El sábado, un Madrid no perfecto, pero sí con más juego (no sólo en el contraataque) y con más gol; y sobre todo más fuerte y veloz, o sea, más joven, dio la vuelta al marcador e inflingió una severa derrota en la Liga al Farsa; que no se resume en los meros números del marcador (ni en la clasificación, con los “seis” puntos perdidos por las huestes de Luis Enrique) sino que apunta a que el llamado “cambio de ciclo” no es sólo una amenaza hipotética para el farsismo sino una terrible realidad de la que no sabe cómo escapar.
Desde luego, el “lazarillo” asturiano que se ha buscado no parece tener muy claro por dónde tiene que guiar a su queridísimo equipo para salvarlo de la liquidación por derribo. Una vez más, el mito de la cantera, esta vez en versión de entrenador, queda en evidencia: lo importante es disponer de las personas adecuadas en cada puesto, no lo es copiar miméticamente situaciones anteriores que funcionaron en otras circunstancias y por muy distintos motivos, pero no aquí y ahora.
Por supuesto, el triunfo merengue no sólo fue cuestión de menos años sino también de aptitud y actitud adecuadas. En contraste,: la actitud autista del Mes-sisador a Hacienda, que se ha eclipsado hace tiempo y no se presenta prácticamente a jugar los partidos serios, es otro síntoma preocupante para el Farsa (hubo eclipse total messiano en la segunda parte). Y aún queda por ver cómo digiere su mente el creciente protagonismo de Neymar y la llegada del “incisivo” Súarez al estrellato del equipo; un Suárez que, falto de forma, restó más que sumó al Farsa (poder alinear un centrocampista más, para empezar), por mucho que se prefiera en los medios hablar de que dio un par de pases buenos (por lo que cobra, será mejor que haya venido para algo más).
Cuestión aparte es Xavi, que no admitirá nada adverso en su vida, evidentemente, pero que, lo quiera reconocer o no, está más acabado que el maestro que dio clases de párvulo al bisabuelo del que hizo las maracas de Machín; porque al fútbol profesional de alta competición no se puede jugar andando; no si el adversario no es un equipillo temeroso de cuarta fila. Ya puede ir pensando esta águila charnega en el Golfo Pérsico (antes de que, como a su íntimo Falli, no lo quieran ni al peso).
El bajón físico farsigrana quedó de manifiesto especialmente en la autolesión de Siniestra, que ya no tiene gasolina ni al comienzo de la temporada. Los demás, “saliéndose” (pero del campo): Piqué, Busquets, Alves…¡Menudo montón de petardos requemados! Ninguno corre ya para hacer la célebre presión (y abundantes faltas no pitadas) en que se basaba de verdad el tiqui-atraca. Eso sí: el Farsa volvió a ganar en la posesión del balón; pueden respirar tranquilos nuestros antis y agarrarse a ese clavo oxidado (cuanto más tarden en abrir los ojos, tanto mejor para nosotros).
Toca renovación en el Farsa y urgentemente. Bueno, si se lo permite la sanción en ciernes por las irregularidades perpetradas (en este caso, no fiscalmente) debido a su peculiar “modo” de fichar menores pertenecientes a otros equipos (y países).
Claro que, cuando uno tiene una cantera tan grande en La Demasía (seguramente, el pueblo donde nació Pujol), cantera en la cual “no se pone el sol” (literalmente), ¿qué problema representa que la FIFA no deje fichar en las próximas dos temporadas al más-que-un-club-un escándalo-tras-otro?
Por supuesto, Fallillas también “colaboró”, desde el principio” a darle emoción al encuentro: fiel a su ya arraigado hábito, Íkaro se abstiene absolutamente de atajar cualquier tiro que pase a menos de medio metro de alguno de los palos de su meta. Falli ya sólo está para parar los balones que lo buscan (esos disparos al cuerpo que, extasiados, proclaman a gritos sus leales apoyos prensiles como paradones antológicos), no para buscar él los difíciles (los puñeteramente esquinados, o sea, los que entran, de los cuales soy hay indicios en las crónicas por el llamativo y sistemático silenciamiento de tales lances del juego).
Y para rematar la paranoia, los plumíferos se inventan un rodillazo milagroso en una jugada de la Messilla de Noche, que ya ni distingue la portería cuando se queda sólo delante de ella. Por supuesto, Fallillas no ha desmentido la “noticia” de su intervención suprahumana; pero la foto de EL PAISITO del domingo 26 de octubre de 2014, página 54, muestra que tenía los ojos cerrados en el momento mismo del remate. ¿Cómo supo dónde colocar su rodilla sin mirar? Amiguismo, se llama esta clase de “información” soteriologista. En cuanto a la bonhomía de Fallillas, tan cacareada “altruistamente” sin parar…mejor corramos un estúpido velo que decir lo que nos gustaría sobre él y que, sin duda, se merece. Asquea tanta ruindad; tanto ponerse en ridículo por no querer admitir lo que realmente sucede.
Al final, hasta Isco corrió y hasta Benzemás marcó: un sueño merengue hecho realidad. Y eso que el Madrid descansó un día menos (tras disecar al Liverpool a domicilio el miércoles de la misma semana, sólo tres días antes de demoler al Farsa).
Antónimus.
Post scriptum: Navas jugará la Copa de España como titular. ¿No será una gran ofensa para Fallillas tras lo sucedido el año pasado? A ver si al final las críticas de “sus” medios no eran sino mera estrategia anti Diego López para que su protegido recuperase la titularidad incluso contra el parecer técnico del entrenador de porteros del club. En todo caso, ¿no le corresponde la Champions también a Keylor?
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