lunes, 10 de febrero de 2014

EL ENEMÍGO PÚBLICO ES CRISTIANO

Ha habido suerte; por fin todos los problemas de este país tendrán solución: el paro; la crisis; el independentismo vascatalán; la corrupción, el desarme definitivo de la ETA; el paradero del oro de Moscú; la injustísima imputación de la Infanta; la profesionalidad de la casta política… sólo habrá que ejecutar a Cristiano Ronaldo y todo resuelto.

En eso están, o es lo que van dejando traslucir, los chicos de Villar y las deposiciones que van saliéndole de sus órganos.

La última es de género tragicómico: Cristiano ha sido castigado con tres partidos con estos antecedentes jurídicos:

1 partido por agredir a un contrario, lo que motivó su expulsión en el partido.

2 partidos por dirigirse desconsideradamente al cuarto árbitro al abandonar el campo.

Pero esta vez se ha esmerado especialmente el Comité de Competición, porque, después de ver en infinidad de ocasiones que los errores materiales de redacción de actas por los colegiados conllevan falta de castigo para los sancionados en los partidos, ahora cambia el cuento.

Primero: el Cómite, que sólo puede juzgar lo acreditado en el acta por el valenciano (¿valencianista también?) Ayza Gámez, le pide a este que rectifique y haga un nuevo documento en lugar de sancionarle por no saber expresar lo sucedido. Esto es una novedad sin precedentes.

Segundo: el trencilla afirma que la agresión de Cristiano se produjo sobre un jugador del Atávico (Iturraspe) diferente al que todos pensábamos (Gurpegui); el cual provocó el incidente al ser quien se acercó a nuestro jugador, actuó igual que Ronaldo (acercar las cabezas y forcejear) y sólo recibió amarilla.

Tercero: Gayza Gómez, pese a esta “segunda oportunidad”, va a pasar un tiempo de “reflexión” como castigo por su desaguisado (y probablemente bajará a Segunda División a fin de temporrada). Sin embargo, la sanción a Cristiano Ronaldo persiste.

No nos ha pasado inadvertido que no se ha querido sancionar a nuestro delantero con más partidos para evitar que el Madrid acusara a la federación de manipular la Copa; al poder jugar en esta competición, el castigo parece menos grave (especialmente, tras el 3-0 al Pateti); pero lo buscado, que es quitar gol al Madrid en la Liga, se ha conseguido (o intentado, porque tenemos suficientes recursos en la delantera para paliarlo; pero la intención es lo que cuenta).

Encima, el Madrid no puede pedir suspensión cautelar de la sanción porque supondría que, en caso de haber un solo partido de sanción, nuestro portugués no jugaría contra los colchoneros en el Mierdanares en Liga. La trampa perfecta.

El Madrid ha recurrido en alzada; pero para cuando llegue el fallo ya habrá (hay) daños irreparables.

Sólo nos queda preguntarnos por qué tras sancionar a un juez que había encausado, al parecer no ajustándose a derecho, al Sr. Blesa, antiguo dirigente de Cajamadrid, éste ha quedado libre de dicha acción judicial y Ronaldo, tras el castigo del árbitro valenciano no. La respuesta es que vivimos en una Mierdaña más grande que una montaña.

Antónimus.

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