jueves, 26 de enero de 2012

RELAÑO TIENE VOCACIÓN DE SO-CRETINO

Nada estimado Sr. Relaño:

Este artículo viene motivado por el suyo publicado en la versión electrónica del AS con fecha 24 de enero de 2012 titulado “Mourinho tiene vocación de Schettino”:


Quiero empezar por aclarable que la miserable comparación de Mou con un presunto delincuente, responsable, entre otras cosas, de la pérdida de vidas humanas, que Vd. se permite como “licencia literaria” en su columna me faculta a mí a tratarlo sin el más mínimo respeto, que es lo que sin duda Vd. se merece (además, Vd. ni siquiera sabe qué es eso, ¿verdad?. Pero vayamos al asunto:

LA REBELIÓN DE LAS MARIONETAS

Algo anda revuelto en los medios estos días. Es como si se les hubiese olvidado que son eso, medios, y no fines; que son, en tanto que criados, correas de transmisión de las “informaciones” de sus amos y nada más. Porque no es verdad que el mensaje sea el medio: en todo caso, lo es su dueño; el que decide invertir en esa empresa para dominar las comunicaciones sociales. Sin él, no habría cauce para divulgar nada y los periodistas ni siquiera existirían.

martes, 24 de enero de 2012

CARTA ABIERTA DE CIBELES MADRIDISTA AL EMBAJADOR DE PORTUGAL

Madrid, 24 de enero de 2012.

Sr. Embajador de la República Portuguesa en España.

Cibeles Madridista es un foro de aficionados del Real Madrid, C. F. que considera oportuno y necesario plantearle una cuestión que seguramente será tanto de su interés como de su competencia en su condición de máximo representante de su estado ante el nuestro.

lunes, 23 de enero de 2012

PERO… ¿QUIÉN NO HA PISADO ALGUNA VEZ A UNA PULGA?

Prometiendo no ser en exceso abstracto ni entrar en vericuetos epistemológicos, he de decir que sólo Pepe sabe si la ya célebre pisada fue o no involuntaria.  Sin la promesa, ni él lo sabe. Para que una acción sea voluntaria el autor de la misma ha de enlazar a ella un sentido subjetivo; es decir, la acción objetiva se forma desde la decisión mental del sujeto, que toma como referencia alguna existencia exterior. Pero hay conductas que no son acciones: actos reflejos, comportamientos fisiológicos, movimientos compulsivos, etc. En estos el actuante no decide la conducta, ésta se autodesencadena. Por otra parte, a veces creyendo actuar por un motivo actuamos en realidad por otro que el subconsciente nos determina. Y el que actúa no sabe en puridad el porqué.

NUESTRA CANTERA TAMBIÉN ES LÍDER

Me gusta ver jugar al Castilla.  Y seguirlo a través de las retransmisiones de Real Madrid Televisión es un placer, porque en un país de sectarios deportivos es increíble la objetividad con que cuentan los partidos los comentaristas del propio Real. Pero también he de decir que sufro viéndolos. Y es por los arbitrajes.

REAL, 1 - FARSA, 2: CRONICA PRESENCIAL


Comienzo esta crónica presencial del último partido de Copa con una aclaración previa: soy socio abonado del Real Madrid desde el verano de 1974, es decir, tengo una lealtad inquebrantable a nuestro club desde hace casi 40 años, así que no soy un advenedizo de mierda con carnet o un “madridista de hace dos días” blandorro y pusilánime que tiene al Marca o el As como consejeros intelectuales que le aclaran cómo es nuestro club, cuáles son sus valores, y qué es lo mejor y más conveniente para el Real Madrid.

Esta maravillosa experiencia de casi 40 años apoyando a mi club desde la grada o en cualquier otro ámbito de mi vida, ha desarrollado en mí la capacidad de generar mis propias ideas sobre el Madrid o el fútbol en general sin necesidad, como dije antes, de adoptar las ideas interesadas que la mayor parte de la prensa deportiva española inculca e instala en los tristemente perceptivos cerebros de una buena parte de la afición madridista ( incluyendo a muchos socios ).

Explico esto para prevenir a los lectores de esta crónica de que no van a hallar en ella los argumentos que han leído o escuchado en los medios deportivos de gran difusión sino otros bastante diferentes, basados en lo que vi con mis propios ojos.

viernes, 20 de enero de 2012

EL SILENCIO DE LOS CORDEROS

Un fantasma recorre la España futbolística, el fantasma del madridista Pepe. Como nuevo Frankenstein, parece amenazar la mera existencia de la vida humana. La jauría mediática y sus adversarios afilan sus colmillos y se disponen a abalanzarse sobre él para lincharlo.

LA CONTRADICCIÓN

Hay muchos que piensan, como la redacción de deportes de EL PAISITO y en otros medios, que el problema del Madrid con el Farsa es que se empeña en ganar anulando a su rival en vez de desplegar un juego superior para imponerse. Consideran que el Madrid está obligado a jugar como los ángeles y que eso además sólo se puede hacer de una forma que es la única futbolísticamente correcta, según han decidido dogmáticamente: la del Farsa.

VALE TODO

El Madrid ha ganado en Mallorca un partido, mejor dicho, una encerrona de las que suele preparar el inefable Caparrós, y eso ha dolido mucho y no sólo en Farsaluña.

Ahora resulta que un árbitro (el andaluz Pérez Montero), el mismo que no expulsó a un jugador que cosió a patadas a Cristiano, que anuló un gol de Ramos por fuera de juego dudoso y que, sobre todo, no pitó un clarísimo penalti a Callejón (y otro a Ronaldo) fue el artífice de la victoria del Madrid; como si Mou y los jugadores madridistas no hubieran hecho nada de nada (además de regalar un gol a un equipo que casi no tiró a la portería blanca).

Hace falta tener mucha cara para aprovecharse de un error arbitral con el fin de hacer una jugada que lleva, segundos después, a acusar al mismo árbitro precisamente de equivocarse cuando no conviene lo que decide (tras haberse callado cuando favoreció previamente su fallo). Porque eso es justamente lo que hace ahora el Mallorca; que, como no pudo ganar ni siquiera por lo criminal, ahora se lamenta por lo civil (tras pisotear el reglamento); pero se olvida convenientemente de contar entera la secuencia de los hechos.

Por supuesto que no se puede pitar fuera de juego a un delantero que parte de su campo; pero, en realidad, de donde parte es del penalty de Callejón, no de la nada.

Es curioso ver que las consignas están cada vez está más presentes en el fútbol. Hace poco nadie del Farsa “protestó” en la jugada discutida del fin de un partido en la que los culos reclamaron penalti (pero su “silencio” resonó “humildemente” para dejar muy claro que se sentían perjudicados); ahora, nadie del Mallorca, ni Caparrós, ni los periodistas, parecen conectar el derribo de Callejón en el área mallorquinista con el contraataque inmediato invalidado por el árbitro; que no fue gol anulado (pitó fuera de juego antes) pero sí un error.

Pero el del pito sí que relacinó las dos jugadas. Una cosa es perjudicar constantemente al Madrid no cortando el juego violento del Mallorca y otra decidir, sin solución de continuidad, que una jugada de penalti claro, pero no pitado, se convierta en un gol en contra del equipo al que no se había amparado previamente aplicando el reglamento. A tanto no se atrevió el muy cobarde. Eso, y no la ayuda al Madrid, es lo que explica “toda” la serie de errores.

Y para muestra de que no hablo por hablar, aquí van estos números: Cristiano recibió, él solo, 7 faltas (la mayoría de su marcador, Cendrós, que nunca debió terminar el partido en el campo) de un total de 25 del Mallorca. El Madrid sólo hizo, con sus 14 jugadores, las mismas que le hicieron a Ronaldo (media falta por jugador frente a casi 2 cada mallorquinista). ¿No hubo ningún mallorquinista al que expulsar por doble amarilla?

Por tanto, queda claro que vale todo en los “comentarios” postpartido, porque lo único que importa es perjudicar al Madrid, no criticarlo argumentadamente. En definitiva, si se puede atacar a nuestro equipo dentro del campo, vale, pero si tiene que ser fuera, vale también.

Pues, muy bien. Mensaje recibido. Arrieros somos.

Antonimus.

Postdata: En cualquier caso, no nos engañemos; esto tiene que ser así. Ya se oyó en Mallorca de nuevo que “así gana el Madrid”. Y es de lo que se trata: para ellos, de que los ha ganado el ladrón del Madrid; y para nosotros, de que ladran aquellos a los que ganamos, luego, sus quejas son la necesaria banda sonora de nuestra cabalgata en pos del campeonato. Porque, cuantas más veces ganemos, otras tantas les oiremos decir que nosotros sólo sabemos robar. Pues ellos, que vayan aprendiendo a perder, ya que lo único importante para nosotros no es que los convenzamos sino que los venzamos.

viernes, 13 de enero de 2012

EL CASO CRISTIANO

Cristiano Ronaldo no está contento. Todos sabemos que no está atravesando su mejor momento (aunque, ya quisieran otros “padecer” su situación: es el vigente bota de oro de Europa y marcha en solitario a la cabeza del pichichi a un ritmo que supera el de su rendimiento del año pasado; en su “mal momento”, Cristiano está marcando la tercera parte de los goles de un Madrid que lleva una racha goleadora que podría elevarse, de mantenerse el promedio, a 130 goles al final de temporada).

Pero, evidentemente, no se nota que él esté satisfecho; y no sólo con su rendimiento. En este momento, su mayor problema es, curiosamente, una parte minoritaria pero suficientemente grande para hacerse notar de sus propios seguidores; grupito de aficionados que se está dedicando a pitarle sistemáticamente en el mismísimo Bernabéu cuando tiene el menor fallo. Nunca se oye ni un murmullo cada vez que canta Fallillas o que pierde balones Alonso, por citar a otros compañeros suyos que, por el contrario, gozan de la indulgencia ilimitada de todos los madridistas.

Resulta que nuestro delantero ya no sólo tiene que oír por ahí cánticos tan “educados” (e impunes) como “este portugués, ¡qué hijoputa és!”; tampoco basta que lo cosan a patadas (jugó infiltrado, gracias a Perea, el mismo día del Farsa en el que no rindió a tope; también contribuyó a ello Piqué el Impune, que no tenía que haber jugado ese partido si no hubiera villarato).

Pese a todo esto, para este sector de “así llamados madridistas” no hay razones para tratarlo con cariño: parece que no ven que tienen delante a un jugador del Madrid de categoría histórica, de los que se recuerdan toda la vida cuando ya no están; alguien que está pulverizando los numeros de leyendas merengues como Di Stéfano o Hugo Sánchez.

La excusa para esta campaña es que Cristiano no da la cara en los partidos importantes; que en el Clásico falló dos goles. Y es solamente una excusa porque no se habla del conjunto de lo que pasó en aquel partido (suerte y arbitraje incluidos); ni de lo (poco) que hizo el resto de nuestros jugadores (¿verdad, Özil?).

Pero, además, es mentira que nunca gane el Madrid, por su culpa, en los partidos importantes, porque, fue Cristiano el que que ganó para nosotros la final de Copa con su cabezazo inapelable. En la Supercopa “falló” (entre otras cosas, porque ya es tradición que no le piten al farsista Valdés los penaltis que le hace a Ronaldo), pero él no dejó de marcar un gol (o, ¿es que los tiene que meter todos él sólo?). En el 1-1 de Liga en el Bernabéu del año pasado, también fue Ronaldo el que empató de penalty (¿cuántos ha fallado desde que juega en el Madrid?)

Parece que no les gusta que Ronaldo tire siempre las faltas (cuando lo hacía Roberto Carlos, que casi nunca marcaba, esto no suponía ningún problema). Es cierto que el portugués lleva menos del 8 % de faltas marcadas, pero, ¿cuántas metía Hierro? Sería bueno que alguien explicará a cuántos metros se le ponen las barreras a Ronaldo en las faltas con la complicidad de los árbitros; porque para hablar de cualquier cuestión seriamente hay que dar cuenta de todos los factores que la determinan.

Así que no creo que se trate de un problema real sino inventado para justificar una actitud “noble” de algunos que no aceptan este nuevo Madrid aguerrido que sólo rechazan los que aún no saben de qué va esto del fútbol y siguen hablando de méritos y deméritos para juzgar los resultados de un deporte en el que sólo importan los marcadores (y está de “moda” no hacer preguntas sobre cómo se obtienen). ¡Qué mejor ocasión para estos “carroñeros” que aprovechar los desaciertos de nuestro equipo para intentar desestabilizar un estilo de club que no les gusta (quiza es demasiado “portugués” para ellos; pero olvidan que nosotros no somos la selección española sino un club privado que sólo se representa a sí mismo y que lucha por sus intereses seleccionando con ese único criterio a sus jugadores y técnicos).
En definitiva, parece que a “los del señorío” no les apetece “ganar sin honra”, o sea, por las bravas si hace falta. Semejante estupidez sólo cabe esperarla de los “blanquecinos” desnortados que aún no se han enterado de que estamos en una guerra, de momento sólo deportiva, contra Farsaluña; en una pugna titánica por ver quién va a mandar (y quién va a obedecer) en este estado (y no sólo en el deporte). En esa situación, disfrutar de un jugador tan combativo y ambicioso como Cristiano (junto a un Mou que también quiere ganarlo todo y que se atreve a llamar a las cosas por su nombre) es un raro privilegio que deberíamos cuidar como un tesoro. Pero, precisamente contra esos dos elementos que simbolizan el Madrid actual, que no se resigna a ser un comparsa, es contra quienes se están movilizando las “fuerzas muertas” de un madridismo rancio y de pensamiento patético.

Ni siquiera son originales en sus críticas: los listillos “puristas” del Bernabéu. Parecen más bien actuar aleccionados por los medios que los “abrevan” para que sepan cómo hay que interpretar lo que sucede delante de las mismas narices de los que se quejan; que se dedican a protestar porque “no es eso, no es eso” lo que ellos (y especialmente, los que les mueven los hilos) quieren para el Madrid.

No se si se les ha olvidado a estos enteradillos lo “simpático” que era don Alfredo Di Stéfano (el mismo que ahora, admiramos todos sin reservas). Se cuenta que en cierto partido le dijo a un compañero. “¡Hijo puta! ¡Tienes que coger ese balón!” Y, a renglón seguido, fue él a por la pelota y se hizo con ella. Porque la amabilidad no era una de las especialidades que dominaba el argentino, sin embargo, no exigía a los demás lo que él mismo no era capaz de hacer el primero, porque él predicaba con el ejemplo. En otra ocasión, le hizo un entradón a un juvenil del Madrid en un entrenamiento. Otros fueron a interesarse por el estado del chaval, pero el “alemán” (como lo llamaban en la Argentina) siguió a lo suyo como si no hubiera pasado nada.

O don Santiago (el ahora indiscutido). Sabedor de lo amigo de las “admiradoras” que era Gento, cuanto éste pidió champán en un hotel para agasajar a la acompañante de turno, aquél le subió personalmente la botella a la habitación para cortarle las alas a la Galerna del Cantábrico, porque Bernabéu no toleraba que en el Madrid las figuras hicieran lo que les diera la gana. Eso era coherente con su espíritu de presidente “dinámico” que tampoco se anduvo con ortodoxias para fichar a la Saeta Rubia (a la que no dudo en despedir cuando lo consideró necesario).

No. No es pidiendo paso por favor ni haciendo la cola pacientemente, ni siendo un corazón de oro como se llega arriba del todo sino luchando sin cesar y pasando por encima de los enemigos derrotados. Y los aficionados madridistas también tenemos que hacer nuestra parte en esa pugna apoyando a los nuestros sin fisuras, no poniendo verde a Cristiano, quien, como cualquiera de nosotros y, desde luego, de quienes lo critican, no es perfecto (aunque no deja de esforzarse por intentar mejorar; ni se esconde como otros cuando no anda fino; ni le echa la culpa a sus compañeros de sus fallos, sino que él mismo es su mayor crítico).

El hecho innegable, guste o no a algunos, es que Ronaldo es nuestro mejor pistolero; así que lo más inteligente para aumentar su rendimiento no es dedicarse a descargarle las pistolas por el procedimiento de tocarle tanto las pelotas; porque eso, lo de tocarlas y hacerlo adecuadamente, es cosa que en el Madrid deberíamos dejar en sus pies y por muchos años; lo cual no será posible si se le sigue cabreando y se le convence por aburrimiento de que no tiene por qué seguir en este club cuando acaba su contrato actual.
Antonimus.

¿QUIÉN SE JUEGA MÁS EN LA ELIMINATORIA MADRID-FARSA DE LA COPA?

Reciente aún la entrega de los premios del fútbol mundial correspondientes al año 2011 (es decir, del „pasado“ año), ya se anuncia un nuevo choque en la cumbre entre Madrid y Barca en la eliminatoria de cuartos de final de la Copa de España de fútbol.

Inmediatamente, los antimadridistas han empezado a frotarse las manos de alegría; pretenden hacer olvidar que en la Liga tienen muchas dificultades para alcanzar al Madrid, que se ha puesto a 5 puntos de ventaja. El Farsa ya no depende para ser campeón sólo del partido de Camponuevo. Puede suceder que los farsigranas ganen todos los partidos que les quedan (mas de media competición) y, aún así, no sean campeones de Liga.

Así que es mejor dedicarse a las cortinas de humo. Humo de la FIFA para tapar el „extraño“ año de Messi, que sólo ha marcado un gol en liga fuera de casa y no ha sido capaz de levantar partidos en los que su equipo, por mucho que se prefiera no hablar de ello, no está logrando mantener el ritmo demoledor de puntuación del Madrid de Mou. Humo para no reconocer que el Madrid saca 10 goles al Farsa y que Cristiano, el fracasado, lleva 4 más que el laureadísimo.

Hay silencios que resuenan y el causado por la consigna de no opinar respecto a los „errores“ de los árbitros que, supuestamente, perjudican al Farsa, cuando tanto y durante tanto tiempo les debe (en democracia como en dictadura) ha sido clamoroso. Veremos cuánto dura el silencio de los „corderos“ humildes. Claro que lo tienen difícil, porque protestar sería lo mismo que dar la razón al Madrid en que „hasta ahora“ sí recibían ayudas. Y, además, quejarse sería de llorones, ¿no?

En fin, que llega la Copa muy oportunamente. Pero ahora no hablo de lo que piensan los antis, que es dar un golpe de autoridad elilminando al Madrid y atacarlo a la vez psicológicamente para ver si acusa el golpe en la Liga. No. Yo hablo de otra cosa.

Si, como dicen la prensa, la FIFA y hasta los habitantes del planeta Marte, el Farsa es imbatible, ¿qué se juega el Madrid en esta eliminatoria? Nada de nada. Si queda eliminado dispondrá de más tiempo para preparar la Liga y la Champions, pues no jugará las semifinales coperas (2 partidos en febrero, mes en el que se reanuda la Champions en Moscú) ni la final de Copa el 25 de mayo (6 días después de la final de la Champions en Múnich). Y, lo que es más importante, seguira exactamente a 5 puntos en Liga y dependiendo de sí mismo para mantener su ventaja (incluso la derrota en Farsalona no sería suficiente por sí misma para que el Madrid pierda la liga).

O sea, que a lo que yo me refiero es a qué va a suceder si es el Madrid el que pasa a semifinales. ¿Cómo va a poder el Farsa mantener su discurso de que no está ya en declive si el Madrid le priva de un posible título y se lo sigue poniendo tan difícil en otro? Sólo les quedará la Champions a los culos de Farsalona (competición en la que no han estado tan brillantes en la liguilla como otros años) y en la que nosotros también tendremos algo que decir.

Ya veremos, dijo un ciego. Pero, en principio, esta es una buena oportunidad para hacer algo más que ganar una eliminatoria.

Antonimus.

LA MANIPULACIÓN CONCEPTUAL DEL LENGUAJE DEL FÚTBOL

No está de moda pensar. Uno se encuentra cada día con tópicos que muestran una y otra vez lo poco que se reflexiona sobre lo que se dice, o que lo que se dice tiene sólo una discutible relación con lo que pasa.

Pero lo más preocupante es la manera en que se condiciona a los ciudadanos por parte de los medios mediante el uso manipulador del lenguaje al narrar los acontecimientos. Al final, lo que „sucede“ es más bien lo que nos „cuentan“ y, sobre todo „cómo“ lo hacen (por supuesto, desde una perspectiva viciada que está al servicio no de la verdad sino de los intereses de los „intermediarios“ de la información; mejor dicho, de sus amos o de quienes los utilizan en provecho mútuo).

A veces, se trata de comentarios poco meditados, pero la mayoría son conscientemente utilizados para enseñar a la gente a pensar como les conviene a sus manipuladores, no a sus propios intereses. Pondré varios ejemplos:

Le han preguntado a Di Stéfano que le parece el supuesto malestar de Cristiano Ronaldo al ser silbado por un grupo de madridistas en el Bernabéu cuando el portugués no marca (él no ha hecho ninguna declaración al respecto, pero no parece contento con la situación). Según don Alfredo, el público tiene razón porque es el que paga; por tanto, no cabe quejarse de lo que haga.

Puntualicemos: ¿quién es el público? ¿Ha habido algún referendo para decidir que un grupo minoritario representa a todos los madridistas? ¿Son disidentes de la corriente mayoritaria madridista los que pitan a Ronaldo o todos los madridistas piensan igual sobre esta y otras cuestiones? ¿No hay la menor alteración de la composición “esencial” de ese público en cada partido? ¿Están incluidos los seguidores de los equipos visitantes (que también pueden silbar a los jugadores del Madrid) en el concepto “público-del-Bernabéu”? ¿Qué pasa con la opinión de los madridistas con carné que no vamos al campo? ¿No tenemos derecho a opinar a pesar de que pagamos nuestra cuota de forma análoga a los socios? ¿Y los que no pagan pero se sienten madridistas de corazón?

En realidad, el “público” no existe ni existirá jamás como algo delimitado; es un concepto-saco donde todo cabe y ninguna de las partes puede representar su conjunto. Además, ¿faculta su mera existencia (en su caso) al “público” a atacar sus propios intereses malquistándose con su mejor jugador? Aunque fuera lícito, también sería estúpido.

Otro ejemplo clamoroso de manipulación farsista con colaboracionismo mediático: Guardiola no se queja de los árbitros. ¿Razón? No sirve de nada. Esta es la noticia que transmiten “inocentemente” los medios periodísticos; mejor dicho, ese es el modo de contar, de uno y de otros, lo que Guardiola dice que piensa sobre los árbitros (postura que se quiere presentar como una filosofía que se mama desde la cantera de la Demasía y que impregna todos los estamentos del Farsa).

Sí, esta, nos dicen los periódicos, es la línea respetuosa con las decisiones arbitrales del equipo del Farsa. Lástima que algunos aún recordemos que se trata del mismo equipo que se inventó conceptos como “equipo del gobierno” o “goles de despacho” para impugnar los éxitos del Madrid; el mismo, además, que recusó de por vida a Guruceta, que, casualmente, era un árbitro. Demasiado tiempo siendo lobo para ponerse a estas alturas un chaquetón de piel de cordero para despistar.

Renuncio a un examen más exhaustivo de todo lo que está implícito en la frase; sencillamente, tiene demasiadas ramificaciones (terminaríamos hablando de política y de la colonización económica y hasta cultural de España por el farsalanismo); pero sí quisiera señalar lo que me parece más descarado:

En primer lugar, el entrenador del Farsa está perfectamente enterado de que su club sí obtiene beneficios cuando se queja. Y lo hace continuamente: vetando que se “juzque a Cataluña”, como pasó cuando Stoikhov agredió a un árbitro en el Camponuevo (que no fue clausurado pese a la gravedad del hecho); planteando ante la justicia ordinaria la clausura de su campo por incidentes graves contra Figo mientras esperaba a ser indultado por la misma federación que, supuestamente, tenía que sancionarlo:


la misma que lo perdonó también por no jugar la copa cuando se negó a hacerlo (1999-2000, con Guardiola todavía de jugador y capitán; o por convertir la final de 1984 con el Atávico de Bilbao en el campeonato mundial de lucha libre (quiza por lo humildemente que sabe perder el Farsa):


Evidentemente, si le hubieran aplicado a los dos equipos el “baremo Pepe” no hubieran podido disputar las competiciones de la temporada siguiente por falta de efectivos. Pero como no se trataba del Madrid, perdón general y aquí no ha pasado nada.

Así que está claro que el Farsa sabe de sobra que hay maneras de influir en “decisiones futuras” del estamento arbitral (o del federativo) y hace uso continuado de ellas aprovechando que es “más que un club”, o sea, que las reglas no son las mismas para él que para los otros equipos.

Además, que concretamente Guardiola no se queja de los árbitros es mentira; así de claro lo digo. Pruebas:




O sea, que decir ahora que Guardiola no protesta


es lo mismo que tapar sus salidas de tono anteriores (la intención mediática es tan evidente como torpe, de puro descarada) con la intención de dotar a don Perfecto de un aura moral-filosófica tan artificial como estudiada, según se constata consultando su verdadero historial y el de la institución para la que reinterpreta la “realidad” según le conviene.

Y no olvidemos que Guardiola aún no ha sido “derrotado” en una eliminatoria por varios errores manifiestos en la ida y en la vuelta (como el Madrid de Pepe, Cristiano y Mourihno en la pasada Champions). Ya habrá tiempo para (re)conocer al auténtico Guardiola cuando pierda (igual que al resto de las personas). Basta recordar su actitud como jugador para saber cómo se va a comportar entonces. Por ejemplo, cuando Casillas le haga dos penaltis a Messi sin que se piten (empatando así lo ya hecho por Valdés a Cristiano), ya veremos lo que suelta esa boquita de piñón.

Por cierto que la “prensa” (yo también sé englobar a todos los que trabajan en los medios como a mí más me convenga) aprovecha el viaje para decir de paso que “Hay quien suma los errores de los colegiados que han perjudicado al Barcelona y le salen siete puntos menos en esta Liga”:


Esta es otra variante de la manipulación del lenguaje: el uso de la indefinición (“hay”, “se dice”, “según fuentes bien informadas”, etc.) como sujeto de una afirmación que crea una propuesta de interpretación no demostrable, pero que “se” da por (auto)demostrada.

O sea, “se” es parte, juez y brazo ejecutor a la vez; porque, ¿son 7. 6, 3 o ninguno los puntos que habría (hipotéticamente) que sumar al Farsa? ¿Cúantos habría que restarle? ¿Podemos fiarnos de estas clasificaciones oficiosas e interesadas? En la mía, Messi no puede jugar el domingo próximo como sanción por reincidente en el uso de la mano para amañar resultados. Además, el Madrid lleva 5 puntos más (sin entrar en que, expulsado Messi en el partido del Bernabéu, ya veríamos quién se había llevado los 3 puntos).

En cualquier caso, hay que reconocer que esto sí que es una crónica hecha desde el cariño (el de Farsalona a su brazo armado, como bien lo pondera su alcalde) y no las que el DDT y sus compais le hacen al Madrid en el mismo periódico (EL PAISITO). Aquí nunca nos hacen la cuenta de los errores que favorecieron al Racing o al Levante a nuestra costa; pero sí la de las jugadas dudosas (pero nunca demostradas) del campo del Violencia o del Sevicia.

Un ejemplo más de hipocresía mediática: Khedira “se ha lesionado” en Málaga. No es cierto: Khedira “ha sido lesionado”; concretamente, por un jugador del Málaga que, según la prensa, no tiene por qué ser reconocido en el futuro (bastaba mencionar repetidamente su nombre) por su entrada salvaje, ya que, al no tratarse de Pepe, tan apoyado siempre por los plumíferos, ni se dice el nombre de a quién tiene Khedira que agradecerle sus “vacaciones”. Por supuesto, tampoco entrará de oficio el “Comité-Pro-Piqué” a sancionar. Pruebas:


Según este artículo, parece que Khedira es el causante de su estado (“se lesionó”. Casi resuena el “se autolesionó” deliberado de la mili, que era delito militar); es decir, nadie tuvo nada que ver con el esquinze, se lo hizo él sólo. ¡Será gilipollas! (du, meine Flasche!, le estará diciendo Özil). Pues no es así. Según este vídeo del partido


se ve a un jugador del Málaga (el 27) que tiene mucho que ver con la lesión, que es causada por su entrada sobre Khedira. ¿Resultado? Impunidad para el malaguista que cazó al alemán y para éste un mes en el dique seco (y no es la primera lesión de Khedira en el poco tiempo que lleva en España) con los consiguientes problemas para la eliminatoria de Copa con el Farsa y varios partidos de Liga.

Alguno dirá que lo único que pasa es que el árbitro era de esos que no se meten en nada de lo que se reparte en el campo. De hecho, este malaguista no recibió ni siquiera tarjeta amarilla por su entrada (tampoco se le pitó penalti); en cambio, Arbeloa, que sólo hizo dos faltas sí recibió dos tarjetas del colegiado, que, por cierto, se llama Pérez Lasa, el del penalti “exteriorizado” en Almería (por sólo citar uno de los tres que no le concedió al Madrid en aquel partido). Mourinho podría haber comentado bastante sobre este antimadridista declarado con pito, pero no lo hizo; y, claro, tampoco lo hizo en su lugar la prensa, tan “respetuosa” siempre que ella quiere.

¿Qué pretendo decir con todo esto? La manipulación del “público” por parte del uso artero del lenguaje, tanto si lo hace la gente del fútbol como si es cosa de periodistas, nos plantea una cuestión muy simple: la prensa (con contadísimas excepciones) no es neutral y condiciona siempre que puede (o al menos lo intenta) a los futboleros en contra del Madrid. A tal efecto, silencia o no resalta lo que quiere y hace una campaña de la nada (como ahora sucede con Cristiano Ronaldo) cuando le conviene al “interés informativo” que con tanto celo sirve.

En definitiva, es inevitable plantearse si los aficionados al fútbol, en su mayoría, están capacitados para hacer frente a esta marea mediática sesgada (en un país con un elevadísimo fracaso escolar y un nivel cultural lamentable). Pensémoslo: ¿son lo bastante inteligentes o no los seguidores de los equipos de fútbol para evitar ser manipulados? Me temo que la respuesta sólo puede ser pesimista.

Antonimus.