El pasado fin de semana goleó el Farsa al Rayo Vallecano a domicilio en partido de Liga. Más allá del resultado, que muestra la diferencia de calidad rematadora entre ambos equipos, se dio una circunstancia que ha levantado cierta polémica entre los puristas fanáticamente fieles a la teoría de que sólo se puede jugar bien al fútbol, y ganar, actuando exactamente lo que hace el Farsa (y con sus mismos actores, digo, jugadores, supongo).
En definitiva, para ellos resulta incomprensible que el Farsa gane sin tener la posesión del balón más tiempo que su contrincante. No es la primera vez que sucede que no supere a su adversario en la tenencia del balón en su poder, pues en un reciente amistoso con el Bayern München también ocurrió así, pero perdió. Sí es el primer partido oficial en el que pasa esto y además se gana y tiene lugar cuando no se han apagado totalmente los ecos de la reciente afirmación por Piqué de que el juego del llamado “tiqui-atraca” farsista es previsible y está superado (entre otras cosas, porque la edad de los jugadores farsigranas ya no les permite hacer una presión constante que evite, con la violencia que se les viene tolerando, todo contraataque que ponga en evidencia la vulnerabilidad del equipo que juega “de cine”).
Hace mucho que Mourinho I el Innombrable puso al Farsa en su sitio anulándole su táctica y le amargó los partidos de clásicos que poco antes servían a los farsistas para “disfrutar”. Pero, claro, al Gran Heterodoxo, enemigo público de la prensa deportiva española, no se le podía reconocer ningún mérito y ha habido que esperar a confesión de parte farsista para tener que admitir lo evidente: el Farsa no ha ganado sólo por la posesión ni este factor es tan decisivo en un deporte que, reglamento en mano, se decide por meter más goles que el adversario. Lamentablemente, las leyendas tienen las patitas cortas, como el Farsa.
Para colmo de males, también el Chacha Martino, el flamante nuevo entrenado farsigrana ha dicho que hay que variar la táctica y a respondido a las críticas culeras por su “incongruencia” ironizando sobre que atacan su comentario porque él no es ni holandés ni de la casa (pero sí paisado del Més-sisador a Hacienda). Poca vista está demostrando el que empezó afeando al Madrid la inmoralidad de sus fichajes multimillonarios recien fichado Neymar por su propio equipo (¡qué triste y mala es la envidia!).
Se ha hecho historia para calcular cuando empezó la Era del Gran Fútbol de la Mejor Farsa de todos los Tiempos y se ha comprobado que el último equipo que le ganó la posesión fue el Madrid; concretamente en el partido de Liga jugado en el Bernabéu el 9 de mayo de 2008, cuando el ya campeón (¡hizo 18 puntos más!) goleó a un triste Farsa por 4-1 (y acobardó tanto a Deco y Eto’o que ni se atrevieron a venir a Madrid).
Pero hay un dato más interesante de aquel encuentro: la alineación del Farsa, que sacó a jugar a muchos de los famosos artífices del Gran Juego posterior: Valdés – Puyol – Abidal – Xavi – Henry y el mismísimo Més-sisador. Además, junto con los “borrados” ya citados, también estaba en la plantilla de aquella temporada Siniestra,
Así que hay que preguntarse por qué no jugaba en 2008, al menos, la mitad de bien que después una plantilla que ya por entonces contenía numerosos titulares de la Superfarsa que nos han estado contando últimamente. Basta comprobar que en la final de Champions que ganó el Farsa justo un año después jugaron hasta siete de los jugadores aquí citados. Lo dicho, ¡es metafísicamente inexplicable que suceda algo así! Pero sucede, luego, la “explicación” usual no es más que un mito.
Chacha, ¡cuidado con remover tan “glorioso” pasado!; te puede costar el cargo. En Farsistán no gustan los iconoclastas bocazas. Y eso no lo arreglas ni con el numerito de llevarle flores a Casanova como un patriota (seguro que soñabas hacerlo cuando vos eras aún un pibe).
Antónimus.
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