No
estoy de acuerdo con Mou en una cosa, en que los jugadores hicieron un partido para ganar, tanto ante el Málaga
como ante el Español. Quizás desde el
punto de vista técnico, sí (yo no entiendo demasiado de éstp), pero como
espectadora y aficionada pienso que anímicamente no. No han hecho lo
suficiente.
Sí
que es verdad, que desde el principio de esta Liga están teniendo mala suerte,
que los palos, los porteros (que contra el Madrid hacen el partido de su vida)
y los árbitros (que más bien restan, mientras que con otros artistas del
marketing y de la farsa suman), parece que se han alineado en el firmamento
para ponerse en contra del Madrid esta temporada; pero además falta algo, algo
en la actitud de los jugadores. ¿La garra, la ambición, las ganas de demostrar
que son mejores?
No
sé muy bien cómo definirlo, pero veo en los equipos contrarios, generalmente
muy inferiores en técnica y juego, que se matan por ganar al Real Madrid; que
cuando un jugador del Madrid tiene la pelota es rodeado por 2 ó 3 jugadores,
que parecen poseídos (como el día del Celta), y le entran para quitarle el
balón haciéndole las faltas necesarias; que corren como fieras…Y no veo en los
jugadores del Madrid la actitud de respuesta a esto, la de “os vamos a
demostrar que somos mejores por mis co….”; ni la de ir a disputar un balón con la fuerza
necesaria; ni protestar con la energía suficiente ciertas decisiones de los “hombres
de negro”. Nuestro equipo está imbuido de una especie de resignación religiosa
(o más modernamente abatimiento psicológico), en fin, de tristeza que no
reconozco en el Real Madrid de mi memoria histórica.
Quizás
sea por los problemas personales y de “egos” en el vestuario; no sé, pero esto
es algo que cada jugador debe poner en el campo, independientemente de su
entrenador o de sus compañeros. Si cada uno lo hace, quizás el resultado
colectivo, unido a su mejor calidad técnica, fuese otro; o tal vez los árbitros
(que utilizan distinto rasero para los jugadores del Real Madrid), nos
expulsarían cada partido a un par de jugadores. Pero, incluso en este caso, reconoceríamos
algunos que al menos habrían luchado, y a los aficionados no se nos quedaría
esa cara de tontos y esa sensación de inevitabilidad que cada vez es más
recurrente.
Y
aún se me ocurre otro quizás: el de los equipos contrarios, tan luchadores
ahora frente a nosotros, que si vieran que el Real Madrid no se arredra; que ha
dejado de ser el equipo accesible que es ahora, cambiarían la actitud de que “con
el Madrid todo vale y hay una posibilidad de ganarle”, volviendo a ser equipos
psicológicamente resignados a sucumbir ante adversarios mejores; como hacen
ahora ante el Farsa, ante el que estos mismos equipos salen como corderitos
resignados a ir al matadero, con la mejor de sus sonrisas, y le hacen
poquísimas faltas y al “Messias” le hacen pasillo hasta el área, con todo
respeto, no vaya a ser que falle un gol, nada de hacerle sangre (literalmente)
como a Cristiano
Ese
cambio de psicología respecto al rival es lo que tienen que trabajar los
jugadores del Madrid, transformando su propia actitud psicológica para mejorar
la del equipo en general. Pero esto,
repito, hay que ganárselo por uno mismo y sólo se obtiene luchando, como Pirri,
Di Stéfano, Juanito, Santillana, Camacho, Stielike, etc. Esos son los valores
genuinamente madridistas que hay que recuperar cuanto antes.
MARLISS
2 comentarios:
¡Bienvenida a Cibeles otra nueva voz!
Pues sí, incluso el último día, contra el Málaga, dos penaltys sin pitar (cuando íbamos 0-0 y 1-1)
La limpia de jugadores llegará si sigue Mou, aunque supongo que estará harto de tanta tontería como rodea a este equipo.
Mi padre siempre hablaba del "pundonor madridista"... Un concepto que ahora parece no estar de moda. Quizás es incompatible con que este deporte se haya convertido en un gran negocio, y claro, todos quieren su parte del pastel, lógicamente.
De los jugadores que se citan en este artículo, guardo un recuerdo entrañable, pues en mi niñez, alguna vez hice novillos en el cole para presenciar los entrenamientos gratuitos en el estadio. Y se notaba que los jugadores amaban su camiseta, su color, su club, su equipo... Aunque se les fichase en otro lado, su corazón seguía siendo blanco... Ahora, en todos los sitios, en todas las empresas, el "caché" y la rentabilidad económica, son más importantes que el sentimiento de pertenencia. No se si es bueno o malo, es lo que hay... Pero se añora jugar por el equipo y no tanto por el dinero, sobre todo en éstos jóvenes que ya han llenado sus cuentas con grandes y sabrosas sumas.
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