Esperemos que Sus Majestades Merengues, los hipermillonarios que pagamos los seguidores madridistas, parados y jubilados incluidos, hallan pasado buena noche y ninguna tenga el culito escocido por el inefable esfuerzo del partido de ayer en Valladolid, donde nos despedimos del título de Liga salvo carambola inimaginable, por deméritos propios.
Como hemos comentado en algún otro artículo reciente, la ley del mínimo esfuerzo es la vigente en la plantilla madridista; aquí tenemos una prueba más. Y que no hablen del árbitro, de la dureza del adversario o de si los ángeles tienen las pelotas verdes o azul marino: ¡no les dio la gana empeñarse a fondo para sacar los tres puntos! y no hay nada más que decir, sobre todo si son excusas.
Sin Bale ni Ronaldo, el Madrid no fue más que un eclipse, una abdicación inexplicable, pero evidente. Los demás “delanteros” (es una manera de hablar tan sólo) ya han dejado claro todo lo que no tenemos que esperar de ellos.
Fallillas a lo suyo, a no llegar al palo ni en los balones flojitos; pero nada que objetar, porque no jugaba el maldito Diego López (culpable de haber sido fichado por Mou el Malvado), así que todos los blandridistas contentos.
Don Carleone bien, gracias por preguntar; él a lo suyo, a seguir apostando por Illarra en lugar de poner a cualquier otro en el puesto de Alonso para jugar la final. Pero no pasa nada (todavía), que es un magnífico entrenador y sobre todo, ¡qué simpático!
Esta claro como el agua que Sus Excelencias no están interesadas en otra cosa que en jugar en Lisboa y el resto se lo toman como periodo de descanso; por cierto: con este “espíritu benzemista” mejor sería no presentarse allí para jugarla (habría que poner “disputarla” pero eso ni se contempla en el léxico del vestuario blanco), porque a estos merenguitos se los van a tragar los leñadores patéticos sin molestarse en masticarlos.
En fin, dos partidos más y cuatro puntos de menos: velocidad de fracaso (aunque no faltará quien lo maquille con el título de Copa de España).
Una apuesta final; el Madrid no va a ganar tampoco en Vigo el domingo.
Antónimus.
Post scriptum: Es discutible si a los jugadores blancos les trae cuenta racionar sus esfuerzos tan a menudo (pues dependen de un contrato que podría no ser renovado); lo que es indudable es que al club y a sus seguidores no nos interesa y además nos molesta que nos tomen el pelo.
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