Después de tanto ladrar y acusar de inmoralidad al Madrid y a su entrenador Mou, los boludos (más bien, antis interesados) que tanto nos han criticado por hablar de discriminación arbitral (y federativa o de la UEFA ) contra nuestro club, curiosamente no dicen ni pío cuando el “papa” del Farsa, el “más que un club” de los “valores”, o sus discípulos aventajados abren la boquita.
Y lo cierto es que, más bien, lo que hacen es no cerrarla. Con el tiempo, es fácil seguir su trayectoria “ejemplar”; si es que se quiere, claro. He aquí unos pocos ejemplos:
Ya en 2010 se permitió el Dalái Lama demostrar su “fair play” acusando a un colegiado de falsificar el acta arbitral de un partido de Liga (y tenía antecedentes sobrados en su carrera como jugador de liarla protestando como nadie.¡Quien sabe!; quizá se deba a que “su cuerpo produce más nandrolona de lo normal”):
Claro que a muchos no nos pilla de sorpresa, porque ya sabemos que no es tan flemático como nos cuanta su prensa amiga:
Tras la final de Copa de 2011, que Mou le ganó, el Dalái demostró que sabe quejarse incluso cuando una decisión arbitral es correcta (pero no le conviene, claro); así que de amor al triunfo de la verdad y la justicia, nada de nada:
Más recientemente, tras un encuentro de Liga, su verdugo central, Piqué de Oro, no se cortó un pelo y dijo que su expulsión en un partido de Liga (más que justa, por evitar con una falta una clara ocasión de gol) había sido “premeditada” por el árbitro:
Por último (para resumir y no citarlo todo), ayer mismo, el que se dio a conocer cosiendo a patadas a Figo, Puyol, digno representante como capitán del Farsa, no tuvo mejor ocurrencia que decir que el colegiado (de la UEFA ) no le había querido pitar un penalti a su favor (la jugada podía entenderse perfectamente como ley de la ventaja) en el partido de Champions ante el Milán:
Y ahora, yo os pregunto, “dignos” de los cojones: las declaraciones de Mou sobre los árbitros, tanto si se trata de los de Villar como de los de Platini, ¿son tan diferentes de estas?
De aquí en adelante, que es cuando se va a decidir todo, va a ser bastante fácil ver caídas de antifaz y de piel de cordero en las filas farsistas. ¿Conseguirán los “ejemplarísimos” controlar su verborrea si se les tuercen los resultados? Ya veremos, dijo un ciego.
Moraleja: Dijo la sartén al cazo…
Antónimus.
P. S.: Esta artículo goza de la indulgencia de San Valdano (alias, San Judas), patrón de los no-tramposos, no-protestadores y no-farsantes.
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