


Lo cierto es que el “destrozado” Casquero no debía de estár tan lastimado, porque logró de alguna manera ponerse en pie y se encontró lo bastante bien como para tirar él mismo el citado penalti. Lo falló echándolo blandamente a las manos de Casillas; seguramente por querer tirarlo a lo Panenka.

Al final, el Madrid, con 10, ganó el partido y el Jeta y Casquero se jodieron y eso si que fue “atroz”. Claro, alguien tenía que pagar que se quedaran sin su premio Casquero, el Jeta (y su “patrocinador” y no se trata de el de la camiseta).

Ahí empezó la leyenda negra de Pepe. A partir de entonces, la Santa Inquisición Futbolera de España empezó a perseguirlo sin tregua.

Esta fue la jugada del penalti y la expulsión:


Hay quien explica este lance diciendo que Pepe se volvió loco. Yo no lo creo. Me parece más cierto que Pepe, desesperado al ver que Casquero, a quien apenas rozó con la mano, se “desplomaba fulminado” en el área, se revolvió contra él por la simulación del derribo. Y hablo de simulación y de que no considero penalty la jugada después de llevar bastantes años viendo todo lo que no se pita en el área a los delanteros del Madrid: lo que no vale para arbitrarnos a nosotros no puede valer para los demás.

Por cierto, no era la primera vez que teníamos un lío con el “limpísimo Jeta”; en un partido anterior nos metió un gol mientras los madridistas reclamaban un tanto previo que nos había anulado el árbitro y empataba así un encuentro. No se oyó ni una sola voz quejándose por la antideportividad de este equipo; actitud que ha sido reincidente en su caso, como demuestra el lance entre Casillas y Parejo, también miembro del Club del Jeta:


Pero todo esto no le importa a nadie (el Madrid, el “poderosísimo”, no cuenta). No, porque todo esto no lo hizo Pepe. Tampoco importa cuántas faltas o agresiones tiene que soportar él.

Pepe fue sancionado con 10 partidos y ni el arrepentimiento ni la falta de antecedentes equivalentes le valieron para ver rebajada su sanción.

Aquí empezó una campaña anti-Pepe tan desproporcionada como inusual; no la sufrieron otros que sí eran carroñeros (con “C” de cabrón) y no jugaban al fútbol la décima parte que Pepe. Sólo dará tres nombres para comparar el maltrato al portugués con otros jugadores:

Migueli (del Farsa), que se cargó a Jensen y a Bonet (del Madrid) sin el menor contratiempo.

Goicoechea (del Atávico), verdugo de Maradona y Schuster, que siguió jugando en la selección española representándonos a todos.

Simeone (Patético), que apresuró la retirada de Ronaldo (Madrid).

Sé que me dejo a muchos del Sevicia (Alfaro, Navarro, Campanal) o del Violencia (Albelda, Marchena) o del Sparring de Gijón (Ferrero) o del Farsa (Gallego, Puyol…todos los actuales “dan”, incluidos el portero y Messy).

Para ver cristalinamente hasta qué punto alcanza el doble rasero, preguntémos sólo qué habría sido de Pepe si agarra por el cuello a Guardiola como hizo Valdés con Mourinho. ¿Se recuerda la agresividad de Valdés cada vez que juega un partido? No. Sólo se habla de quien interesa hablar, para bien o para mal. Cuando hay que atacar a un amiguete, simplemente, se guarda silencio sobre él y se vuelve a hablar de Pepe (no hace falta añadir que mal, por supuesto).

En cuanto a Casquero o su cómplice el Cata Díaz…sin comentarios; sus “fechorías” hablan por ellos y no tienen tanta importancia como para darles más espacio en este artículo.

El siguiente pecado que cometió Pepe fue jugar muy bien en medio campo. Todo el mundo vio cómo dominó el Madrid al Farsa en la final de Copa con Pepe como figura en esa zona.

Entonces vino el problema número dos: Pepe fue expulsado sin tocar a Alves en una semifinal de la Champions en el Bernabéu, Alves, en una de las mejores representaciones de toda la “de-masía” teatral del Farsa (¡que ya es decir!), “se murió” para revivir (y seguir jugando) poco después, cuando Pepe ya no estaba en el terreno de juego. El resto lo hizo la UEFA (su árbitro Stark), que estaba deseando cortarle las alas al Madrid (también Mou se llevó lo suyo, empezando porque primero fue sancionado y sólo después de cierto tiempo se le comunicó por cuántos partidos). Sólo se ha visto algo parecido en el caso de Buyo, antiguo portero del Madrid en la Liga española (y esto ya no es coincidencia sino reincidencia).

Ya ha sido mostrado en varias ocasiones en Cibeles Madridista que Pepe no tocó a Alves, pero por si alguien no quiere reconocerlo todavía, aquí está el vídeo una vez más:


Eso sí la gravísima agresión de Pepe se tradujo en 1 sólo partido por parte de la severa UEFA a pesar de su antecedente (en singular) “violento” en la Liga española).

Paradójicamente, cuando a finales del mismo año 2011 fue golpeado Pepe de una manera similar (pero con contacto) jugando con la selección portuguesa, el árbitro, “casualmente” también el bávaro Stark, sólo pitó falta sin tarjeta. No hacen falta comentarios; bastan las imágenes para ver a quién sirven ciertos colegiados u organismos.

Últimamente, lo más grave que ha hecho Pepe ha sido pisar una mano de Messy. Por supuesto, nadie ha creido a Pepe cuando ha dicho que no se dio cuenta; pero el hecho es que no ha habido sanción ni siquiera apertura de expediente y por supuesto no se le ha demostrado nada punible. Federativamente, esto no ha sucedido. Este es el vídeo:


Que conste que el vídeo es de un pasquín farsalán llamado MUNDO DEPORTIVO, no del Real Madrid. Yo diría que no queda totalmente demostrado que Pepe vea la mano antes de pisarla. Lo que sí se aprecia es que Messy tarda demasiado en reaccionar ante el pisotón. ¿Tiene algún problema cerebral para procesar los impulsos nerviosos de su propio cuerpo?

La supercampaña anti-Pepe escaló nuevas cotas ante este ¿incidente? Ni siquiera la agresión que sufrió Pepe por parte del mismo Messy o el acoso cobarde de jaurías de farsistas que padeció fue mencionado. Por lo visto, sólo hay un Agujero “Blanco” de Antideportividad y por eso es Pepe el “blanco” que recibe todos los ataques (hasta que se aburra de vestir nuestra camiseta, claro).

Cibeles Madridista se pregunta ¡quién coño son los periolistos o los farsistas o los “dignos” que “aman el fútbol” para vetar la presencia de Pepe en el terreno de juego sin estar sancionado!, coas que han hecho repetidamente. ¡Hace falta ser cara! ¿Por qué no se preguntan si no debería el Madrid sancionar a Alves por los perjuicios objetivos causados con su actuación?

Y esta es la accidentada historia de Pepe en el Madrid y de las historietas con las que han intentado envolverlo (estrangularlo, más bien) los amantes del fútbol, de la verdad y de todas esas panplinas que no duran nada cuando los resultados no acompañan a los intereses de estos caballeros del balón.

De los tres líos que se relacionan con Pepe, sólo en 1 es culpable (que no es lo mismo que ser AtilaI); en otro, él es la víctima y en el tercero no ha sido determinado qué ocurrió realmente.

Van listos los que creen que van a poder con él (que es lo mismo que decir con el Madrid) por aburrimiento, martilleándolo con una maledicencia tan burda como interesada. Sabemos hace mucho quiénes son los que nos ataca y a para quién “actúan”. Los conocemos demasiado bien por su permanente “contra el Madrid todo vale”.

Sólo tenemos una cosa que decir ante sus mezquindades impotentes:

¡Benito, pásale el hacha a Pepe!

Antonimus.



1 comentario:

defensa del defensa dijo...

Menos mal que alguien dice la verdad sobre Pepe