miércoles, 18 de febrero de 2015

LO QUE VA DE AYER A HOY


Los que tuvimos la oportunidad de ver jugar al Madrid de 3 ó 4 décadas atrás advertimos que al equipo actual le falta algo fundamental: ya no infunde respeto a sus rivales, por no decir directamente que ya no le tienen miedo.

Especialmente, cuando un equipo, cualquiera, venía al Bernabéu, ya sabía cuál era su meta máxima: llevarse los menos goles que fuera posible, pues tenía muy poquitas esperanzas de puntuar y sólo le preocupaba no hacer el ridículo. En cambio, actualmente, todos vienen a luchar por el partido (por lo civil y, sobre todo, por lo “criminal”, con antifútbol). ¿Cuál es la causa de este cambio? Sin duda, la culpa es del Madrid, por omisión. Expliquémonos.

DIRECTIVOS

El Madrid ya no tiene un presidente excepcional como lo fue ese altruista llamado don Santiago Bernabéu de Yeste, que se murió casi con lo puesto. Florentino Pérez es un gran gestor empresarial, y en este aspecto su labor es muy notable y beneficiosa para la entidad; pero, desgraciadamente, también es un político y como tal tiene en cuenta un principio superior al propio Madrid: no enemistarse con nadie, pues ello perjudicaría sus intereses particulares. Es un grave dilema que nunca tuvo don Santiago, que por el Madrid “mataba”.

Y desde que nadie lo hace, se sufre la diferencia en el club. Por eso, la manera en la que nos maltratan las autoridades políticas españolas en comparación con su melifluo vasallaje ante los equipos separatistas (o antifutbolísticos) no es compatible con el respeto que se merece el Madrid; el que sin duda se ha ganado por todo que ha hecho por este país, sobre todo en tiempos muy difíciles para España. Un presidente “exigente” no debería permitir que ningún jerifalte político lo olvide cuando se las vea con el Madrid.

TÉCNICOS

Es cierto que esta parcela no ha sido históricamente la que más rendimiento le ha proporcionado al club. Todos los madridistas sabemos (o deberíamos saber) que el Madrid que ganó seguidas las cinco primeras Copas de Europa tuvo en esa época hasta 6 entrenadores distintos (uno de ellos, Miguel Muñoz, cuenta por dos periodos); luego el entrenador no es el factor más importante de un equipo de fútbol (si los otros funcionan, claro). Seguramente, en esta responsabilidad haya que valorar algo más que los títulos (la Décima de don Carleone es paradigmática en este sentido) porque la labor principal del míster es la estructuración (reestructuración, en su caso) del equipo, pero él no puede jugar.

Así que consideramos que la labor en esta área técnica, estratégica, debe abarcar mucho más que hacer las alineaciones. Por eso, siempre elegiríamos a un entrenador “activo”, como don José Mário dos Santos Mourinho Félix, antes que a una figura meramente decorativa como la del “pasivo” (en todos los sentidos) italiano que padecemos actualmente.

JUGADORES

Hay tres tipos de jugadores: los que suman, es decir, hacen su parte y además aportan un plus al equipo; los que cumplen sin más, luego es indiferente si juegan ellos u otros; y los que restan, por lo cual, lo mejor sería que ni siquiera formaran parte de la plantilla. En el Madrid actual hay demasiados del tercer grupo; unos porque se les ha pasado su época de mejor rendimiento y otros porque no dan el nivel mínimo de aptitut (y sobre todo de actitud) exigible para jugar en el mejor equipo del mundo). Además, hay unos cuantos cabecillas, señoritos individuallistas, que no trabajadores comprometidos con la institución, que lo que quieren es mandar en lugar de obedecer instrucciones y trabajar organizados, como grupo.

Que los buenos resultados iniciales de la Liga actual hayan tapado la ausencia de trabajo colectivo digno de tal denominación no deben despistarnos: la crisis actual se venía venir, pues no era el juego sino el nivel excepcional de acierto rematador lo que mantenía al Madrid en el liderato; al bajar el número de goles que marcamos (no sólo Ronaldo) hemos quedado en lo que somos: un equipo vulnerable, que deja jugar al contrario con demasiada comodidad en vez de aplicarse de firme para no permitirle ni respirar (con la actualmente legalizada “intensiolencia”, por supuesto). Así que si no se espabilan pronto sus altezas los jugadores, estamos listos en cuanto a ganar algún título esta temporada.

ARBITRAJES (FEDERACIÓN)

Decía el protagonista principal de la película “La hoguera de las vanidades” que si la vida es un burdel, entonces hay que ser la mejor puta de todas; en nuestro caso, el Madrid tiene que ser el más hijo de puta de todos los equipos que puedas tener como enemigo. Y luego que los colegiados echen cuentas, a ver qué les conviene más. Porque hoy día sale baratísimo ser “anticentralista” con el pito y no tenemos por qué consentirlo sin hacerlo pagar muy caro.

Por ejemplo, cuando la Federación de Villar designó al “amigo” de Mou, el de los Trece Errores, el zaragozano Carlos Clos Gómez, para arbitral la final de Copa de España de 2013; si hubiera contraatacado el Madrid con un comunicado oficial a los mass media, afirmando que no iba a jugar la final con ese arbitraje, ni la Copa de la temporada siguiente, no hubiera sido tan “impune” imponernos a este colegiado y entonces no hubiera ocurrido el atraco que tuvo lugar ni nos hubieran cosido a patadas impunemente los patetis. ¿Conclusión? Si no te respetan, que te teman.

PERIODISTAS

¡Es tan sencillo reservarse el derecho de admisión a las ruedas de prensa del Madrid! Tampoco costaría mucho no responder las preguntas de los enemigos declarados del club en otros contextos menos controlables, como los postpartidos en los estadios ajenos. Pero contestando, ¡ojo! Haciendo una lista de agravios de cada uno de estos personajillos y desgranándola en público; marginando a sus empresas de la comercialización de nuestros productos (podemos venderlos directamente, incluso; y tener nuestros propios medios también). Habría que seguir con esa línea de “disuasión” hasta que los directores de esos “sénecas” reflexionaran (y claudicaran). Esto no es algo para tomárselo por lo personal; pero sin muy en serio: simplemente hay que hundir al que intente ser nuestro enemigo; porque si la vida está en manos de las mafias, entonces mucho mejor que sea en las de la nuestra.

SELECCIONADOR

La patética relación con el Sr. Marqués del Bosque se comenta sola: ¿cómo puede “uno de los nuestros” mantener un enfrentamiento tan visceral con el Madrid (llegando a no honrar al finado don Alfredo Stéfano Di Stéfano Laulhé cuando falleció) sin que el Madrid le haga caer de una forma que nadie olvide ni tenga ganas de repetir?

Así pues, si teniendo el poder que tenemos no hacemos lo que nos conviene, o somos muy, muy tontos o no estamos en las manos debidas para sacar adelante las distintas parcelas del Madrid; lo que sin duda nos merecemos los madridistas.

Cibeles Madridista.

Post scriptum: Como dicen los hijos de la gran…, no te preguntes qué va a hacer por ti la entidad a la que perteneces sino qué vas a hacer tú por ella.

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