Todo el que ha querido ha tenido oportunidad de ver estas imágenes bochornosas:
No será la última vez, ¿verdad? Por supuesto, en cada ocasión dirán casi todos (acompañados de silencios descarados y autoacusadores) que lamentan estas situaciones muchíííííííííííííííííísimo…Y nada de nada más.
Una y otra vez veremos como se cruza la política de los separatistas en el camino del fútbol, o sea, del Real Madrid; el único club, según muestra la experiencia, que representa a España (más que su gobierno, evidentemente) en las partes de España que no quieren pertenecer a este país. Y, por lo visto, la culpa de toda su rabia política y su frustración por no ser independientes (¡ojalá!) la tiene y ha de pagarla el Madrid y sólo él.
Será por eso, pero el caso es que nadie quiere tomar medidas para cortar de raíz el problema. Ni Villar; ni su Comité de Competición (que no tendrá “oficio” para actuar contra esta lacra extradeportiva); ni la Policía Nacional ; ni la Delegación del Gobierno en Navarra; ni, evidentemente, el Osasuna…cuyo servicio de orden fue casí inexistente y llegó sólo cuando se acercó también la policía al lugar del ataque a los madridistas; acercamiento que únicamente tuvo lugar pasados unos minutos “de cortesía”, que, al parecer, tenían los cafres del Osasuna a su disposición para intentar acabar su trabajo previamente (robar unas banderas y quemarlas a la vista del “respetable”); aunque ni para eso valieron.
Fue sumamente revelador de la verdadera situación de las cosas en Pamplona y “hasta dónde se puede llegar impunemente allí” ver como los impresentables navarros, tras la timorata aparición de la ¿fuerza? pública evacuaban la zona con total tranquilidad sin que nadie intentara al menos identificarlos. Sólo las imágenes de TV se han tomado esa molestia; veremos si eso sirve al menos para un multazo individual a todos ellos y al club por falta de suficiente seguridad (o de interés).
¿Qué conclusión cabe sacar de todo esto? Pues una muy sencilla: entre todos la mataron y ella sola se murió. Este será el epitafio de la víctima (o víctimas) que tarde o temprano llegarán. Que nadie se extrañe de que la familia damnificada se limpie el culo con las “muestras de afecto y dolor” que recibirá durante un entierro que nadie está queriendo evitar cuando aún se está a tiempo para actuar.
Y ahora que sigan todos los subnormales interesados riéndoles la “gracia” al Osasuna y sus esbirros; que sigan diciendo que “nunca ha pasado nada” en ese antro; y que lo repitan encerrona tras encerrona. Pero si se les acaba la paciencia a los Ultrasur y a otros madridistas, que no se extrañen los mismos que ahora sólo quieren, activamente, no darse por enterados de hacia donde van las cosas especialmente en ese estadio.
Si yo fuera el Madrid, emitiría una nota de protesta contra el Osasuna para ponerlo en evidencia y le prohibiría a la federación utilizar cualquier instalación del Madrid en el futuro hasta que no se erradique esta persecución antimadridista. Además, invitaría a sus jugadores internacionales por España a boicotear la selección hasta que no se acabe este despropósito (el de no defender a los que son atacados en un así llamado estado de derecho).
Antónimus.
P. S.: Y ahora viene la final de Copa. Que luego no digan que no se esperaban incidentes que ya están siendo preparados a plena luz. ¡Qué razón tiene el Madrid para no dejar el Bernabéu para la próxima salvajada.
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