jueves, 22 de diciembre de 2011

POR QUÉ NO GANÓ EL MADRID AL FARSA

Lo bueno que tiene la derrota es que, además de darnos las lecciones que necesitamos para lograr en el futuro la victoria, logra que nuestros enemigos, relajada su corrección „política“ por el éxtasis, se quiten la careta para criticarnos sin disimulo y nos digan lo que piensan de nosotros sin tapujos (lo merezcamos o no).

LA VERDAD Y EL FÚTBOL: CAMPAÑEANDO EN EL PAISITO

Será la edad, pero me dan cada vez más miedo los iluminados que azuzan fanáticamente a los demás para que se conviertan a su dogma; y que persiguen a los “cátaros” que se les resisten. Su fórmula ante los “neutrales” es: o nuestros o muertos.

Sucede en todos los órdenes de la vida, pero de un modo destacado en el fútbol: constantemente aparecen Menottis, Bielsas…o periodistas que vienen a predicarnos la buena nueva (etimológicamente: ev-angelio). Resulta que ellos, ¡oh dicha!, han descubierto el filón de la verdad y tienen la generosidad de compartido con nosotros. ¡¡¡Qué altruismo!!!

En estos tiempos, la verdad indiscutible del “fúrbor” es el “tiqui-atraca” del Farsa y el diablo (en todo maniqueísmo tiene que haber un antagonista destacado) es, evidentemente, el Madrid.

Son varios los procedimientos que emplean para agitpropagandear a este “más que un club, una campaña”; por ejemplo, si se lesiona uno de sus jugadores claman de tal manera (sólo han faltado los niños cantores de Viena haciendo los coros a los ayes de Villa) que parece que se estuviera viniendo abajo el portal de Belén en plena navidad. Nadie se molestó, en cambio, en hacer una campañita contra el jugador francés (¿alguien recuerda cómo se llamaba?) que le “concedío” dos meses de vacaciones a Ronaldo al principio de su primer año en el Madrid.

A esto es a lo que llaman envidia; o sea, si no aceptas tu papel de comparsa aplaudidor y admirante (no del mar, sino de las “proezas extrahumanas” del Farsa), entonces tú eres el problema y hay que castigarte debidamente por tu error heterodoxo (aunque no quede claro si lo más perseguido es la disidencia o el atrevemiento de tener ideas propias).

Recordemos que, según su hipótesis cosmológica, nos estaríamos oponiendo al triunfo de lo bueno, lo verdadero y lo bello (que, como ya opinaba Platón, vienen a ser una misma cosa); luego, todo lo que nos hagan es poco para el mal que perpetramos, principalmente, cuando nos negamos a aceptar el guión “revelador” de los verdadistas-farsistas.

Bueno, antes de acabar este artículo quiero reconocer que algo de envidia si le tenemos al Farsa: le envidiamos sus arbitrajes; sin discusión. ¡Qué bien viene que los penaltis de Valdés a Ronaldo no se piten! ¡Que los goles con la mano de Messi valgan! ¡Que nunca sean expulsados Messi, Busquets, Piqué, Alves, Pedro, Mascherano…pero sí Pepe!

Ya oigo el sordo rumor de pasos que se acercan. La guardia pretoriana del paraíso viene a castigarme. Ahora me recordarán las…galeradas. Está visto que los que tanto criticaron los “goles de despacho” no dejan de metérnoslos. No será la masa aneuronal la que nos proteja de esta cruzada antimadridista. Tampoco los proselitistas de la verdad del fútbol; los que explican los éxitos de todos los equipos como si sólo hubiera un modo de triunfar; para los que jugar bien sólo se puede hacer con un mismo estilo que identifica a todos los superequipos. Bueno, al menos eso es lo que ocurre dentro de su “pensamiento único”. Los que no “cuadramos” en tal esquema no tenemos, al parecer, derecho a existir.

Pero, pongámonos en su lugar, aceptemos hipotéticamente propuesta de sentido: todo este artículo podría ser nada más que un síntoma de la enfermedad (o el vicio) de envidiar al que es mejor que tú. Posiblemente, ¿no? Posiblemente, si no fuera por estas dos pruebas incriminatorias de la “voluntad” de cierto medio (cada vez más medianía) que tiene (EL PAISITO, no nosotros) problemas psicológicos muy graves con el Madrid y con el sentido de la realidad:

Invito a examinar paralelamente estos dos artículos deteniéndose en especial (subrayando, por ejemplo) los adjetivos que se merecen, según su sección de Deportes, estos dos deportistas:

REPORTAJE: UN DIOS FUERA DE JUEGO

La vida fuera de juego de Cristiano Ronaldo


"Que la historia le juzgue"
Messi, el mejor jugador del torneo, deslumbra en su duelo con Neymar

Que en un mismo periódico se pueda hablar de dos maneras tan diferentes de dos futbolistas es suficientemente aclaratorio como para que yo tenga que añadir mucho más. Me llimitaré a recordar que esto hiede a iluminismo, a proselitismo y que, si de religión se trata, mejor dedicarse a las muchas que ya existen y no caer en manos de estos sectarios supremacistas.

Sólo un comentario final: Messi no es “parco en palabras como siempre”. Su problema no es la timidez, la sencillez o que lea mucho a Gracián y se le haya pegado su lema sobre la brevedad, no. Su “dificultad” radica en que no puede hablar el que carece de la capacidad cerebral imprescindible para hacerlo con un mínimo de elegancia y contenido racional. Por eso, y no por otros motivos, Messi no habla nunca ni lo va a hacer en el futuro.

Y digo yo, que sí que hablo con facilidad y sin doblez: ¿por qué les cuesta tanto a los partidarios de la verdad hablar claramente de esta cuestión? Tan sencillo de responder como robarle títulos al Madrid actualmente: porque los medios han sido aleccionados para atacar sólo a Ronaldo, no a todo aquel que sea criticable en algún aspecto. Messi es un autista futbolístico, un monomaníaco del fútbol; jugar al fútbol es lo único que sabe hacer. No le envidio su vida; prefiero tener un cerebro a sus éxitos “compartidos”.

Habrá quien diga que falto al respecto a los muchos autistas que viven en el mundo al margen de todas estas guerrillas futboleras. En un primer momento, me inclino por darles la razón y disculparme; pero quien ha abierto el melón del uso impune e insultante de esa palabra (claro, contra Cristiano, contra el que todo vale) ha sido, una vez más, EL PAISITO; así que yo también quiero mi rajita. Y, si alguien tiene que disculparse, que lo haga el grupo PRISA.

Antonimus.


MOU Y EL DDT DEL GRUPO PRISA

Uno a veces no sabe por donde empezar un comentario ante una situación compleja como la que viven en estos momentos Mourinho y el Madrid; afortunadamente, don D. T. (en adelante, DDT) ha tenido la amabilidad de brindarme un tema gracias a uno de sus artículos de EL PAÍS (PRISA) que titula MI NOMBRE ESTÁ CON EL DEL SEÑOR MIGUEL MUÑOZ:


Se trata de un trabajo del mismo nivel que otras muchas bajezas habituales en este plumífero, conocido tanto por su mourinhofobia como por su amistad con Valdano (entre gauchos no hay que pisarse el chiripá; aunque con un pelotudo nunca se sabe).


Esteee, DDT opina que Mou se ha pasado de soberbio al colocar su nombre al lado de el de Miguel Muñoz en la historia del Madrid. Resulta que lo ha hecho al comentar que su plantilla ha ganado recientemente tantos partidos seguidos como lo hizo la de ese entrenador hace muchos años. Es un dato indiscutible; pero a DDT le ha parecido que Mou ha hecho poco para merecer un lugar tan destacado en la memoria madridista.

Lo rastrero (y reptante) que puede llegar a ser DDT alcanza cotas antológicas cuando dice que “…Aunque sólo (¡acento!) pudiera compararse por la racha de victorias. Mourinho sólo (¡es con acento!, tuerceplumas: sin acento significaría que Mou jugó sólo contra los once del Farsa, además de dirigir su juego desde la banda simultáneamente) ha conquistado una Copa para el Madrid mientras que Muñoz logro dos Copas, nueve Ligas, dos Copas de Europa y una Intercontinental…” Total: 14 títulos, 3 de ellos internacionales.

No por casualidad, DDT olvida que Muñoz ganó estos títulos sólo durante la primera parte de su carrera de preparador (o sea, en los primeros 14 años que pasó en el Madrid) En total, entrenó desde la temporada 1959/60 hasta el Mundial de 1988 (29 años).

Si uno tiene verdadera profesionalidad y se molesta en entrar en las correspondientes páginas de Wikipedia de ambos preparadores, puede ver fácilmente que Mou ha ganado hasta ahora un total de 19 torneros oficiales, 3 de ellos europeos (2 Champions y una Copa de la UEFA. ¡Claro que no es comparable a Miguel Muñoz!, porque Mou lo ha logrado en un periodo que empezó en la temporada 2000/01 al ponerse al frente del Benfica como primer entrenador. La cuenta finaliza, de momento, con el Madrid en la temporada pasada (11 años después) con la Copa de España que Mou le ganó al Farsa.

Yo no sé cómo se hace la media “allá”, pero “acá”, 19 entre 11 son cerca de 2 títulos por temporada, lo que, me atrevo a sugerir, multiplica por más de 3 lo conseguido por Muñoz, ¿viste? De todas maneras, si le parece a DDT que este palmares de Mou, o su media anual, son poco para sacar pecho, podemos esperar a que termine su contrato (dos temporadas y media más) y hacer balance.

Desde luego, yo, en el lugar de Mou, estaría bastante satisfecho. ¡Eso sí que son los números de un líder en su profesión (FIFA dixit)!; no como los de otros que sólo pueden dedicarse al carroñeo, como las hienas, y han de contentarse con observar a distancia a los leones con mal disimulada envidia, a ver si les dejan una migajas para sobrevivir.

Antonimus.

EL REBOTE DE SÁMANO (EL PAÍS-PRISA)

Si se lee el comentario del jefe de Deportes de EL PAÍS (PRISA) sobre el Madrid-Farsa del sábado 10 de diciembre de 2011:


resulta llamativa la descripción del 1-2 a favor del Farsa:

“…el gol de Xavi rebotado en Marcelo…”.

Y es especialmente sorprendente su comentario, por lo ultraconciso, si se tiene la curiosidad de rescatar esta crónica del mismo periodista de la liga pasada, concretamente del partido Real Suciedad-Madrid, donde narró así el después llamado “gol de Pepe”:


“…un tropezón de la pelota en la espalda de Pepe tras una falta lanzada por Cristiano…”

Al final del mismo artículo añadía:

“…Cristiano ejecutó una falta, el balón golpeó en Pepe, enredado en la barrera, y cogió un vuelo imposible para Bravo (portero donostiarra)…”

La cosa no debía de estar tan clara cuando en un apartado del mismo artículo ponía: “Un gol de Di María y otro de Cristiano Ronaldo rescatan al Madrid frente a una Real muy vitalista.”

No obstante, enseguida se dio la consigna de quitarle ese gol a Ronaldo diciendo que había sido de rebote y por tanto no era mérito de este portugués sino del otro: Pepe.

¿No es llamativo que, según el Sr. Sámano, Xavi sea ahora el autor de un gol en el que es Marcelo quien cambia la trayectoria, engaña a Casillas y marca en propia meta mientras que se quiere dejar claro que Cristiano no habría marcado sin la ayuda de Pepe reiterando la descripción de la misma jugada tanto como se pasa de detallar la del pasado sábado?

Por si alguien se ha perdido, estoy recordando que este gol, que le quitaron a Cristiano la inmensa mayoría de los mass media acogiendose a que en el acta del partido no se le atribuía a él (según tales actas, Mou nunca le hizo nada a Vilanova ni éste le respondió en forma alguna), fue objeto de polémica durante casi toda la temporada. Bueno, MARCA, el que concede el Pichichi, no fue tan mezquino como otros medios y le dio el trofeo a Cristiano por marcar 41 tantos, que ahí se van a quedar para siempre por mucho que se cabreen los antis, plumados o desplumados.

Y ahora Sámano pasa a toda leche sobre el tema sin dedicarle ni un comentario de que recuerda a aquel gol (igual que la no expulsión de Messi no da lugar a mencionar la que sí tuvo lugar de Pepe), no sea que alguien diga que el Farsa ganó de rebote y con suerte.

En definitiva, agrada ver cómo la bajísima opinión que merecen en Cibeles Madridista los esbirros del grupo PRISA (entre muchos otros) es plenamente merecida y que se la siguen ganando a pulso sin desmayo. Evidentemente, sólo pueden sentir vergüenza los que la tienen, no necesariamente los que más se ponen en ridículo.

Antónimus.

LA ENVIDIA

Erase una vez un niño que preguntó a su padre qué era la envidia. El padre decidió explicarselo con un ejemplo futbolístico:

„Imagínate la Copa de Europa de fútbol, la que ahora llaman Champions. Si algún equipo la ganare, por ejemplo, seis veces seguidas, entonces sería sin discusión el mejor equipo de todos los tiempos; porque eso no lo ha hecho nadie hasta ahora“; y lo que no ha ocurrido todavía no es envidiable sino tan sólo hipotéticamente imaginable.

„Si algún club llegare a ganar 5 Copas consecutivas, representaría un gran logro, sin duda, algo casi irrealizable; pero no sería la primera vez que esto sucede, pues ya lo hizo el Madrid de Di Stéfano ganando seguidos los cinco primeros trofeos que se jugaron. Eso sería igualar un mérito envidiable, pues ya existe, pero desde luego esa envidia no la sentiría el que alcanzó la misma meta por primera vez y sin tener que esperar largos años para lograrlo“.

Si algún equipo lograre ganar 4 seguidas, eso sería un logro no realizado por nadie, pero superado por el Madrid de las Cinco Copas; nuevamente, no es envidiable sino imaginable.

Si algún equipo ganare 3 consecutivas, estaría muy bien, por supuesto, pero sería inferior al mérito del Madrid de las Cinco Copas; incluso el Ajax de Amsterdam y el Bayern München lo lograron posteriormente (cuando el Madrid ya tenía 6 Copas y el primer trofeo jugado en propiedad; por eso, ahora se juega con otra copa de forma diferente).

Si algún club consiguiere ganar 2 trofeos consecutivos, sería también un hito en la historia de la Copa de Europa; sin embargo, no sería algo extraordinario sino repetido; pues, no sólo el Madrid de Di Stéfano logro hacerlo dos veces consecutivas con las 4 primeras Copas que se jugaron, y él ganó, sino que también lo hicieron posteriormente otros 5 clubes más: el Benfica portugués, el Inter de Milán, el Liverpool, el Nottigham Forest inglés y el Milán. Así que igualar lo hecho por 6 antes que tú estaría muy bien pero no sería asombroso y, al menos para seis equipos (y dos veces, en el caso del Madrid) no significaría nada envidable sino más bien una imitación posterior de lo ya hecho por otros; una copia de la gesta original.

Por último, si alguien lograre ganar un sólo trofeo en cualquiera de las cerca de 60 ediciones disputadas, sería, indudablemente, el Campeón de Europa de esa temporada, que es mucho; pero nada más; pues eso lo han logrado, al menos una vez, un total de 20 equipos: 1. Madrid (9 veces), 2. Benfica (2), 3. Milán (7), 4. Inter de Milán (3), 5. Celtic Glasgow (1), 6. Manchester United (3), 7. Feyenoord Rotterdam (1), 8. Ajax Amsterdam (4), 9. Bayern München (4), 10. Liverpoo (5), 11. Nottigham Forest (2), 11. Aston Villa (1), 12. Hamburgo (1), 13. Juventus de Turín (2), 14. Steaua de Bucarest (1), 15. Porto de Portugal (2), 16. PSV Eindhoven (1), 17. Estrella Roja de Belgrado (1), 18. Farsa (4, por primera vez en 1992, el trofeo número 37), 19. Olympique de Marsella (2) y 20. Borussia Dortmund (1)“.

„En definitiva, igualar lo que han logrado 17 equipos antes que tú no parece algo tan asombroso ni envidiable, ¿verdad?. ¿Quién se acuerda del alpinista que subió el 18 de orden al Everest? De lo que sí se acuerda la gente es de los equipos que más veces han ganado el título: 1. Madrid (9), 2. Milán (7) y Liverpool (5).

„Pero papa“, interrumpió el chiquillo, „¡todos dicen que el Farsa es el mejor equipo de todos los tiempos“!

„Mira, hijo, no todos lo dicen sino sólo los que no piensan y se dejan manipular por la publicidad pro farsista o los que la hacen, es de suponer que a cambio de algún pago; porque los méritos se demuestran no con las palabras sino con los trofeos; sobre todo cuando se ganan limpia e indiscutiblemente, lo que no es el caso del Farsa. Ese supermegaultraextraequipazo será para la masa, propagandísticamente hablando, lo que le interese decir a la prensa, pero no olvides que ni siquiera posee la insignia de campeón múltiple de la UEFA; que se gana por lograr tres títulos consecutivos o cinco alternos; y el Farsa todavía tiene sólo 4, uno cada 14 años de competición frente a la media del Madrid de casi un título de cada 9 jugados, o sea, un promedio más del doble mejor“.

„Entonces“, preguntó el niño, „¿por qué dicen los del Farsa que los del Madrid los envidiamos?“

„Hijo mío“, concluyo el padre, „yo de de problemas mentales no entiendo; pero sí puedo decirte que nosotros los madridistas no envidiamos a nadie por la sencilla razón de que es matemáticamente imposible envidiar al que tiene menos que tú“.

Antonimus.

sábado, 10 de diciembre de 2011

La quinta tarjeta y San Andrés


La Real Federación Española de Fútbol modificó para esta temporada su Reglamento, concretamente nos ocupa lo referido a la quinta amarilla, que en el caso de ser forzada para no jugar el siguiente partido (y quedar libre para otro posterior que el futbolista considere más importante, obviamente) acarrearía dos partidos de suspensión, el correspondiente a la acumulación  de las amarillas y otro añadido.

Pues bien, Piqué (del Farsa) pierde 36 segundos  -que es mucho tiempo- antes de poner en juego el balón, el árbitro sonríe con gesto de entendimiento, le muestra amarilla (la quinta) y posteriormente el Comité de Competición no le sanciona con dos partidos, sino con uno, es decir, sólo el correspondiente a la acumulación de amarillas.  La jugada es tan clara que incluso su entrenador, Guardaolas, dijo: “las imágenes están ahí y nos conformaremos con la sanción que le caiga”.

Pero claro, el Farsa tiene patente de corso, para piratear, para robar a otros. No pretendo aburrir ni ser exhaustivo, pero así a vuelapluma recuerdo su no sanción en Copa del Rey tras negarse a jugar un partido, el caso del cochinillo, las ficciones teatreras de la pasada Champions, etc., etc., etc.

Hasta aquí los hechos. Ahora la opinión:

1)  El Comité no tiene honradez, ni vergüenza, ni sentido de la justicia. No aplica una norma porque no quiere. En realidad sabemos que no la aplica porque el afectado no es un jugador del Real, seguramente la norma estaba para “pescar” a estos y no a los de “arriba”; el problema es que fue Piqué el que picó…. No sé si saben, pero deberían, que cuando se establece una norma y no se aplica contamina al resto y se desprestigia todo el aparato normativo.

2)        Si Piqué juega en el Clásico, y tiene una actuación decisiva (en relación al resultado), los madridistas debemos considerar adulterada la Liga en la medida en que nos afecte en la puntuación final dicho partido.

3)        Por otra parte tal vez tengan razón, y a Piqué no le sancionan con dos    partidos porque no perdió deliberadamente el tiempo, o tal vez no sabía las consecuencias de provocar esa quinta tarjeta. Seguramente le sancionan sólo con un partido atendiendo a la cara de tonto que pone durante y después de la jugada, es decir, por tonto, y eso no lo contempla como ampliación de sanción el Reglamento. Y es que, aludiendo al santo que da nombre a una localidad catalana: “Ya lo dice San Andrés, el que tiene cara de tonto es que lo es, ¡lo es!”.

 Luigi Vinci

jueves, 8 de diciembre de 2011


SE HACE HISTORIA A MEDIDA (PERO NO PARA TODO EL MUNDO)



Vivimos en un estado en el que hay un uso maniqueo y selectivo de la historia. Se cuenta y reinterpreta el pasado y se hace uso sólo de la parte de él que nos interesa, omitiendo el resto de lo sucedido; especialmente, cuando lo preterido podría servir de apoyo para las tesis de los adversarios.



Esto se hace tanto en política como en „fúrbor“. Parafrasenado a Clausewitz, se podría decir que aquí y ahora „el fútbol es la continuación de la política por otros medios“ (por supuesto, sin renunciar a sus aspectos más belicosos).



Hay un territorio en la península Ibérica que se cree el ombligo del mundo. Según su población, nada ha pasado sin que el eje de la Tierra girase sobre ese „gozne“ esencial. El hecho de que sea perfectamente explicable la historia de la humanidad sin mencionar ese rinconcito del planeta no influye para que sus habitantes sean humildes (sólo les interesa presumir de serlo). Baste como ejemplo definitivo recordar que los que descubrimos todo un continente (la corona de Castilla) no somos „históricos“; ellos, que sólo han destacado en el arte de hacer negocios (y chanchullos) sí.



En cuanto al „fúrbor“, el enemigo a batir es el Madrid. Desgraciadamente no se puede omitir su historia, pero si se puede intentar reinterpretarla. Un ejemplo inefable de tan patriotera actividad lo encontramos en esta noticia del DIARIO SPORT de Farsalona:






Una de las cuestiones más indignante para los madridista en esta actitud farsante es que el Farsa se las va  dando de equipo “democrático” (luego, de juego “limpio”). Sumido este periódico en tal “ilusión” (psicológicamente hablando, una distorsión de la capacidad de percepción), se permite decir cosas que no queda más remedio que analizar y responder.



Aparte de “ilusionismo”, SPORT tiene problemas de “daltonismo” que “no le dejan ver las 5 Copas de Europa seguidas” (afirma que la Quinta se ganó en 1966, fecha de la consecución de la Sexta) ni admitir que el mérito madridista es del mismo rango que el del único título farsista de 1992 (cuando la actual Champions se seguía llamando Copa de Europa, pero ya se estaba transformando su sistema de competición). En una cosa sí que puedo estar de acuerdo con los farsistas: sus copas y las nuestras no son iguales; y no lo son porque nosotros nos las ganamos solitos en una competición diáfana de todos contra todos.



Es patético leer que la “primera Champions que un equipo de la Liga ganó en democracia fue la que el Farsa conquistó en Wembley en 1992. Anteriormente, mientras Franco imponía su doctrina fascista por la fuerza y las cámaras registraban en blanco y negro lo que querían, el Real Madrid ganaba peso en Europa…”



Esta “deposicion” del culo (traducción de “culé) llamado Iván San Antonio (en su caso, sin duda cagada y muy poco pensada) merecería un análisis psiquiátrico y político (de sus separatismo matizado: España sí les vale para apuntarse éxitos). ¿Qué significa la “Liga”? No pone la española, dado lo mucho que le jode la palabra, pero evidentemente no puede tratarse de otra (salvo que esté pensando freudianamente en la gloriosa “Lliga” que le ganan tranquilamente a equipazos como el Nastic). Sin embargo, yo me voy a limitar a hacer unas acotaciones político-democráticas, ya que tanto parece intersar a los del Farsa esta “actitud”.



En primer lugar, es muy discutible que estemos en una democracia en la España actual, al menos mientras los cuatro votos mal contados (nunca mejor dicho) de los farsalanistas valgan más que los muy superiores numéricamente de Izquierda Unida o los del partido de Rosa Díez. Si se contasen los votos como en las elecciones europeas, entonces sí podríamos hablar de votación democrática (y Farsaluña no sacaría más que una minúscula representación parlamentaria, tal como le corresponde por su tamaño real).



En segundo lugar, si hablamos de pedigrí democrático habrá que hablar del principio de los tiempos de la democracia en España. Y entonces, resultará que el Madrid no ganó sus primeras ligas hasta la época de la Segunda República Española, (que, curiosamente, no vio ganar ninguna al “democrático” Farsa. Pero eso no quiere decir que este “más que un equipo, un escándalo” no tuviera ninguna por entonces, porque previamente había ganado el trofeo en tiempos de Su Majestad Alfonso XIII, el de los chanchullos en Marruecos que tantos soldados españoles costaron; el que tuvo que irse “democráticamente” del país antes de que el “amor de su pueblo” le pidiera cuentas.



En tercer lugar, si bien el Madrid “de Franco” no ganó ninguna liga (sólo dos copas y cuando ya había acabado la Segunda Guerra Mundial) en los primeros 14 años del franquismo, no fue este el caso del Farsa, que sí que gano numerosos títulos en ese periodo (5 ligas y 4 copas). Conviene recordar que en esos años era cuando más asesinaba el “antiguo régimen”; también cuando Franco mandó a Rusia una División de voluntarios, que no fue conocida como “Blanca” sino como “Azul” (o sea, como el azul que forma parte de la palabra compuesta azul-grana; donde el grana recuerda el color de la sangre derramada de los republicanos represaliados con la guerra ya acabada). Y, sin ninguna duda, el Farsa no se negó a disputar aquellos títulos ni a recogerlos en su sala de trofeos.



En 1953, justamente, el mismo año que Franco firmó con los yanquis el tratado de las bases para colaborar en la guerra fría anticomunista y tuvo que readaptar su régimen al “exterior” fue cuando firmó Di Stéfano por el Madrid, que así pudo levantar cabeza mientras el Farsa la agachaba. Si de verdad les interesa a los farsistas conocer los Años Azul-Granas del fascismo de los que tanto y tan de más hablan, pueden informarse aquí:






En consecuencia, sería mucho más fácil establecer una relación directa entre el número de antifranquistas fusilados o encarcelados en el Primer Franquismo, el más vengativo y sangriento, y los títulos ganados en esa época por ciertos equipos, los más “colaboracionistas” que no inventarse una historia del Madrid que no existe más que en sus cabezas extraviadas (cabe mencionar que el club más descarado por su afinidad con el régimen era uno que en los años 40 se hizo llamar Atlético de Aviación, ahora más conocido como el Patético de Madrid, y no jugó en segunda en 1939, pese a haber descendido en 1936, porque él sí que era, oficialmente, un equipo gubernamental. Oir que esa “institución” se atreve a acusar al Madrid de haber sido el equipo del gobierno es sencillamente nauseabundo).



En cuarto lugar, desde 1945, al quedar aislado internacionalmente, Franco no imponía más allá de sus fronteras ni el reconocimiento de su régimen (sólo entró en la ONU en 1955); fuera ni existía siquiera (creo que este culo está confundiendo a Franco con Hitler y sus Panzerdivisonen). Fuera era el Madrid el que era conocido y reconocido. Gozaba de un prestigio tal que tuvo que ser el Madrid, y no Franco, quien sacó de Hungría a la madre de Kubala (sí, lis-tontito, vuestro jugador, que fichasteis por obra y gracia de la Federación Franquista de Fútbol, que impidió arteramente que se hiciera con él el Madrid). En cuanto a la implícita acusación de que nos dieron las primeras Copas de Europa gracias a Franco, que era entonces un paria político en el resto del continente, sólo diré que “se cree el ladrón que todos son de su condición” (y además delira).



Es mucho más cierto afirmar rotundamente que el Madrid se ganó a pulso su categoría universal sin ningún apoyo extradeportivo; en cambio, el Farsa NUNCA FUE CAPAZ DE GANAR LA COPA DE EUROPA MIENTRAS NO SE CAMBIÓ SU FORMATO, mientras se siguió jugando sin cabezas de serie, liguillas, etc. y sólo la disputaba el campeón de liga de cada país.



Por hoy basta; no mereces más atención. Seguiremos contraatando.



Antonimus.