¡Qué razón tenía el flamante presidente bávaro Rummenigge al decir que en Munich iban a arder hasta los árboles! A algunos puede que les arda además el cargo y desde luego, basta hojear la prensa alemana de hoy para notar quién ha dejado de caer bien por allí:
SPORTBILD (IMAGEN DEPORTIVA, periódico deportivo del grupo del BILD ZEITUNG)
http://sportbild.bild.de/fussball/champions-league/champions-league/final-traum-geplatzt-real-deklassiert-die-bayern-35760114.sport.html
0-4 Klatsche gegen Real
(0-4 Porrazo contra el Madrid)
Die Bayern scheitern an einer “großen Mannschaft”
(El Baviera naufraga / fracasa frente a un “gran equipo”)
http://www.sueddeutsche.de/sport
SÜDDEUTSCHE ZEITUNG (GAZETA SUDALEMANA, de Munich)
Guardiolas Bayern machen sich lächerlich
(El Baviera de Guardiola hace el ridículo)
DER SPIEGEL (El Espejo, el semanario alemán más importante)
http://www.spiegel.de/sport/fussball/
Bayerns Debakel gegen Real Madrid
(Debacle del Baviera ante el Real Madrid)
Weinen, nach Hause gehen – dann geht’s weiter
(Llorar, irse a casa – después a seguir el camino)
Ronaldo macht Bayern-Blamage perfekt
(Ronaldo hace perfecto el ridículo del Baviera)
Kulturschock für Guardiola
(Conmoción para el modelo de Guardiola)
Antes de comenzar el partido, en el estadio Bayern de los Caídos (antiguo Allianz Arena hasta que ayer lo rebautizó el Madrid) hubo un minuto de silencio por el fallecimiento de un entrenador muy amigo de Mou (que tuvo la amabilidad de indicarle con su dedo el camino a seguir hasta el banquillo del Farsa, una vez que el portugués se lo dejó vacío). En realidad fue un minuto de duelo anticipado por la muerte de un modelo: el cuentismo balompédico farsista-mierdiolista, que pretendió implantarse excluyentemente en el fútbol (con el colaboracionismo descarado de la prensa y de las múltiples ayudas políticas, dentro y fuera de España, como acaba de acreditar el “indulto” de la FIFA a “su” Farsa, pese a que todo el mundo sabe que ha infringido las normas de dicho organismo). Lo de anoche sólo fue el entierro de la sardina, ya podrida, de Mierdiola, cuyo modelo quedó en evidencia en otro funeral reciente, también oficiado por el Madrid, en Mestalla.
Al final ha sido incluso fácil, sobre todo para Íker,que si no hubiera jugado ninguno de los partidos apenas habría sido echado de menos.
Al Baviera se le ha olvidado que esta vez no nadaba en su piscinita alemana, expresamente prefabricada a la medida de sus deseos; donde pesca a los mejores de los otros equipos tras cada temporada para que no pueda consolidarse ningún rival serio; fabrica así un monopolio tan antideportivo que no se entiende que en ese país nadie hable de tomar medidas contra tal alteración de las competiciones domésticas. En todo caso, ese es el problema de los alemanes, no el nuestro.
Pero el gran problemón de los fantasmas rojos (no se dejaron ver en todo el partido) fue que ayer se trataba de meterse en alta mar y vérselas con tiburones blancos, de esos que tienen los cojones negros por el humo de cien batallas. Por eso le ha pasado a los, hasta ahora, campeones de Europa, lo que les tenía que pasar cuando se enfrentaran a un equipo serio. En resumen, este es el año de la Bestia Blanca, que ha eliminado a tres equipos alemanes, dos con goleadas históricas a domicilio incluidas, y ahora va a por la final de Lisboa.
Fue nuestra noche plusmarquista: el Madrid es ahora el equipo más goleador en una edición de la Champions y Cristiano el máximo goleador de la misma en una temporada. Añadamos a todo esto que él y Ramos hicieron doblete a domicilio…Y la cuenta no está cerrada, que aún nos queda un partido para mejorarla.
El pobrecito Baviera parecía un equipo de juveniles que se había equivocado de partido. Aparte de las brusquedades habituales, su genuina marca de la casa (¡qué bien hizo Juanito poniéndolos en el sitio que se merecen!) esas patéticas almas en pena sólo pudieron dedicarse a dos cosas: recoger los balones del fondo de su portería y rezar para que fallásemos algunas otras oportunidades claras que tuvimos para aumentar la goleada.
Porque nosotros también amamos la pelota, pero sólo cuando la vemos dentro del marco rival; y como nos gusta tanto, nos vamos con ella para allá como flechas cada vez que la cogemos. Lo otro, la especulación (el estraperlo de antifútbol) lo dejamos para los “ilusionistas”. Cuando ganamos La Quinta por 7-3, en Gran Bretaña se dijo: “That is the real football”. Pues eso.
En cuanto a los goles, dos a balón parado en los que el cebo “Ronaldo” dejó a Sergio Ramos cabecear solo, solito en el mundo. Y ¡dos veces seguidas, dos! señores. El tercero fue otro contraataque modélico, de área a área, en poquísimos toques y avalado por la gran generosidad de nuestro Príncipe de Gales. Y el último fue…el gol del tonto, o sea, de los tontos, porque los muy bobos bávaros se creyeron que Cristiano intentaría tirar por encima de la barrera y cuando saltaron los cazó como a tiernos conejillos y entonces resonó en el estadio muniqués la risa cruel de las hienas blancas.
Por cierto, todo esto se consiguió con la receta de Mou: ¡currando sin parar y haciéndolo hasta las figuras! Luego él tenía razón (la prueba es que disputa la otra semifinal esta noche, su cuarta consecutiva). En cuanto a Ancelotti, da la impresión de que asiste encantando a la autogestión del vestuario. Por nuestra parte, sólo una cosa que decir: los resultados son lo que cuenta para aumentar la grandeza del Madrid, pero algunos no nos chupamos ya el dedo y sabemos qué pasó (y contra quién) en la temporada pasada.
Lástima lo de Alonso, pero le dedicaremos La Décima, a él y a todos los jugadores madridistas que durante estos 60 años han creado nuestra identidad de club internacional en el Madrid. ¡Va por todos ellos! Y por todos los madridistas de la Vía Láctea (es decir, de la Galaxia Blanca), porque, como habría dicho Carlos Marx, como hombre inteligente que era, si hubiera tenido la fortuna de ser coetáneo del Madrid: “¡Madridistas de todo el mundo! ¡Uníos! ¡Sólo tenéis que perder las cadenas que os atan a vuestros terruños para aprender a pensar universalmente!”
Por cierto, la fiscalía alemana, tan ocupada hasta ahora con el fraude fiscal del presidente del Baviera de Munich y alguna otra menudencia aduanera de esos pobres diablos rojos de la capital bávara, ha abierto una investigación contra el Real Madrid por cuatro cargos (¡qué coincidencia!): malos tratos, abuso de menores, vejación pública y ninguneo prepotente, por las fechorías perpetradas por los merengues en el partido jugado ayer. Pero hay más novedades: la empresa alemana de seguros Allianz ha decidido romper su contrato con el Bayern München y no seguirá patrocinándolo. A los muy infelices no les va a quedar más remedio que contratar con Ocaso, porque nadie más va a querer saber nada de ellos.
Eso sí, el Tiki-Atraka de Mierdiola nos ganó en los dos partidos en un aspecto: la posesión, que fue abrumadoramente suya (¡pues que le aproveche!). Pero no parece que a Beckenbauer y cía les vaya a bastar para tapar un fracaso tan monumental, encima, transmitido en directo. Al farsista ya sólo le queda ya intentar fichar a la Messita-de-noche para que éste (si resucita) y no el “sistema” patrañero del Meacolonia, sea quien saque al Baviera de la sima a la que el Madrid lo ha arrojado.
Antónimus.
Post scriptum: Ahora ya saben todos porque el grito de guerra madridista es “Hala, Madrid! En la versión completa sigue así “…¡Te has pasado!
miércoles, 30 de abril de 2014
viernes, 25 de abril de 2014
DE LA ARROGANCIA A LA IGNORANCIA
Primer “tiempo” (como diría Mou) de la semifinal de Champions del Madrid con el Baviera de Munich. Los muniqueses parecían el Farsa (con gran disgusto de Beckenbauer) y se limitaron a ganar la posesión del balón sin enterarse de qué iba el asunto en el fondo. En cambio, para el Madrid se trataba de dominar en el marcador y, sobre todo, de que no marcase el equipo visitante; ambos objetivos se cumplieron; en cambio, el Dalai Lama sólo logró exhibir su mala leche ante su derrota, que aún pudo ser más abultada.
Ciertamente, el Madrid empezó demasiado replegado, incluso arrollado por el despliegue del Baviera, que amontonó a casi todos sus jugadores en el centro del campo para apoderarse de la pelota. Pero olvidó que el fútbol se resuelve en las áreas y ahí fracasó; en ambas.
Un contraataque madridista maestro (otro más) en el que el tocado Cristiano sólo pudo ejercer de pasador preciso, puso a Coentrao en condiciones de dar un centro excepcional que dejó solo a Benzema para rematar nuestro gol. Después hubo otras oportunidades blancas, pero ninguna se aprovechó. La ironía de nuestro juego de ataque fue marcar en el momento en que el Madrid estaba más sometido; pero el dominio aparente no cotiza en el marcador, a diferencia de la puntería.
La incapacidad muniquesa para hacer daño se evidenció en sus infructuosos acercamientos (más que ataques) a la portería merengue, jugadas en las que nuestros cuatro defensas estuvieron a gran altura. Hubo múltiples córneres a favor de los bávaros, cierto, pero apenas tuvieron alguna ocasión clara de gol, como evidencia que Íker sólo necesitó hacer una parada.
Así que hubo en el juego del Baviera más amenaza que peligro real. Esto se debe a que algunos se creen seres superiores y confunden su “realidad” virtual con la auténtica, ésa en la que sí pasan las cosas; por eso, el crédito de Guardiola se va acabando en Alemania y habrá que ver, en el caso de que el Madrid le elimine, si podrá sobrevivir a semejante fracaso.
En definitiva, el “maestro”, que venía a impartir un curso magistral a los “ignorantes”, se encontró con un aprendiz de brujo que le robó la cartera y por eso no pudo superar a un Madrid con serias bajas (sólo pudo reunir un delantero a medio gas a base de sumar medio Ronaldo y medio Bale). De hecho, el partido se le hizo largo a los pupilos del “rey loco de Baviera” y además tuvo que reorganizar su defensa para evitar males mayores.
Por tanto, queda abierta la eliminatoria que los cerveceros pretendían cerrar en Madrid. Sin duda, falta lo peor (el infierno alemán), pero ahora si que cabe decir que la eliminatorio está al 50 %, que no era precisamente lo que los pronósticos auguraban.
Antónimus.
Post scriptum: La clave para el partido de vuelta, aparte de recuperar a nuestros dos puntas, es jugar un 4-4-2, para cerrar mejor los espacios, y aumentar la capacidad de trabajo de nuestro equipo planteando relevos en determinados puestos para que cada jugador dispute sólo un tiempo, pero vaciándose (Isco / Illarramendi o Benzema / Morata). El Bayern no aguantará la segunda parte (como no lo ha hecho en Madrid) si no logra poner el marcador a su favor en el comienzo del encuentro.
Ciertamente, el Madrid empezó demasiado replegado, incluso arrollado por el despliegue del Baviera, que amontonó a casi todos sus jugadores en el centro del campo para apoderarse de la pelota. Pero olvidó que el fútbol se resuelve en las áreas y ahí fracasó; en ambas.
Un contraataque madridista maestro (otro más) en el que el tocado Cristiano sólo pudo ejercer de pasador preciso, puso a Coentrao en condiciones de dar un centro excepcional que dejó solo a Benzema para rematar nuestro gol. Después hubo otras oportunidades blancas, pero ninguna se aprovechó. La ironía de nuestro juego de ataque fue marcar en el momento en que el Madrid estaba más sometido; pero el dominio aparente no cotiza en el marcador, a diferencia de la puntería.
La incapacidad muniquesa para hacer daño se evidenció en sus infructuosos acercamientos (más que ataques) a la portería merengue, jugadas en las que nuestros cuatro defensas estuvieron a gran altura. Hubo múltiples córneres a favor de los bávaros, cierto, pero apenas tuvieron alguna ocasión clara de gol, como evidencia que Íker sólo necesitó hacer una parada.
Así que hubo en el juego del Baviera más amenaza que peligro real. Esto se debe a que algunos se creen seres superiores y confunden su “realidad” virtual con la auténtica, ésa en la que sí pasan las cosas; por eso, el crédito de Guardiola se va acabando en Alemania y habrá que ver, en el caso de que el Madrid le elimine, si podrá sobrevivir a semejante fracaso.
En definitiva, el “maestro”, que venía a impartir un curso magistral a los “ignorantes”, se encontró con un aprendiz de brujo que le robó la cartera y por eso no pudo superar a un Madrid con serias bajas (sólo pudo reunir un delantero a medio gas a base de sumar medio Ronaldo y medio Bale). De hecho, el partido se le hizo largo a los pupilos del “rey loco de Baviera” y además tuvo que reorganizar su defensa para evitar males mayores.
Por tanto, queda abierta la eliminatoria que los cerveceros pretendían cerrar en Madrid. Sin duda, falta lo peor (el infierno alemán), pero ahora si que cabe decir que la eliminatorio está al 50 %, que no era precisamente lo que los pronósticos auguraban.
Antónimus.
Post scriptum: La clave para el partido de vuelta, aparte de recuperar a nuestros dos puntas, es jugar un 4-4-2, para cerrar mejor los espacios, y aumentar la capacidad de trabajo de nuestro equipo planteando relevos en determinados puestos para que cada jugador dispute sólo un tiempo, pero vaciándose (Isco / Illarramendi o Benzema / Morata). El Bayern no aguantará la segunda parte (como no lo ha hecho en Madrid) si no logra poner el marcador a su favor en el comienzo del encuentro.
LA METÁFORA DE BALE
Lo que hizo Bale cuando ya acababa la final de Copa, aparte de marcar su gol excepcional (que se recordará muchos, muchos años), fue escribir una metáfora de la realidad futbolística actual en lo que se refiere al Madrid y al Farsa: éste, cada vez más periclitado, se ve no sólo superado sino con su modelo de club refutado por aquél, el pujante equipo de fichajes estratégicos de Florentino, o sea, el que tiene el futuro a su alcance gracias a la fantástica selección de figuras internacionales que ha logrado reunir gracias a tener más ingresos que ningún otro club deportivo del planera.
Porque este tipo de alegorías expresan sin palabras lo que se viene diciendo hace ya tiempo, aunque sin ser admitido por muchos; pero ahora es sencillamente innegable, pues las imágenes hablan por sí solas; lo mismo que los balances.
Por lo demás, la final se caracterizó por la ausencia de las dos figuras principales de cada equipo; Cristiano tuvo al menos un justificante médico para no jugar, pero lo de la Mesita-de-noche es ya clamoroso. ¿Se reserva para el mundial? ¿Presiona para obtener un buen contrato? Quizá se trate simplemente de una táctica para dejar claro que el príncipe Neymar (ese “orillero” que juega desterrado en la banda) no va a ser aceptado en el reino rosarino sin pagar un precio muy alto (aparte del precio fiscal-judicial que va a pagar el Farsa por él). También puede tener que ver con el eclipse de Xavi que viene sufriendo el farsismo cada vez más descaradamente y que ya no le hace llegar al argentino los balones necesarios para explotar el juego que más le favorece.
Lo demás fue lo que dejó el Madrid que ocurriera, ya que, habiendo marcado Di María tan pronto (en una jugada genial de contraataque marca de la casa), luego se dedicó nuestro equipo a desaprovechar oportunidades sobradas para cerrar el partido incluso en la primera parte; pero la falta de acierto y el exceso de individualismo de nuestros delanteros no lo permitieron. Por supuesto, el Farsa tuvo más posesión (como siempre), pero este concepto sólo sirve cuando lo que se posee es el marcador. O sea: “don sin din, puñetas en latín”.
En la segunda parte, más de lo mismo hasta que Pepe dejó rematar a Bartra (ese que luego dejó tirado nuestro príncipe de Gales) y el Farsa empató cuando ya quedaba poco para poder reaccionar y la prórroga empezó a sobrevolar la final. No fue así porque Bale lo evitó (por otra parte, los abuelos del Farsa la hubieran soportado peor que nosotros).
Como conclusión, analicemos un par de cuestiones que merecen ser destacadas.
En cuanto a Fallillas, hay que reconocerle que tiene, sin duda, la mejor prensa del mundo (hasta Obama se la envidia, seguro). Sólo así se explica que ningún medio se pregunte si en el gol encajado pudo hacer algo más (cuestión que no hubiera faltado si el gol lo hubiera encajado Diego López). Por ejemplo, ¿debió llegar al palo a tiempo en un remate más bien bombeado? o, ¿tendría que haber eliminado este riesgo poniendo un defensa junto al poste en el saque de córner? En cambio, todo el mundo mediático destaca “su” suerte (no la del Madrid) en el tiro final de Neymar al palo con el mostoleño ya batido (y eso que él no desvió el balón). En ninguno de los dos lances hizo Íker nada que decidiera la jugada, pero lo negativo o cuestionable se calla tanto como se magnifica y proclama lo positivo (aunque no sea mérito suyo); así que no se hace para informar “objetivamente” sino para manipular, claro está por “quién”.
Para acabar, recreémonos en el golazo de contraataque de Bale, que corrió más de 60 metros a una media de 30 km/h en el minuto 85 y aún le quedó resuello para llegar al área enemiga con suficiente oxígeno en el cerebro para rematar el partido y la leyenda farsista, porque, esta vez, el dragón galés se comió a san Jorge enterito.
Antónimus.
Post scriptum: El Madrid debería pedirle a la Academía de la Lengua Castellana que los madridistas podamos a partir de ahora escribir legítimamente “bale”, “bálido o “baler”, así como todos sus derivados, es decir, utilizando la “b” de Bale.
Porque este tipo de alegorías expresan sin palabras lo que se viene diciendo hace ya tiempo, aunque sin ser admitido por muchos; pero ahora es sencillamente innegable, pues las imágenes hablan por sí solas; lo mismo que los balances.
Por lo demás, la final se caracterizó por la ausencia de las dos figuras principales de cada equipo; Cristiano tuvo al menos un justificante médico para no jugar, pero lo de la Mesita-de-noche es ya clamoroso. ¿Se reserva para el mundial? ¿Presiona para obtener un buen contrato? Quizá se trate simplemente de una táctica para dejar claro que el príncipe Neymar (ese “orillero” que juega desterrado en la banda) no va a ser aceptado en el reino rosarino sin pagar un precio muy alto (aparte del precio fiscal-judicial que va a pagar el Farsa por él). También puede tener que ver con el eclipse de Xavi que viene sufriendo el farsismo cada vez más descaradamente y que ya no le hace llegar al argentino los balones necesarios para explotar el juego que más le favorece.
Lo demás fue lo que dejó el Madrid que ocurriera, ya que, habiendo marcado Di María tan pronto (en una jugada genial de contraataque marca de la casa), luego se dedicó nuestro equipo a desaprovechar oportunidades sobradas para cerrar el partido incluso en la primera parte; pero la falta de acierto y el exceso de individualismo de nuestros delanteros no lo permitieron. Por supuesto, el Farsa tuvo más posesión (como siempre), pero este concepto sólo sirve cuando lo que se posee es el marcador. O sea: “don sin din, puñetas en latín”.
En la segunda parte, más de lo mismo hasta que Pepe dejó rematar a Bartra (ese que luego dejó tirado nuestro príncipe de Gales) y el Farsa empató cuando ya quedaba poco para poder reaccionar y la prórroga empezó a sobrevolar la final. No fue así porque Bale lo evitó (por otra parte, los abuelos del Farsa la hubieran soportado peor que nosotros).
Como conclusión, analicemos un par de cuestiones que merecen ser destacadas.
En cuanto a Fallillas, hay que reconocerle que tiene, sin duda, la mejor prensa del mundo (hasta Obama se la envidia, seguro). Sólo así se explica que ningún medio se pregunte si en el gol encajado pudo hacer algo más (cuestión que no hubiera faltado si el gol lo hubiera encajado Diego López). Por ejemplo, ¿debió llegar al palo a tiempo en un remate más bien bombeado? o, ¿tendría que haber eliminado este riesgo poniendo un defensa junto al poste en el saque de córner? En cambio, todo el mundo mediático destaca “su” suerte (no la del Madrid) en el tiro final de Neymar al palo con el mostoleño ya batido (y eso que él no desvió el balón). En ninguno de los dos lances hizo Íker nada que decidiera la jugada, pero lo negativo o cuestionable se calla tanto como se magnifica y proclama lo positivo (aunque no sea mérito suyo); así que no se hace para informar “objetivamente” sino para manipular, claro está por “quién”.
Para acabar, recreémonos en el golazo de contraataque de Bale, que corrió más de 60 metros a una media de 30 km/h en el minuto 85 y aún le quedó resuello para llegar al área enemiga con suficiente oxígeno en el cerebro para rematar el partido y la leyenda farsista, porque, esta vez, el dragón galés se comió a san Jorge enterito.
Antónimus.
Post scriptum: El Madrid debería pedirle a la Academía de la Lengua Castellana que los madridistas podamos a partir de ahora escribir legítimamente “bale”, “bálido o “baler”, así como todos sus derivados, es decir, utilizando la “b” de Bale.
jueves, 10 de abril de 2014
NO, NO ES UNA CRISIS, ES UN ECLIPSE TOTAL. PERO ¡SILENCIO! ¡QUE DURE!
Después de ver que al Pateti le resultó incluso fácil eliminar al Farsa ayer en la Champions, porque aún tuvo suerte el “más-que-un-club-un-ridículo” de no salir goleado; tras comprobar que la Messita de Noche no está ni se la espera (quizá le preocupa más presionar con su huelga de piernas caídas para mejorar su contrato que jugar para defender a su equipo); que Iniesta tiene menos físico que un renacuajo y va a tener un envejecimiento muy malo; que Xavi está no acabado sino extinguido (y falla goles decisivos a pares); que Alves ya sólo se puede dedicar a hacer monerías; que el mejor del Farsa fue un portero tan mediocre que se ha tenido que hacer íntimo del Kapo Messi para que no lo despidan hace años; que el entrenador-amiguete de Messi no tiene ni idea de qué hacer con semejante embolado (salvo desvincularse de él en junio); tras todo esto, se llega a la conclusión de que el Farsa no es, en estos momentos, otra cosa que algún arabesco de Neymar y muy, muy poquito más (ni en la portería, ni en la defensa, ni en el centro del campo, ni en la delantera).
El Cholo Simeone, quien cuando Mou entrenaba al Inter pasó por Milán y pidió permiso al “demonio de la prensa” para estudiar sus métodos de trabajo (nunca se le oirá al argentino criticar al portugués), sabe que su plantilla tiene pocas cartas para jugar y que algunas están marcadas (o sea, jugar tan violentamente que su equipo se pasa casi todo el partido fuera del reglamento); pero, las utiliza bien, porque es tan consciente de sus limitaciones como también lo es de las virtudes que precisa el Pateti para compensar sus carencias: el trabajo y la fe.
Todos sabemos que la fe mueve montañas y por eso nunca se valora suficientemente que cuando el humano aprende a ver las cosas de otra manera en el interior de su cabeza, también cambia su mundo exterior. Y en cuanto al trabajo, parafraseando a Carlos Marx, es el medio por el que el hombre transforma el mundo adaptando la realidad a sus necesidades. Es una actividad ejercida libre y deliberadamente, negándose a asumir pasivamente su existencia como un destino ineluctable; por tanto, también es una re-creación de lo existente.
Luego está el concepto estructural de juego en equipo, en lo cual tiene ventaja Simeone, pues; cuando se tienen figuras endiosadas es mucho más difícil hacerlas trabajar como conjunto. Bueno, dicho más brutalmente, lo difícil es hacerlas trabajar de cualquier manera, como sabemos muy bien en el Madrid. Por eso, por los intereses creados en una plantilla de supermillonarios (tolerados por una directiva cómplice de tal estado de cosas); si llega un entrenador…, digamos Mou, y exige a Sus Excelencias que se quiten el modelazo de Armani para ponerse el mono y sudar como esclavos, lo que está garantizado no son mejores resultados sino que haya un motín y, sea eliminado el “elemento desestabilizador”.
Después de semejante “golpe de estado”, restablecida la “normalidad”, los auténticos Dueños del Club pueden seguir viviendo a capricho, a lo Guti (“¡Así me gusta! ¡Que nadie te diga cuando tienes que correr!”). Por eso, al final cada uno está donde se merece; porque lo importante no es ser muy bueno teóricamente sino en la práctica y en un deporte en equipo esto se nota especialmente. Y la praxis de esta temporada es que el Gran Madrid no ha ganado (en Liga) los partidos de enfrentamiento directo con el Pateti. Toca reflexionar, pero no sobre lo qué es criticable en el equipo de Simeone sino en el nuestro.
Si nos planteamos en qué consiste el éxito actual del Patético, además de advertir un montón de violencia tolerada federativamente, también hay que asumir la cantidad (ya que no destaca por su calidad) de trabajo aportado, que es muy digno de análisis y, en cierto modo, incluso de respeto. Porque en el adversario hay que saber admirar lo bien hecho y aprender de ello; y en lo propio hay que saber eliminar la mala hierba para que no nos den “los nuestros” gato por “perro”. Puede no quererse saber nada de tan necesaria lección vital, pero ignorarla se paga caro.
En cuanto al vencido, aunque el farsante Xavi diga cada vez más tonterías, que sólo evidencian que él no sabe perder (y esto sólo lo disimulaba la inacabable cantidad de ayudas que ha estado recibiendo su Farsita durante los mejores años de “su” historia), veremos ahora cuanto le dura la “no-crisis”; porque hasta la FIFA y Hacienda tienen al Farsa señalado (con perdón del Sr. Cardenal) y su condición, hasta ahora, de Valido Oficial de la RFEF o la de la UEFA van a resentirse por ello. Para empezar, si fracaso era que el Madrid no llegara a las semis de la Champions, en un pretendido supermegaequipazo esto es todavía más fracaso (con “f” de Farsa). Pero no es una crisis, claro. Por supuesto que no: en el Farsa hasta la mierda huele bien.
Por lo que se refiere a los madridistas, aparte de saber escarmentar en cabeza ajena (ya veremos, dijo un ciego llamado Modric), ahora no nos conviene hacer saltar la liebre atacando la decadencia farsista, no. Tenemos que ser más crueles: hay que permanecer callados y disfrutar del dolor farsigrana, pero ayudando con nuestro silencio a que dure el máximo posible, sin sacar a los farsistas de su estupor de bellas durmientes con nuestros gritos de júbilo.
Antónimus.
Post scriptum: Si el Madrid le gana al Farsa la final de Copa, entonces sí que va a llegar a la plantilla farsista la Noche de los Cuchillos Largos, incluso aunque no puedan fichar durante un año.
El Cholo Simeone, quien cuando Mou entrenaba al Inter pasó por Milán y pidió permiso al “demonio de la prensa” para estudiar sus métodos de trabajo (nunca se le oirá al argentino criticar al portugués), sabe que su plantilla tiene pocas cartas para jugar y que algunas están marcadas (o sea, jugar tan violentamente que su equipo se pasa casi todo el partido fuera del reglamento); pero, las utiliza bien, porque es tan consciente de sus limitaciones como también lo es de las virtudes que precisa el Pateti para compensar sus carencias: el trabajo y la fe.
Todos sabemos que la fe mueve montañas y por eso nunca se valora suficientemente que cuando el humano aprende a ver las cosas de otra manera en el interior de su cabeza, también cambia su mundo exterior. Y en cuanto al trabajo, parafraseando a Carlos Marx, es el medio por el que el hombre transforma el mundo adaptando la realidad a sus necesidades. Es una actividad ejercida libre y deliberadamente, negándose a asumir pasivamente su existencia como un destino ineluctable; por tanto, también es una re-creación de lo existente.
Luego está el concepto estructural de juego en equipo, en lo cual tiene ventaja Simeone, pues; cuando se tienen figuras endiosadas es mucho más difícil hacerlas trabajar como conjunto. Bueno, dicho más brutalmente, lo difícil es hacerlas trabajar de cualquier manera, como sabemos muy bien en el Madrid. Por eso, por los intereses creados en una plantilla de supermillonarios (tolerados por una directiva cómplice de tal estado de cosas); si llega un entrenador…, digamos Mou, y exige a Sus Excelencias que se quiten el modelazo de Armani para ponerse el mono y sudar como esclavos, lo que está garantizado no son mejores resultados sino que haya un motín y, sea eliminado el “elemento desestabilizador”.
Después de semejante “golpe de estado”, restablecida la “normalidad”, los auténticos Dueños del Club pueden seguir viviendo a capricho, a lo Guti (“¡Así me gusta! ¡Que nadie te diga cuando tienes que correr!”). Por eso, al final cada uno está donde se merece; porque lo importante no es ser muy bueno teóricamente sino en la práctica y en un deporte en equipo esto se nota especialmente. Y la praxis de esta temporada es que el Gran Madrid no ha ganado (en Liga) los partidos de enfrentamiento directo con el Pateti. Toca reflexionar, pero no sobre lo qué es criticable en el equipo de Simeone sino en el nuestro.
Si nos planteamos en qué consiste el éxito actual del Patético, además de advertir un montón de violencia tolerada federativamente, también hay que asumir la cantidad (ya que no destaca por su calidad) de trabajo aportado, que es muy digno de análisis y, en cierto modo, incluso de respeto. Porque en el adversario hay que saber admirar lo bien hecho y aprender de ello; y en lo propio hay que saber eliminar la mala hierba para que no nos den “los nuestros” gato por “perro”. Puede no quererse saber nada de tan necesaria lección vital, pero ignorarla se paga caro.
En cuanto al vencido, aunque el farsante Xavi diga cada vez más tonterías, que sólo evidencian que él no sabe perder (y esto sólo lo disimulaba la inacabable cantidad de ayudas que ha estado recibiendo su Farsita durante los mejores años de “su” historia), veremos ahora cuanto le dura la “no-crisis”; porque hasta la FIFA y Hacienda tienen al Farsa señalado (con perdón del Sr. Cardenal) y su condición, hasta ahora, de Valido Oficial de la RFEF o la de la UEFA van a resentirse por ello. Para empezar, si fracaso era que el Madrid no llegara a las semis de la Champions, en un pretendido supermegaequipazo esto es todavía más fracaso (con “f” de Farsa). Pero no es una crisis, claro. Por supuesto que no: en el Farsa hasta la mierda huele bien.
Por lo que se refiere a los madridistas, aparte de saber escarmentar en cabeza ajena (ya veremos, dijo un ciego llamado Modric), ahora no nos conviene hacer saltar la liebre atacando la decadencia farsista, no. Tenemos que ser más crueles: hay que permanecer callados y disfrutar del dolor farsigrana, pero ayudando con nuestro silencio a que dure el máximo posible, sin sacar a los farsistas de su estupor de bellas durmientes con nuestros gritos de júbilo.
Antónimus.
Post scriptum: Si el Madrid le gana al Farsa la final de Copa, entonces sí que va a llegar a la plantilla farsista la Noche de los Cuchillos Largos, incluso aunque no puedan fichar durante un año.
miércoles, 9 de abril de 2014
NI HAY ENTRENADOR, NI ESQUEMA DE JUEGO NI JUEGA QUIEN LO MERECE
Otra noche negra europea de los blancos; eso sí, con el consuelo de que el colchón de goles de la ida permitió sobrevivir al equipo, que alcanza por cuarta temporada consecutiva las semifinales de la Champions, donde también llega el Chelsea de Mou, y no por casualidad, que es la quinta “semi” seguida del entrenador portugués, con un título incluido.
Pero el marcador final de la eliminatoria no puede ocultar ni el naufragio del equipo en Alemania ni una sería de problemas graves del equipo y, lo que es peor, ya crónicos.
Para empezar, Madrid no tiene entrenador digno de este nombre; se puede admitir esta tesis o no, pero las consecuencias son innegables y están ahí para el que quiera hacer la comparación con la labor de Mou, que, gustase o no, sí que era un auténtico técnico entregado a su trabajo y con capacidad de reacción (el italiano no ha sabido cómo dar la vuelta a ninguno de los partidos importantes de esta temporada, ni en España ni en Europa).
Como no hay responsable táctico efectivo sino teórico, tampoco tenemos esquema de juego, sobre todo sin Cristiano. Parece que todo lo decide la autogestión de los jugadores (para eso forzaron la marcha de Mou); pero este “sistema” no da de sí lo suficiente para garantizar títulos.
El centro del campo está mal estructurado (no busca la superioridad numérica en la zona para bloquear al adversario) y, lo que es mucho peor, hay en el elementos como Illarra que no tienen nada que hacer en el equipo; excepto cerrar el paso a alguien válido, como Casemiro, que en los pocos minutos que le concedió don Carleone demostró, nuevamente, que él si que sabe de que va jugar en serio y metiendo la pierna.
No debió jugar Di María más de un tiempo, ni por su enfermedad previa ni por la depresión acarreada por su fallo en el penalti, que afectó a todo el equipo.
Benzemá es capítulo especial. No está claro si juega porque es francés (como Zidane, y no es casualidad) o por qué, pero está claro que no vale para los partidos aguerridos, donde hay que imponerse al adversario por lo civil y además por lo criminal.
En cuanto a Fallillas, hay que reconocer que hizo una buena parada en el segundo gol (el que regaló Illarramendi), aunque, desgraciadamente, no puedo evitarlo, pero esa no fue su culpa. Sí lo fue su ¿salida? en el primer gol tras el gran fallo de Pepe. El resto fueron paradas (más bien, rechaces) a tiros dirigidos a él, que no tuvo que buscar (como sí hizo el portero alemán). Pero no fue su peor partido ni el mejor, leyendas mediáticas y campañistas aparte.
Ayer ni el árbitro fue excusa, pues no dudó en pitarnos un penalti a favor enseguida y no se cebó con Alonso cuando pudo. Tampoco hay nada que criticar a los alemanes, que buscaron su clasificación con entusiasmo, pero sin violencia. Simplemente, nos pasó lo que nos buscamos nosotros mismos con una pasividad culposa, abúlica y pésimamente dirigida desde la banda.
Y ahora a ver quién nos toca en semifinales, que no parece que estemos para muchos alardes.
Antónimus.
Post scriptum: Para jugar al fútbol, como para casi todo en la vida, hacen falta tres cosas: saber (clase), querer (carácter) y poder (físico). Las figuritas incompletas que intentas hacer estas tres labores dominando una sola, o dos como mucho, están condenadas a dar tantas de cal como de arena.
Pero el marcador final de la eliminatoria no puede ocultar ni el naufragio del equipo en Alemania ni una sería de problemas graves del equipo y, lo que es peor, ya crónicos.
Para empezar, Madrid no tiene entrenador digno de este nombre; se puede admitir esta tesis o no, pero las consecuencias son innegables y están ahí para el que quiera hacer la comparación con la labor de Mou, que, gustase o no, sí que era un auténtico técnico entregado a su trabajo y con capacidad de reacción (el italiano no ha sabido cómo dar la vuelta a ninguno de los partidos importantes de esta temporada, ni en España ni en Europa).
Como no hay responsable táctico efectivo sino teórico, tampoco tenemos esquema de juego, sobre todo sin Cristiano. Parece que todo lo decide la autogestión de los jugadores (para eso forzaron la marcha de Mou); pero este “sistema” no da de sí lo suficiente para garantizar títulos.
El centro del campo está mal estructurado (no busca la superioridad numérica en la zona para bloquear al adversario) y, lo que es mucho peor, hay en el elementos como Illarra que no tienen nada que hacer en el equipo; excepto cerrar el paso a alguien válido, como Casemiro, que en los pocos minutos que le concedió don Carleone demostró, nuevamente, que él si que sabe de que va jugar en serio y metiendo la pierna.
No debió jugar Di María más de un tiempo, ni por su enfermedad previa ni por la depresión acarreada por su fallo en el penalti, que afectó a todo el equipo.
Benzemá es capítulo especial. No está claro si juega porque es francés (como Zidane, y no es casualidad) o por qué, pero está claro que no vale para los partidos aguerridos, donde hay que imponerse al adversario por lo civil y además por lo criminal.
En cuanto a Fallillas, hay que reconocer que hizo una buena parada en el segundo gol (el que regaló Illarramendi), aunque, desgraciadamente, no puedo evitarlo, pero esa no fue su culpa. Sí lo fue su ¿salida? en el primer gol tras el gran fallo de Pepe. El resto fueron paradas (más bien, rechaces) a tiros dirigidos a él, que no tuvo que buscar (como sí hizo el portero alemán). Pero no fue su peor partido ni el mejor, leyendas mediáticas y campañistas aparte.
Ayer ni el árbitro fue excusa, pues no dudó en pitarnos un penalti a favor enseguida y no se cebó con Alonso cuando pudo. Tampoco hay nada que criticar a los alemanes, que buscaron su clasificación con entusiasmo, pero sin violencia. Simplemente, nos pasó lo que nos buscamos nosotros mismos con una pasividad culposa, abúlica y pésimamente dirigida desde la banda.
Y ahora a ver quién nos toca en semifinales, que no parece que estemos para muchos alardes.
Antónimus.
Post scriptum: Para jugar al fútbol, como para casi todo en la vida, hacen falta tres cosas: saber (clase), querer (carácter) y poder (físico). Las figuritas incompletas que intentas hacer estas tres labores dominando una sola, o dos como mucho, están condenadas a dar tantas de cal como de arena.
ÍKER: CON AMIGOS COMO ESTOS NO NECESITAS ENEMIGOS
Todos los que vimos el último Madrid-Farsa sabemos lo que le hizo Busquets el Mono (dicho sea por su gran atractivo como persona) a Pepe el Terrible (aunque lo es mucho menos que la mayoría de los defensas y que muchos cortapiernas del centro del campo).
También pudimos ver la descarada reacción de Busquets ante la tímida protesta de Pepe; quien, tras el partido y con toda la razón, se preguntó en los medios que habría pasado si él hubiera sido quien pisase a un jugador del Farsa. Pues bien, para el farsista el asunto no era más que “una tontería” (vamos, que somos tontos los que le damos importancia a que a un ser humano, derribado en el suelo, le sea pisoteado la cabeza).
Por supuesto, y siempre con una “dulzura” digna de las más pacíficas madres abadesas, algunos miembros de la plantilla merengue abundaron después en la línea de Pepe, aduciendo lo poco que se magnifica lo que le hacen a él y cómo se destaca y “campañiza” cada una de sus salidas de tono; cuando resulta que, paradójicamente, el portugués es uno de los defensas más limpios de la Liga. Apenas mencionaron a Busquets sino la impunidad de semejante acción (recordemos que a Buyo le calleron unos cuantos partidos de sanción por mucho menos y sin que lo denunciara el acta arbitral sino que hubo intervención directa del Comité de Competición, que, evidentemente, trabaja para velar por los intereses de un único cliente cuyo nombre no hace falta volver a mencionar).
Tras Alonso habló Fallillas, eso sí, con un cariño tal hacia su “Busi” que parecía que ellos dos eran los compañeros de equipo (por no decir novios). Incluso dejó deslizar en su argumentación que Pepe también metía la pata a veces (algo inaudito en una apología; pero ya sabemos a qué futbolistas quiere más Íker el Ingenuo, aparte de a sí mismo).
Pues bien, a Xabi el Charnego no le ha sentado bien la ¿crítica”? madridista y ha mostrado nuevamente que, más allá de ese pretencioso señorío con el que dicen nutrir a los mamones de La Demasía, él no pasa de ser un chuloputas cabreado cada vez que le toca reconocer algo a sus adversarios (recordemos su cara de hiperjodido cuando les ganamos la Copa de Mou) o los propios errores suyos o de su Farsa.
Xabi el Chalado (lo decimos por su evidente pérdida de la capacidad de raciocinio) ha dicho, textualmente, que las imágenes muestran claramente que Busquets no pisó a Pepe.
Bueno, no faltan las imágenes que demuestran lo contrario; concretamente, se ve nítidamente que lo que hizo Busquets no fue dar un pisotón normal sino que deslizó su bota de modo prolongado y estudiado a lo largo del rostro de Pepe; fue algo meticulosamente efectuado, sin clavar los tacos. Además, momentos antes, se ve a Busquets de pie, junto a Pepe (recien derribado por varios farsistas) que, lentamente, se pone en movimiento y, nada fuera de sí (a diferencia de otros compañeros suyos) pasa sobre Pepe len-ta-men-te, mientras su mirada, extrañamente fija en un punto indefinido ante él (no en la cara de alguien y mucho menos en la de Pepe) no parece buscar otra cosa que recorrer una ruta prefijada sin desviarse ni un milímetro de sus planes. Éstos no eran, necesariamente, lesionar gravemente a su rival sino algo más sibilino, como humillarlo, mostrarle su indefensión ante el Farsa…mandarle un mensaje, vamos.
Bueno, pues que hablen las imágenes en las que intentan justificar sus sandeces Xabi el Mafioso (lo decimos por su contumacia y su táctica permanente de hacer piña con los suyos hagan lo que hagan y caiga quien caiga; claro, mientras no sea alguien de su clan):
http://www.bing.com/videos/search?q=pisoton+busquets+pepe&FORM=HDRSC3#view=detail&mid=38C96A20C97F21513D3338C96A20C97F21513D33
http://www.bing.com/images/search?q=pisoton+busquets+pepe&FORM=HDRSC2#view=detail&id=1DA90E6B86A72CC39C2108D0B8A4AAD7F3C05127&selectedIndex=0
http://www.bing.com/images/search?q=pisoton+busquets+pepe&FORM=HDRSC2#view=detail&id=DF7DE7F4C80CAB9F6542F5D9FC702FC71D1DAD59&selectedIndex=4
http://www.bing.com/images/search?q=pisoton+busquets+pepe&FORM=HDRSC2#view=detail&id=DA1207BA11410D4E1B2BDA66B620699CEA337EFC&selectedIndex=7
http://www.bing.com/images/search?q=pisoton+busquets+pepe&FORM=HDRSC2#view=detail&id=C235DCE83F17264FB0D7368E046852ED45CF053D&selectedIndex=44
Por cierto, lo que también dicen las imágenes es que el Farsa debería haber jugado con un jugador menos durante toda la segunda parte; pero fue el Madrid quien lo hizo, ¿verdad Undiano el Navarrico, también conocido como Penaltero Mayor del Farsa? Menos mal que ya te han vetado y no vas a pitarle al Madrid en la final de Copa después de las dos faenas que le has hecho en la Liga de esta temporada.
A ver si hay suerte y esto sirve para que Fallillas deje de levitar en su irrealidad de amiguete de los farsistas y echa pie a tierra de una vez, para que vea la inmensa cantidad de mierda que la cubre (y quien es su principal responsable). Ya se lo quiso hacer ver Mou cuando él se metió, aparte de a “confidente” mediático, a “ministro de exteriores” madridista y, extralimitándose, llamó a pedir perdón a los farsistas por las inexcusables culpas madridistas (suponemos que por existir).
Antónimus.
Post scriptum: En cuanto a ese “señor” marqués que se autoerige en gran defensor del juego limpio; ese “caballero” al que “no le gusta ver ciertas cosas” en los terrenos de juego si las hace el Madrid (pero que no le interesan si se las hacen a su antiguo club, repetimos, antiguo), ya ha aclarado que no va a sancionar a Busquets por pisar la cabeza de Pepe. Mensaje recibido: la mierda tiende a juntarse; nada nuevo bajo el sol. Pero que no se extrañe nadie si algunos sacamos conclusiones lógicas de tales premisas y decimos que la selección es para nosotros ya sólo la Cosa Vostra y lo celebraremos el día que el día que la Farsañola se estrelle.
También pudimos ver la descarada reacción de Busquets ante la tímida protesta de Pepe; quien, tras el partido y con toda la razón, se preguntó en los medios que habría pasado si él hubiera sido quien pisase a un jugador del Farsa. Pues bien, para el farsista el asunto no era más que “una tontería” (vamos, que somos tontos los que le damos importancia a que a un ser humano, derribado en el suelo, le sea pisoteado la cabeza).
Por supuesto, y siempre con una “dulzura” digna de las más pacíficas madres abadesas, algunos miembros de la plantilla merengue abundaron después en la línea de Pepe, aduciendo lo poco que se magnifica lo que le hacen a él y cómo se destaca y “campañiza” cada una de sus salidas de tono; cuando resulta que, paradójicamente, el portugués es uno de los defensas más limpios de la Liga. Apenas mencionaron a Busquets sino la impunidad de semejante acción (recordemos que a Buyo le calleron unos cuantos partidos de sanción por mucho menos y sin que lo denunciara el acta arbitral sino que hubo intervención directa del Comité de Competición, que, evidentemente, trabaja para velar por los intereses de un único cliente cuyo nombre no hace falta volver a mencionar).
Tras Alonso habló Fallillas, eso sí, con un cariño tal hacia su “Busi” que parecía que ellos dos eran los compañeros de equipo (por no decir novios). Incluso dejó deslizar en su argumentación que Pepe también metía la pata a veces (algo inaudito en una apología; pero ya sabemos a qué futbolistas quiere más Íker el Ingenuo, aparte de a sí mismo).
Pues bien, a Xabi el Charnego no le ha sentado bien la ¿crítica”? madridista y ha mostrado nuevamente que, más allá de ese pretencioso señorío con el que dicen nutrir a los mamones de La Demasía, él no pasa de ser un chuloputas cabreado cada vez que le toca reconocer algo a sus adversarios (recordemos su cara de hiperjodido cuando les ganamos la Copa de Mou) o los propios errores suyos o de su Farsa.
Xabi el Chalado (lo decimos por su evidente pérdida de la capacidad de raciocinio) ha dicho, textualmente, que las imágenes muestran claramente que Busquets no pisó a Pepe.
Bueno, no faltan las imágenes que demuestran lo contrario; concretamente, se ve nítidamente que lo que hizo Busquets no fue dar un pisotón normal sino que deslizó su bota de modo prolongado y estudiado a lo largo del rostro de Pepe; fue algo meticulosamente efectuado, sin clavar los tacos. Además, momentos antes, se ve a Busquets de pie, junto a Pepe (recien derribado por varios farsistas) que, lentamente, se pone en movimiento y, nada fuera de sí (a diferencia de otros compañeros suyos) pasa sobre Pepe len-ta-men-te, mientras su mirada, extrañamente fija en un punto indefinido ante él (no en la cara de alguien y mucho menos en la de Pepe) no parece buscar otra cosa que recorrer una ruta prefijada sin desviarse ni un milímetro de sus planes. Éstos no eran, necesariamente, lesionar gravemente a su rival sino algo más sibilino, como humillarlo, mostrarle su indefensión ante el Farsa…mandarle un mensaje, vamos.
Bueno, pues que hablen las imágenes en las que intentan justificar sus sandeces Xabi el Mafioso (lo decimos por su contumacia y su táctica permanente de hacer piña con los suyos hagan lo que hagan y caiga quien caiga; claro, mientras no sea alguien de su clan):
http://www.bing.com/videos/search?q=pisoton+busquets+pepe&FORM=HDRSC3#view=detail&mid=38C96A20C97F21513D3338C96A20C97F21513D33
http://www.bing.com/images/search?q=pisoton+busquets+pepe&FORM=HDRSC2#view=detail&id=1DA90E6B86A72CC39C2108D0B8A4AAD7F3C05127&selectedIndex=0
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Por cierto, lo que también dicen las imágenes es que el Farsa debería haber jugado con un jugador menos durante toda la segunda parte; pero fue el Madrid quien lo hizo, ¿verdad Undiano el Navarrico, también conocido como Penaltero Mayor del Farsa? Menos mal que ya te han vetado y no vas a pitarle al Madrid en la final de Copa después de las dos faenas que le has hecho en la Liga de esta temporada.
A ver si hay suerte y esto sirve para que Fallillas deje de levitar en su irrealidad de amiguete de los farsistas y echa pie a tierra de una vez, para que vea la inmensa cantidad de mierda que la cubre (y quien es su principal responsable). Ya se lo quiso hacer ver Mou cuando él se metió, aparte de a “confidente” mediático, a “ministro de exteriores” madridista y, extralimitándose, llamó a pedir perdón a los farsistas por las inexcusables culpas madridistas (suponemos que por existir).
Antónimus.
Post scriptum: En cuanto a ese “señor” marqués que se autoerige en gran defensor del juego limpio; ese “caballero” al que “no le gusta ver ciertas cosas” en los terrenos de juego si las hace el Madrid (pero que no le interesan si se las hacen a su antiguo club, repetimos, antiguo), ya ha aclarado que no va a sancionar a Busquets por pisar la cabeza de Pepe. Mensaje recibido: la mierda tiende a juntarse; nada nuevo bajo el sol. Pero que no se extrañe nadie si algunos sacamos conclusiones lógicas de tales premisas y decimos que la selección es para nosotros ya sólo la Cosa Vostra y lo celebraremos el día que el día que la Farsañola se estrelle.
viernes, 4 de abril de 2014
BLATTER ES EL NUEVO COLÓN
Nadie pone en duda el mérito de Cristóbal Colón como Descubridor de un Mundo Nuevo (lo más que se discute es de dónde era él; pero lo importante es que Castilla y León lo supo “fichar” y por eso ahora una buena parte del mundo habla nuestro idioma castellano). El caso es que su Descubrimiento fue muy importante porque, si bien no creó algo que antes no existía, fue él quien lo dio a conocer y desde ese momento el mundo, tal y como había sido concebido hasta entonces, cambió para siempre.
Pues bien, ahora tenemos la suerte de vivir, como contemporáneos, una nueva gesta totalmente equiparable: Blatter, el presidente de la FIFA, acaba de hacer un nuevo y decisivo Descubrimiento; tras el autobombo del Farsa que pretender ser la encarnación de la ejemplaridad positiva y la virtud social, (del que se hace tanto eco el colaboracionismo mediático profarsista) sólo existe una cosa: ¡la Nada!
Porque de lo único que es ejemplo sobresaliente (y reincidente) el Farsa es de indeseable y prepotente Enemigo Público del juego limpio y de la igualdad en obligaciones y derechos de todos.
Por eso, incluso EL PAISITO, del grupo PRISA POR CARGARSE AL MADRID, tan amigo normalmente de loar cada “éxito” del Farsa y de poner sordina a sus múltiples escándalos, publica que este “más-que-un-club-un-escándalo” quiere estar en un limbo alegal y no acepta que la normativa deportiva vigente sea también de obligado cumplimiento para él:
EL BARCELONA QUISO SALTARSE LAS NORMAS
http://deportes.elpais.com/deportes/2014/04/03/actualidad/1396537410_731677.html
El propio Farsa (su entonces presidente, Rosell) intentó que la FIFA lo eximiera del cumplimiento de una regla que se había saltado a la torera. ¿De qué se queja ahora? Porque tal “gestión” es una confesión (o autoinculpación) en toda regla, ya que, de la misma manera que no hay delito sin ley previa (nullum crimen, nulla poena sine praevia lege), no se puede pedir un indulto sin haber delinquido anteriormente. Además, hace más de un año que el Farsa estaba avisado por la FIFA de que tenía que cambiar de “métodos”. No hay lugar para la sorpresa.
La paranoia farsista alcanza tal cota que se le ha oído declarar a alguno de sus directivos que hay una “mano blanca” detrás de esta sanción; como si el Farsa no hubiera hecho nada ilegal que deba ser sancionado ahora; como si “su reino no fuera de este mundo”. Quizá los “herrados” somos nosotros, que carecemos de suficiente capacidad mental para comprender que los farsistas no se sientan nunca en la “taza” sino que no lo necesitan, pues levitan por encima de ella, pues ellos están en un “más-allá” ubicado fuera del alcance de nuestra torpe comprensión humana, que no puede trascender el “más-acá” del reglamento vigente.
Su caradura alcanza a algún abogado de pleitos pobres, que ha alegado que la reglamentación de la FIFA no es normativa “legal” (no es norma positiva integrada en el ordenamiento jurídico de un estado de derecho) y por tanto no es exigible su cumplimiento.
Este “iletrado” “olvida” interesadamente lo que no le conviene tener presente (como lo hizo el Farsa, cuando llevo a los tribunales ordinarios la sanción de cierre de su estadio por dos partidos tras el cochinazo farsista). “No recuerda” que el fútbol es una actividad privada que se basa en la asociación libre a la organización de la FIFA, que es independiente de cualquier gobierno, y que ésta institución queda así legitimada por sus propios miembros para ordenar las actividades de estos clubes mediante reglas que se justifican con el previo “acuerdo entre caballeros” de someterse a las mismas, esto es, la aceptación implícita de que todas las cuestiones futbolísticas se resuelven exclusivamente en el seno del fútbol. Claro, esto se da por sobreentendido entre “caballeros”, no entre fulleros.
Desde luego, no es extraño que con tanta “imaginación jurídica” termine el Farsa, y sus más destacados miembros, bien directivos bien jugadores, teniendo tantos problemas con la Hacienda “real”.
Por supuesto, el Farsa puede fundar su propia organización “mundial” de fútbol y desde ella poner en marcha competiciones ad hoc, por ejemplo, la liga farsalana. Y puede poner, como regla, que él la tiene que ganar todos los años; que puede alienar a tantos jugadores como le dé la gana, etc. Aunque no parece probable que haya otros clubes interesados en ser parte de una encerrona semejante.
Volviendo al punto de vista farsista de que el modelo de La Demasía es legítimo, ¿a qué viene tanta preocupación en un club que dice basarse prácticamente en exclusividad en su cantera? Más allá de la hipocresía que supone oírlo de quien ha tenido en sus filas, como fichajes carísimos, a tantos jugadores extranjeros (incluyendo a unos cuantos españoles), queda la cuestión abierta de ¿por qué, precisamente ahora, no le da una lección a la FIFA y al mundo entero demostrando que le sobra y basta con “su” fútbol-base para seguir siendo el mejor equipo de toda su historia y, de paso, aprovecha para ahorrar y equilibrar su maltrecha economía?
Que no se preocupe el Farsa, porque por supuesto que va a seguir habiendo un “espaci farsista” en nuestro mundo, donde hay sitio para todo, bueno y malo; incluida la mierda, la podredumbre y la lepra moral que el tan descarnadamente representa.
Pero no pasa nada, ¡por favor! Que el Farsa “no renuncie a las esencias” de las que tanto, aunque injustificada y contradictoriamente, presume, que si sigue así, pronto asistiremos a sus exequias.
Antónimus.
Post scriptum: Pues sí: el Farsa, autoproclamado Rey del Fútbol, iba desnudo y además estaba lleno de llagas purulentas y hediondas. A ver cuándo se atreven a decirlo todos sus vasallos. ¡Cardenal, toma la palabra!
Pues bien, ahora tenemos la suerte de vivir, como contemporáneos, una nueva gesta totalmente equiparable: Blatter, el presidente de la FIFA, acaba de hacer un nuevo y decisivo Descubrimiento; tras el autobombo del Farsa que pretender ser la encarnación de la ejemplaridad positiva y la virtud social, (del que se hace tanto eco el colaboracionismo mediático profarsista) sólo existe una cosa: ¡la Nada!
Porque de lo único que es ejemplo sobresaliente (y reincidente) el Farsa es de indeseable y prepotente Enemigo Público del juego limpio y de la igualdad en obligaciones y derechos de todos.
Por eso, incluso EL PAISITO, del grupo PRISA POR CARGARSE AL MADRID, tan amigo normalmente de loar cada “éxito” del Farsa y de poner sordina a sus múltiples escándalos, publica que este “más-que-un-club-un-escándalo” quiere estar en un limbo alegal y no acepta que la normativa deportiva vigente sea también de obligado cumplimiento para él:
EL BARCELONA QUISO SALTARSE LAS NORMAS
http://deportes.elpais.com/deportes/2014/04/03/actualidad/1396537410_731677.html
El propio Farsa (su entonces presidente, Rosell) intentó que la FIFA lo eximiera del cumplimiento de una regla que se había saltado a la torera. ¿De qué se queja ahora? Porque tal “gestión” es una confesión (o autoinculpación) en toda regla, ya que, de la misma manera que no hay delito sin ley previa (nullum crimen, nulla poena sine praevia lege), no se puede pedir un indulto sin haber delinquido anteriormente. Además, hace más de un año que el Farsa estaba avisado por la FIFA de que tenía que cambiar de “métodos”. No hay lugar para la sorpresa.
La paranoia farsista alcanza tal cota que se le ha oído declarar a alguno de sus directivos que hay una “mano blanca” detrás de esta sanción; como si el Farsa no hubiera hecho nada ilegal que deba ser sancionado ahora; como si “su reino no fuera de este mundo”. Quizá los “herrados” somos nosotros, que carecemos de suficiente capacidad mental para comprender que los farsistas no se sientan nunca en la “taza” sino que no lo necesitan, pues levitan por encima de ella, pues ellos están en un “más-allá” ubicado fuera del alcance de nuestra torpe comprensión humana, que no puede trascender el “más-acá” del reglamento vigente.
Su caradura alcanza a algún abogado de pleitos pobres, que ha alegado que la reglamentación de la FIFA no es normativa “legal” (no es norma positiva integrada en el ordenamiento jurídico de un estado de derecho) y por tanto no es exigible su cumplimiento.
Este “iletrado” “olvida” interesadamente lo que no le conviene tener presente (como lo hizo el Farsa, cuando llevo a los tribunales ordinarios la sanción de cierre de su estadio por dos partidos tras el cochinazo farsista). “No recuerda” que el fútbol es una actividad privada que se basa en la asociación libre a la organización de la FIFA, que es independiente de cualquier gobierno, y que ésta institución queda así legitimada por sus propios miembros para ordenar las actividades de estos clubes mediante reglas que se justifican con el previo “acuerdo entre caballeros” de someterse a las mismas, esto es, la aceptación implícita de que todas las cuestiones futbolísticas se resuelven exclusivamente en el seno del fútbol. Claro, esto se da por sobreentendido entre “caballeros”, no entre fulleros.
Desde luego, no es extraño que con tanta “imaginación jurídica” termine el Farsa, y sus más destacados miembros, bien directivos bien jugadores, teniendo tantos problemas con la Hacienda “real”.
Por supuesto, el Farsa puede fundar su propia organización “mundial” de fútbol y desde ella poner en marcha competiciones ad hoc, por ejemplo, la liga farsalana. Y puede poner, como regla, que él la tiene que ganar todos los años; que puede alienar a tantos jugadores como le dé la gana, etc. Aunque no parece probable que haya otros clubes interesados en ser parte de una encerrona semejante.
Volviendo al punto de vista farsista de que el modelo de La Demasía es legítimo, ¿a qué viene tanta preocupación en un club que dice basarse prácticamente en exclusividad en su cantera? Más allá de la hipocresía que supone oírlo de quien ha tenido en sus filas, como fichajes carísimos, a tantos jugadores extranjeros (incluyendo a unos cuantos españoles), queda la cuestión abierta de ¿por qué, precisamente ahora, no le da una lección a la FIFA y al mundo entero demostrando que le sobra y basta con “su” fútbol-base para seguir siendo el mejor equipo de toda su historia y, de paso, aprovecha para ahorrar y equilibrar su maltrecha economía?
Que no se preocupe el Farsa, porque por supuesto que va a seguir habiendo un “espaci farsista” en nuestro mundo, donde hay sitio para todo, bueno y malo; incluida la mierda, la podredumbre y la lepra moral que el tan descarnadamente representa.
Pero no pasa nada, ¡por favor! Que el Farsa “no renuncie a las esencias” de las que tanto, aunque injustificada y contradictoriamente, presume, que si sigue así, pronto asistiremos a sus exequias.
Antónimus.
Post scriptum: Pues sí: el Farsa, autoproclamado Rey del Fútbol, iba desnudo y además estaba lleno de llagas purulentas y hediondas. A ver cuándo se atreven a decirlo todos sus vasallos. ¡Cardenal, toma la palabra!
jueves, 3 de abril de 2014
EL VERDADERO VALOR DEL FARSISMO DE LOS VALORES POTEMKIN
Efectivamente, es “más-que-un-club”, porque es una cadena de escándalos sin fin (que continuarán, seguro).
Cada vez es más difícil tener presente todos los líos en los que está metido el Farsa actualmente. En cualquier caso, limitándonos al, de momento, último, vamos a intentar analizar lo que implica la sanción de la FIFA al club farsista para que no pueda fichar jugadores, de ningún tipo, hasta el verano de 2015.
1. Una gran oportunidad para la “universal” cantera farsista.
En realidad, esto es una gran oportunidad para conocer de una vez la importancia real de la cantera farsista. Para el primer equipo, van a tener que recuperar cedidos; prolongar contratos a acabados como Puyol o Xaví…pero, sobre todo, subirán a muchos jugadores canteranos y empezarán a frecuentar la alienación farsista nombres que, a diferencia de los actuales, encarnarán mucho mejor la esencia de la tierra farsalana, como Valls, Pujol, Vila, Serra, Martí, o Ferrer. Ya lo veremos, dijo el ciego.
2. La Fede de Villar es, ya oficialmente, colaboracionista de la “gestión” farsista.
Ya no son sólo los frecuentes errores arbitrales a favor siempre del Farsa, no, ahora la FIFA, la “jefa” de la “FEDE” del Kapo Villar, hace público que éste es el colaborador necesario de los tejemanejes farsistas (bueno, los federativos, que de los fiscales no tiene él la culpa) y en consecuencia también es sancionado.
3. La ejemplaridad farsista no es más que hipocresía manipulada mediáticamente.
Érase una vez, en un país muy lejano, un príncipe llamado Potemkin que quiso enseñar la Crimea que acaba de conquistar a su reina, Catalina la Grande. Como esta península estaba devastada tras la guerra, ideó el ardid de ir construyendo poblados “almerienses” consistentes en unas cuantas fachadas de madera, apenas apuntaladas por detrás, para que, vistos de lejos, parecieran auténticos y la soberana se maravillará de lo próspero que era su nuevo territorio. Fueron los llamados Pueblos Potemkin, que en su versión actualizada son los Valores Potemkin del Farsismo.
Como ahora estamos más adelantados, las “fachadas” se construyen mediáticamente. En cualquier caso, a esto se limita toda la “realidad” de los Valores Sublimes del Farsa. Reconocerlo será triste para muchos (hay más, tontos en el público que listillos en el Farsa, que ¡ya es decir!), pero cada vez va a ser más ineludible asumirlo.
4. ¿Sacará Cardenal otro manifiesto para luchar contra la persecución antifarsista?
El Secretario de Estado para el Deporte debería aprovechar esta nueva oportunidad de defender su Farsa, esteeeee, a su Farsa y sacar otro comunicado para limpiar el nombre (lamentablemente, algo ajado) de su club del corazoncito (¿será el suyo bicolor? Y es lo es, ¿azulgrana o gualdirojo?)
Como conclusión, hagamos nuestra la opinión del vicepresidente económico farsista, Javier Faus, “La (De)masía ha sido siempre un ejemplo”. Efectivamente. Lo malo es que, por ejemplo Jack el Destripador también lo es entre los criminales. El problema de lo ejemplar es que debe ser útil socialmente para que alcanzar reconocimiento público en tanto que se trata de un comportamiento deseable y fomentable. En cambio, lo que hace el Farsa, una vez desenmascarado, cada vez más claramente,sólo es un nefasto ejemplo justamente de lo contrario.
Antónimus.
Post scriptum: ¿Sabremos alguna vez el resultado (la sanción) final de los escándalos fiscales (son varios) del Farsa o será “materia reservada” que se resolverá a lo “Banca-Catalana” en petit comité gubernamental como pago compensatorio para que no pidan la independencia del todo?
Cada vez es más difícil tener presente todos los líos en los que está metido el Farsa actualmente. En cualquier caso, limitándonos al, de momento, último, vamos a intentar analizar lo que implica la sanción de la FIFA al club farsista para que no pueda fichar jugadores, de ningún tipo, hasta el verano de 2015.
1. Una gran oportunidad para la “universal” cantera farsista.
En realidad, esto es una gran oportunidad para conocer de una vez la importancia real de la cantera farsista. Para el primer equipo, van a tener que recuperar cedidos; prolongar contratos a acabados como Puyol o Xaví…pero, sobre todo, subirán a muchos jugadores canteranos y empezarán a frecuentar la alienación farsista nombres que, a diferencia de los actuales, encarnarán mucho mejor la esencia de la tierra farsalana, como Valls, Pujol, Vila, Serra, Martí, o Ferrer. Ya lo veremos, dijo el ciego.
2. La Fede de Villar es, ya oficialmente, colaboracionista de la “gestión” farsista.
Ya no son sólo los frecuentes errores arbitrales a favor siempre del Farsa, no, ahora la FIFA, la “jefa” de la “FEDE” del Kapo Villar, hace público que éste es el colaborador necesario de los tejemanejes farsistas (bueno, los federativos, que de los fiscales no tiene él la culpa) y en consecuencia también es sancionado.
3. La ejemplaridad farsista no es más que hipocresía manipulada mediáticamente.
Érase una vez, en un país muy lejano, un príncipe llamado Potemkin que quiso enseñar la Crimea que acaba de conquistar a su reina, Catalina la Grande. Como esta península estaba devastada tras la guerra, ideó el ardid de ir construyendo poblados “almerienses” consistentes en unas cuantas fachadas de madera, apenas apuntaladas por detrás, para que, vistos de lejos, parecieran auténticos y la soberana se maravillará de lo próspero que era su nuevo territorio. Fueron los llamados Pueblos Potemkin, que en su versión actualizada son los Valores Potemkin del Farsismo.
Como ahora estamos más adelantados, las “fachadas” se construyen mediáticamente. En cualquier caso, a esto se limita toda la “realidad” de los Valores Sublimes del Farsa. Reconocerlo será triste para muchos (hay más, tontos en el público que listillos en el Farsa, que ¡ya es decir!), pero cada vez va a ser más ineludible asumirlo.
4. ¿Sacará Cardenal otro manifiesto para luchar contra la persecución antifarsista?
El Secretario de Estado para el Deporte debería aprovechar esta nueva oportunidad de defender su Farsa, esteeeee, a su Farsa y sacar otro comunicado para limpiar el nombre (lamentablemente, algo ajado) de su club del corazoncito (¿será el suyo bicolor? Y es lo es, ¿azulgrana o gualdirojo?)
Como conclusión, hagamos nuestra la opinión del vicepresidente económico farsista, Javier Faus, “La (De)masía ha sido siempre un ejemplo”. Efectivamente. Lo malo es que, por ejemplo Jack el Destripador también lo es entre los criminales. El problema de lo ejemplar es que debe ser útil socialmente para que alcanzar reconocimiento público en tanto que se trata de un comportamiento deseable y fomentable. En cambio, lo que hace el Farsa, una vez desenmascarado, cada vez más claramente,sólo es un nefasto ejemplo justamente de lo contrario.
Antónimus.
Post scriptum: ¿Sabremos alguna vez el resultado (la sanción) final de los escándalos fiscales (son varios) del Farsa o será “materia reservada” que se resolverá a lo “Banca-Catalana” en petit comité gubernamental como pago compensatorio para que no pidan la independencia del todo?
martes, 1 de abril de 2014
LA UNANIMIDAD UNIDIRECCIONAL DE LOS ERRORES ARBITRALES EN ESPAÑA
En la película “La vida de los otros”, que muestra cómo era la vida en la antigua RDA y más concretamente, cómo actuaba la Stasi, hay una escena en una academia de futuros policías en la que se explica cuando se sabe que un detenido miente:
Si tras varios interrogatorios todas sus versiones de los hechos investigados coinciden, hay que sospechar que sólo está repitiendo un guión aprendido de memoria y por eso no puede apartarse nunca de él, ni en el más mínimo detalle.
De los así llamados errores del fútbol español (y de sus manidas justificaciones) puede decirse algo similar: van unánimemente en la misma dirección, la de Farsalona (si hay una excepción, como el penalti a favor del Madrid picado por el navarro Undiano Mallenco contra el Farsa, a pesar de que la falta se cometió fuera del área, hay que remitirse al contexto para reinterpretar tal “ayuda”, seguida por dos penaltis en contra, como la utilidad de dotarse de “coartada madridista” para el colegiado. ¿No es genial?).
Undiano el Navarrico tiene ya un dilatado historial antimadridista; basten dos botones de muestra: el penalti a nuestro favor “engullido” por él y perpetrado en el área del Farsa del partido de ida, en Farsalona, durante esta misma temporada y, en la final de la Copa de Mou, un entradón de Leñador Busquets a Alonso en las mismas narices de este “árbitro” que, por supuesto, no supuso la expulsión fulminante del farsista (que, al fin y al cabo, no es Ramos, claro).
A los que dicen que los árbitros siempre ayudan a los grandes les diremos que esto es un pataleo de los pequeños; que pisan mucho menos el área y disponen de futbolistas de mucha menos calidad, por lo que juegan habitualmente a la falta, cuando no violentamente (pero sin consecuencias, porque lo hacen con tolerancia federativa ante tal juego ilegal; como se advierte en el dispar modo de juzgar los lances por lo que hace o lo que le hacen a Cristiano. Lo demuestra la impunidad de Navarro cuando casi le sacó un ojo de un codazo, sin que interviniera ni el colegiado ni la federación de oficio pese a los abundantes antecedentes previos de este “sujeto”).
Esto lo suelen olvidar los “chicos” cuando se quejan, pues, además; también se benefician de cuando, para perjudicar al Madrid, por ejemplo contra el Gijón o el Zaragoza, se nos anulan goles válidos a nosotros y se dan goles ilegales al “débil” porque conviene a un tercero “interesado” que el Madrid pierda puntos.
El problema real, en el fondo, es “entre grandes”; los que se juegan los títulos, pues en este contexto se decide el campeón por muy poco y ahí es donde los árbitros son una arma de destrucción masiva de la legitimidad en la obtención de campeonatos.
Es lo que pasó, repetidamente, en cierta isla africana llamada Tenerife y se repitió en La Coruña por ese “defectillo” tan español que es la impunidad connivente. O también europeo, como evidencia lo que le pasó al Madrid de Di Stéfano en la sexta edición de la Copa de Europa (por cierto, nada casualmente a favor del Farsa, el mismo que se benefició de un gol legal que le fue anulado a Shevchenko o unos cuantos penaltis no pitados a favor del Chelsea o de la expulsión de Pepe, “sucesos”, todos ellos, concomitantes para que dicho “ente” pudiera llegar a las tres últimas finales de la Champions que ha “ganado”).
Porque con la justicia pasa como con el respeto: o hay para todos o es privilegio, luego injusticia (y todos sabemos el contexto de “ciudadanía especial” para los vascalanes que se da en este…”país” actualmente).
Y si los árbitros no bastan, ahí está Cardenal, Secretario de Estado para el Deporte, para hacer una cagada de tal calibre que si llega a perpetrarla su jefe (el madridista y Ministro de Cultura, Wert) obligan al Madrid a exiliarse a Portugal.
Esta última jornada liguera, cuando ya quedaba poco para acabar el partido ante el Español, penalti a favor del Farsa para que no pinche y además omisión de otro previo del omnipresente (en los líos) Mascherano. Desde luego, es muy difícil que el Farsa, que actúa con red, tenga un tropiezo que lamentar. Esto, los arbitrajes, si que se lo envidiamos a estos chantajistas perpetuos, que corrompen todo lo que tocan.
Así que claro que sí tenemos derecho a quejarnos. Pero ¡ojo! No nos vamos a conformar con eso eternamente; si no hay juego limpio, habrá que romper la baraja.
De momento, estas “incidencias” nos están llevando a remodelar el lenguaje; por eso hablamos de la Unión Europea de Financieros Antimadridistas (UEFA), del Farsa o de…Mierdaña.
Antónimus.
Post scriptum: Busquets, quizá por su apellido, ha tardado una semana en encontrar las razones que ¿explican? su pisotón a Pepe en la cara cuando estaba caído en el suelo (¡qué valiente!). Nosotros nos vamos a tomar bastante más tiempo para aceptar semejantes sandeces como una declaración digna de no acabar con el papel higiénico. Hay veces que quedarse callado no conviene (al fin lo ha comprendido el rompetibias farsista, seguramente, a instancias de su “más-que-un-club-un-escándalo-tras-otro”); pero también las hay en las que hablar, para decir estupideces de este calibre, es aún peor. Debe de ser que le cuesta expresarse porque es extranjero y no domina nuestro idioma castellano; una lengua que sí sirve para algo a la hora de comunicarse urbi et orbe; porque es una de las más importantes del mundo en lugar de una curiosidad para filólogos estudiosos de lenguas en vías de extinción.
Si tras varios interrogatorios todas sus versiones de los hechos investigados coinciden, hay que sospechar que sólo está repitiendo un guión aprendido de memoria y por eso no puede apartarse nunca de él, ni en el más mínimo detalle.
De los así llamados errores del fútbol español (y de sus manidas justificaciones) puede decirse algo similar: van unánimemente en la misma dirección, la de Farsalona (si hay una excepción, como el penalti a favor del Madrid picado por el navarro Undiano Mallenco contra el Farsa, a pesar de que la falta se cometió fuera del área, hay que remitirse al contexto para reinterpretar tal “ayuda”, seguida por dos penaltis en contra, como la utilidad de dotarse de “coartada madridista” para el colegiado. ¿No es genial?).
Undiano el Navarrico tiene ya un dilatado historial antimadridista; basten dos botones de muestra: el penalti a nuestro favor “engullido” por él y perpetrado en el área del Farsa del partido de ida, en Farsalona, durante esta misma temporada y, en la final de la Copa de Mou, un entradón de Leñador Busquets a Alonso en las mismas narices de este “árbitro” que, por supuesto, no supuso la expulsión fulminante del farsista (que, al fin y al cabo, no es Ramos, claro).
A los que dicen que los árbitros siempre ayudan a los grandes les diremos que esto es un pataleo de los pequeños; que pisan mucho menos el área y disponen de futbolistas de mucha menos calidad, por lo que juegan habitualmente a la falta, cuando no violentamente (pero sin consecuencias, porque lo hacen con tolerancia federativa ante tal juego ilegal; como se advierte en el dispar modo de juzgar los lances por lo que hace o lo que le hacen a Cristiano. Lo demuestra la impunidad de Navarro cuando casi le sacó un ojo de un codazo, sin que interviniera ni el colegiado ni la federación de oficio pese a los abundantes antecedentes previos de este “sujeto”).
Esto lo suelen olvidar los “chicos” cuando se quejan, pues, además; también se benefician de cuando, para perjudicar al Madrid, por ejemplo contra el Gijón o el Zaragoza, se nos anulan goles válidos a nosotros y se dan goles ilegales al “débil” porque conviene a un tercero “interesado” que el Madrid pierda puntos.
El problema real, en el fondo, es “entre grandes”; los que se juegan los títulos, pues en este contexto se decide el campeón por muy poco y ahí es donde los árbitros son una arma de destrucción masiva de la legitimidad en la obtención de campeonatos.
Es lo que pasó, repetidamente, en cierta isla africana llamada Tenerife y se repitió en La Coruña por ese “defectillo” tan español que es la impunidad connivente. O también europeo, como evidencia lo que le pasó al Madrid de Di Stéfano en la sexta edición de la Copa de Europa (por cierto, nada casualmente a favor del Farsa, el mismo que se benefició de un gol legal que le fue anulado a Shevchenko o unos cuantos penaltis no pitados a favor del Chelsea o de la expulsión de Pepe, “sucesos”, todos ellos, concomitantes para que dicho “ente” pudiera llegar a las tres últimas finales de la Champions que ha “ganado”).
Porque con la justicia pasa como con el respeto: o hay para todos o es privilegio, luego injusticia (y todos sabemos el contexto de “ciudadanía especial” para los vascalanes que se da en este…”país” actualmente).
Y si los árbitros no bastan, ahí está Cardenal, Secretario de Estado para el Deporte, para hacer una cagada de tal calibre que si llega a perpetrarla su jefe (el madridista y Ministro de Cultura, Wert) obligan al Madrid a exiliarse a Portugal.
Esta última jornada liguera, cuando ya quedaba poco para acabar el partido ante el Español, penalti a favor del Farsa para que no pinche y además omisión de otro previo del omnipresente (en los líos) Mascherano. Desde luego, es muy difícil que el Farsa, que actúa con red, tenga un tropiezo que lamentar. Esto, los arbitrajes, si que se lo envidiamos a estos chantajistas perpetuos, que corrompen todo lo que tocan.
Así que claro que sí tenemos derecho a quejarnos. Pero ¡ojo! No nos vamos a conformar con eso eternamente; si no hay juego limpio, habrá que romper la baraja.
De momento, estas “incidencias” nos están llevando a remodelar el lenguaje; por eso hablamos de la Unión Europea de Financieros Antimadridistas (UEFA), del Farsa o de…Mierdaña.
Antónimus.
Post scriptum: Busquets, quizá por su apellido, ha tardado una semana en encontrar las razones que ¿explican? su pisotón a Pepe en la cara cuando estaba caído en el suelo (¡qué valiente!). Nosotros nos vamos a tomar bastante más tiempo para aceptar semejantes sandeces como una declaración digna de no acabar con el papel higiénico. Hay veces que quedarse callado no conviene (al fin lo ha comprendido el rompetibias farsista, seguramente, a instancias de su “más-que-un-club-un-escándalo-tras-otro”); pero también las hay en las que hablar, para decir estupideces de este calibre, es aún peor. Debe de ser que le cuesta expresarse porque es extranjero y no domina nuestro idioma castellano; una lengua que sí sirve para algo a la hora de comunicarse urbi et orbe; porque es una de las más importantes del mundo en lugar de una curiosidad para filólogos estudiosos de lenguas en vías de extinción.
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