Los madridistas ya no sabemos qué pensar del Madrid actual. Uno tiende a creer que es mejor gozar de un colchón de puntos sobre los adversarios y dejar que sean ellos los que hagan cábalas y se pongan nerviosos persiguiéndonos; pero parece que no todo el mundo lo ve así. Desde luego, la plantilla blanca ha hecho todo lo posible por no seguir siendo el equipo líder y destacado de la Liga. Así que va a disfrutar de su merecido: una hermosa encerrona por todo lo alto en el Campo Nuevo de Culistán. Pero no hay que lamentarlo por ella, que se lo merece, sino por nosotros, los paganos que soportamos esta situación sin poder hacer nada más que quejarnos.
Hay pues que hablar de justicia, pues parece justísimo que el que hace el tonto tan reiteradamente, con tanto interés y perseverancia, debe recibir sin excusas que valgan el castigo que se ha ganado. Lo único malo es que a nosotros no nos da igual quedarnos sin una Liga que podría haberse ganado casi con el piloto automático tal como iban las cosas; incluso perdiendo en casa del Farsa hubieremos seguido por encima.
Por otra parte, es mejor que no hablemos individualmente de cada una de nuestras figuras. Entre cansancio, desacierto y acabamiento (Falllillas) no hay nada positivo que decir. Bueno, quizá echar de menos un factor muy raro en nuestro equipo de hoy en día: el carácter, la ambicion, la garra. No tenemos ni a un Di Stéfano; ni a un Pirri; ni a un Camacho; ni a un Stiellike…y se nota; que no todo es el arte: también hay que luchar.
¿y don Carleone? Elegantísimo con sus ternos italianos. Y muy tranquilo al mostrar la de títulos de Champions que ha ganado con su pachorra (aunque debería aclarar si incluye en “sus” éxitos el Indulto de Lisboa). Ya puestos, debería contar cómo se pierde una final de Copa de Europa que se gana en el descanso por 3-0; experiencia al respecto no le falta. Pero él no quiere hablar de eso, ni tampoco sus coreutas de la prensa, tan contenta ella de conocerse como de no vérselas ya con Mou el Deseado (48 % delos jugadores de la Premier lo prefieren como entrenador actualmente). Porque el bueno de Carletto es mucho más dócil y mucho menos conflictivo y eso es lo único que les interesa a las redacciones. ¡Lástima que los resultados no siempre se dejen modificar por Ramos en el último suspiro ni por los titulares interesados!
También podría ocurrir que la crisis de juego actual del Madrid se deba a que Sus Altezas, nuestros jugadores, hayan decidido por su propia cuenta que no les interesa este año ninguna otra competición que la Champions (y ser así el primer equipo en ganar 2 trofeos consecutivos de este formato de la Copa de Europa). Pues, si esto fuere de tal modo, habría que pagarles en proporción a su cantidad de trabajo, no según los contratos, los cuales les obligan a aplicarse de firme durante toda la temporada; la misma que pagan íntegra los abonados, ¡los muy crédulos!, que se creen que ese dinero les garantiza tener derecho a ver partidos con fútbol (y títulos).
Antónimus.
Post scriptum: Otro favor más que agradecer a don Carleone: Odegaard ya no será el jugador más joven como debutante en la Champions. ¿Tanto costaba sacarle 1 minuto al final de una eliminatoria que se resuelve en casa y con 2 goles de renta marcados a domicilio? ¿Tanto pavor tiene don Tranquiloni?
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