Se ve que jodió mucho que el Madrid no volviera a pinchar el sábado. Esa noche tuvo que ser muy larga en la redacción de EL PAISUCHO. Sámano, Torres y Giovio debieron de consultar con su patrón, San Valdano, qué se podría hacer todavía para zancadillear al Madrid en su marcha hacia el título; galardón que, en un mundo donde sólo manda el resultado, significará al final de temporada que el grupo PRISOE se va a a quedar descompuesto y sin objetivo cumplido (¿o encargado?) y su gran enemigo, Mou (con “M” de Madrid) se va a consagrar como la solución de una situación de postración madridista que había sido prefabricada fuera de los terrenos de juego y ahora ha sido solucionada por alguien que sabe muy bien de qué va “esto” gracias a su experiencia y a los sitios en los que “ha estado antes” de fichar por el Madrid.
Ante semejante pesadilla, que no ha podido digerir EL PAISUCHO, éste ha respondido con esta parida:
Eso sí, la vomitona de odio, puro estiercol, en que consiste el editorial “INVITACIÓN A LA VIOLENCIA ”, no ha sido acompañada por una firma, por un nombre que dé la cara por tanta infamia junta (sabe que no faltarían voluntarios para deshacérsela).
Está visto que en EL PAISUCHO tiene un problema de identidad muy grave. Ya no va a ser posible seguirlo viendo como un diario progresista y sólo interesado en informar imparcialmente; porque, guste o no el contenido de ese libelo, está muy claro que EL PAISUCHO HA TOMADO PARTIDO Y LO HE HECHO CONTRA EL MADRID; y también lo ha hecho para defender intereses no sólo futbolísticos que afectan a “más que un club”; intereses que tienen que ver con la fabricación de una ciudadanía de primera especial para el equipo del paisito del Guardialato y no con la objetividad. Bueno, de lo que ya no se va a poder acusar a EL PAISUCHO es de no mostrar con total sinceridad con quién y contra quién va.
¡Que no se engañe nadie! Aquí no se trata de una lucha en nombre de la verdad y del bien del fútbol contra los tramposos; EL PAISUCHO ha tenido demasiado tiempo para demostrar que ese era su afán; pero nunca ha producido una campaña similar a la actual antimadridista ( y antimourinhista) contra los manejos de la federación de Villar; contra la colección interminable de “errores” arbritales (indefectiblemente, pro-farsistas); contra la reducción de los equipos españoles en su propio país a entidades “coloniales” que siempre han de ceder ante los “méritos” del dueño de todas las cuerdecitas que mueven a las marionetas, incluidas las que componen los gobiernos de La Moncloa.
Es coherente, por tanto, que EL PAISUCHO no aspire más que a ser “la voz de su amo”. No comprende el envilecimiento que ello comporta porque hace mucho que no tiene la menor categoría; sólo así se explica que no considere correctas las sanciones del Comité de Competición contra el Madrid y no se digne comentar siquiera el “sobreseimiento” de las declaraciones de Piqué de Oro, curiosamente, EN LA MISMA SESIÓN de dicho organismo. Queda claro que ese panfleto no se dedica más que a lo que está en su guión; tanto peor para la realidad si no se quiere ajustar a él.
El lema de este “periodismo” de EL PAISUCHO es muy claro: “quien no me la mama, no me ama”. Suponemos en Cibeles Madridista que cree el ladrón que todos son de su condición y que después de tanto tiempo dedicado a tal “labor” con total entrega no concibe otro modo de proceder. Pues nada, ¡a seguir cayendo en la abyección!; ya veremos cómo andan las ventas de EL PAISUCHO en Madrid y entre los madridistas de toda España a partir de ahora.
¡Ah! Que aprovechen en la redacción de EL PAISUCHO que la vaselina está en oferta y se compren un buen lote para que len entre bien dentro por el orto (¿se dice así, don Diego?) la copa de Liga del Madrid; pero, eso sí, ¡con asas!
Antónimus.
P. S.: Esta es la carta de protesta enviada a EL PAISUCHO:
Entendiendo que las “opiniones” expresadas por Vds. me dan, como seguidor del Real Madrid, algún tipo de derecho de réplica, solicito la inserción en su sección “Cartas al Director” de mi respuesta, que le adjunto seguidamente.
La verdad es que dudo de que este texto llegue a publicarse, pero, en el hipotético caso de que lo fuere, espero que no considere necesario resumirlo, dado que no alcanza ni de lejos las treinta líneas mecanografiadas que, según sus normas, pueden tener este tipo de cartas.
Suponiendo que, al menos, este mensaje servirá para que se den Vds. por enterados de que los madridistas no somos tan crédulos o ingenuos como nos suponen en su publicación, le saluda,
A.
TEXTO PARA LA SECCIÓN DE CARTAS AL DIRECTOR
Sr. Director:
Esta es la respuesta de un madridista “de bien” al editorial de EL PAÍS del 25 de marzo de 2012.
Decía Umberto Eco que lo malo de la ironía es que muchos se la toman en serio. ¿Lo ignoraban Vds. en EL PAÍS al hacer el editorial antimadridista “INVITACIÓN A LA VIOLENCIA ”? ¿No comprenden Vds. lo fácil que es tomarse al pie de la letra su invitación?
¿Desean Vds, de verdad, meditadamente, “invitar a la violencia”? ¿Contra el Madrid? ¿Contra EL PAÍS?
Llega un momento en que, intentando subir todavía más, uno comienza irremisiblemente a descender; y cuanto más alto se está, más dura es la caída.
¡Qué soberbia tan grande y qué mal llevada! Porque informar sobre chulería rufianesca (no un dato indiscutible sino una opinión sin demostrar) y hacerlo como rufianes chulescos, no supone, para desgracia de Vds., una demostración de la acusación, pero sí una autoinculpación.
DIARIUM PAGUS
R. I. P.
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