viernes, 20 de diciembre de 2013

CREE EL LADRÓN, QUE TODOS SON DE SU CONDICIÓN

Rosell está nervioso, ¿qué le pasa al vendedor de valores, ahora devaluados?

Le gusta mucho que se hable de su equipo y de sus figuras, que le regalen sus oídos de falso humilde…El problema es cómo se está haciendo ahora, porque se han acabado las alabanzas y están llegando los problemas y las críticas.

En cualquier caso, lo importante es si tiene razón en sus quejas el presidente del Farsa, que afirma que todo es una campaña orquestada de persecución de su más-que-un-club.

Analicemos la actualidad farsigrana para ver quién tiene razón:

La Me$$ita de noche está incursa en varios delitos, que no ha podido negar, de defraudación fiscal por “sus” declaraciones de la renta (no las de su papa). De hecho, ya ha pagado varias multas millonarias y está negociando para no ir a la cárcel (pena adicional que prevé la ley por lo que se le imputa. O sea, está buscando un trato de favor, no justicia). Ejemplarísimo.

Por si fuera poco, ha saltado el escándalo por los partidos amistosos de sus “amigos” (ha resultado que algunas de sus “amistades” no son precisamente recomendables). En estos encuentros, supuestamente jugados para generar fondos a OO. N. GG., se sospecha que ha podido haber blanqueo de dinero del narcotráfico; por supuesto, las entidades benéficas no han recibido nada de nada. La investigación prosigue y habrá que determinar cuál ha sido el auténtico papel de la Me$$ita de noche en el lío (no el de su fundación, de la que él mismo es el responsable legal, le guste o no). Curiosamente, parece que la Me$$ita de noche, como ya ha hecho ante Hacienda, también aquí se hace el “tontito” para escurrir el bulto (ya veremos si es eso lo que es o si al final nos sale demasiado “listillo”). Vamos, que es un faro para guiar a nuestra juventud en la vida.

Por su parte, Neymar, el brasileño que llegó “regalado” al Farsa (a diferencia de lo que hubiera sucedido si llega a ir al Madrid, según explicó nuestro presidente), resulta que tiene un precio “eléctrico”, porque, como la luz, va “subiendo” de precio sin parar. Si se considera que la cantidad inicial pagada al jugador no es prima de fichaje sino salario, el Farsa tendrá que tribular el correspondiente IRPF. Además, el “otro” propietario del jugador no está conforme con lo recibido y ha puesto un juicio en Brasil al Farsa. Va veremos, dijo un ciego, cómo acaba el tema, pero queda claro que el lema de ese club es “enséñame la pasta” y no vale más ser que tener o parecer.

Como secuela de lo de Neymar, la Me$$ita va a pedir una nueva renovación (¿semestral?) de su contrato (alguien tiene que pagar al fisco por sus “errores” y no va a ser él), porque sospecha que el brasileño podría ganar más que nadie en su plantilla y eso no lo va a aceptar su ego hipertrofiado.

Otro asunto que demuestra el altruismo de los miembros del Farsa es la renovación de Siniestra, que va a salir por un cojón de mico y buena parte del otro pese a que su rendimiento ha bajado ostensiblemente y no le quedan ni dos telediarios de carrera deportiva. Eso sí, el nuevo contrato se ha negociado desde el cariño que siente por la institución (por el interés te quiero, Andrés). Muchísimo amor, por supuesto, pero le va a sacar al Farsa la piel a tiras, porque sabe que el periclitar deportivo del equipo no permite prescindir de él en este momento. Desde luego, se le ve empapado de valores farsistas: con amigos como él no le hacen falta enemigos a nadie.

En definitiva, el brazo político-deportivo del separatismo farsalán se está convirtiendo en el hotel de los líos de los hermanos Marx y ya no se oye hablar nada de los cacareados valores ejemplares inculcados en La Demasía, la cual, por cierto, acaba de ser denunciada por impago de parte del coste de su reforma, que adeuda el Farsa hace ya bastante tiempo.

Así que lo único que resulta ser el deificado Farsa, cuando se le priva del empaquetado “mediático”, es humano, demasiado humano; mucho más de lo que le conviene a la versión irreal que venía procurando que se contara de él.

En definitiva, lo que le pasa a Rosell ahora es que, después de organizar tanta cacería de consuno con los plumíferos antimadridistas, esta acostumbrado a sospechar que todo lo que se publica está preparado y encargado con toda intención. Por eso, en su reducida mente farsista, sólo concibe que si se dicen cosas “desagradables” del Farsa es porque hay una campaña en su contra. Lo malo y para él y para su triste institución es que todo esto está pasando de verdad.

Por lo demás, ¿qué es lo que oiríamos si el Farsa fuera permanentemente perseguido, como el Madrid, y no viera amparado por su escudo político-separatista que tanto le da y tantas sanciones le quita?

Antónimus.

Post scriptum: Dime de que presumes y te diré lo que no eres.

No hay comentarios: