Ayer jugó el Madrid un partido de trámite, sin que el rival le creara apenas peligro; pero hubo una jugada altamente significativa.
El Copenague botó un córner y Fallillas, fiel a sus principios religiosos, que le prohiben despegarse de la raya de gol para nada de nada, se quedó quietecito, esperando que le llegará el balón mansamente a sus manos, sin apenas levantar los brazos; como si los demás no jugaran. Por supuesto, se le anticipó un delantero enemigo, que le tocó en los brazos y marcó un gol que el árbitro anuló.
Evidentemente, fue falta, no hay discusión. Ya, pero, ¿fue correcta la acción de nuestro portero?
Para empezar, vio perfectamente al adversario y debió adelantarse a él, que para eso dispone de las manos. ¿Por qué no lo hizo? Pues porque la pasividad de Fallillas, si es que no llega ya a parálisis, es clamorosa.
En general, sus movimientos son lentos, desganados, tristes…parece que le fastidiara estar en nuestra porteria, como si tuviera algo mejor que hacer en otro sitio…(seguramente, regalarse los oídos en alguna redacción amiga).
Ya veremos, cuando llegue un partido frente a un equipo peligroso, en el que no encajar goles sea fundamental para clasificarnos o ganar el título, si Fallillas está a la altura que le suponen sus ciegos seguidores o, como nos tememos en Cibeles Madridista, da la espantada y nos deja sin la Décima.
Luego que no se lamente nadie a destiempo alegando que no se esperaba que fallara “don Perfecto”, que los que avisamos en este foro no somos traidores sino gente que intenta remediar los problemas a tiempo anticipándose a ellos.
Antónimus.
Post scriptum: ¿Seguro que disponer de un portero mejor, como es Diego López, y no utilizarlo en la Champions es una buena idea desde el punto de vista de los intereses madridistas, única perspectiva que debería interesarnos a los seguidores de nuestro club? Puede que proporcione mucha “paz social” al vestuario, pero lo que preferimos los merengues es lo que nos proporciona títulos a nosotros.
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