¡Qué altruííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííísmo!
El genial Messi ya no sólo nos asombra con el balón en los pies; ahora, sin ningún motivo aparente, ha donado diez millones de euros a la hacienda pública española. ¡Qué rasgo!
Preguntado el astro argentino, ha declarado. “Esteeee, recien cuando me enteré de que el estado español estaba mal de plata me dije que bien podría yo devolver a los habitantes de este país una parte de lo mucho que les debo. Mi padre ha estado de acuerdo en todo momento. Ahora me siento mucho mejor”. Así es él en su humildad: un fenómeno haga lo que haga.
En Hacienda se ha recibido la noticia con agrado: “Pensábamos entrar en contacto con él y con otros famosos que reciben ingresos igualmente fabulosos para solicitarles colaboración con nuestros servicios, pues siempre estamos pendientes de conseguir dinero para atender las necesidades de todos los ciudadanos que no se han visto tan favorecidos por la diosa Fortuna como estos privilegiados. Pero ya no va a ser necesario. Ahora estamos expectantes de ver cómo hace su declaración de renta de 2012, cuyo plazo de presentación vence en pocos días. No nos extrañaría que también allí haya una agradable sorpresa para el erario público. Messi ha comprendido que hacienda somos todos, él incluido, y eso es muy de agradecer”.
Y es que, créanselo, es en momentos así cuando salen a la luz los valores ocultos de este rosarino, pese a que él trate siempre de que pasen desapercibidos. En definitiva, se trata de un hombre simple, sin sofisticación alguna; de alguien a quien no le gusta hablar y hablar, pese a ser argentino, porque él sólo está pendiente de una cosa: seguir dando pelotazos, no sólo en España sino en todo el mundo.
Antónimus.
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