Madrid, 24 de enero de 2012.
Sr. Embajador de la República Portuguesa en España.
Cibeles Madridista es un foro de aficionados del Real Madrid, C. F. que considera oportuno y necesario plantearle una cuestión que seguramente será tanto de su interés como de su competencia en su condición de máximo representante de su estado ante el nuestro.
Como Vd. sabe, nuestro club ha contratado en las últimas temporadas a diversos profesionales de nacionalidad portuguesa para su primer equipo de fúbol: entrenadores como José Mário dos Santos Mourinho Félix o Rui Filipe da Cunha Faria y jugadores como Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro, Fábio Alexandre Silva Coentrão, Ricardo Alberto Silveira Carvalho o Képler Laveran Lima Ferreira, más conocido como Pepe.
Sin duda, Vd. ha sido informado de la pésima recepción que han tenido estas personas en España. Cuando en 2007 llegó el primero de ellos, Pepe, se criticó mucho su fichaje por lo que costó y desde el principio no tuvo buena prensa; mucho menos desde el incidente con un jugador del Getafe (Casquero) el 21 de abril de 2009. A partir de ahí, ha sido víctima permanente de un linchamiento mediático, que ha llegado a un nuevo clímax el pasado miércoles, 18 de enero, con ocasión de un partido de Copa del Rey contra el Fútbol Club Barcelona, en el cual hubo una nueva incidencia con el delantero argentino de dicho equipo, Lionel Messi, y toda la prensa española se ha precipitado sobre él como una jauría sedienta de sangre. Sólo Figo fue tan perseguido cuando fichó por el Madrid (y ya sabe Vd. a lo que se llegó a hacer contra él).
No es el propósito de esta misiva juzgar a Pepe, ni positiva, ni negativamente, sino exponerle lo que en opinión de Cibeles Madridista consideramos una discrimanación objetiva de sus compatriotas en España; situación que está adquiriendo tintes de xenobofia antiportuguesa, tanto por parte de muchos aficionados de otros equipos como por la mayoría de los medios de comunicación españoles dada su manifiesta enemistad en su forma de tratar a estos profesionales lusos.
Incluso entre nuestros aficionados: supongo que Vd. comprende lo fácil que es pasar de la defensa de la cantera madridista o de la españolidad de la plantilla del Madrid a la discriminación y persecución de los jugadores extranjeros que militan en nuestras filas; lo que afecta de manera destacada a los portugueses. Esto no es un aventurado pronóstico futuro sino algo que ya está pasando. El motivo es, evidentemente, que algunos “patriotas” españoles parecen haber decidido que la “lusificación” del Madrid afecta a los intereses de la selección española de fútbol al disminuir el número de titulares merengues españoles de los que puede disponer Del Bosque para la mejor defensa de los intereses futbolísticos de España.
A tal efecto, queremos señalarle que últimamente no es raro el uso de la palabra “portugués” con acentos nada positivos para Vds., pues vale como un modo de resumir todos los epítetos que se vierten contra nuestros jugadores e, indirectamente, contra todos Vds.; porque no olvidemos que estos portugueses no están representando aquí sólo al Madrid, ya que la imagen de Portugal en España tiene muchísimo que ver con ellos y con cómo se los maltrata.
No queremos hacer excesivamente larga esta carta, pero seguro que Vd. tampoco ignora que tanto Cristiano Ronaldo (desde 2009) como José Mourinho (desde 2010) vienen siendo objeto de todo tipo de ataques y es vox populi que en los estadios se corea contra ellos: “este portugués, ¡qué hijoputa es”! O que a Mourinho se le ha deseado públicamente la muerte al menos en el estadio Vicente Calderón de Madrid con una pantarca que fue “comentada” por la prensa hispana con el mismo desinterés con el que se habla por hablar de si llueve o hace sol en Madagascar; o que Ronaldo ha sufrido numerosas agresiones físicas con total impunidad. Por supuesto, las autoridades deportivas o de orden público (Ministerio español del Interior) no han hecho nada al respecto.
Tampoco Rui Faria (fichado con el equipo técnico de Mourinho) ha recibido un buen trato de nuestra prensa, que lo viene presentando como un camorrista que sólo da problemas; cuando lo cierto es que hace lo mismo que los técnicos o los jugadores de otros equipos a los que sí se les tolera lo que, por lo visto, no puede hacer un portugués.
En cuanto a Carvalho (que llegó con Mourinho en 2010) y Coentrão (fichado en 2011), se los considera supérfluos (más por su origen que por su rendimiento) y, sobre todo el último, tiene que cargar también (como Pepe) con el precio de su fichaje como si fuera algo que tiene que explicar él (en lugar del Madrid).
En resumen, la actitud contra los portugueses del Madrid va desde el disciplente menosprecio a la agresiva crítica de su mera presencia entre nosotros.
Como españoles no podemos estar de acuerdo con ese estúpido completo de superioridad sobre los portugueses que parecen manifestar, de palabra o de obra, tantos de nuestros compatriotas y no nos gustaría que tan intolerable ataque se beneficiase de una actitud excesivamente pasiva por parte de esa Embajada; pues, ésta sólo sería malinterpretada como signo de debilidad e, incluso, de resignada aceptación que asume que no se puede hacer nada al respecto. Además, de no cortarse esta situación a tiempo, ¡quién sabe qué tipo de polémicas o peleas puede haber en el futuro entre los nacionales de nuestros dos países! Y no sólo en los estadios.
Sr. embajador, sin duda Vd. sabe muchísimo mejor que nosotros en qué consiste su labor ante las autoridades españoles. Seguramente, sería contraproducente una denuncia pública de esta situación por parte de Vd. o del Gobierno Portugués; pero estamos seguros de que sí está en su mano tanto apoyar discretamente a esos profesionales para que no se sientan desasistidos como para, por los cauces oportunos, presionar a las autoridades (Federación Española de Fútbol, Liga Profesional de Fútbol, Comité de Árbitros de Primera División, Ministerio del Interior, Delegados del Gobierno en cada provincia, Autonomías y Alcaldías de la ciudades con estadios de primera división…) así como a los directores de los medios de prensa escrita, de radio y televisión españoles para exigir un replanteamiento inmediato de su actitud que dé fin a la línea de colaboracionismo contra esa manera de “criminalizar” y hostigar impunemente a los portugueses en España por el mero hecho de serlo; algo que para los que apreciamos a Portugal no sólo nos resulta doloroso sino además terriblemente injusto.
Por todo lo anterior, y en nombre de las buenas relaciones hispanoportuguesas, le pide amparo para sus compatriotas y le desea lo mejor para Portugal,
CIBELES MADRIDISTA.
¡NO A LA XENOFOBIA IMPUNE !
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