martes, 6 de marzo de 2012

MODÉLICO O ESPECIAL SIGNIFICA MEJOR O SUPERIOR, NO IGUAL

En el ABC se ha publicado un artículo sobre las últimas maniobras del Farsa para hablar sin parar de los árbitros, pero sobre todo para presionarlos (a ellos y a los de la Federación):


Creo que ya ha llegado el momento de que mandemos nuestros últimos restos de ingenuidad a hacer puñetas y llamemos a las cosas por su nombre; y cuanto más duro suene nuestro discurso y más reacciones provoque (entre ellas, la de despertarse de una vez y asumir la realidad “colonial” de España), mejor.

La forma de vida farsista de nombre Freixa ha dejado bien claro que quiere cobrar al fútbol español la “protección mafiosa” por su contribución a ganar los títulos internacionales europeo y mundial.

Este es el párrafo final, el más descarado de todos:

Freixa, además, se enredó al reclamar que sus jugadores merecen la misma consideración vestidos de azulgrana o con la camiseta de la selección española: «Cuando se gana el Mundial esos jugadores son modélicos y esperemos que se les dispense ese trato», resumió en el día en el que abiertamente se habló de los árbitros en Barcelona.

Por si alguien se quiere seguir haciendo el tonto del pueblo, que quede muy claro qué es lo que significa esta coacción farsalana:

Tenemos en nuestro poder a la selección española de fútbol; dependéis de nosotros (de los jugadores farsigranas) para que siga triunfando. Si no queréis un boicoteo, os exigimos que nos tratéis mejor que a los demás (hagamos lo que hagamos); que no se os ocurra medirnos por el mismo rasero que a vosotros (diga lo que diga la ley vigente) y que no os atreváis a no darnos la razón siempre o a no secundarnos en cuanto tenga que ver con la consecución de nuestros intereses (y ya decidiremos nosotros cuáles son a nuestro antojo).

A esto lo llamaran algunos memos (o colaboracionistas) “competir” en todos los terrenos, dentro y fuera del campo. Yo lo llamo simplemente “hay que ganar por lo civil o por lo criminal” y vale absolutamente todo para lograrlo. Me doy por enterado.

Insisto: nos enfrentamos a un nacionalismo supremacista que, al parecer, cuenta con el beneplácito (si no con la complicidad) de las así llamadas autoridades españolas, que no van a hacer nada por defender el estado de derecho para que ampare a sus auténticos nacionales con tal de contentar a estos estorsionistas, que se sienten mejores que los Untermenchen charnegos (nosotros en general, donde quiera que vivamos) y no parecen tener límite en sus exigencias.

Estamos luchando por el derecho a ser respetados como iguales, porque no nos lo están reconociendo. Tendremos que conquistarlo nosotros mismos (no esperar a que el Sr. marqués Del Bosque decida gallardamente excluir a todos los catalanes de la Floja o a que Villar sancione ejemplarmente al Farsa y le cierre el campo a la mínima).

Se acabaron las contemplaciones: estamos en guerra por nuestra supervivencia como ciudadanos de primera en su propia tierra. De nosotros depende no olvidarlo ni tolerar que nos machaquen impunemente.

Antonimus.

Post scriptum: Hay que estar muy atentos a las operaciones de maquillaje que van a tener lugar los próximos días para que no se sancione a Piqué de Oro ni por la expulsión ni mucho menos por sus palabras poniendo en duda públicamente la limpieza de la labor arbitral. Y vamos a ver si es verdad que los árbitros no se dejan influenciar; porque ese es el meollo de toda esta cuestión prefabricada; que empiece “ya” la “resta” de puntos al Madrid.

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