jueves, 19 de abril de 2012

DE SALCHICHONIA A BUTIFARRIA

Pocas veces hemos ido en una misma semana de nuestro infierno de Barbaristán al también nuestro de Farsistán; pero esta vez toca así; luego, habrá que darlo todo para salir vivos del reto. Para contribuir a lograrlo, hay alguna cuestión que destacar de lo visto en Champions el martes y algunas conclusiones que sacar para mejorar de cara al choque liguero del sábado.

Hay que destacar que tanto el Baviera de Múnich (Bayern München) como el Farsa nos juegan igual: más allá del reglamento, incluso violentamente; sobre todo cuando no les funciona el partido como les conviene y, por supuesto, se les permite que lo hagan con impunidad. Es un problema arbitral que tenemos nosotros (hablo del hecho, no de que lo acepte), más que un “mérito” de estos equipos; porque a nosotros no se nos permite reaccionar de modo similar y descomponernos en rabietas (al modo de Juanito o Marcelo) no nos va a llevar a ninguna parte positiva para defender nuestros intereses.

Por tanto, hay que sacar la conclusión de que como no ponemos dedicarnos a cargarnos jugadores rivales (lo que a nosotros no se nos va a perdonar), porque terminar con siete y perdiendo por goleada no es una opción a considerar por el Madrid, necesitamos emplear la cabeza a fondo para dar con la manera de que ese “acoso” no nos afecte demasiado (o de desactivarlo, si somos capaces) y no impida que juguemos como a nosotros nos conviene. Sólo así lograremos resultados acordes con nuestro nivel real de juego; porque es de jugar de lo que se trata (especialmente, cuando intentan impedírnoslo).

Creo que sólo el fútbol vertical, de ataque o contraataque a toda velocidad nos puede ayudar a liberarnos de esta trampa. Pero para jugar así hay que salir al campo con decisión, sin titubeos, reservas mentales ni temor.

Puestos a meditar, hay que reconocer que el martes nos faltó en Múnich el instinto asesino necesario para ir a machacar a los salchicheros en su propia casa cuando estaban de rodillas por nuestro empate (las guerras las gana, sobre todo, la voluntad). Espero que no suceda de nuevo algo semejante ante los butifarreros.

También es preciso recomponer el equipo y aceptar algunas realidades y carencias de nuestra plantilla:

Nuestros laterales no nos ayudan: ni suben con peligro ni defienden con seguridad. No sirve de nada echarle toda la culpa de este problema a Coentrão (como si Marcelo o Arbeloa lo hicieran mucho mejor que él). Es una asignatura pendiente del Madrid para el mercado de fichajes del verano. Entretanto, hay que poner a Lass en la derecha y exigir a Marcelo que se sacrifique en defensa por el equipo sin dejar de intentar ayudar arriba (si no lo hace ahora, con su edad, nunca lo hará).

En el centro del campo faltan jugadores que sepan defender y atacar a la vez; en cambio, sobran los que sólo son capaces de hacer una de estas labores. Khedira no contribuye lo suficiente creativamente; Granero no tiene fuerza para marcar adecuadamente; Özil se desdibuja y se cansa como si fuera ya un viejo (y juega demasiado escoradao en la banda); Kaka tiene las baterías casi vacías y sus chispazos de clase no son frecuentes; Sahin no termina de arrancar…Di María quizá podría aportar algo importante en esta zona si dejara de jugar tan individualistamente como lo hace en los últimos partidos. Sólo con Alonso, que está cansado y muy vigilado (o anulado) por los rivales, no basta. Propongo que jueguen cuatro jugadores en esta zona, que es donde se decidirá el partido: Alonso, Di María, Granero y Özil, pero dando todos la cara y corriendo. También aquí habrá que fichar en el verano un compañero “completo” para Alonso y quizá a alguien más.

Delante, los de siempre, Cristiano y Benzema, que tiene juego y gol de sobra. El portugués tiene que jugar un partido más inteligente que valiente (y eso que lo van a forrar a palos), procurando liberar espacios para el francés, que tiene la gran virtud de la elaboración paciente y tranquila en la zona donde otros se precipitan. Higuaín tiene que ser reserva, pero puede ser el abrelatas resolutivo en la segunda parte (sobre todo si logramos adelantarnos en el marcador y podemos jugar al contraataque). Callejón puede tener su oportunidad, aquí o en el centro del campo, según discurra el encuentro.

De Fallillas prefiero no decir ni una sola palabra. ¡Ojalá me ponga en ridículo con una actuación estelar¿ Si él deja la puerta a cero, la mitad del trabajo ya estará hecha.

Mourinho tendrá que arriesgar si quiere ganar. Y saberse adaptar a lo que las circunstancias exigen. Está muy bien que quiera ser fiel a sí mismo en sus planteamientos; pero hay que saber ser realista: a messy hay que anularlo con un marcaje individual que no le deje recibir en condiciones: eso deja el partido en 10 contra 10 (pero uno de los nuestros se llama Ronaldo y eso marcaría la diferencia).

También ha de pensar más en atacar para evitar que nuestra defensa no se vea demasiado exigida. No creo que sirva defender en Camponuevo como si fuéramos especialistas en cerrojo: ni lo somos ni el factor arbitral nos lo pondrá fácil si jugamos en nuestra área o cerca de ella. Si marcamos, hay que ir a por el 0-2 e incluso el 0-3.

Por último, espero que Mou acierte más en los fichajes próximos de lo que lo ha hecho con los actuales; porque ninguno ha aportado nada importante a nuestro nivel deportivo previo.

Llega el momento de dar la cara e incluso de partírsela uno mismo por el Madrid. Los que no estén a la altura de tal exigencia, tendrán que pagar muy cara su falta de actitud a finales de junio. Se acabaron los discursos y las teorías: ahora llega la hora de la verdad de la praxis.

Antónimus.

P. S.: El sábado es el examen y ya no vale eludir la responsabilidad de cada cual. O se saca un buen resultado o el resto de la temporada va a ser puro equilibrismo al borde del fracaso aquí y en Europa.


No hay comentarios: