sábado, 26 de enero de 2013

¿POR QUÉ 18 PUNTOS DE DIFERENCIA EN UNA SOLA VUELTA?


Acaba de terminar la primera vuelta de la Liga de fútbol 2012/13. Tras las 19 jornadas disputadas, el Madrid, vigente campeón, está en tercera posición a 18 puntos del Farsa, actual líder. El segundo clasificado, el Patético, está a 11 puntos tras los farsistas y a 7 de nosotros.

¿Por qué hay 18 puntos de diferencia entre Madrid y Farsa en sólo media Liga? La pasada, después del doble de partidos, terminó con 9, exactamente la mitad y además a nuestro favor. ¿Qué pasa esta temporada? ¿Qué nos ha ocurrido tan sólo unos pocos meses después de ganar la que se llamó la Liga de los Cien Puntos? ¿Por qué parecían tan buenos los jugadores madridistas en el pasado campeonato y por que parecen tan malos en el actual? ¿Es Mou el culpable del cambio de rendimiento?


En primer lugar, hay que recordar que el fútbol es un deporte colectivo; en consecuencia, ni los méritos ni los errores son individuales. Ni siquiera el mejor jugador del mundo podría ganar solo (no ya un título sino ni siquiera un partido).

En cuanto al porcentaje de responsabilidad del míster en los éxitos y en los fracasos, si tenemos en cuenta que en cualquier plantilla hay más de veinte jugadores profesionales (en el caso del Madrid, la inmensa mayoría son internacionales) y que el cuadro técnico no pasa de ser numéricamente alrededor de un 20-25 % de dicho plantel, podríamos afirmar que el entrenador y sus ayudantes no han de responder de más de la sexta parte de la responsabilidad conjunta del primer equipo; en todo caso, dupliquemos su importancia y eso nos dice que un tercio de la responsabilidad (como máximo) es del cuadro técnico (en su conjunto) . Otro tercio de las culpas o los méritos es de las figuras más destacadas y al resto de la plantilla (unos 15 jugadores) le corresponde el resto de la responsabilidad de los malos (o los buenos) resultados.

Así que tenemos tres elementos a distinguir: entrenador (con sus ayudantes), figuras y jugadores complementarios. Además, hay que analizar las distintas líneas del equipo y ver quién está rindiendo por debajo de su nivel del campeonato anterior y quién no.

Empecemos pues por el cuadro técnico, formado por Mou, Karanka (segundo entrenador), Rui Faria (preparador físico), José Morais (ayudante técnico) y Silvino Louro (entrenador de porteros). Por supuesto, todos trabajan siguiendo las directrices de Mourinho, así que nos vamos a limitar a analizar su labor.

Mou no ha dejado de exigir a sus jugadores el máximo; en eso no ha habido ningún cambio respecto al año pasado Además, más allá de que sus decisiones gusten o no, nadie puede discutirle la capacidad y valentía suficiente para tomarlas, caiga quien caiga.

Por supuesto, tal actitud supone un gran desgaste para alguien que no ha gozado nunca de un apoyo digno de mención ni en la prensa deportiva ni en muchos estamentos del club. Tampoco es un secreto que una parte, más o menos numerosa de la afición, no está con Mou (es decir, muchos aficionados no están con él “ahora” que no se vamos en cabeza). Los argumentos contra él, más especiosos que sustanciales, sobre la pérdida de “valores”, etc. son en el fondo una cantinela condenada a no ser más que un molesto run run de fondo a no ser que no acompañen los resultados; lo que, desgraciadamente, ocurre últimamente (pero sólo últimamente: este verano le ganamos otro título al Farsa y entonces nadie silbaba).

Porque lo que muchos “olvidan” (es decir, quieren hacernos olvidar a los madridistas con memoria histórica de lo que es este club) es que Mou no llegó al Gran Madrid de Di Stéfano sino a un equipo en decadencia, acomplejado y sin alternativas deportivas (o políticas) para darle la vuelta a tal situación. Él, sobrecumpliendo su contrato, ganándose cada céntimo y dando la cara por cuestiones que podía haber dejado a otros (las atiendan o no). Indudablemente, la pasividad o la indiferencia no son defectos que se le puedan echar en cara.

Trabajando igual, cuando llegó y triunfó lo mismo que ahora, Mou logró, primero, que nos volviéramos a poner de pie y recuperásemos nuestro orgullo y, a continuación, que ganásemos nuevos títulos (y a nuestro rival más directo: ya van tres, lo que en comparación con 0 en las dos temporadas previas es una mejoría innegable).

Por supuesto, si para el bien del equipo hay que sentar o traspasar a jugadores que ya no están a la altura deportiva que precisa el Madrid, ¿quién se puede oponer si de verdad defiende los intereses de nuestro club? Esa es la contradicción de muchos que se denominan madridistas y no saben que atacar a nuestro entrenador no puede nunca beneficiar a nadie que no sea enemigo nuestro. Porque no se puede ser, a la vez, seguidor de nuestro equipo y partidario acérrimo, irracional de un jugador, olvidando que incluso.la Saeta Rubia se tuvo que retirar; es ley de vida.

La conclusión es que Mou no ha acusado una merma significativa en su rendimiento ni de esforzarse para hacer lo mejor posible su trabajo. Sigue siendo el mismo, con los mismos métodos y metas. ¿Le acompañan los demás elementos del equipo en su tarea? No tanto como debieran.

Hablemos ahora de las figuras destacadas. Por supuesto, eso significa referirse en especial a Cristiano Ronaldo. Pero empecemos por ver si hay algún otro jugador de nivel similar en la plantilla, alguien que sea fundamental para el equipo. Fijémonos en cómo están esta temporada Di María, Alonso, Özil, Fallillas, Pepe, Marcelo, Sergio Ramos, Modric, Benzema e Higuaín.

Di María resulta sencillamente irreconocible esta temporada, no ha existido en la primera vuelta liguera. Su problema no es no estar muy bien este año sino que no está ni siquiera regular; por eso, ha dejado de ser titular.

Alonso va declinando, quizá por su edad y quizá por falta de relevos; no es su mejor año tampoco, aunque aguanta el tipo mejor que la mayoría.

Özil sigue siendo una eterna promesa; continúa en su línea de hacer grandes cosas de vez en cuando y de tomarse grandes descansos más a menudo. Su rendimiento (más allá de lo que digan los “enterados” de los medios deportivos) no es suficiente para ser una figura del Madrid y no por falta de calidad sino porque no tiene suficiente continuidad a alto nivel.

Fallillas. El nombre lo dice todo. No todos somos tan partidarios de él como dicen sus amiguetes de la prensa (más interesados en ser su cla que en hacerle una crítica seria a sus decepcionantes actuaciones, especialmente esta temporada).  Basta mirar sus estadísticas de esta Liga en comparación con la anterior para advertir la diferencia de rendimiento actual: para menos, despeja menos y le meten más goles. No vale el argumento de que los tantos no se los meten a él solo sin que cuando haga una parada se recuerde que no le han tirado a placer gracias a la defensa que tiene delante.

Sigue sin saber jugar con el pie. En cuanto al juego aéreo, su religión le prohíbe tomar parte en él (lo que es celosamente silenciado por todos sus acérrimos, emplumados o implumes). Siempre tuvo grandes reflejos y ese era su punto fuerte ; lo malo es que ya ni eso lo hace tan bien como solía.

Pepe es, sin duda, un grandísimo central. Eso no significa que no sea criticable precisamente por cuestiones extradeportivas; pero no por ser “violento” (de hecho, si hay que hablar de “cacería” la que hay es la montada impunemente a su costa, tanto por cazatibias como por las plumas sicarias que tanto abundan en Mierdaña). No, su problema es no aprender de todo lo que le pasa, no ser más “listo” (en su versión hipócrita). Sólo así será útil al Madrid, no si es sancionado (o lesionado) tan frecuentemente. No puede seguir desgastándose en guerras que no puede ganar (nadie le va a perdonar ser portugués ni jugar en el Madrid). Lo suyo es la colocación, la rapidez, la clase, el juego aéreo. Lo otro, que lo rehúya al máximo, pues es por donde le anulan (desde dentro y desde fuera del campo).

Marcelo no merece comentario porque ha estado “de vacaciones FIFA” por lesión. Esperemos que su aportación se note en la segunda vuelta.

Sergio Ramos tiene tantas virtudes físicas que quizá en compensación no le sobra nada de talento; más bien le escasea. Sólo así se explica que meta la pata tanto. Aún no ha comprendido que desde que fichó por el Madrid le sacan el doble de tarjetas por la mitad de faltas. Ni siquiera ser “de la rojal” le vale para tener la bula de otros más farsistas (pero también más disimulados) que él. Si no espabila, no será ni la mitad de jugador que podría ser. A veces recuerda a Guti por su manera de desaprovecharse a sí mismo.

Modric no tiene aún nota. Algo ha hecho, pero no tanto como se esperaba. Es pronto para saber si mejorará o no.

Benzema será siempre un jugador impasible, de sangre fría, suele decirse. Pero esto es tan bueno como malo, pues si le permite hacer jugadas que otros no podrían culminar también le lleva a inhibirse más de la cuenta, sobre todo si se reparte leña. Es un grandísimo futbolista que lleva el balón como muy pocos delanteros y que además sabe rematar. Él mismo es su límite. Mou tendrá que seguir intentando sacar de él todo lo que lleva dentro.

Higuaín ha vuelto a estar lesionado bastante tiempo, eso impide hacerse una idea clara de si está igual o peor que en la pasada Liga (desde luego, mejor no está). Como toda la delantera en general, está marcando menos goles.

El saldo de las figuras del equipo es, por tanto, inferior claramente al de la Liga 2011/12. En general, la edad no es suficiente explicación para este bajón de rendimiento, así que habrá que hablar de otras causas, como falta de motivación, de suficiente espíritu de sacrificio, no tener suficiente amor propio (o mala leche) o cualquier otra circunstancia directamente imputable a los deportistas.

No nos olvidamos de hablar de la superfigura del equipo, Cristiano Ronaldo. Hay que reconocer que el luso no empezó muy bien la temporada. Recordemos cuando dijo que estaba triste no goleaba como solía anteriormente. Muchos lo interpretaron como un intento de presión al club para acelerar su renovación. Si esto era cierto, el club cometió un inmenso error al no aprovechar la ocasión, porque ahora parece que a Cristiano (que dice querer acabar su contrato: dos temporadas más) ya no le corre prisa ni siquiera hablar del asunto. Irónicamente, desde entonces está jugando cada vez mejor (quizá, mejor que nunca en el Madrid).

Centrándonos en lo deportivo, lleva menos goles que el año pasado y es verdad que eso se ha notado en más de un marcador, pero esa es una razón de más para amarrarlo por el resto de su carrera deportiva: ¿qué será del Madrid si se va Ronaldo? ¿Dónde encontrará otro goleador que le proporcione una media de un gol por partido jugado (algo que nadie había hecho antes en el  Madrid).

En cualquier caso, nadie le puede discutir su entrega, su ambición e incluso, últimamente, la capacidad de actuar como un auténtico capitán del equipo mandando mensajes de dimensión política a los madridistas (lo que no hace el que supuestamente tanto interés tenía en ese cargo). Por tanto, la conclusión es que Cristiano no es parte del problema sino de la solución, aunque tiene que mejorar su aportación (que ya es prácticamente insuperable).

En resumen, las figuras no están al nivel de la pasada temporada y eso es lo que marca la diferencia de resultados (y de clasificación, en la Liga y en la Champions).

En cuanto al resto de la plantilla, los jugadores complementarios del equipo, Khedira tiene más presencia cada vez en el centro del campo y hace un gran aporte físico, aunque no tiene técnicamente tanto como sería deseable, sobre todo en la finalización ante la meta rival. Varane sigue en su línea de progresar paulatinamente y cabe esperar mucho de él, pero todavía es pronto para darle la titularidad. Arbeloa es un jugador cuya principal virtud es la inteligencia, no la clase (esto significa que no tenemos lateral derecho de garantías). Tampoco aportan un saldo positivo Albiol, Coentrao (con más problemas disciplinarios de la cuenta), Carvalho (que acaba contrato, aunque ha rendido muy bien en los últimos partidos). Essien, que está cedido, y no ha hecho aún nada relevante; Callejón, que sigue en lo suyo, que es luchar como el que más, pero no siempre con acierto... De los canteranos, no hay mucho que añadir, salvo que no les corresponde a ellos sino a los titulares sacar al equipo de su crisis de juego y resultados.

Respecto a Kaka, mejor no decir nada, pues no hay nada positivo en él para el Madrid. ¡Lastima del dineral que costó! Afortunadamente, ya sólo es un problema de tiempo librarnos de él cuando acabe su contrato.

Digamos pues que el saldo de los jugadores complementarios no es muy halagüeño, pero por definición no son ellos los llamados a marcar la diferencia en el Madrid sino a acompañar el buen juego de las figuras.

Resumiento, el equipo ha estado mucho peor en portería y peor en defensa, centro del campo y delantera. Parece que el juego y, sobre todo, la efectividad en ataque y defensa, han bajado, pero, ¿se explican sólo con estos elementos los 18 puntos? Por supuesto que no. Para dejarlo muy claro se hace preciso decir unas palabras  sobre los arbitrajes políticos que padece el Madrid.

En los 19 partidos de la primera vuelta, hemos obtenido 10 victorias, 4 empates y 4 derrotas. Uno de los empates, con el Farsa, no cuenta, pues ambos equipos puntuaron lo mismo. Los restantes puntos perdidos explican la diferencia de 18, dado que el Farsa “aparentemente” no ha perdido ningún punto más en toda la primara vuelta.

Si analizamos un poco más detenidamente cómo han tratado los árbitros a uno y otro, ya desde el primer partido vemos la diferencia. En el caso del Madrid, falta inexistente que sirve al Violencia para empatar en el Bernabéu (con la destacada colaboración de Fallillas, casi al nivel del gol que le facilitó al Ajax). Así volaron los primeros dos puntos: En la misma jornada, goles ilegales en Pamplona para que una derrota farsista se convierta en victoria. Por si alguien lo ha olvidado, este año no ha dejado el catalanismo de pedir “lo suyo” al estado español. Se ha notado sobradamente.

Lo mismo pasó en la visita del Farsa al campo del Sevilla, donde, además, se vio que hay jugadores con bula hagan lo que hagan, como es el caso descarado de Busquets (el mismo que cazó a Alonso a lo De Jong nada más empezar la final de Copa de 2011; el mismo que llamó “mono” a Marcelo). Sin esos seis puntos, la distancia se reduce a doce.

No creo que eso sea todo lo “regalado” al Farsa, pero centrémonos ahora en el análisis de los puntos perdidos directamente por el Madrid. De las cuatro derrotas, al menos dos (ante Sevilla y Betis) fueron manifiestamente influidas por penaltis a favor del Madrid no pitados. En cuanto a los empates, ni el del día del Valencia, ni el del Osasuna fueron justos (en el segundo, se anuló un gol legal a Callejón). Total: otros diez puntos explicados. Esto nos pone a dos puntos del supermegalider.

Pero esto no es todo lo que los árbitros han hecho “por el Madrid”. Recordemos simplemente la “entrada” de Navarro a Ronaldo en el campo del Levante para ver lo apoyado que está “el equipo del gobierno” por los trencillas. O los goles anulados al Madrid permanentemente por “errores” (tanto en Liga como en Copa) o los penaltis a Ronaldo permanentemente no pitados. En cuanto a los partidos jugados con 10, la dureza de las sanciones a los madridistas, la impunidad a los cazadores de Ronaldo y otros merengues (nada que ver con el corralito protector del “carterano” mesita-de-noche)…sin comentarios.

Aún falta hablar de otro asunto que huele a podrido. Hay algo más este año en el ambiente. La Liga tan “perfecta” e unos y tan “imperfecta” de otros hacen pensar que alguien ha decidido silenciar el plusmarquismo madridista de la Liga Cien., ya que no encaja bien en el universo farsista que explica el fútbol como una mezcla de balonmano (por la manera de moverse a lo ancho y no a lo largo del campo) y boxeo (donde se puede ganar a los puntos: por méritos, no por pegada). De los goles de despacho (o de redacción) hablan menos, claro, aunque son la verdadera base de todo el montaje.

Así que este año tiene que ganar el Farsa todos los puntos y partidos en la Liga (lo que no gane con el Madrid es lo de menos) para alcanzar un título de leyenda. Esta es la campaña que nos han montado a nuestra costa, ni más ni menos; a ver si, como durante el franquismo, los separatistas se dedican a hablar de fútbol y no de política.

Si los que han urdido esta operación fueran tan inteligentes como se imaginan, procurarían que no se notara tanto, pero es que no dan más de sí mentalmente. O quizá están tan preocupados de que se les independice Chantajistán que han decidido poner toda la carne en el asador para convencerlos de que como en Mierdaña ni hablar.


Volvamos al fútbol. Recordemos que todo este análisis ha comenzado comparando los puntos de Madrid y Farsa de esta y la pasada Liga. Desde entonces se han enfrentado en tres ocasiones durante la presente temporada. Si hubiera tanta diferencia en el juego de los dos clubes como dice la así llamada prensa deportiva se debería haber puesto de manifiesto en tales partidos. ¿Ocurrió así?

Es bastante significativo que en los tres partidos jugados desde el verano por el Madrid y el Farsa haya habido una gran igualdad que en nada se parece al abismo de la clasificación de Liga que estamos comentando. Cada equipo ganó, empató y perdió un encuentro. En cuanto a los goles, hubo empate a 6 (2 de media). Asimismo, no puede explicarse este equilibrio porque el factor campo haya ayudado al Madrid ya que se han jugado dos de las tres veces en Farsalona, donde empató 1 y perdió otro (es decir, ya no pierde siempre “allí” ni es goleado descaradamente. Ya no se “disfruta” cuando se juega contra él). Además, como “novedades” destacables de estos enfrentamientos, queda confirmado que Ronaldo hace bastante más que “algo” contra el Farsa. En cuanto a que el Madrid de Mou podrá ganar algún partido suelto al Farsa, pero nunca una eliminatoria…hay están los tozudos datos.

Respecto al Patético, actualmente por delante del Madrid gracias a los deméritos de éste, bastó ver el partido en el que ambos se enfrentaron para comprobar que nada ha cambiado y que sigue siendo el rival más asequible (no por ello el menos violento) del campeonato cuando se enfrenta al Madrid.

Así que el Madrid (sin estar bien) no está tan por debajo de sus rivales como dicen los números; simplemente ha dejado de dar el máximo y el Factor Villtini (Villar+Platini, pues tampoco en Europa ha dejado de notarse) ha hecho el resto.

Antónimus.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Felicidades por tan amplio y objetivo análisis de la primera vuelta! Lástima que no se publique en la portada de los deportivos que se dedican a dar chismes en vez de dar noticias.