jueves, 22 de diciembre de 2011

POR QUÉ NO GANÓ EL MADRID AL FARSA

Lo bueno que tiene la derrota es que, además de darnos las lecciones que necesitamos para lograr en el futuro la victoria, logra que nuestros enemigos, relajada su corrección „política“ por el éxtasis, se quiten la careta para criticarnos sin disimulo y nos digan lo que piensan de nosotros sin tapujos (lo merezcamos o no).

LA VERDAD Y EL FÚTBOL: CAMPAÑEANDO EN EL PAISITO

Será la edad, pero me dan cada vez más miedo los iluminados que azuzan fanáticamente a los demás para que se conviertan a su dogma; y que persiguen a los “cátaros” que se les resisten. Su fórmula ante los “neutrales” es: o nuestros o muertos.

Sucede en todos los órdenes de la vida, pero de un modo destacado en el fútbol: constantemente aparecen Menottis, Bielsas…o periodistas que vienen a predicarnos la buena nueva (etimológicamente: ev-angelio). Resulta que ellos, ¡oh dicha!, han descubierto el filón de la verdad y tienen la generosidad de compartido con nosotros. ¡¡¡Qué altruismo!!!

En estos tiempos, la verdad indiscutible del “fúrbor” es el “tiqui-atraca” del Farsa y el diablo (en todo maniqueísmo tiene que haber un antagonista destacado) es, evidentemente, el Madrid.

Son varios los procedimientos que emplean para agitpropagandear a este “más que un club, una campaña”; por ejemplo, si se lesiona uno de sus jugadores claman de tal manera (sólo han faltado los niños cantores de Viena haciendo los coros a los ayes de Villa) que parece que se estuviera viniendo abajo el portal de Belén en plena navidad. Nadie se molestó, en cambio, en hacer una campañita contra el jugador francés (¿alguien recuerda cómo se llamaba?) que le “concedío” dos meses de vacaciones a Ronaldo al principio de su primer año en el Madrid.

A esto es a lo que llaman envidia; o sea, si no aceptas tu papel de comparsa aplaudidor y admirante (no del mar, sino de las “proezas extrahumanas” del Farsa), entonces tú eres el problema y hay que castigarte debidamente por tu error heterodoxo (aunque no quede claro si lo más perseguido es la disidencia o el atrevemiento de tener ideas propias).

Recordemos que, según su hipótesis cosmológica, nos estaríamos oponiendo al triunfo de lo bueno, lo verdadero y lo bello (que, como ya opinaba Platón, vienen a ser una misma cosa); luego, todo lo que nos hagan es poco para el mal que perpetramos, principalmente, cuando nos negamos a aceptar el guión “revelador” de los verdadistas-farsistas.

Bueno, antes de acabar este artículo quiero reconocer que algo de envidia si le tenemos al Farsa: le envidiamos sus arbitrajes; sin discusión. ¡Qué bien viene que los penaltis de Valdés a Ronaldo no se piten! ¡Que los goles con la mano de Messi valgan! ¡Que nunca sean expulsados Messi, Busquets, Piqué, Alves, Pedro, Mascherano…pero sí Pepe!

Ya oigo el sordo rumor de pasos que se acercan. La guardia pretoriana del paraíso viene a castigarme. Ahora me recordarán las…galeradas. Está visto que los que tanto criticaron los “goles de despacho” no dejan de metérnoslos. No será la masa aneuronal la que nos proteja de esta cruzada antimadridista. Tampoco los proselitistas de la verdad del fútbol; los que explican los éxitos de todos los equipos como si sólo hubiera un modo de triunfar; para los que jugar bien sólo se puede hacer con un mismo estilo que identifica a todos los superequipos. Bueno, al menos eso es lo que ocurre dentro de su “pensamiento único”. Los que no “cuadramos” en tal esquema no tenemos, al parecer, derecho a existir.

Pero, pongámonos en su lugar, aceptemos hipotéticamente propuesta de sentido: todo este artículo podría ser nada más que un síntoma de la enfermedad (o el vicio) de envidiar al que es mejor que tú. Posiblemente, ¿no? Posiblemente, si no fuera por estas dos pruebas incriminatorias de la “voluntad” de cierto medio (cada vez más medianía) que tiene (EL PAISITO, no nosotros) problemas psicológicos muy graves con el Madrid y con el sentido de la realidad:

Invito a examinar paralelamente estos dos artículos deteniéndose en especial (subrayando, por ejemplo) los adjetivos que se merecen, según su sección de Deportes, estos dos deportistas:

REPORTAJE: UN DIOS FUERA DE JUEGO

La vida fuera de juego de Cristiano Ronaldo


"Que la historia le juzgue"
Messi, el mejor jugador del torneo, deslumbra en su duelo con Neymar

Que en un mismo periódico se pueda hablar de dos maneras tan diferentes de dos futbolistas es suficientemente aclaratorio como para que yo tenga que añadir mucho más. Me llimitaré a recordar que esto hiede a iluminismo, a proselitismo y que, si de religión se trata, mejor dedicarse a las muchas que ya existen y no caer en manos de estos sectarios supremacistas.

Sólo un comentario final: Messi no es “parco en palabras como siempre”. Su problema no es la timidez, la sencillez o que lea mucho a Gracián y se le haya pegado su lema sobre la brevedad, no. Su “dificultad” radica en que no puede hablar el que carece de la capacidad cerebral imprescindible para hacerlo con un mínimo de elegancia y contenido racional. Por eso, y no por otros motivos, Messi no habla nunca ni lo va a hacer en el futuro.

Y digo yo, que sí que hablo con facilidad y sin doblez: ¿por qué les cuesta tanto a los partidarios de la verdad hablar claramente de esta cuestión? Tan sencillo de responder como robarle títulos al Madrid actualmente: porque los medios han sido aleccionados para atacar sólo a Ronaldo, no a todo aquel que sea criticable en algún aspecto. Messi es un autista futbolístico, un monomaníaco del fútbol; jugar al fútbol es lo único que sabe hacer. No le envidio su vida; prefiero tener un cerebro a sus éxitos “compartidos”.

Habrá quien diga que falto al respecto a los muchos autistas que viven en el mundo al margen de todas estas guerrillas futboleras. En un primer momento, me inclino por darles la razón y disculparme; pero quien ha abierto el melón del uso impune e insultante de esa palabra (claro, contra Cristiano, contra el que todo vale) ha sido, una vez más, EL PAISITO; así que yo también quiero mi rajita. Y, si alguien tiene que disculparse, que lo haga el grupo PRISA.

Antonimus.


MOU Y EL DDT DEL GRUPO PRISA

Uno a veces no sabe por donde empezar un comentario ante una situación compleja como la que viven en estos momentos Mourinho y el Madrid; afortunadamente, don D. T. (en adelante, DDT) ha tenido la amabilidad de brindarme un tema gracias a uno de sus artículos de EL PAÍS (PRISA) que titula MI NOMBRE ESTÁ CON EL DEL SEÑOR MIGUEL MUÑOZ:


Se trata de un trabajo del mismo nivel que otras muchas bajezas habituales en este plumífero, conocido tanto por su mourinhofobia como por su amistad con Valdano (entre gauchos no hay que pisarse el chiripá; aunque con un pelotudo nunca se sabe).


Esteee, DDT opina que Mou se ha pasado de soberbio al colocar su nombre al lado de el de Miguel Muñoz en la historia del Madrid. Resulta que lo ha hecho al comentar que su plantilla ha ganado recientemente tantos partidos seguidos como lo hizo la de ese entrenador hace muchos años. Es un dato indiscutible; pero a DDT le ha parecido que Mou ha hecho poco para merecer un lugar tan destacado en la memoria madridista.

Lo rastrero (y reptante) que puede llegar a ser DDT alcanza cotas antológicas cuando dice que “…Aunque sólo (¡acento!) pudiera compararse por la racha de victorias. Mourinho sólo (¡es con acento!, tuerceplumas: sin acento significaría que Mou jugó sólo contra los once del Farsa, además de dirigir su juego desde la banda simultáneamente) ha conquistado una Copa para el Madrid mientras que Muñoz logro dos Copas, nueve Ligas, dos Copas de Europa y una Intercontinental…” Total: 14 títulos, 3 de ellos internacionales.

No por casualidad, DDT olvida que Muñoz ganó estos títulos sólo durante la primera parte de su carrera de preparador (o sea, en los primeros 14 años que pasó en el Madrid) En total, entrenó desde la temporada 1959/60 hasta el Mundial de 1988 (29 años).

Si uno tiene verdadera profesionalidad y se molesta en entrar en las correspondientes páginas de Wikipedia de ambos preparadores, puede ver fácilmente que Mou ha ganado hasta ahora un total de 19 torneros oficiales, 3 de ellos europeos (2 Champions y una Copa de la UEFA. ¡Claro que no es comparable a Miguel Muñoz!, porque Mou lo ha logrado en un periodo que empezó en la temporada 2000/01 al ponerse al frente del Benfica como primer entrenador. La cuenta finaliza, de momento, con el Madrid en la temporada pasada (11 años después) con la Copa de España que Mou le ganó al Farsa.

Yo no sé cómo se hace la media “allá”, pero “acá”, 19 entre 11 son cerca de 2 títulos por temporada, lo que, me atrevo a sugerir, multiplica por más de 3 lo conseguido por Muñoz, ¿viste? De todas maneras, si le parece a DDT que este palmares de Mou, o su media anual, son poco para sacar pecho, podemos esperar a que termine su contrato (dos temporadas y media más) y hacer balance.

Desde luego, yo, en el lugar de Mou, estaría bastante satisfecho. ¡Eso sí que son los números de un líder en su profesión (FIFA dixit)!; no como los de otros que sólo pueden dedicarse al carroñeo, como las hienas, y han de contentarse con observar a distancia a los leones con mal disimulada envidia, a ver si les dejan una migajas para sobrevivir.

Antonimus.

EL REBOTE DE SÁMANO (EL PAÍS-PRISA)

Si se lee el comentario del jefe de Deportes de EL PAÍS (PRISA) sobre el Madrid-Farsa del sábado 10 de diciembre de 2011:


resulta llamativa la descripción del 1-2 a favor del Farsa:

“…el gol de Xavi rebotado en Marcelo…”.

Y es especialmente sorprendente su comentario, por lo ultraconciso, si se tiene la curiosidad de rescatar esta crónica del mismo periodista de la liga pasada, concretamente del partido Real Suciedad-Madrid, donde narró así el después llamado “gol de Pepe”:


“…un tropezón de la pelota en la espalda de Pepe tras una falta lanzada por Cristiano…”

Al final del mismo artículo añadía:

“…Cristiano ejecutó una falta, el balón golpeó en Pepe, enredado en la barrera, y cogió un vuelo imposible para Bravo (portero donostiarra)…”

La cosa no debía de estar tan clara cuando en un apartado del mismo artículo ponía: “Un gol de Di María y otro de Cristiano Ronaldo rescatan al Madrid frente a una Real muy vitalista.”

No obstante, enseguida se dio la consigna de quitarle ese gol a Ronaldo diciendo que había sido de rebote y por tanto no era mérito de este portugués sino del otro: Pepe.

¿No es llamativo que, según el Sr. Sámano, Xavi sea ahora el autor de un gol en el que es Marcelo quien cambia la trayectoria, engaña a Casillas y marca en propia meta mientras que se quiere dejar claro que Cristiano no habría marcado sin la ayuda de Pepe reiterando la descripción de la misma jugada tanto como se pasa de detallar la del pasado sábado?

Por si alguien se ha perdido, estoy recordando que este gol, que le quitaron a Cristiano la inmensa mayoría de los mass media acogiendose a que en el acta del partido no se le atribuía a él (según tales actas, Mou nunca le hizo nada a Vilanova ni éste le respondió en forma alguna), fue objeto de polémica durante casi toda la temporada. Bueno, MARCA, el que concede el Pichichi, no fue tan mezquino como otros medios y le dio el trofeo a Cristiano por marcar 41 tantos, que ahí se van a quedar para siempre por mucho que se cabreen los antis, plumados o desplumados.

Y ahora Sámano pasa a toda leche sobre el tema sin dedicarle ni un comentario de que recuerda a aquel gol (igual que la no expulsión de Messi no da lugar a mencionar la que sí tuvo lugar de Pepe), no sea que alguien diga que el Farsa ganó de rebote y con suerte.

En definitiva, agrada ver cómo la bajísima opinión que merecen en Cibeles Madridista los esbirros del grupo PRISA (entre muchos otros) es plenamente merecida y que se la siguen ganando a pulso sin desmayo. Evidentemente, sólo pueden sentir vergüenza los que la tienen, no necesariamente los que más se ponen en ridículo.

Antónimus.

LA ENVIDIA

Erase una vez un niño que preguntó a su padre qué era la envidia. El padre decidió explicarselo con un ejemplo futbolístico:

„Imagínate la Copa de Europa de fútbol, la que ahora llaman Champions. Si algún equipo la ganare, por ejemplo, seis veces seguidas, entonces sería sin discusión el mejor equipo de todos los tiempos; porque eso no lo ha hecho nadie hasta ahora“; y lo que no ha ocurrido todavía no es envidiable sino tan sólo hipotéticamente imaginable.

„Si algún club llegare a ganar 5 Copas consecutivas, representaría un gran logro, sin duda, algo casi irrealizable; pero no sería la primera vez que esto sucede, pues ya lo hizo el Madrid de Di Stéfano ganando seguidos los cinco primeros trofeos que se jugaron. Eso sería igualar un mérito envidiable, pues ya existe, pero desde luego esa envidia no la sentiría el que alcanzó la misma meta por primera vez y sin tener que esperar largos años para lograrlo“.

Si algún equipo lograre ganar 4 seguidas, eso sería un logro no realizado por nadie, pero superado por el Madrid de las Cinco Copas; nuevamente, no es envidiable sino imaginable.

Si algún equipo ganare 3 consecutivas, estaría muy bien, por supuesto, pero sería inferior al mérito del Madrid de las Cinco Copas; incluso el Ajax de Amsterdam y el Bayern München lo lograron posteriormente (cuando el Madrid ya tenía 6 Copas y el primer trofeo jugado en propiedad; por eso, ahora se juega con otra copa de forma diferente).

Si algún club consiguiere ganar 2 trofeos consecutivos, sería también un hito en la historia de la Copa de Europa; sin embargo, no sería algo extraordinario sino repetido; pues, no sólo el Madrid de Di Stéfano logro hacerlo dos veces consecutivas con las 4 primeras Copas que se jugaron, y él ganó, sino que también lo hicieron posteriormente otros 5 clubes más: el Benfica portugués, el Inter de Milán, el Liverpool, el Nottigham Forest inglés y el Milán. Así que igualar lo hecho por 6 antes que tú estaría muy bien pero no sería asombroso y, al menos para seis equipos (y dos veces, en el caso del Madrid) no significaría nada envidable sino más bien una imitación posterior de lo ya hecho por otros; una copia de la gesta original.

Por último, si alguien lograre ganar un sólo trofeo en cualquiera de las cerca de 60 ediciones disputadas, sería, indudablemente, el Campeón de Europa de esa temporada, que es mucho; pero nada más; pues eso lo han logrado, al menos una vez, un total de 20 equipos: 1. Madrid (9 veces), 2. Benfica (2), 3. Milán (7), 4. Inter de Milán (3), 5. Celtic Glasgow (1), 6. Manchester United (3), 7. Feyenoord Rotterdam (1), 8. Ajax Amsterdam (4), 9. Bayern München (4), 10. Liverpoo (5), 11. Nottigham Forest (2), 11. Aston Villa (1), 12. Hamburgo (1), 13. Juventus de Turín (2), 14. Steaua de Bucarest (1), 15. Porto de Portugal (2), 16. PSV Eindhoven (1), 17. Estrella Roja de Belgrado (1), 18. Farsa (4, por primera vez en 1992, el trofeo número 37), 19. Olympique de Marsella (2) y 20. Borussia Dortmund (1)“.

„En definitiva, igualar lo que han logrado 17 equipos antes que tú no parece algo tan asombroso ni envidiable, ¿verdad?. ¿Quién se acuerda del alpinista que subió el 18 de orden al Everest? De lo que sí se acuerda la gente es de los equipos que más veces han ganado el título: 1. Madrid (9), 2. Milán (7) y Liverpool (5).

„Pero papa“, interrumpió el chiquillo, „¡todos dicen que el Farsa es el mejor equipo de todos los tiempos“!

„Mira, hijo, no todos lo dicen sino sólo los que no piensan y se dejan manipular por la publicidad pro farsista o los que la hacen, es de suponer que a cambio de algún pago; porque los méritos se demuestran no con las palabras sino con los trofeos; sobre todo cuando se ganan limpia e indiscutiblemente, lo que no es el caso del Farsa. Ese supermegaultraextraequipazo será para la masa, propagandísticamente hablando, lo que le interese decir a la prensa, pero no olvides que ni siquiera posee la insignia de campeón múltiple de la UEFA; que se gana por lograr tres títulos consecutivos o cinco alternos; y el Farsa todavía tiene sólo 4, uno cada 14 años de competición frente a la media del Madrid de casi un título de cada 9 jugados, o sea, un promedio más del doble mejor“.

„Entonces“, preguntó el niño, „¿por qué dicen los del Farsa que los del Madrid los envidiamos?“

„Hijo mío“, concluyo el padre, „yo de de problemas mentales no entiendo; pero sí puedo decirte que nosotros los madridistas no envidiamos a nadie por la sencilla razón de que es matemáticamente imposible envidiar al que tiene menos que tú“.

Antonimus.

sábado, 10 de diciembre de 2011

La quinta tarjeta y San Andrés


La Real Federación Española de Fútbol modificó para esta temporada su Reglamento, concretamente nos ocupa lo referido a la quinta amarilla, que en el caso de ser forzada para no jugar el siguiente partido (y quedar libre para otro posterior que el futbolista considere más importante, obviamente) acarrearía dos partidos de suspensión, el correspondiente a la acumulación  de las amarillas y otro añadido.

Pues bien, Piqué (del Farsa) pierde 36 segundos  -que es mucho tiempo- antes de poner en juego el balón, el árbitro sonríe con gesto de entendimiento, le muestra amarilla (la quinta) y posteriormente el Comité de Competición no le sanciona con dos partidos, sino con uno, es decir, sólo el correspondiente a la acumulación de amarillas.  La jugada es tan clara que incluso su entrenador, Guardaolas, dijo: “las imágenes están ahí y nos conformaremos con la sanción que le caiga”.

Pero claro, el Farsa tiene patente de corso, para piratear, para robar a otros. No pretendo aburrir ni ser exhaustivo, pero así a vuelapluma recuerdo su no sanción en Copa del Rey tras negarse a jugar un partido, el caso del cochinillo, las ficciones teatreras de la pasada Champions, etc., etc., etc.

Hasta aquí los hechos. Ahora la opinión:

1)  El Comité no tiene honradez, ni vergüenza, ni sentido de la justicia. No aplica una norma porque no quiere. En realidad sabemos que no la aplica porque el afectado no es un jugador del Real, seguramente la norma estaba para “pescar” a estos y no a los de “arriba”; el problema es que fue Piqué el que picó…. No sé si saben, pero deberían, que cuando se establece una norma y no se aplica contamina al resto y se desprestigia todo el aparato normativo.

2)        Si Piqué juega en el Clásico, y tiene una actuación decisiva (en relación al resultado), los madridistas debemos considerar adulterada la Liga en la medida en que nos afecte en la puntuación final dicho partido.

3)        Por otra parte tal vez tengan razón, y a Piqué no le sancionan con dos    partidos porque no perdió deliberadamente el tiempo, o tal vez no sabía las consecuencias de provocar esa quinta tarjeta. Seguramente le sancionan sólo con un partido atendiendo a la cara de tonto que pone durante y después de la jugada, es decir, por tonto, y eso no lo contempla como ampliación de sanción el Reglamento. Y es que, aludiendo al santo que da nombre a una localidad catalana: “Ya lo dice San Andrés, el que tiene cara de tonto es que lo es, ¡lo es!”.

 Luigi Vinci

jueves, 8 de diciembre de 2011


SE HACE HISTORIA A MEDIDA (PERO NO PARA TODO EL MUNDO)



Vivimos en un estado en el que hay un uso maniqueo y selectivo de la historia. Se cuenta y reinterpreta el pasado y se hace uso sólo de la parte de él que nos interesa, omitiendo el resto de lo sucedido; especialmente, cuando lo preterido podría servir de apoyo para las tesis de los adversarios.



Esto se hace tanto en política como en „fúrbor“. Parafrasenado a Clausewitz, se podría decir que aquí y ahora „el fútbol es la continuación de la política por otros medios“ (por supuesto, sin renunciar a sus aspectos más belicosos).



Hay un territorio en la península Ibérica que se cree el ombligo del mundo. Según su población, nada ha pasado sin que el eje de la Tierra girase sobre ese „gozne“ esencial. El hecho de que sea perfectamente explicable la historia de la humanidad sin mencionar ese rinconcito del planeta no influye para que sus habitantes sean humildes (sólo les interesa presumir de serlo). Baste como ejemplo definitivo recordar que los que descubrimos todo un continente (la corona de Castilla) no somos „históricos“; ellos, que sólo han destacado en el arte de hacer negocios (y chanchullos) sí.



En cuanto al „fúrbor“, el enemigo a batir es el Madrid. Desgraciadamente no se puede omitir su historia, pero si se puede intentar reinterpretarla. Un ejemplo inefable de tan patriotera actividad lo encontramos en esta noticia del DIARIO SPORT de Farsalona:






Una de las cuestiones más indignante para los madridista en esta actitud farsante es que el Farsa se las va  dando de equipo “democrático” (luego, de juego “limpio”). Sumido este periódico en tal “ilusión” (psicológicamente hablando, una distorsión de la capacidad de percepción), se permite decir cosas que no queda más remedio que analizar y responder.



Aparte de “ilusionismo”, SPORT tiene problemas de “daltonismo” que “no le dejan ver las 5 Copas de Europa seguidas” (afirma que la Quinta se ganó en 1966, fecha de la consecución de la Sexta) ni admitir que el mérito madridista es del mismo rango que el del único título farsista de 1992 (cuando la actual Champions se seguía llamando Copa de Europa, pero ya se estaba transformando su sistema de competición). En una cosa sí que puedo estar de acuerdo con los farsistas: sus copas y las nuestras no son iguales; y no lo son porque nosotros nos las ganamos solitos en una competición diáfana de todos contra todos.



Es patético leer que la “primera Champions que un equipo de la Liga ganó en democracia fue la que el Farsa conquistó en Wembley en 1992. Anteriormente, mientras Franco imponía su doctrina fascista por la fuerza y las cámaras registraban en blanco y negro lo que querían, el Real Madrid ganaba peso en Europa…”



Esta “deposicion” del culo (traducción de “culé) llamado Iván San Antonio (en su caso, sin duda cagada y muy poco pensada) merecería un análisis psiquiátrico y político (de sus separatismo matizado: España sí les vale para apuntarse éxitos). ¿Qué significa la “Liga”? No pone la española, dado lo mucho que le jode la palabra, pero evidentemente no puede tratarse de otra (salvo que esté pensando freudianamente en la gloriosa “Lliga” que le ganan tranquilamente a equipazos como el Nastic). Sin embargo, yo me voy a limitar a hacer unas acotaciones político-democráticas, ya que tanto parece intersar a los del Farsa esta “actitud”.



En primer lugar, es muy discutible que estemos en una democracia en la España actual, al menos mientras los cuatro votos mal contados (nunca mejor dicho) de los farsalanistas valgan más que los muy superiores numéricamente de Izquierda Unida o los del partido de Rosa Díez. Si se contasen los votos como en las elecciones europeas, entonces sí podríamos hablar de votación democrática (y Farsaluña no sacaría más que una minúscula representación parlamentaria, tal como le corresponde por su tamaño real).



En segundo lugar, si hablamos de pedigrí democrático habrá que hablar del principio de los tiempos de la democracia en España. Y entonces, resultará que el Madrid no ganó sus primeras ligas hasta la época de la Segunda República Española, (que, curiosamente, no vio ganar ninguna al “democrático” Farsa. Pero eso no quiere decir que este “más que un equipo, un escándalo” no tuviera ninguna por entonces, porque previamente había ganado el trofeo en tiempos de Su Majestad Alfonso XIII, el de los chanchullos en Marruecos que tantos soldados españoles costaron; el que tuvo que irse “democráticamente” del país antes de que el “amor de su pueblo” le pidiera cuentas.



En tercer lugar, si bien el Madrid “de Franco” no ganó ninguna liga (sólo dos copas y cuando ya había acabado la Segunda Guerra Mundial) en los primeros 14 años del franquismo, no fue este el caso del Farsa, que sí que gano numerosos títulos en ese periodo (5 ligas y 4 copas). Conviene recordar que en esos años era cuando más asesinaba el “antiguo régimen”; también cuando Franco mandó a Rusia una División de voluntarios, que no fue conocida como “Blanca” sino como “Azul” (o sea, como el azul que forma parte de la palabra compuesta azul-grana; donde el grana recuerda el color de la sangre derramada de los republicanos represaliados con la guerra ya acabada). Y, sin ninguna duda, el Farsa no se negó a disputar aquellos títulos ni a recogerlos en su sala de trofeos.



En 1953, justamente, el mismo año que Franco firmó con los yanquis el tratado de las bases para colaborar en la guerra fría anticomunista y tuvo que readaptar su régimen al “exterior” fue cuando firmó Di Stéfano por el Madrid, que así pudo levantar cabeza mientras el Farsa la agachaba. Si de verdad les interesa a los farsistas conocer los Años Azul-Granas del fascismo de los que tanto y tan de más hablan, pueden informarse aquí:






En consecuencia, sería mucho más fácil establecer una relación directa entre el número de antifranquistas fusilados o encarcelados en el Primer Franquismo, el más vengativo y sangriento, y los títulos ganados en esa época por ciertos equipos, los más “colaboracionistas” que no inventarse una historia del Madrid que no existe más que en sus cabezas extraviadas (cabe mencionar que el club más descarado por su afinidad con el régimen era uno que en los años 40 se hizo llamar Atlético de Aviación, ahora más conocido como el Patético de Madrid, y no jugó en segunda en 1939, pese a haber descendido en 1936, porque él sí que era, oficialmente, un equipo gubernamental. Oir que esa “institución” se atreve a acusar al Madrid de haber sido el equipo del gobierno es sencillamente nauseabundo).



En cuarto lugar, desde 1945, al quedar aislado internacionalmente, Franco no imponía más allá de sus fronteras ni el reconocimiento de su régimen (sólo entró en la ONU en 1955); fuera ni existía siquiera (creo que este culo está confundiendo a Franco con Hitler y sus Panzerdivisonen). Fuera era el Madrid el que era conocido y reconocido. Gozaba de un prestigio tal que tuvo que ser el Madrid, y no Franco, quien sacó de Hungría a la madre de Kubala (sí, lis-tontito, vuestro jugador, que fichasteis por obra y gracia de la Federación Franquista de Fútbol, que impidió arteramente que se hiciera con él el Madrid). En cuanto a la implícita acusación de que nos dieron las primeras Copas de Europa gracias a Franco, que era entonces un paria político en el resto del continente, sólo diré que “se cree el ladrón que todos son de su condición” (y además delira).



Es mucho más cierto afirmar rotundamente que el Madrid se ganó a pulso su categoría universal sin ningún apoyo extradeportivo; en cambio, el Farsa NUNCA FUE CAPAZ DE GANAR LA COPA DE EUROPA MIENTRAS NO SE CAMBIÓ SU FORMATO, mientras se siguió jugando sin cabezas de serie, liguillas, etc. y sólo la disputaba el campeón de liga de cada país.



Por hoy basta; no mereces más atención. Seguiremos contraatando.



Antonimus.

martes, 29 de noviembre de 2011

DOS HERMANOS Y UN ÚNICO PRIMO

Éranse una vez dos hermanos muy parecidos que habían nacido en la localidad de El Área. Bueno, en realidad no se parecían tanto, porque uno, que se llamaba Vencemenos, paradójicamente era 6 años mayor en edad que el otro, Vencemás, y, sin embargo, era menor en méritos a éste…

Así podría contarse la historia de Benzema-Vencemás y Villa-Vencemenos. Claro que si hubiera que detallar cuanto se pagó por ellos, entonces, Villa se llamaría Cuestamás; pues, según el MUNDO DEPORTIVO de Farsalona:


El asturiano fichó por el Farsa en 2010 por 50 millones de euros y un contrato de 4 años (que acabará a la edad de 32 en 2014); en cambio, el francés Cuestamenos vino al Madrid en 2009 por 35-41 millones (según los títulos que gane) y su contrato alcanza los 6 años (lo acabará en 2015 con 28 años)


O sea, que al Farsa le cuesta cada temporada 12’5 millones cubrir el puesto de delantero centro y sólo va a disponer del jugador durante 4; en cambio, al Madrid le sale por entre algo menos de 6 y algo menos de 7, pero tendrá a Benzema durante dos años más (acabará su contrato uno más tarde que el de Villa).

Si aceptamos, hipotéticamente, que ambos podrían jugar en sus equipos actuales hasta el mes de junio del año en que cumplan los 35 (ambos en diciembre), Benzema se llamará Duramás; pues aún le restarán 7 años para alcanzar esa edad (2022) mediante un nuevo contrato. En cambio, Duramenos-Villa estará a sólo 2 de su retirada (2016) cuando expire el suyo; por tanto, su margen de uso es mucho más corto. En consecuencia, la máxima vida útil total para su club sería de 6+7=13 temporadas para Benzema y de 4+3=7 para Villa.

Creo que está muy claro quién ha hecho un negocio redondo y quien no con estos fichajes; y estoy siendo piadoso y no quiero hacer sangre entrando en lo que aporta actualmente cada uno de estos jugadores a su equipo.

Además, habría que recordar que en 2009, el año del fichaje de Benzemá, el Farsa fichó a otro delantero centro, Ibrahimovic (para suplir a Eto’o). Su contrato, de 5 temporadas, ascendió a otros 71 millones de euros más (hay que descontar los 20 recibidos por el trapaso del camerunés, que se fue con 28 años, es decir, el coste de Ibra fue de 46 millones “suyos” más 5 en metálico suplementarios al no aceptar Hleb ir cedido al Milán como parte del pago). Por cierto que Eto’o e Ibrahimovic son de la misma edad que Villa: no se ha mejorado en “juventud” con estos fichajes. El sueco sólo jugó un año en el Farsa; luego, esa temporada costó ¡51 millones de euros! ocupar el “9” de “más que un club, un derroche”.


Así que 50+5+46= 101 millones (¡más que Cristiano (94), el jugador más caro de la historia del fútbol!) para cubrir el puesto de delantero centro en total pagados entre 2009 y 2010 por el Farsa (+ 20 millones/año X5) frente a 35-41 del Madrid (6-7 escasos por una temporada más; la tercera parte de coste y más futuro potencial) para el mismo puesto desde 2009 al 2015/22. ¡Hay que ver lo que nos queda por aprender de los que inventaron el “fúrbor”!

Antonimus.

LA EVOLUCIÓN DEL FÚTBOL: DE LA MANO DE MESSI AL COSTADAZO DE HIGUAÍN

¡Cómo cambian los tiempos y los estilos! Parece que fue ayer mismo cuando Messi intentó robar una liga con la mano como un vulgar carterista (siguiendo la escuela de Maradona) y con ello pareció confirmar que el fútbol argentino es un asunto trabado y malencarado adecuado para la pesca en río revuelto de los desaprensivos pululan en este deporte.

Sin embargo, ahora Higuaín ha redimido el honor deportivo del país donde nació la Saeta Rubia. ¿Cómo lo ha logrado? Poniendo de moda un nuevo modo de jugar…¡con el costado!

Ya es una tendencia innegable: primero, en Mestalla en liga y después en el Bernabeu en Champions, Higuaín recibió dos balonazos pasivamente y eso le hizo meditar sobre la necesaria evolución del juego. Así que decidió utilizar activamente esta nueva estrategia para crear algo novedoso con ella. ¿Dónde hacerlo mejor que en el mismísimo Bernabéu, la Fábrica de la Gloria, como diría don Alfredo; el lugar donde se consagran los campeones?

Dicho y hecho: el sábado nació el Costadazo: con el coraje y el indomable pundonor madridista que tan bien representa Gonzalo; lucho por un balón imposible (para los “llourinhos”) y se libro de 3 adversarios para marcar a puerta vacía. ¡Bravo, Higuaín! ¡Tú si que sabes luchar hasta la extenuación! Deja de sean otros los que lloren como niños lo que no saben ganarse como adultos en el campo.

Bueno, habrá a quien no le guste este nuevo estilo (probablemente, a los mismos a los que no les gustan las espaldinhas de Cristiano, claro); pero siempre será mejor que este perfeccionamiento del juego tenga lugar dentro del reglamento y no fuera, que es donde juegan los campeonatos “los otros”.

Antonimus.

P. S.: Las jugadas de la evolución del fútbol:

Maradona, un dios demasiado manipulador:


Un carterista llamado Messi:


La innovación de Higuaín en Mestalla:


Consagración en el Bernabeu ante las “víctimas profesionales” del Patético:



LAS CUENTAS DE LOS SUBNORMALES

Hay tantas maneras de reinterpretar la “realidad” como ganas se tengan de no verla ni en pintura. Ahora que vamos hacia el invierno de tantas ilusiones farsistas y que el color blanco del alud de puntos merengues, que todo lo entierra, se impone como el triste destino ineluctable de los “culos” (traducción literal de “culés”), hay “allí” algunos que están dispuestos a falsificar el sistema de numeración, si hace falta, con tal de negar lo evidente:


Esos farsaloneses farsantes y farsistas, ante la manifiesta existencia de una ventaja madridista en la liga que ya va convirtiéndose en importante (y dolorosa), recurren a “recortar” el 50% de su tamaño mediante la ¿ingeniosa? adición de un partido más a su equipo. ¡Cómo no!: esta es la “magia” del tiqui-atraca del Farsa: él siempre tiene que ser y tener más que nadie, por lo civil o por lo criminal, si hace falta; o por lo irracional, como en este caso.

Este es su lamentable modo de “explicar” que el Farsa jugará el partido del Bernabeu con sólo 3 puntos menos que el Madrid (porque adelantan el encuentro con el Rayo). Olvidan añadir que el Madrid jugará el Clásico “con un partido menos” que su rival; porque, se pongan como se pongan, una semana después, mientras ellos (¡ojalá!) pierden el mundialito, nosotros jugaremos este partido “extra” y, de ganar al Sevicia, “recuperaremos” esos tres puntos; y entonces, su “más que una gilipollez” no valdrá ni para limpiarse ante la diarrea que les va a entrar cuando nos tengan que buscar mediante un catalejo.

Además, en su ya conocida “peculiaridad” farsalana en cuanto a la utilización de la cabeza (ya la han perdido otras veces, por ejemplo, arrojándosela a su rival al terreno de juego como homenaje a Figo), “olvidan” que queda pendiente también la primera jornada de la primera vuelta, es decir, un partido más en casa para el Madrid (con el Atávico de Bilbao) y otro más fuera para el Farca (frente al Málaga); jornada en la que, si alguien pincha, probablemente lo hará el equipo farsista, que como visitante flojea bastante. Así que lo único que pasa realmente es que no les cuadran las cuentas a esos “genios” y esto tiene consecuencias perceptibles; como acredita el “Tufillo” de los hediondos “culos” provincianos, que se va extendido ya hasta la Capital.

En fin, el dolor es mucho (¡que dure!; y que no se mueran nunca: siempre enfermos de madriditis) y saca de quicio a los “elegantes” y “humildes” fascinerosos fariseos del Farsa. Por eso, sumidos en su dolencia crónica, por culpa de la intoxicación de Mourinhina que les ha inoculado el bacilo del Madrid-Mou, necesitan creer que la sociedad está llena de subnormales que van a creerse cualquier batallita que se les cuente desde la butifarra mediática y su entorno para intoxicar y atacar psicológicamente a los nuestros.

Bueno, en lo que sí puedo estar de acuerdo con esos “llourinhos” es en que, desgraciadamente, hay demasiados subnormales en este país. Es innegable que hay mucha “carne de linotipia”; personas que no saben pensar por sí mismas y son fácil presa de la manipulación de los medios; los mismos entes periodísticos que han estado los últimos años fomentando la sacralización de las “hazañas” farsigranas como si fueran el paradigma original de La Iliada y, sobre todo, como si nadie antes, más y mejor, hubiera sido el arquetipo original de esta heroicidad deportiva ahora usurpada conscientemente, de la que el Farsa no puede ser más que una copia, una falsificación; especialmente por el modo de “legendizar” lo que tiene, me temo, demasiadas explicaciones “terrenales” para ser un mito legítimo.

Así que ¡cuidado!; no vaya a suceder que la mayoría de esos subnormales con los que contáis para subvertir los hechos no esté en nuestro equipo sino en el vuestro, el de los que os dedican a pensar con el…¡Caramba! ¡Qué coincidencia!

Antonimus.

LA ARTERÍA DE JUGAR MÁS ALLÁ DEL REGLAMENTO Y LLORAR DESPUÉS

El Patético de Aviación (¡nunca más merecido este nombre!) va llorando porque el sábado perdió, una vez más en el Bernabeú el partido de Eternos Rivales (y ya no sabe uno cuántas veces lo ha hecho, pues no nos ha ganado en todo este milenio). Al parecer, no dio suficientes patadas al Madrid para evitarlo y ahora, sólo después de acabado el encuentro, es cuando se acuerda del reglamento y se permite opinar sobre su aplicación. ¡Alegrémonos! Aunque lo haga para atacarnos, al menos ésto acredita que ha oído hablar de su existencia.

Ahora resulta que se queja de la interpretación del reglamento por parte del árbitro la misma “pandilla” que se desentendió deliberada y manifiestamente de dicha norma para luchar contra nuestro equipo con todas sus armas (literalmente) ilegales en vez de intentar ganarlo jugando al fútbol (no es sólo mi opinión: su entrenador lo proclamó con la chulería de lumpenfurborero que es ya seña de identidad irrenunciable de los fracasados colchoneros).

Que los delincuentes acusen a la policía de no cumplir la ley cuando ellos viven del delito es lo último que nos quedaba por oir. Decididamente, el Patético está dispuesto a seguirse superando a sí mismo a la hora de hacer el ridículo. Pero no es tan extraño en ellos; como decía mi tío Luis, en Madrid hay dos clases de personas, están los madrileños (madridistas) y luego los leños de Madrid; a cada cual le corresponde desempeñar su papel.

En el fondo, el Patético es coherente; si le dejaran, retiraría del fútbol a un par de madridistas cada vez que “juega” contra nosotros; o sacaría 15 jugadores al campo; o metería los goles con la mano, a lo Messi...Pero lo que los tramposos patéticos no entienden es que también nosotros sabemos luchar por nuestros intereses, solo que mucho mejor que ellos; porque lo hacemos en y a lo largo de todo el partido, no corriendo sólo una parte y llorando el resto mientras se le echa la culpa al destino y no al propio desatino. Por eso, sabiendo la que nos espera cada vez que nos enfrentamos a ellos, nosotros cantamos victoria sólo al final, que es cuando vale. Después lo olvidamos sin más; porque, la verdad, ¿tiene mérito ganar a “esos”?

Ahora resulta que cuando un entrenador y unos desaprensivos salen a un campo a evitar que haya fútbol por lo criminal (lo civil no es mencionable siquiera, tratándose de su caso) el que “se carga el partido”, con la expulsión reglamentaria o el penalty descarado perpetrado por los del Patético, es el árbitro, ¡no ellos!, los que no sólo timan al espectador el precio de su localidad (Mou dixit) sino que se niegan a asumir la responsabilidad por sus actos y sus carencias (la clasificación es suficientemente elocuente); sencillamente, oyéndolos hablar así, uno sólo puede llegar a la pensar que semejantes “formas de vida” están para el manicomio (y cuanto antes las encierren, tanto mejor para la integridad física de los merengues).

Por cierto, la jugada de Benzama no fue “decisiva” porque el árbitro pitara en ella penalti y expulsión sino porque el Madrid fue capaz “jugando fatal” de llevar el balón hasta allí y nuestro delantero de jugar el balón espléndidamente, como suele. Simplemente, era cuestión de tiempo que los patéticos se cansaran de correr; inevitable que se impusiera la calidad a la antideportividad; no ha sido en nada diferente a lo que pasa casi siempre cuando jugamos con ellos (en todos los sentidos). A partir de ahí, el “notable” juego patético consistió en dar patadas desmedidas a sus rivales confiando en que el árbitro no tuviera ganas de suspender el partido por falta de suficientes navajeros, digo colchoneros, sobre el terreno de juego.

Y, como colofón, salieron cabreados del partido para evitar que sus aficionados les hicieran las preguntas incómodas que no pueden contestar sin inculparse. ¡Felicidades! ¡Sois los campeones mundiales de los payasos! No sé cómo conseguís engañar aún a los fanáticos que os siguen comprando la renovada leyenda que les contáis cada año para justificar vuestro nuevo “proyecto” como club. Por nosotros, seguid así siempre; pero el próximo año mejor jugad con el Castilla en segunda, que ya no nos apetece que nos sigáis partiendo la espinilla.

Antonimus.

CIBELES MADRIDISTA Y LA RACHA VICTORIOSA DEL MADRID DE MOU

Cibeles Madridista fue fundada el 1 de octubre de 2011, fecha de publicación de su primer editorial; desde entonces, el Madrid de Mou ha encadenado 13 victorias consecutivas y un montón de goles para avalarlas.

Una vez superados los tropiezos de septiembre del Madrid en Valencia (Levante) y Santander (Racing), nuestro equipo no ha vuelto a conocer otro resultado que el triunfo, frecuentemente por goleada. Para explicar esta racha tan exitosa, se habla de la indudable labor de Mou como catalizador de esta positiva mutación del juego del equipo.

Pero algunos pensamos que, dada la coincidencia en su comienzo de Cibeles Madridista con el arranque del espectacular estado de forma de nuestro equipo, parece como si le estuviéramos dando suerte al Madrid desde entonces, convertiéndonos en un talismán que protege a los merengues de las maquinaciones de los amigos de lo ajeno: Farsa, UEFA, Villarato…

Parafraseando a un personaje de la película “Primera plana” de Willi Wilder, parece que ahora “hay un poder invisible” que protege al Madrid.

Pues, por nosotros, que siga la racha hasta que el Farsa se tenga que espabilar para alcanzar puestos de Champions.

Y mientras la Cibeles seguirá subida en la Puerta de Alcalá vigilando al enemigo y disfrutando cuando ve cómo “juega su Madrid”.

¡Hala Madrid!

Antonimus.

jueves, 24 de noviembre de 2011

¿RIVALES O MOLESTIAS?


En EL MUNDO, viene una crónica sobre el antimadridismo que, como no podía ser de otra manera, resulta que es culpa de los madridistas:


Esta vez la cantinela proviene de Violencia, conocida por la enorme cantidad de petardistas que hay allí mucho más que por su equipillo de fútbol y que no ha sabido digerir el Mestallazo. Habrá que contestar adecuadamente.

EL GRITO DE ME-SI


No, no es un grito chino, sino el nuevo modo de atacarnos al que recurren nuestros rivales cuando no pueden con nosotros; un grito de guerra antimadridista que se oye cada vez más y amenaza la supremacía del mismísimo “así, así, así gana el Madrid” en las preferencias de nuestros enemigos.

Eso sí, se trata de un grito especializado, dirigido expresamente a nuestra figura Cristiano Ronaldo. Por eso, cuando falla todo; cuando el Depredador de Madeira les destroza; cuando sólo queda la desesperación y la rabia en las tripas para intentar reaccionar, porque el cerebro les está diciendo que ya no hay nada que hacer, ¿qué les queda a las aficiones adversarias de Cristiano, tanto si juega con el Madrid como si lo hace con Portugal? Pues eso, el grito pueril y mezquino de “Me-si, me-si…”

Cada vez está más de moda. Pero, como diría Mourinho, ¿por qué? Les guste o no reconocerlo, es un homenaje, un reconocimiento a los méritos de nuestro delantero; porque, ¿quién necesita atacar a los mediocres? Así pues, conscientes de sus propias limitaciones, le dicen a Cristiano que ellos no pueden con él, pero confían en que otros sí.

Esto podría tener interpretación freudiana: quizá su subsconsciente les juega una mala pasada a estos infelices, que, partiendo de “me gustaría ganarte, ya lo creo que sí”, resumen finalmente la frase en el mantra “me-sí”. Interesante hipotesis, pero incierta. Lo sé, porque (voy a contar un secreto) algunos sabemos la letra completa de lo que cantan en realidad a Ronaldo. Es esta:

Me si, me si,
me sigue jodiendo
que me, que me,
que me ganes tanto.

Quiero, quiero,
que tú siempre pierdas
pero, pero,
yo no sé lograrlo.

Y es por eso que te odio
y es por eso que te ataco,
y es por eso que me jodo,
hace ya muy largo rato.

Me si, me si,
me sigue doliendo
que tú, que tú,
no seas de mi bando.

Algun día,
cuando ya no juegues,
yo ya nunca
tendré que ocultarlo.

Y es por eso que te odio,
y es por eso que te ataco,
y es por eso me jodo,
hace ya muy largo rato.

Antonimus.

¿PODEMOS GANAR DE CUALQUIER MANERA?


Por lo visto, si se trata del Madrid, no. Karanka lo dijo de un modo evidentemente dirigido a responder una pregunta sobre el juego del equipo en Mestalla; es decir (para los que se hacen los tontitos): podemos ganar no sólo jugando bien; no sólo jugando al contraataque; no sólo goleando; no sólo cómodamente sino también sufriendo y luchando.

“Traducción” mediática: el Madrid gana como sea, por lo civil o por lo criminal. O sea, que parece que nos confunden con el Violencia, el Sevicia, el Patético de Aviación, la Real Suciedad, el Atávico de Bilbao, el Farsa, etc. cuando juegan contra nosotros. Pero no se trata de un error, no; si hablan así de nosotros es deliberadamente y para intoxicar y predisponer contra el Madrid.

Si Mourinho prepara un partido al milímetro, entonces es un ventajista que sólo quiere jugar con todas las bazas de su parte; cuando le ponen el autobús delante en Santander o Valencia, eso es muy meritorio y para ganarnos vale todo (incluso lo excluido por el Reglamento).

Cuando fichó Mou después de eliminar al Farsa de la Copa de Europa con un partido defensivo modélico, la prensa se tiró a él acusándole de ser un entrenador defensivo; ahora que el Madrid marca más goles que nadie y golea frecuentemente…la ley del silencio.

Si algún madridista hace el más mínimo comentario, como Cristiano, cuando le insultan o provocan, entonces es un chulo prepotente; pero si le están llamando hijoputa todo el partido; cosiéndolo a patadas sin parar; deseándole la muerte o los árbitros no pitan apenas lo que le hacen los rivales, eso sí que vale.

En consecuencia, los madridistas tenemos que recomponer la frase del titular y decir:

DE CUALQUIER MANERA,

aunque nos odien;
aunque nos ataquen permanentemente;
aunque no nos reconozcan nada;
aunque nos envidien;
aunque nos agredan;
aunque no quieran recordar nuestra historia;
aunque no cuenten nunca nuestro títulos,
aunque nos roben

PODEMOS GANAR A CUALQUIERA.

¡Pues a ello!

Salud madridista e infierno blanco, respectivamente.

Antonimus.

LOS SINCEROS MOTIVOS DE QUEJA DE LOS ANTIMADRIDISTAS


Ante el aluvión de estupideces y de insidias vertidas sobre la jugada del final del partido Violencia-Madrid protagonizada, más pasiva que activamente, por Higuaín, se ha hecho necesario hacer unas cuantas precisiones:

  1. Cómo se denomina la jugada: No es “el penalti de Higuaín en Mestalla”, sino “la jugada polémica protagonizada por Higuaín en Mestalla”, o “la jugada donde se reclamó un posible penalti de Higuaín en Mestalla”. Plantear una discusión viciándola ya desde su inicio mediante el truco rastrero de “bautizarla” sectariamente no sólo no es de recibo sino que no engaña más que al que quiere autoengañarse.

  1. Cuándo ocurre la jugada: Sucede pasado el tiempo de prolongación determinado previamente por el cuarto árbitro (4 minutos); por tanto, el partido había acabado en el minuto 94. La única jugada que, según el Reglamento vigente, puede tener lugar con el tiempo cumplido es el lanzamiento de un penalty ya pitado antes de acabarse el partido. La polémica tuvo lugar fuera de tiempo; así que no hay fundamento para protestar nada porque la jugada no existe legal sino arbitrariamente (porque el árbitro se extralimita al medir el tiempo añadido). A modo de comparación, conviene destacar que el mismo colegiado no quiso prolongar la primera parte del partido para que el Madrid sacara una falta ya pitada contra la portería del Violencia. Por eso, da que pensar que en la segunda parte no sólo dejara que tuviera lugar la jugada discutida sino incluso otra posterior, que fue el saque de un córner contra el Madrid, antes de pitar definitivamente el fin del partido; el cual tuvo lugar minuto y medio después de lo estipulado, repito, por el equipo arbitral.

  1. Por qué está Higuaín tirado en el área: Él no se tumba allí a esperar el remate del Violencia sabiendo que va a tener lugar gracias a sus dotes de adivino sino que es derribado previamente por un violencianista (Adúriz, el mismo que remata al larguero); luego, en todo caso, lo primero que hay que pitar es esa falta a favor del Madrid que ocurre antes que el balón llegue posteriormente hasta Higuaín.

  1. Dónde se encuentra Adúriz en el momento de la polémica: Después de quitarse de en medio a Higuaín, Adúriz cae y llega hasta la línea de meta, donde se queda momentáneamente. No se mete en la portería, así que está en fuera de juego cuando el Violencia tira a puerta y el balón se dirige hacia él. Por tanto, la posición ilegal del valencianista es lo segundo que habría que haber pitado.

  1. Cómo acaba la jugada después de dar el balón en Higuaín: El árbitro concedió córner a a favor del Violencia, pero el citado Adúriz empuja a Casillas dentro del área de meta después de que el balón contacta con Higuaín y antes de que salga a córner. En consecuencia, lo tercero a pitar es falta al portero, al que no se puede tocar siquiera  o estorbar dentro de su área específica.

  1. Cuál es la reacción valencianista contra el árbitro: Al no pitar el árbitro el pretendido penalty, varios jugadores violencianistas acorralaron, sujetaron y empujaron al árbitro. Coherentemente con la comprensión que había mostrado hacía ellos durante todo el partido, Teixeira Vitienes no puso nada en el acta sobre este incidente; pero la imagen sí que habla por sí sola y el Comité de Competición no debería dejar impunes estos hechos y tendría que actuar de oficio, contra él árbitro y contra esos violencianistas; como con tanta fruición suele hacer cuando se trata de sancionar el Madrid.

En definitiva, nada nuevo en  las ganas de liarla del antimadridismo: sólo comenta lo que le interesa, e incluso éso sólo tras descontextualizarlo adecuadamente. Puestos a “abstraer”, se “olvidan” de que, con un árbitro serio, el Violencia no habría acabado la primera parte con 11 y en la segunda hubiera sufrido varias expulsiones más (¿no es cierto, leñador Albelda?). Pero los antis no vieron nada de eso, claro; sólo estaban pendientes de Mou y su celebración “provocadora” (y no de los insultos previos de Jordi Alba al portugués). De la misma manera Antiviolencia no se ha enterado todavía del “calenturiento vídeo” violencianista ni de las declaraciones de Emery sobre cómo quería que se motivaran sus jugadores para el partido (como no se llama Mou ni habla del Sparring del Farsa, se entiende que calle y otorgue).

Yo quisiera destacar en todo este asunto el conocido “espíritu de jauría antimadridista” de las grandes campañas orquestadas cuando el Madrid se les escapa en la tabla (porque este es el problema, no nos dejemos liar). Es el mismo espíritu “ecuánime”, que ya disfrutamos este año con ocasión del así llamado (por los antis) “gol del Sevilla” en la Copa. Esta jugada tampoco tuvo lugar nunca en el terreno de juego; pero sí en las redacciones, donde hasta se encargaron estudios geométricos para establecer científicamente el robo madridista; claro que tampoco esta vez se pudo demostrar lo indemostrable.

Lástima grande que no pusieran tanto empeño esos “amantes de la verdad objetiva” en averiguar lo que pasó realmente en Tenerife, varias veces, o en La Coruña. No hacen falta más detalles, ¿verdad? Ni tampoco hay que dar pistas sobre por qué tampoco se comentó nunca sistemáticamente cierta “incidencia” del día en que San Tamudó anuló cierto manotazo carterista, casualmente también del Farsa (que así se habría apropiado indebidamente de otra liga con la connivencia de los amigos del “fúrbor”, tanto parásitos federativos, como silbateros, como tuerceplumas).

Así que estamos en lo de siempre: ¡así, así, así gana el Madrid! y bla, bla, bla ¡que se nos va!. Los oiremos ladrando cuanto necesiten sus maltrechos egos, pero no pueden demostrar nada, salvo su miedo. Ya hay en Farsaluña quien dice que se ha puesto en marcha la maquinaria que va a hacer campeón al Madrid. ¡A ver si es verdad! ¡Ya iba siendo hora de verlos nerviosos después de tanto jugar con red! El tufillo ya hiede hasta aquí: se cagan por las patas abajo, luego cabalgamos. Sigamos la ruta que nos marca el dedo de Mou, que vamos bien.

Y, mientras tanto, cuanto más nos acercamos a la meta, los mismos que inventaron los famosos “goles de despacho”, los que los siguen marcando todavía (¿verdad, Stark?), aún tienen el rostro fariseo de venir a pedirnos cuentas por lo que ellos llaman “escándalos” si, supuestamente, tienen que ver con nosotros, pero que, milagrosamente, se llaman “astucias” cuando les benefician a ellos. Y de fondo, el coro sinfónico de plumíferos aullando de gozo (porque ellos aman al “mejor montaje de todos los tiempos” y lo defienden contra nosotros). Debe de ser cierto que se cree el ladrón que todos son de su misma condición.

Al final, los que quedan “retratados” en estas polémicas prefabricadas son ellos, sus inventores; porque muestran tan fanáticamente sus verdaderas motivaciones injustificadas que ellos mismos son los afectados y no quien pretendían atacar.

Estos son los documentos sobre la polémica. Aquí está la página de un medio violenciano:


Esta es la información de AS, un medio madrileño, que comenta la postura del club madridista:


La información de EL MUNDO al respecto:


Salud madridista para los que lo merezcan y los demás a arder en el infierno blanco.

Antonimus.