lunes, 1 de septiembre de 2014

SE VA UN CABALLERO DEL FÚTBOL. NO TODOS LO SON

Se va del Madrid Xabi Alonso; un caballero del fútbol y un gran jugador. Ha comprendido que la llegada de Toni Kroos va a poner en peligro su titularidad y prefiere irse a otro lugar para poder seguir jugando. Le agradecemos mucho los servicios prestados a nuestro equipo y también su don de la oportunidad, su saber irse a tiempo y sin revanchismo.

El Madrid no le ha puesto ni media pega; le parece bien su decisión de marcharse cuando ya ha comentado la temporada; le parece bien el dinero que proporciona su fichaje por el Baviera de Múnich, importe gestionado por el propio Alonso; le ha dado todas las facilidades porque este jugador se las merece. Parece incluso que el Madrid agradece la posibilidad de tener un detalle con el tolosarra y rompe el contrato de renovación que firmó con el jugador en enero por dos años sin la menor dificultad.

Que Alonso es un caballero se demuestra, entre otras muchas actitudes previas, en que sabe tanto que ha llegado el momento de partir como la manera de hacerlo. Como corolario de lo anterior, ha dado una rueda de prensa para despedirse del madridismo y dar explicaciones de su decisión. Como debe ser; como el señor que es; justo lo que le corresponde a quien sabe comportarse adecuadamente en todo momento.

Otros, “compañeros” suyos, ni siquiera han guardado las formas deseándole lo mejor con un miserable mensaje en las redes sociales. Esta es la herencia que recogen los “mourinhistas” del vestuario blanco; factor que ha influido también, seguramente, en la marcha de Diego López y que va a marcar a Arbeloa hasta que desfile.

No alabaremos, en cambio, el estilo con que el que se ha ido Di María; sin dar la cara; limitándose a mandar una cartita extemporánea e insidiosa desde Inglaterra. Otra equivocación que añadir a su empeño en ser pagado como si fuera igual de importante que Cristiano. No lo es y, por el contrario, sí es otra cosa muy negativa: alguien que se permitió tocarse los cojones ante la grada del Bernabéu que lo silbaba en un cambio.

Aquí no entramos en si Florentino tiene parte de culpa o no en esta cuestión; sencillamente, no nos parece buena política laboral del Madrid que uno de sus jugadores, por bueno que sea, le gane el pulso al presidente de la entidad. Bastante mal criada está ya la plantilla para seguir avanzando en esa dirección.

Por lo demás, tampoco se puede comparar en la regularidad de su rendimiento con la del portugués. Por último, ha cometido el error de decir repetidamente que se quería ir. El Madrid no es una cárcel, así que ¡buen viaje!

Algunos ya se apresuran a decir que el Madrid va a pagar por la marcha del Fideo. Bueno, de momento, lo que va a hacer es cobrar y mucho tirando a muchísimo. Seguramente, al final serán más de 80 millones; el traspaso más caro del fútbol español; pero nadie nos reconocerá que ha sido una buena gestión de la crisis abierta por el jugador, que, como Özil, ha estirado la cuerda demasiado. Somos el Madrid, no el equipo de su pueblo. El error de cálculo es de su entera responsabilidad por haber olvidado lo que representamos en el fútbol.

También llama la atención que ante el dineral recaudado por las salidas de este verano, ya no puedan acusar al Madrid de “despilfarro” (de los ingresos que él sabe generar por sí mismo), pero recurran a gruñir sobre la posibilidad en nuestro club de equilibrar la caja con este dinero, algo excepcional en el contexto de nuestras últimas temporadas (quizá teman que aprovechemos para fichar a alguien más en la recta final del mercado y eso les preocupa).

¿Equilibrar la caja? No somos un banco sino el equipo de fútbol que más ingresa en este planeta y nuestro balance de la temporada anterior ha vuelto a ser positivo y de mayor volumen de ingresos que todos los anteriores, nuestros o ajenos. Para el Madrid, el dinero es un medio y como tal lo utiliza, pues con su modelo de gestión no le faltan recursos, como ya no han tenido más remedio que admitir. Los fines madridistas son otros: los títulos; hacer del Madrid el mejor equipo del mundo; tener los mejores jugadores en cada momento. Todo lo demás está al servicio de tales objetivos.

Una vez más, se ve bien por donde va la mala leche de muchos, que nunca nos reconocen nada. Basta acordarse de Diego López, del que ya nunca hablan, para entender que toda su crítica “deportiva” no es más que ganas de atacar, no de analizar al Madrid.

Si fuera verdad que el Madrid actual es, como afirman, más débil deportivamente que el de La Décima, tendrían que explicarnos por qué creen que Kroos no supera a Alonso. O por qué olvidan que James quedó por delante de Di María en el Mundial, al ser proclamado mejor jugador (y esto son datos oficiales). En el mismo campeonato, Keylor Navas superó amplísimamente a Fallillas, al ser considerado el mejor portero (y estos son datos innegables, ni por la operación camaleón del Sr. marqués ni por los plumillas amigos de Fallillas).

Si de verdad se tratare de una crítica objetiva, tendrían que explicar “deportivamente” por qué no se ha producido el correspondiente relevo en la titularidad de nuestra portería; sólo que de eso no quieren ni hablar. Porque también tendrían que abordar la increíble salida del Madrid de Diego López. Por todo lo cual, se quedarán callados como muertos sobre lo que los contradice; de hecho, ya hablan de Keylor lo menos posible. Ahora ya no importa el número, inaceptable, de goles que se está tragado San Fallillas; ¡qué curioso! Ahora toca la ley del silencio.

Luego no estamos hablando de deporte sino de sus ganas de malmeter y de politiquear con el Madrid. Además, se trasluce lo muchísimo que les jode que sigamos respirando (¡y ganando!). Pues ajo y agua, que vamos a durar bastante todavía (incluso con su caballo de Troya en nuestra portería).

Antónimus.

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