Prometiendo no ser en exceso abstracto ni entrar en vericuetos epistemológicos, he de decir que sólo Pepe sabe si la ya célebre pisada fue o no involuntaria. Sin la promesa, ni él lo sabe. Para que una acción sea voluntaria el autor de la misma ha de enlazar a ella un sentido subjetivo; es decir, la acción objetiva se forma desde la decisión mental del sujeto, que toma como referencia alguna existencia exterior. Pero hay conductas que no son acciones: actos reflejos, comportamientos fisiológicos, movimientos compulsivos, etc. En estos el actuante no decide la conducta, ésta se autodesencadena. Por otra parte, a veces creyendo actuar por un motivo actuamos en realidad por otro que el subconsciente nos determina. Y el que actúa no sabe en puridad el porqué.
En todo caso un observador exterior puede constatar acción, pero se excede si le atribuye intencionalidad, aunque quizá acierte: sólo tiene un cincuenta por ciento de probabilidades de hacerlo. Así que, desde esta perspectiva, los que dicen que es bien claro que Pepe pisó a Messi intencionadamente tal vez sepan lo que dicen y acaso no sepan por qué lo dicen. Lo malo para ellos es que los demás lo intuimos: lo dicen para desestabilizar, echar leña al fuego, intentar humillar, etc.
Hemos viso mil veces pisotones en partidos de fútbol y ninguno tan aireado como éste del que hablamos. Ni siquiera el celebérrimo de Stoichkov, que además fue propinado a un árbitro, a un juez, fue tan comentado y denostado. Al búlgaro ahora le invitáis a que siente cátedra en vuestros programas como si fuese un Séneca y un cuasiparadigma del ethos deportivo.
¡Ya está bien, plumillas! ¡Ya está bien, voceros! Si el hecho tiene sanción y el correspondiente Comité interviene y sanciona, pues se cumple y punto. Y si no, pues mejor. Pero dejad de meteros a psicólogos cognitivos cuando no estoy seguro de que sepáis diferenciar el cuerpo de la mente: ¿son independientes o forman parte de un mismo sistema con equilibrio, homeostasis y equifinalidad? Responder sin pudor: tenéis un cincuenta por cierto de probabilidades de acertar.
En otro tono: lo cierto es que Pepe le pisó. ¿Nunca habéis pisado a una pulga? Es fácil, casi sin querer, no la ves y ya está. Si hubiese sido a otro… Aunque claro, para más INRI este microjugador tiene en la mano uno de sus utensilios de trabajo y claro, sin mano… Casi hubiese sido preferible la cabeza, que le luce menos. En fin, que no fue para tanto, que pasa muchas veces, que en el fútbol hay contacto y roces, que no hubo daño serio, ¡que sois unos plastas!
Pero esta inquina os pasará factura si los Madridistas tenemos aún algo de honorabilidad y de sentido común. Se os ve mucho el plumero para trabajar en medios con destino a un público compuesto en su mayoría por aficionados inteligentes, y muchos de ellos, perdón por la redundancia, del Real. La crítica se acepta, también nosotros la practicamos. Pero la Inquisición ya no existe. No hay hogueras, aparte de las de vuestras vanidades y vacuidades.
Pepe no está solo.
Luigi Vinci
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