viernes, 25 de enero de 2013

EL VIOLENCIA Y PÉREZ LASA LE PREPARAN LA SEMIFINAL AL MADRID


Nueva encerrona en Violencia, con Pérez Lasa, una vez más, de maestro de ceremonias antimadridistas. Volvía a tocar encerrona para salvar el “honor” de los levantiscos. ¿Consecuencia? El Madrid, con menos faltas, recibió más tarjetas amarillas y rojas (en plural) que el Violencia, que hizo una cacería de los jugadores madridistas tan deliberada como impune; particularmente de Ronaldo, que salió bien librado de milagro de un duelo en el que el Violencia no mereció acabar con 11 ni la primera parte.


Otra vez los “errores” se cruzan en el camino del Madrid, en esta ocasión, desprotegiendo a nuestros jugadores como tantas otras veces. Son demasiadas para seguir creyendo en casualidades o en la mala suerte.¿No es extraño que hasta equipos tan poco poderosos “federativamente” como el Osamula o el Betis obtengan arbitrajes tan sesgados a su favor cuando juegan contra el Madrid?

Se impone una reacción y, si queremos actuar inteligentemente, no debería provenir de los técnicos o jugadores de la primera plantilla, que pueden ser fácilmente sancionados y eliminados por los que tienen propósitos definidos y permanentes en relación con nosotros. No hablo de nada que no esté pasando ya, luego hay que cambiar de táctica.

Por todo ello, me gustaría plantearle unas cuantas preguntas a la Directiva del Madrid

¿Cuántas agresiones, la mayoría impunes, tiene que recibir Ronaldo para que el club reaccione y dé la cara por él y por el resto de la plantilla?

¿Por qué no se hace frente, con la máxima energia, a las provocaciones, encerronas y ataques permanentes, mediáticos y “físicos” que sufrimos sin cesar? No puede ser que salga tan barato atacarnos. No deberíamos seguir tolerándolo.

¿Por qué no hace el club una denuncia decidida de la politización del deporte español en la que el gobierno central es tan culpable como ciertas “regiones” o los medios de comunicación que les sirven de portavoces?

No basta con ser buenas personas, como era el presidente De Carlos, al que toreaban como querían precisamente por eso. Hay que hacerse respetar o temer. Lo que no vale para nada es esperar el advenimiento de la justicia universal sin hacer nada mientras. No vamos a vivir tanto tiempo como para que sea una opción a considerar.



Antónimus.





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