lunes, 15 de septiembre de 2014

FALLILLAS HA VUELTO (A ENCAJAR DOS GOLES, SU MEDIA EN LA LIGA)

Efectivamente, Fallillas ha vuelto a demostrar que está en un estado increíble de forma; lo malo es que juega en nuestro equipo, porque está convirtiendo la portería blanca en un agujero negro; en un pozo sin fondo que no deja de llenarse con los goles de nuestros adversarios.

El gran Íkaro ha decidido silenciar a los bocazas que hablan mal de él, publicaban las redacciones todavía el viernes (preparándole el terreno por enésima vez)…Lo que pasa es que los boceras han resultado ser otros. Lo son los que siguen contando el cuento del Fénix Fallillas, no los que advertimos de que ya no hay quien se trague esta campañita manipuladora. No hay más. Esto no es personal; es exclusivamente madridismo frente a amiguismo para favorecer a un fracasado que ya es un cadáver deportivo.

Es patético, por no decir que da vergüenza ajena, leer a su íntimo, Alfredo Relaño, en el ASCO un “artículo” que parece de encargo:

CASILLAS, QUINCE AÑOS Y LOS QUE QUEDEN

http://opinion.as.com/opinion/2014/09/12/portada/1410473675_072434.html

Menos mal que el titular va en subjuntivo (quizá inconscientemente). Mas lo importante es que el artículo tiene su miga, o sea, su desfachatez; porque ese es el nombre que merece la sesgada presentación de lo que comenta.

Así, en el párrafo segundo, cuando Relaño quiere destacar los quince años de la carrera de su “protegido” en el Madrid como titular de la meta (para comparar esta época con un periodo prolongado de pugilato entre García Remón y Miguel Ángel por el mismo puesto), se “olvida” el ínclito plumífero de que hace ya casi dos temporadas que Fallillas no es titular indiscutible del Madrid sino que juega sólo a veces y cuando lo hace se dedica a perpetrar desastres como el de Lisboa (que si no es por Ramos lo hubiera expulsado del Madrid). Por supuesto, omite por completo la existencia de Diego López.

Ridículo, desde luego, pero así es como se “re-escribe” la historia. Además, Relaño remata su “labor” enunciando en el tercer párrafo los méritos técnicos de Íkaro Fallillas (sin mencionar ninguno de sus conocidísimos y reiteradísimos deméritos); pero resulta que todo eso es PA-SA-DO, para desgracia de nosotros los madridistas, y lo que nos interesa a los merengues es lo que pueda hacer cualquiera de nuestros jugadores por el club en el PRE-SEN-TE. Por eso, nos tememos que lo único conveniente para el Madrid que puede hacer aún Fallillas es IR-SE antes de que tengamos que echarlo de manera muy dolorosa para el mostoleño.

Si Relaño fuera, pero de verdad, amigo de Íkaro Fallillas, le diría que hay un momento para irse y otro para irse corriendo; y éste último es el que le toca al que sin duda fue un buen portero (aunque incompleto), es cierto, pero ya no lo es. Si no se va enseguida, va a conseguir un montón de pasta (le quedan varias temporadas de contrato), cierto, pero enmierdada a fondo. Y lo mismo le ocurrirá a su fama; que pasará a destacar no por lo hecho antes sino por la actual decadencia, cada vez más acentuada, por lo cual no se puede seguir ocultando; le duela a quien le duela.

El público ya no tiene paciencia para Fallillas y la prensa no lo puede acallar, por mucho que le pese. Los periodistas están para contar lo que pasa (y aceptarlo); otra cosa es lo que hacen los petardistas (como decía don Santiago Bernabéu), pero esos no van a cambiar la realidad con sus deseos…ni tampoco evitarán el pésimo rendimiento de Fallillas, sumido en una crisis de juego y, lo que es peor, parece que también psicológica (por su aspecto, puede que esté padeciendo una depresión).

Y ahora que le cuenten esos excelsos profesionales los goles, no ha Diego López, sino a su amiguete, Coladero Fallillas, que lleva dos encajados de media por partido (y 3 en el amistoso ante el Manchester y 7 en dos partidos en Brasil…¡Ah! Además, ya ha perdido con el Pateti varios partidos. Vamos, que se acabó su leyenda completamente.

Sumamente significativo fue el sábado que al acabar el partido, el Mono Burgos, antiguo portero, no se olvide, felicitara y animara efusivamente a Íkaro. No es extraño: “nuestro” portero es el mejor seguro de vida de todo rival que se enfrente al Madrid. Siempre es mejor contar con un caballo de Troya tras nuestras líneas que encontrarse un portero, aunque no sea una figura, que sepa hacer su trabajo en todas sus facetas; alguien como Moyá, que, sin duda, sabe de que va el oficio de “guarda”-meta.

Y otra cosa más: cuando no se tiene culpa “de nada”, a lo mejor, tampoco se tiene mérito “por nada”. El que tenga neuronas, que piense sobre lo que significa estar más allá del bien y del mal (o que te pongan ahí).

En cuanto al Madrid-Pateti, el problema madridista es que lo primero es ser un equipo y sólo después se puede lograr ser un buen equipo y aspirar a ganar al adversario. El Pateti no es lo segundo pero sí lo primero; así que mientras se siga enfrentando a esta banda anárquica merengue va a ganar los eternos rivales de los próximos diez años. Porque este es el fracaso de la autogestión del vestuario madridista, que se reveló contra su entrenador Mou (que sí lo era) por exigirle trabajar y disfruta ahora, como “premio” a su traicionera conjura, del vacío de poder de la época de don Carleone.

El italiano es muy simpático, seguro que no discute nunca con nadie; pero no basta con eso para ser el preparador de un equipo. Por el contrario, un entrenador ha de ser como un padre para los jugadores, no un amigo.

El padre es esa persona que nos enseña lo preciso para poder andar adecuadamente y por nosotros mismos en la vida; asumiendo con madurez que todo tiene un precio que hay que pagar si de verdad se quiere obtener. Eso supone exigir, no tolerar. Las familias en las que el padre cumple su papel no se parecen en nada a aquéllas en las que cada cual hace lo que le da la gana y no se esfuerza más que por sus caprichos. Y la manera en que le va a los hijos de cada tipo tampoco tiene nada que ver.

Los madridistas no podemos tolerar semejante caos y la presidencia tampoco. Ha llegado la hora de un golpe, sí, pero no de estado sino de timón; ejecutado desde la autoridad legítima de quien representa a los socios. Si el presidente no actúa inmediatamente cargándose al entrenador y a algunos jugadores, entonces pasará a ser parte del problema en lugar de su solución.

Antónimus.

Post scriptum: Relaño, que es zorro y además de los viejos, no es un ignorante; todo lo contrario; lo que ponemos aquí lo sabe él de sobra. De hecho, tras sacar la cresta el otro día por su amiguito, ahora repliega velas en este nuevo artículo:

http://opinion.as.com/opinion/2014/09/15/portada/1410736926_698619.html

Su título es bastante más explicito que el contenido:

CASILLAS, GASOL, NADAL, ALONSO... CONTADOR

Aunque empieza con el nombre de Fallillas, no se le menciona en realidad; sólo al final, pone:

“Porque la música está dejando de sonar. Al chasco del fútbol en Brasil ha sucedido el del baloncesto en Madrid. Nadal va cumpliendo años y lesiones y ayer nuestro equipo de Copa Davis bajó a Segunda, tras la defección en serie de demasiadas de nuestras primeras raquetas. Los mejores años de Alonso se están consumiendo en busca de una evolución del Ferrari que nunca llega. Aún suena fuerte el trueno de las motos, pero en otros deportes los protagonistas de la ‘Década de Oro’ van dando signos de agotamiento. Contador nos sonríe desde el podio del Obradoiro. Al menos aún le tenemos a él.”

Estas dos referencias a los recientes estropicios de Íkaro Cagapartidos, el tragagoles favorito de los juegan contra el Madrid, muestran que Relaño conoce la situación; simplemente, no quiere aceptarla.

Lo malo es que los problemas no se resuelven por sí mismos y tienen la mala costumbre de persistir hasta que se los encara con decisión.

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