Los
que creen en la armonía universal quizá supondrán que la segunda oportunidad
para Adán como consecuencia de la lesión de Fallillas es un acto de justicia,
de restitución; porque su expulsión apenas iniciado su segundo partido como
titular, gracias a Mou, no le dio a Adán tiempo suficiente para demostrar nada
y eso, al menos, sí se lo merece.
No
es esa la opinión prácticamente unánime de los medios, que, abrumadoramente,
atacan a Adán en un acoso laboral digno de denuncia en el juzgado de guardia. Y
todo se debe no a sus méritos o deméritos como portero sino a la eterna campaña
pro Fallilas de la prensa; habrá que preguntarse si es desinteresado tanto
“cariño” hacia él de los lobos siberianos de las rotativas.
Sinceramente,
cuando alguien es encomiado tanto como Fallillas y se le supone indispensable
pero, simultáneamente, no da una a derechas (por mucho que se le callen sus errores),
entonces hablamos de un cáncer y ya se sabe que lo único que se puede hacer con
los tumores es extirparlos urgentemente.
Si
a esto unimos que, de ser cierta la información de MARCA, o Fallillas o Ramos
(o ambos) son los chivatos de los que tanto ha hablado Mou, entonces su corto
futuro profesional (ya no es un niño) podría no ser madridista, para bien de
nuestro equipo.
Por
lo demás, es difícil que el Madrid no se plantee en junio el fichaje de un
nuevo portero con prestigio y cualidades suficientes para disputarle el puesto
a Fallillas, pues, si algo está claro para los que no son sus fans (o sea, sus
fanáticos), es que el mostoleño queda cuestionado por su ínfimo rendimiento en
el Madrid durante las últimas temporadas, por lo que se plantean muchas dudas
sobre si va a ser posible contar con él para seguir detentando la titularidad
de nuestra portería.
En
cuanto al futuro de Adán, se va a decidir en este mes en el que el Madrid va a
disputar partidos decisivos con él en la portería. Lo más probable es que
aunque lo borde se vaya al final de temporada y, si hubiera que darle un buen
consejo, eso sería seguramente lo mejor para él.
Sin
duda, él se merece intentar ganarse la vida en un club menos complicado para
acoger a los nuevos jugadores (más allá de la leyenda canterista que no se
sostiene si repasamos dónde nacieron las principales figuras madridistas). Y la
afición del Madrid, después de su manera asquerosa de tratar a Adán no se
merece que él le dé a ella una nueva ocasión para atacarlo a pesar de llevar
nuestro uniforme.
Porque,
para su desgracia, él no dispone de una Eva mediática que impulse la
distribución de consignas a los descerebrados madridistas para predisponerlos a
su favor y esas carencias se pagan.
Antónimus.
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