El farsista Alves, el bestia, el feo y el malo del clásico (una vez más, autoerigido en protagonista negativo del partido), pasó su tarjeta de visita a Cristiano como modo peculiar de “encajar la derrota” de los farsistas, esos que presumen de que “saben perder”.
Después de las altas cotas de interpretación alcanzadas por el brasileño en su famoso “Dueto de la Champions ” junto a su víctima, el madridista Pepe, se ve que Alves no se resigna a no brillar, aunque para lograrlo tenga que “meter la pata” (su especialidad). Es lo que tiene la impunidad, que cada vez se corta menos, ya que carece de sentido del ridículo.
Alves, que hasta ese momento no había hecho nada especial en el clásico, salvo dar leña a Ronaldo durante todo el partido, a pesar de que jugaba de extremo (más bien de “extremista”) no asumió el 1-2 como un deportista.
Nada casualmente, 3 minutos después de que marcara el Madrid (gracias a un jugadón de nuestro Elefante Blanco), Alves agredió a Cristiano pisándole en el costado. Por cierto, ocurrió también con el juego parado: ya pueden apresurarse los culos de Farsalona en ir al juzgado a denunciar el pisotón, por supuesto, “por el bien del fútbol”.
No pasó nada, por supuesto; para eso estaba allí, para “no verlo”, el árbitro navarro Undiano Munienco, el viejo amigo de Busquets (a quien tampoco expulsó por un entradón a lo De John a Alonso en la final de Copa del año pasado). Nada nuevo bajo el sol de Farsistán. Pero da coraje que luego haya quien se extrañe de que nos quejemos de los arbitrajes a beneficio de los farsistas.
¿Cómo titulará la agresión de Alves nuestra moralista prensa deportiva? ¿La Coz de Alves?; ¿El Bestia patea de nuevo?; ¿Alves también pisa?; ¿Cuidado, Alves anda suelto?; ¿Pisa, moreno, pisa a Ronaldo? Pues yo creo que no. El título más probable de esta nueva “hazaña” farsista (evidentemente, sólo posible gracias a que se trata de un equipo con “valores”) será “El silencio de los borregos” (de los de las redacciones, se entiende). De hecho, esta vez no hay una denuncia sistemática y generalizada de la acción en la prensa. ¡Qué casualidad! Por supuesto, al Comité de Competición tampoco se le espera; se ve que no hay “escándalo público” del que ocuparse.
Así que ya lo sabéis los madridistas que lo seáis de verdad: cuando oigáis a los farsantes farsistas que el Madrid es violento no os olvidéis de Alves, Siniestra, Busquets, Puyol, etc. y usad esas opiniones para lo único que valen, que es, sustituir el papel higiénico.
Antónimus.
P. S.: ¿Seguro que es el madridista Pepe el jugador más agresivo del fútbol español? La próxima vez que os lo diga algún enterado, cortadle el rollo exigiendo que empiece su comentario sobre la violencia condenando a Alves y al resto del elenco farsista o negaros a debatir nada con semejante hipócrita. Porque si él sólo habla de lo que le interesa y no ve lo que no quiere, entonces nosotros vamos a jugar con él con las mismas cartas marcadas.
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