No hace tanto que en otro artículo vituperaba el “virus FIFA”. Ahora ya tenemos algunas víctimas: Khedira, Coentrao, Di María y Varane no pueden jugar en Almería. Hay que acabar con las selecciones nacionales o ellas acabarán con los equipos. Al menos se debiera establecer un calendario para sus partidos (y, claro, únicamente oficiales) que fuese posterior al final de los campeonatos en que participan los clubes. Que jueguen en julio y que los jugadores, que al fin y a la postre sí cobran por ello, pierdan parte de sus vacaciones; aunque, incluso así, perjudicarían a los equipos, porque llegarían más cansados al principio de la temporada y el riesgo de lesiones de larga duración permanecería. Pero al menos no interrumpirían liga y champions y los entrenadores podrían entrenar lo que quisieran y con todos.
Ahora, con un equipo diezmado, cansado, sin apenas entrenar, toca ir a jugar contra el Almería, cuyos jugadores llevan dos semanas preparando este partido y además juegan en casa. Y no admito aquello de que los grandes clubes deben pagar este peaje. ¿Por qué? ¿Basándose en qué? Vuelvo a repetir (y ya oigo otras voces acordes) que esto debe acabarse. Un jugador de cada equipo de primera, y pagando las Federaciones ese mes lo que cobre liberando del pago a los equipos. Así el marqués tendría veinte a su disposición. Pero en julio. Y a jugar en ese mes clasificaciones para torneos continentales un año, y al otro dichos torneos, al siguiente año clasificaciones para el mundial y, por fin, el mundial. Y punto.
El fin de semana pasado el Castilla pierde 6-0 con el Eibar. Seguimos los últimos, cesan al entrenador. Pero, ¿dónde estaban el portero titular y otros jugadores importantes de nuestro segundo equipo? Pues jugando con la sub-21, porque la segunda división ni siquiera se interrumpe. ¿Cuántos había del Eibar? No daré más ejemplos. Hay que destruir la FIFA (y la UEFA y la FEF). Los clubes, que forman o fichan y pagan a los jugadores, deben organizar sus torneos y si el Estado quiere equipos que los pague. O que se declaren estados socialistas; pero, entonces, que lo hagan totalmente, no sólo en deportes. Que socialicen los centros educativos privados, las clínicas privadas, los bancos, las empresas, etc.
En nuestro caso, el del Real, además nos hacen poner la cama. Y tras prestar a los mejores jugadores que tenemos y perderlos para nuestros intereses, se permiten reírse de nosotros con arbitrajes facinerosos y con declaraciones y reseñas de prensa insultantes para la inteligencia, como en el caso del ya tristemente célebre “balón de oro”. Lo único bueno que hasta ahora he oído decir a Anccelotti es que “tendrían que tener mucho coraje para no darle el balón de oro a Ronaldo”. Lo malo es que lo dijo casi riendo más que sonriendo. Y estas cuestiones son muy serias. Cristiano Ronaldo es el mejor jugador del mundo. Y lo va a seguir siendo con balón de oro o sin él. Técnica, clase, talento, potencia, velocidad, resistencia, disparo, remate de cabeza, temperamento, inteligencia, estilo… y visualmente estético. Y además da pases de gol y marca muchísimos goles. Es del Real Madrid. Así es la vida.
Luigi Vinci
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