viernes, 17 de julio de 2015

NI SABER ESTAR NI SABER IRSE: ÍKARO FALLILLAS EN ESTADO PURO

¡¡¡Gracias, Fallillas!!! Pero no sólo por haberte ido del Madrid de una puñetera vez sino por el ridículo y patético estilazo con el que lo has hecho; dilapidando hasta el último momento lo poquísimo de prestigio que aún podría serte reconocido por los que somos nada más, ¡y nada menos!, que madridistas por encima de todo, no sectarios fallillistas dispuestos a atacar los intereses del club por ti.

Tu escenificación ultraestudiada del hijo expulsado del paraíso por el padre tiránico e injusto la ha visto y, sobre todo, la ha entendido todo el que ha querido mirar tras tu montaje potemkiano. Eso no puede evitarlo la ceguera patológica de tus fallillistas; que parecen no tener más equipo que el tuyo particular, juegues donde juegues (esperamos que ahora se hagan del Oporto y nos dejen en paz).

Tampoco puede evitar esta penosa impresión la jauría prensil, tan adicta a ti, interesadamente, claro (por lo bien que te ha ordeñado durante años, infeliz). Pero lo de la prensa es, en realidad, otra guerra;...por el control del Madrid, en la que tu no pasas de ser una escaramuza más.

Oyendo la mala baba antimadridista con la que han comentado tu final los mass media (al fin y al cabo, los medios de comunicación para las "masas"), se comprende fácilmente que tú eres el mejor ejemplo de jugador cancerígeno que ha habido en el Madrid hasta hoy. Es decir, tú, como todo cáncer, no colaboras con el organismo al que, supuestamente, perteneces sino que lo destruyes. Por eso hay que extirparte, para salvar al club (¡y no a ti!, ególatra).

Ahora, ante la violenta reacción por tu marcha, queda claro por qué no se atrevió Florentino a echarte después de tu Lisboariazo ni mucho antes, que motivos no le faltaban.

¡Qué oportunidad ha tenido, y a perdido, la prensa para dejar por fin a un lado su maniqueísmo antimadridista e intentar hacer un balance equilibrado, con luces y con sombras, de su pupilo, el Íkaro Caído; caído por mucho que ella se haya empeñado en mantenerlo en vuelo aún con sus alas rotas por tantos goles encajados, muchos parables. Pero no. Demasiada ceguera deliberada junta.

El numerito de tu lectura en solitario de un comunicado, sin admitir preguntas, es un final bastante adecuado a tu representación victimista de sainete, aunque sobreactuado, como sueles hacer (y desde luego es todo lo que se merece un "galáctico de Móstoles"). Ni una lágrima por tanta soberbia herida.

¿Qué habrías dicho tú si te hubiera hecho tu jauría mediática la mitad de las jugarretas que le hicisteis a Diego López vosotros (tú también, "buena persona", que la omisión es otro modo de acción). Si ya no te acuerdas, puedes leer este comentario, de Tomás González-Martín:

http://abcblogs.abc.es/tiro-al-blanco/public/post/carta-abierta-a-diego-lopez-15828.asp/

O pregúntate por lo que pasó con Pepe, cuando lo quería linchar media España y tú, "su capitán", nunca lo defendiste (pero si que diste la cara por iniciativa propia,  y te significaste sin pedir permiso al club, por los del Farsa, listillo, y eso es traición al Madrid). Tuvo que ser Mou el Malvado quien, curiosamente, salvara a Pepe (por poco que éste se lo haya agradecido después). Fue él quien logró que el Madrid prolongara su contrato, no tú, capitanito. Pero claro, se entiende que estabas muy ocupado con centrarte exclusivamente en lo tuyo (sobre todo, en como aumentar tu pasta).

Por si todo esto fuera poco, vives rodeado, amparado, acompañado... aislado detrás de tu legión de fallillistas (que no madridistas, porque lo vuestro es ya una herejía obsolescente). Estás separado de la realidad por todos esos madriflojos que aún siguen jaleándote; ajenos a tu abrupta decadencia, la cual se niegan a aceptar, pese a ser cada vez más evidente. Si tú te crees tanta macana sin reflexionar...problema tuyo.

No finjas que estás desamparado: tú, patético parásito interesado y desagradecido, estás muy, pero que muy arropado; así que abandona ya tu papelón barato de "solo ante el peligro", garicupercillo de cuarta. Eso sí: semejantes amigos te perjudican más que tus enemigos; pero te los mereces plenamente, puesto que tú te los has buscado.
Muy bueno el numerito de tus padres cargando, ahora, contra el Madrid (a tí nunca te faltan testaferros para atacar mientras te quedas, inmaculado, al margen de todas las bajezas que se cometen en tu nombre).

Lástima grande que no sea muy creíble que alguien tan subjetivo, biológicamente hablando, sea quien te defienda. Al fin y al cabo, es normal que unos padres quieran a su hijo; lo que pasa es que su actitud actual chirría un poquito después de vuestros desencuentros económicos previos (¿te acuerdas de cuando era Florentino Maquiavelo quien tenía que invitar a tú padre al palco del Bernabéu, porque habías dejado de hacerlo tú?; quizá  sucedía porque te dolía darle a tu padre una millonada para romper vuestra sociedad de administración de tus ganancias, que él te llevaba hasta...¿cuándo? ¿Quizá hasta que apareció doña Sara? ¿Ha pasado tanto tiempo que ya no sabes que casi fuisteis a juicio?).

http://elpais.com/elpais/2013/10/04/gente/1380891767_974450.html

Pero, hay un asunto en el que hay que felicitarte; porque hay que reconocerte que es muy difícil rastrear tu lado oscuro en los medios. ¡Buen trabajo de "decepción" (que es como llaman los militares al trabajo de despistar al enemigo con una apariencia engañosa). Ni un fallo, ni una cantada, ni una baja de forma de las múltiples que has tenido aparece en lo publicado: en el mundo virtual de las redacciones eres perfecto (increíble, pero perfecto).

De nuevo hay que echar mano de Tomás González-Martín (ya sabes: el que escribe "Tiro al blanco" en ABC

Lee en el avión a Holanda cómo explica tu numerito en las negociaciones finales (¡qué pasada lo de preguntar quién tiene que pagar a "tu" intermediario en el traspaso! Claro que esa es tu costumbre: que te lo pague el Madrid):

http://abcblogs.abc.es/tiro-al-blanco/public/post/casillas-polemica-hasta-en-el-adios-16019.asp/

Y has tenido suerte de que Julián Ruiz, "El cortador de césped" de El Mundo esté de vacaciones (parece, por su silencio); porque ese sí que te tiene ganas y no Mourinho. Seguro que más adelante te dará lo que te mereces; porque no sólo te has ganado decenas de millones de euros, gracias al Madrid (tú eres el que le debe todo a él; no te equivoques); además te has ganado el rencor permanente de una parte de la afición mucho más numerosa de lo que estás dispuesto a admitir. Ella tampoco te va a olvidar, para tu desgracia, y te esperará en guardia por si tienes la osadía de volver al club en el futuro, aunque sea de recipiente para arrojar desperdicios.

Y hablando de el Mejor Entrenador del Mundo, muy sutil lo tuyo (¿o a sido tu mujer quien te ha escrito el discursito final?) con lo de "gracias a todos mis entrenadores. A todos"...pero mejor sin dar nombres, ¿verdad? No se lo ha creído ni tu señora madre (¡qué cagada la suya con el Oporto!, por cierto).

Y es que ese es tu problema y el de tu entorno, que pensáis que los demás no tenemos cerebro y basta con que te preparen una entrevista amistosa (¿recuerdas las que le hacía la prensa española a Mou?), por ejemplo, con el pope Iñaki Gabilondo, para que a los mourinhistas se nos haga el culo Pepsi Cola oyendo al buenazo de Íkaro. Pues no, porque resulta que nosotros sí que tenemos ojos en la cara y los mantenemos muy abiertos si de los intereses del Madrid se trata; caiga quien caiga (no sólo tú). Si supimos decir adios a don Alfredo di Stéfano, imagínate tú, piltrafita, lo que nos cuesta mandarte a...donde te mereces.

En cuanto a tus viejos trapos sucios, la raíz de tus problemas actuales para seguir en el Madrid (omitiendo que, deportivamente, estás para el derribo), deberías echarle un vistazo a este otro comentario de Tomás González-Martín:

http://abcblogs.abc.es/tiro-al-blanco/public/post/casillas-quiso-despedirse-solo-16021.asp/

En él se aclara tanto el presente (tu empecinamiento en no querer saber nada del club "de tu vida" en tu adiós; salvo en hacerle "poner su cama" de Valdebebas a tu disposición) como el pasado (cómo nació tu gran, e interminable, supercontrato vitalicio y cómo el "buen chico" de Íkaro no quiso, para redondear beneficios, pagar la comisión correspondiente a "su" representante y demandó al Madrid para que lo hiciera éste. Otra prueba más de lo pesetero que eres; luego no te quejes de que te lo llamen, porque tus actos apestan a codicia).

Podríamos seguir un rato desmontando las diversas ramificaciones de tu leyenda; que siempre has sido titular en estas 16 temporadas que ahora, ¡por fin!, se acaban; que siempre juegas bien; que has salvado siempre a España (como en Brasil, ¿a que sí? Pero, fíjate bien que estamos hablando de las dos veces, Fallillas, de 2014 y también de 2013; que tú eras el portero titular e indiscutible de don Vicente en ambos campeonatos y no fuiste ni la sombra del gran campeón que la prensa proclama (la segunda vez te merecías que te hubieses obligado a volver nadando).

Y también en 2009 en Sudáfrica eras el mejor portero del fútbol mundial de todos los tiempos (sic en tu prensa) ¿no?; cuando, contigo en la portería, palmó La Floja en semifinales de la Copa de Federaciones de la FIFA, que no has ganado nunca, (luego no lo has ganado todo, digan lo que digan las lénguas viperinas y prensiles). En aquella ocasión caísteis ante la potentísima selección de los Estados Unidos; la cual te marcó dos rosquetes para tu colección de más de un gol de promedio encajado por partido en tus 510 encuentro jugados con el Madrid (vamos, que eres tan "bueno" como Cristiano).

No fue Mou (ni Adán) quien primero te sentó en el banquillo sino el ínclito marques del Bosque Talado, tu gran...amigo (y César, que cae bien a todo el mundo, pero nunca estará en la lista de mejores porteros de la humanidad).

No haremos, por interminable, la lista de afortunadas (para ti) lesiones de porteros del Madrid o de La Floja que te han dado la titularidad en ambos equipos, porque tú no te habías ganado deportivamente; pero, te guste o no; se calle o se diga, esa lista existe y no es corta.

Y nos ahorraremos analizar cuántas de tus grandes paradas no fueron más que casualidades (porque el balón te buscó a ti, no tú al balón) o meros fallos del adversario.

Desde luego, por alto no has existido y tus salidas desde la línea de gol son para ti (¡y para nosotros!) una tortura. ¡Qué alivio no tener que seguir soportándote cada que saquen un córner contra el Madrid!

Tampoco es cierto que fueras tú, por ti solo, quien ganó todos esos títulos que los tuyos te adjudican en exclusiva (por ejemplo, no ganaste la Décima sino que, por el contrario, casi la perdiste tú solito).

Y luego está el asunto del "topo". ¿Hace falta demostrar que la prensa ha hecho de ti, muñequito dúctil en sus manos, su Caballo de Troya favorito? Con lo fácil que rajas en cuanto te hacen un halago, simple. Con razón lloran tu marcha los plumeros; no parece fácil cubrir tu vacante "mediática" en el Madrid. Es más, dada tu escaso desparpajo, parece muy probable que los medios te hayan usado sin que te hayas enterado siquiera; pero que has sido colaborador necesario de los plumatas, resulta tan indudable como lo es que tú, con tus amiguetes del vestuario, hicisteis una conjura para echar a Mou. Claro, entendemos que tenías tus motivos contra él; y no sólo por no alinearte sino también por desenmascarte, pero eso no te convierte en nuestro héroe sino en un golpista.
En fin, después de lo que parecía lo último tuyo en el Madrid, llegó la traca final de tu re-despedida, inefable Íkaro Fallillas (con un adios no era bastante para tí, idolillo con manos de barro y ego desmedido). Por fin, por segunda y última vez, te has despedido de los madridistas (esos mismos a los que cerraste la puerta en el primer adiós; porque fuiste tú, no el club, quien lo hizo).

Naturalmente, la ocasión fue orquestada por "tu" prensa y "tus" fanáticos para atacar al presidente (o sea, al Madrid) y no para reconocer tu verdadera situación "deportiva" (que no fue ni es culpa de Mou sino de tu edad y de tus limitaciones como portero, que claramente han señalado 2 entrenadores de porteros, 2, que han sido los últimos en ocuparse de tu preparación específica; y mejor no hablar de lo que opinaba el equipo técnico de Mou sobre ti, que no es un secreto).

Porque, te guste o no, el club te ha dicho que no contaba contigo sólo por un motivo, pero muy importante: estás acabado futbolísticamente; sólo que, a su elegante manera de encubrir tu triste situación, tú, de nuevo, no has sabido corresponder como un caballero, ya que no lo eres ni sabes lo que significa.

Y para los que dicen que merecías salir por la puerta grande...ese era precisamente el problema: que no terminabas de salir...por ella o por cualquier otra. El problema no era el tamaño de la puerta sino la prolongación de tu permanencia en el club cuando ya no rendías como se esperaba de ti; porque, entérate de una vez: a los cadáveres deportivos también hay que enterrarlos, porque también ellos hieden y contaminan lo que los rodea. En todo caso, hablando de grande,...,como diría tu señora madre, no es que sea muy grande el equipo al que te vas, ¿no es cierto? ¿No tenías ninguna oferta de equipos más importantes? Culpa exclusivamente tuya por haber demorado lo inevitable y no saberte, como Alonso, irte a tiempo. 

Ha sido tuya la decisión de apurar la copa hasta las heces; no te quejes ahora de su mal sabor.

Una vez más, te has limitado a ser a toda costa el "niño del bautizo", ninguneando cualquier otra consideración: no has pedido unidad a la afición ni has manifestado que sea el Madrid es lo único que tiene que contar para los merengues, por delante de cualquier jugador que pertenezca, temporalmente, a su plantilla. Francamente, para acabar así, bien podías haberte ahorrado el papelazo de huérfano tristísimo del primer día. Pero así eres tú: no das más de sí; eres muy cortito (salvo si se trata de ganar más pesetas).

Podemos entender que ahora no estarás contento; pero sabemos que no es porque seas una víctima sino porque se te acabó el chupar del bote del Madrid.
Esperamos que, al menos esta vez, seas tú quien pague a tus representantes e intermediarios.

¡Ah! No te has ido tú solo cuando has querido sino que mucho hemos contribuido a echarte. No lo olvides.

Cibeles Madridista.

Post scriptum: ¿Tan mal estás de dinero que tenías que dar el espectáculo final del avariento insaciable en las interminables negociaciones para liquidar tu contrato con el Madrid ¿Cuánto has ganado durante una década y media sumando lo del club, lo la Floja y el maná de los contratos de imagen?

¿De verdad habrías pagado tú todo el sueldo pactado contractualmente a un empleado que ya no hace bien su trabajo? ¿Tú, precisamente tú, que quieres que te lo paguen todo los demás? Habría valido la pena verlo.

Ya no engañas a nadie, "personajillo". Aquí tienes el último recordatorio de tus fechorías avariciosas que te mereces, PE-SE-TE-RO:

http://www.abc.es/realmadrid/noticias/20150713/abci-casillas-verdad-enfrentamiento-201507122104.html




viernes, 24 de abril de 2015

TODOS LOS SICAGONES TIENEN SU SAN MARTÍN


Los resultadistas, esos seres tan prácticos como simples que se limitan a mirar el marcador para hacer la crónica, lo deben de tener muy claro después del partido de Eternos Rivales de la Champions de esta semana: don Carleone le ganó a don Sicagone y punto. Ya, pero, ¿seguro que no hay nada más que añadir?

Durante el partido, los antis como Robinson se tomaban muchas molestias en aclarar que, si bien el Madrid estaba teniendo mucha más posesión, ésta no era “creativa”. ¡Vaya! Después de tantas posesiones gloriosas del Farsa, tan loadas por la cla prensil, en las que no hubo nunca la menor matización (ahí lo cualitativo no se valoraba, sólo lo cuantitativo era relevante) ahora llega el bueno del exosasunista, el mismo que sigue, decenios después, sin dominar el castellano mientras ¡trabaja de locutor! y nos da la clave de la piedra filosofal para reinterpretar debidamente el fútbol-onírico farsista.

Pero, el resultado, y no el análisis, es el que manda; el que lo explica todo y el que perdona los caprichos, como poner a Ramos fuera de su posición defensiva habitual. Y es también el resultado el que encumbra y defenestra a los técnicos y sus modus operandi, no sus méritos personales acreditados con su trabajo a lo largo de su carrera.

Pero el partido fue mucho más; fue un porterazo en la portería contraria (¡a ver cuando tomamos nota!, que ya hasta Varane, que no es un veterano, se niega a obedecer las órdenes de Fallillas y lo ningunea, porque no se fía de él); y fue un delantero madridista todo corazón, Chicharito, que se mereció más que nadie marcar el gol de su vida.

En cuanto a la justificación postencuentro del Cholo, diciendo que la expulsión de Arda fue determinante, cuando el turco tuvo que ser expulsado ya en la primera parte, es casi tan hipócrita por su parte como quitar a Griezmann y dejar a un delantero cojo por toda baza ofensiva, pero diciendo que aún quería ganar el partido: lo que quería era llegar a los penaltis, confiando en la baza de su portero, que ha dejado a Fallillas en evidencia en los dos partidos (en el de vuelta, Íkaro volvió a hacer alguna de sus salidas suicidas).

La derrota colchonera fue la demostración de en qué consisten los límites del modelo patético, que no es propio de un equipo de fútbol sino de las hienas carroñeras; pues vive más de errores ajenos que de aciertos propios. Además, está situado siempre “más allá del reglamento”, como diría Nietzsche si hubiera visto el partido.

El problema del Pateit es que don Sicarione no plantea partidos sino batallas, lo que es un hecho indiscutible. Sin embargo, ante él se produce una inquietante ormentá de piteros, federatas y plumíferos; sin esa “vista gorda”, el Pateti no acabaría ni un solo primer tiempo con 11 jugadores. Y ese es su límite: ni con tolerancia infinita se puede permitir nadie dar el máximo físico permanentemente, año tras año, y como no tiene apenas jugadores de fútbol dignos de tal denominación, al final se queda sin gasolina y muere oyendo el campañazo final (a lo lisboeta o a lo chichareta). Y si alguien piensa que es nuestro fanatismo antimadridista el que nos lleva a hacer esta acusación, que se repase el vídeo de la final de Copa que perdió Mou ante el Patei y vea cuál de los dos entrenadores debería haber sido expulsado y qué jugadores patéticos no deberían haber jugado el partido completo. Pero claro, ¿quién era el árbitro? El de los Trece Errores señalados, nada casualmente, por el mismísimo Mou.

Antónimus.

Post scriptum: ¡Qué suerte tiene el Pateti, que tiene al genial Sicagone amarrado hasta el 2020! ¡Que lo disfruten hasta la náusea!

jueves, 16 de abril de 2015

JUGAR CON O SIN PORTERO. ESTA ES LA CUESTIÓN DECISIVA CON EL PATETI


Los madridistas que vimos el martes el partido de ida de la eliminatoria de Champions con el Pateti tenemos que sacar una conclusión impostergable: más allá de que el Madrid mereciera mejor resultado; aunque no supiera aprovechar sus oportunidades de la primera parte; lo que de verdad determinó el partido, y quizá la eliminatoria, fue la diferencia de calidad de los porteros de uno y otro equipo.

Es evidente que, sin dejar de utilizar su conocido recurso a la violencia, enmascarada con el término “intensidad” por el colaboracionismo arbitral y prensil, el Pateti, al que Sicarione el Retirador ( Ronaldo dixit) ha imprimido el perfil patibulario que tuvo como jugador y ahora es un equipo; o sea,  que ha adquirido, si no una personalidad definible dentro del reglamento futbolístico, por lo menos una consciencia de qué es lo único que puede amparar a esa colección de mediocridades que tiene por jugadores: tienen que jugar unidos, o sea, ser un equipo. No puede decirse eso del Madrid, que sólo es una colección de artistas anárquicos, cada uno a lo suyo, sin colaboración en el juego. Y encima sin entrenador. Así le va a cada cual, según lo que se busca el mismo.

Decimos todo esto porque la cohesión patética es lo que ha permitido a este equipo obtener últimamente una notable racha de resultados positivos ante el Madrid, el cual estuvo hasta hace poco durante trece años sin conocer la derrota ante los colchoneros. La razón es su innegable laboriosidad, legal o ilegal. Nada más, pues la calidad no está disponible dentro del menú balompédico de los cocodrilos del Manzanares.

Pero no todo tiene que ser colectivo en el balompié. Pese a que el nombre completo de este deporte es “fútbol-asociación”, hay una parcela de todo equipo que tiene una peculiaridad claramente individualista: el portero, que con sus acciones individuales puede perder un partido él solo o evitarlo (en cambio, ganar es asunto de goleadores).

Y ese fue el elemento decisivo en el partido mencionado. Mientras en la meta patética había un buen portero, un Oblak que jugó extraordinariamente bien, en la nuestra….estaba ese enfermo acabado que se niega a aceptar su estado terminal; alguien que ya no está para las proezas sino para las cagadas; o, ¿es que sólo nosotros hemos visto que al final del partido estuvo Fallillas a punto de protagonizar “Lisboa-2. El retorno de la pesadilla”? Fue una suerte que el Leñético no se acercará mucho a nuestra meta (diga lo que diga, su número de ocasiones reales es ridículo frente al nuestro), pues si no quizá la película de la que estaríamos hablando ahora, de cara al partido de vuelta, seguramente se llamaría “Crónica de una muerte anunciada”.

Estamos jugando con un jugador menos; uno que no sólo no suma sino que además nos resta. Si nos eliminan por su culpa directa o si no ganamos la Liga por sus fallos (como el gol de Suárez), ¿va a compensar a los verdaderos madridistas soportar semejante “multa” por mucho que, según algunos, “se le deba” al Íkaro Caído merengue? A nosotros no, porque tenemos claro que todo lol que perjudica al Madrid, sea un problema externo o interno, hay que solucionarlo definitiva y urgentemente; sin más tonterías.

Antónimus.

Post scriptum: Fallillas, el enchufado sigue haciendo de las suyas. Sabemos que el Madrid no tiene entrenador sino un portavoz sumiso de la plantilla golpista que manda en el vestuario, pero, ¿tampoco hay un presidente digno de ese nombre? ¿Está Florentino ya gagá? ¿Es que no ve que la temporada en la que se iba, decían, a ganar todos los títulos puede acabar siendo un fracaso mayúsculo, apenas maquillado por dos copitas internacionales de segunda importancia?

martes, 24 de marzo de 2015

MATEU LAHOZ, VENCEDOR INDISCUTIBLE EN EL CAMPO NUEVO


Efectivamente, en el partido de ayer en Farsalona hubo un triunfador destacado, el único que se impuso claramente en los dos tiempos: el colegiado valenciano Antonio Miguel Mateu Lahoz (por cierto, ¡qué bien cronometró el final de cada parte, no se le fuera a ir el asunto de las manos en el descuento por culpa de un Ramos cualquiera!).

Lo decimos porque todo lo que tuvo lugar en el terreno de juego (lo mismo lo que sí que lo que no ocurrió, precisamente porque así le convino en su escenificación particularísima, extrarreglamentaria, de un arbitraje) estuvo al servicio de su propósito de ser visto desde ahora como el juez ideal para este tipo de encuentros, lo que se basa tanto en dar satisfacción al Farsa como en ningunear al Madrid; que ya se sabe que no se sale del guión y pierde como un caballero, sin montarla al estilo de Mou (que demostró que el suyo era el mejor antídoto contra este “estilazo” parafutbolero y antideportivo, que no antiseparatista).

Sostenemos nuestra teoría basándonos en el archiconocido contexto político que se da en el fútbol de la España actual, particularmente cuando se juega en la capital de Farsistán, donde (y más en año electoral y plebiscitario farsalán, amén del general) el Poder Central está ávido de hacer méritos (lo mismo que ciertos servidores del estado) para ser bienquistos donde ahora sólo despiertan sospechas y desprecio.

Auguramos al valenciano una larga carrera de “éxitos” en Farsalona, probablemente al nivel de otro ínclito del silbato, el salmantino Joaquín Ramos Marcos, cuyas “faenas” aún hieden.

¿A qué nos referimos con esta crónica de la sospecha? Empecemos por declarar que no no nos cabe ni la menor duda de que si el Mes-sisador a Hacienda mete el gol que marcó Bale, no hubiera sido anulado. Desde luego, con ayuda de una toma satelital de la NASA se podría haber visto en el mismo momento de marcar si habíal fuera de juego de Cristiano, pero no es tan fácil en directo, en el campo…salvo si hay suficiente voluntad para aguzar la vista en una sola dirección.

¿Por qué solamente en una? Porque la manera (ritmo y oportunidad) con que se cortocircuitó al Madrid con amarillas mientras no se mostraban ni en reiteraciones a los farsigranas son palpables. Y no hablemos de las “explicaciones” que le pidieron al árbitro por sus tarjetas tanto Alves como Macherano (este último con persecución incluida al trencilla por medio estadio).

Sobre todo, ¡qué co-medida actuación la de Mateu Lahoz!; especialmente cuando tras el 2-1 (nos referimos al que sí valió) dieron los blancos más patadas que antes (muchas más) y prácticamente impunes todas. Bueno, para impune un agarrón de Alba a Kroos cuando se internaba entre las líneas farsistas que no fue ¡ni falta!, al menos para el rey de la reinterpretación de lo que es el fútbol.

Por cierto, todos los que hablaban otros días de que lo importante es jugar bien, la posesión, manejar bien el balón y demás patrañas redaccioneriles, ¿dónde se han metido ahora, que se les oye atacar al Farsa por ganar de cualquier manera, es decir, al contraataque, sin dominar el encuentro, con ayudas y pidiendo la hora, como sí hacían contra Mou?

Bueno, hay que disculparlos: puede que estén meditando sobre los años de cárcel que se piden para los directivos farsistas por el fichaje de Neymar (aunque ninguno de ellos será el primer dirigente farsista en pisar la cárcel, que Núñez ya se les ha adelantado). Incluso está amenazado el actual presidente Bertomeu, ese que insiste tanto en preparar en el Bernabéu una nueva edición de su Pitada al Himno Español; asombrosamente, sin que nadie, ni gobierno estatal ni Federación ESPAÑOLA de Fútbol, nadie salvo el Madrid, se oponga a semejante atropello preanunciado.

¡Qué mierdaña de país!

Antónimus.

Post scriptum: Fallillas, naturalmente, una vez más en lo suyo: de tragagoles (pero inocente de todo, por supuesto, y si no, a ver qué medio lo cuestiona). Ya no sabemos si su alineación perpetua en nuestra portería es un acto de suicidio del club o una grosera manifestación del poder de la mafia vestuarial que controla actualmente el Madrid. Desde luego, don Carleone sigue sin tener nada que decir al respecto. Y Florentino tampoco despega los labios. Él sabrá, porque puede terminar siendo su funeral. Si a él no le importa…Pero a nosotros sí que nos importa saber que en la portería de enfrente si hubo alguien capaz de hacer paradas decisivas para defender los intereses de su club en lugar de los suyos exclusivamente personales y egoístas; y encima no saberlo hacer siquiera.


miércoles, 11 de marzo de 2015

¡ATENCIÓN, PELIGRO! EL MADRID EN CAÍDA LIBRE


¡ATENCIÓN, PELIGRO! EL MADRID EN CAÍDA LIBRE
Algunos nos acordamos ayer del Grasshopper y de otros descalabros históricos del Madrid en la Copa de Europa; porque la única diferencia entre esas debacles y lo que pasó en esta ocasión es que al final conseguimos seguir en la competición. Pero no faltó tanto (el tiro al larguero o la cesión a nuestra portería, por ejemplo) para que sucediera. Hubiera sigo una eliminación más que merecida.

El diagnóstico es claro: nuestro equipo sigue en coma y el pronóstico no puede ser optimista; no mientras el enfermo no dé muestras de querer luchar por recuperarse ni se le administre el tratamiento de choque que necesita urgentemente.

Tácticamente, la inflexibilidad de don Carleone es proverbial: sigue empeñado en jugar con tres (supuestos) delanteros cuando este equipo necesita más oxigeno y más gente para ocupar la decisiva zona central del campo. Ayer sacó a un Modric sin forma sólo para taparse de los silbidos del público merengue y lo remató poniendo a Nacho para defender infructuosamente un empate ¡en nuestro campo! (lo que no logró, pues un mínuto después marcarón los alemanes el 3-4).

Era patético ver como los teutones se llevaban todos los balones divididos mientras el Madrid ni siquiera hacía faltas tácticas, esas que tanto sufre él cuando sí juega al fútbol (lo que nada de nada tiene que ver con lo que perpetró ayer, para disgusto de su parroquia).

En la delantera todo sigue igual, salvo que Ronaldo acertó en dos remates, ¡menos mal! Pero, en general, nuestros delanteros no supieron aprovechar los abundantes huecos que tuvo que dejar el Schalke 04 en su zaga en su empeño por remontar la eliminatoria.

En defensa hubo bastantes desorden, pero el principal problema es que los adversarios les llegaban con superioridad numéricas y mayor velocidad, así que se vieron desbordados muchas veces.

Y al final acabamos pidiendo la hora. Pero no fueron sólo esos minutos los que tuvimos que sufrir la incertidumbre de la eliminación, pues nuestro calvario comenzó ya en el minuto 20 de la primera parte cuando encajamos el 0-1. ¡Qué vergüenza clasificarse así! ¿Es esto propio de todo un Decacampeón de Europa?

Para terminar, hablemos de Íkaro Fallillas. Parece que le está cogiendo el gusto a encajar cuatro goles en un solo partido. También parece que la Ley del Silencio Prensil sigue funcionando y nadie pide su cabeza en las redacciones (todavía, porque todos sabemos que las ratas son las primeras que abandonan los barcos que se hunden, y éste ya está zozobrando). Pero no ocurre lo mismo en el Santiago Bernabéu, que lo pitó en numerosas ocasiones durante el encuentro.

Analicemos sus fallos: en el primer gol no colocó bien el cuerpo para evitar que el tiro le doblase las manos; en el segundo, dejó opción a un segundo remate al despejar en corto y por el centro; en el tercero, ni intento llegar a un balón que entró a su lado (¡si lo llega a hacer Diego López!) y en el cuarto… por una vez, no tuvo la culpa (después incluso hizo algunas paradas correctas, pero ya la había cagado suficientemente con anterioridad).

Estamos jugando sin portero, se quiera admitir u ocultar; lo que tiene un coste muy alto que no tiene por qué pagar el Madrid por mucho que digan sus coreutas que se “lo debemos” (¿quién a quien?). Si no quisimos asumir la decadencia de Di Stéfano no tenemos por qué cargar con la de este guardamenta acabado, del que ya nadie recuerda cuándo salvó a su equipo con sus paradas increíbles por última vez. Todo acaba y él se tiene que ir; es así de simple. ¡Y cuánto antes!

Antónimus.

Post scriptum: Si el presidente no sabe tomar decisiones drásticas a tiempo en momentos como el actual, entonces, ¿para qué ocupa el cargo de don Santiago Bernabéu, al que no le temblaba la mano cuando había que cortar por lo sano por el bien del club? Y no hablamos sólo del banquillo: ha llegado el momento de anunciar qué jugadores no seguirán el año que viene y evitar que vuelvan a jugar.


martes, 10 de marzo de 2015

JUSTO CASTIGO A DESIDIA EN EL CAMPO Y NEGLIGENCIA EN EL BANQUILLO


Los madridistas ya no sabemos qué pensar del Madrid actual. Uno tiende a creer que es mejor gozar de un colchón de puntos sobre los adversarios y dejar que sean ellos los que hagan cábalas y se pongan nerviosos persiguiéndonos; pero parece que no todo el mundo lo ve así. Desde luego, la plantilla blanca ha hecho todo lo posible por no seguir siendo el equipo líder y destacado de la Liga. Así que va a disfrutar de su merecido: una hermosa encerrona por todo lo alto en el Campo Nuevo de Culistán. Pero no hay que lamentarlo por ella, que se lo merece, sino por nosotros, los paganos que soportamos esta situación sin poder hacer nada más que quejarnos.

Hay pues que hablar de justicia, pues parece justísimo que el que hace el tonto tan reiteradamente, con tanto interés y perseverancia, debe recibir sin excusas que valgan el castigo que se ha ganado. Lo único malo es que a nosotros no nos da igual quedarnos sin una Liga que podría haberse ganado casi con el piloto automático tal como iban las cosas; incluso perdiendo en casa del Farsa hubieremos seguido por encima.

Por otra parte, es mejor que no hablemos individualmente de cada una de nuestras figuras. Entre cansancio, desacierto y acabamiento (Falllillas) no hay nada positivo que decir. Bueno, quizá echar de menos un factor muy raro en nuestro equipo de hoy en día: el carácter, la ambicion, la garra. No tenemos ni a un Di Stéfano; ni a un Pirri; ni a un Camacho; ni a un Stiellike…y se nota; que no todo es el arte: también hay que luchar.

¿y don Carleone? Elegantísimo con sus ternos italianos. Y muy tranquilo al mostrar la de títulos de Champions que ha ganado con su pachorra (aunque debería aclarar si incluye en “sus” éxitos el Indulto de Lisboa). Ya puestos, debería contar cómo se pierde una final de Copa de Europa que se gana en el descanso por 3-0; experiencia al respecto no le falta. Pero él no quiere hablar de eso, ni tampoco sus coreutas de la prensa, tan contenta ella de conocerse como de no vérselas ya con Mou el Deseado (48 % delos jugadores de la Premier lo prefieren como entrenador actualmente). Porque el bueno de Carletto es mucho más dócil y mucho menos conflictivo y eso es lo único que les interesa a las redacciones. ¡Lástima que los resultados no siempre se dejen modificar por Ramos en el último suspiro ni por los titulares interesados!

También podría ocurrir que la crisis de juego actual del Madrid se deba a que Sus Altezas, nuestros jugadores, hayan decidido por su propia cuenta que no les interesa este año ninguna otra competición que la Champions (y ser así el primer equipo en ganar 2 trofeos consecutivos de este formato de la Copa de Europa). Pues, si esto fuere de tal modo, habría que pagarles en proporción a su cantidad de trabajo, no según los contratos, los cuales les obligan a aplicarse de firme durante toda la temporada; la misma que pagan íntegra los abonados, ¡los muy crédulos!, que se creen que ese dinero les garantiza tener derecho a ver partidos con fútbol (y títulos).

Antónimus.

Post scriptum: Otro favor más que agradecer a don Carleone: Odegaard ya no será el jugador más joven como debutante en la Champions. ¿Tanto costaba sacarle 1 minuto al final de una eliminatoria que se resuelve en casa y con 2 goles de renta marcados a domicilio? ¿Tanto pavor tiene don Tranquiloni?


miércoles, 18 de febrero de 2015

LO QUE VA DE AYER A HOY


Los que tuvimos la oportunidad de ver jugar al Madrid de 3 ó 4 décadas atrás advertimos que al equipo actual le falta algo fundamental: ya no infunde respeto a sus rivales, por no decir directamente que ya no le tienen miedo.

Especialmente, cuando un equipo, cualquiera, venía al Bernabéu, ya sabía cuál era su meta máxima: llevarse los menos goles que fuera posible, pues tenía muy poquitas esperanzas de puntuar y sólo le preocupaba no hacer el ridículo. En cambio, actualmente, todos vienen a luchar por el partido (por lo civil y, sobre todo, por lo “criminal”, con antifútbol). ¿Cuál es la causa de este cambio? Sin duda, la culpa es del Madrid, por omisión. Expliquémonos.

DIRECTIVOS

El Madrid ya no tiene un presidente excepcional como lo fue ese altruista llamado don Santiago Bernabéu de Yeste, que se murió casi con lo puesto. Florentino Pérez es un gran gestor empresarial, y en este aspecto su labor es muy notable y beneficiosa para la entidad; pero, desgraciadamente, también es un político y como tal tiene en cuenta un principio superior al propio Madrid: no enemistarse con nadie, pues ello perjudicaría sus intereses particulares. Es un grave dilema que nunca tuvo don Santiago, que por el Madrid “mataba”.

Y desde que nadie lo hace, se sufre la diferencia en el club. Por eso, la manera en la que nos maltratan las autoridades políticas españolas en comparación con su melifluo vasallaje ante los equipos separatistas (o antifutbolísticos) no es compatible con el respeto que se merece el Madrid; el que sin duda se ha ganado por todo que ha hecho por este país, sobre todo en tiempos muy difíciles para España. Un presidente “exigente” no debería permitir que ningún jerifalte político lo olvide cuando se las vea con el Madrid.

TÉCNICOS

Es cierto que esta parcela no ha sido históricamente la que más rendimiento le ha proporcionado al club. Todos los madridistas sabemos (o deberíamos saber) que el Madrid que ganó seguidas las cinco primeras Copas de Europa tuvo en esa época hasta 6 entrenadores distintos (uno de ellos, Miguel Muñoz, cuenta por dos periodos); luego el entrenador no es el factor más importante de un equipo de fútbol (si los otros funcionan, claro). Seguramente, en esta responsabilidad haya que valorar algo más que los títulos (la Décima de don Carleone es paradigmática en este sentido) porque la labor principal del míster es la estructuración (reestructuración, en su caso) del equipo, pero él no puede jugar.

Así que consideramos que la labor en esta área técnica, estratégica, debe abarcar mucho más que hacer las alineaciones. Por eso, siempre elegiríamos a un entrenador “activo”, como don José Mário dos Santos Mourinho Félix, antes que a una figura meramente decorativa como la del “pasivo” (en todos los sentidos) italiano que padecemos actualmente.

JUGADORES

Hay tres tipos de jugadores: los que suman, es decir, hacen su parte y además aportan un plus al equipo; los que cumplen sin más, luego es indiferente si juegan ellos u otros; y los que restan, por lo cual, lo mejor sería que ni siquiera formaran parte de la plantilla. En el Madrid actual hay demasiados del tercer grupo; unos porque se les ha pasado su época de mejor rendimiento y otros porque no dan el nivel mínimo de aptitut (y sobre todo de actitud) exigible para jugar en el mejor equipo del mundo). Además, hay unos cuantos cabecillas, señoritos individuallistas, que no trabajadores comprometidos con la institución, que lo que quieren es mandar en lugar de obedecer instrucciones y trabajar organizados, como grupo.

Que los buenos resultados iniciales de la Liga actual hayan tapado la ausencia de trabajo colectivo digno de tal denominación no deben despistarnos: la crisis actual se venía venir, pues no era el juego sino el nivel excepcional de acierto rematador lo que mantenía al Madrid en el liderato; al bajar el número de goles que marcamos (no sólo Ronaldo) hemos quedado en lo que somos: un equipo vulnerable, que deja jugar al contrario con demasiada comodidad en vez de aplicarse de firme para no permitirle ni respirar (con la actualmente legalizada “intensiolencia”, por supuesto). Así que si no se espabilan pronto sus altezas los jugadores, estamos listos en cuanto a ganar algún título esta temporada.

ARBITRAJES (FEDERACIÓN)

Decía el protagonista principal de la película “La hoguera de las vanidades” que si la vida es un burdel, entonces hay que ser la mejor puta de todas; en nuestro caso, el Madrid tiene que ser el más hijo de puta de todos los equipos que puedas tener como enemigo. Y luego que los colegiados echen cuentas, a ver qué les conviene más. Porque hoy día sale baratísimo ser “anticentralista” con el pito y no tenemos por qué consentirlo sin hacerlo pagar muy caro.

Por ejemplo, cuando la Federación de Villar designó al “amigo” de Mou, el de los Trece Errores, el zaragozano Carlos Clos Gómez, para arbitral la final de Copa de España de 2013; si hubiera contraatacado el Madrid con un comunicado oficial a los mass media, afirmando que no iba a jugar la final con ese arbitraje, ni la Copa de la temporada siguiente, no hubiera sido tan “impune” imponernos a este colegiado y entonces no hubiera ocurrido el atraco que tuvo lugar ni nos hubieran cosido a patadas impunemente los patetis. ¿Conclusión? Si no te respetan, que te teman.

PERIODISTAS

¡Es tan sencillo reservarse el derecho de admisión a las ruedas de prensa del Madrid! Tampoco costaría mucho no responder las preguntas de los enemigos declarados del club en otros contextos menos controlables, como los postpartidos en los estadios ajenos. Pero contestando, ¡ojo! Haciendo una lista de agravios de cada uno de estos personajillos y desgranándola en público; marginando a sus empresas de la comercialización de nuestros productos (podemos venderlos directamente, incluso; y tener nuestros propios medios también). Habría que seguir con esa línea de “disuasión” hasta que los directores de esos “sénecas” reflexionaran (y claudicaran). Esto no es algo para tomárselo por lo personal; pero sin muy en serio: simplemente hay que hundir al que intente ser nuestro enemigo; porque si la vida está en manos de las mafias, entonces mucho mejor que sea en las de la nuestra.

SELECCIONADOR

La patética relación con el Sr. Marqués del Bosque se comenta sola: ¿cómo puede “uno de los nuestros” mantener un enfrentamiento tan visceral con el Madrid (llegando a no honrar al finado don Alfredo Stéfano Di Stéfano Laulhé cuando falleció) sin que el Madrid le haga caer de una forma que nadie olvide ni tenga ganas de repetir?

Así pues, si teniendo el poder que tenemos no hacemos lo que nos conviene, o somos muy, muy tontos o no estamos en las manos debidas para sacar adelante las distintas parcelas del Madrid; lo que sin duda nos merecemos los madridistas.

Cibeles Madridista.

Post scriptum: Como dicen los hijos de la gran…, no te preguntes qué va a hacer por ti la entidad a la que perteneces sino qué vas a hacer tú por ella.

lunes, 16 de febrero de 2015

EL PASADO FRANQUISTA DEL FÚTBOL ESPAÑOL (PERO NO DEL MADRID)

El 19 de octubre de 2014, repetimos, ¡2014!, antes de empezar un partido de la Liga española, saltaron sobre el estadio Vicente Calderón, perteneciente al Patético de Madrid, varios paracaidistas del ejército del aire español (el que pagamos todos con nuestros impuestos; suponemos que para defender un sistema, al menos formalmente, democrático).

El motivo fue la conmemoración del 75 aniversario de la “anexión” del antiguo Athletic de Madrid por la triunfante Aviación Nacional franquista en 1939. De esta operación surgió el Athletic Aviación Club. El hecho tuvo lugar recién terminada la guerra civil y se hizo a imagen y semejanza del modelo ya existente de la Luftwaffe en la Liga del Tercer Reich.

Esta arma aérea alemana fue la fuerza militar que, a través de su Legión Condor, bombardeó durante la guerra civil española en la zona republica. Lo hizo en muchos lugares, entre los cuales dedicó una especial atención a la Villa de Madrid. Sus repetidos ataques ocasionaron numerosas víctimas entre la población civil madrileña. No parece que eso les importe ni lo más mínimo a los rojiblancos, ya que se siguen viendo bufandas de su equipo con el escudo de aquellas alas fascistas y letales.

Esta “asociación política” permitió al Patético de Aviación (el Fasceti desde octubre de 1939 a enero de 1947) no jugar en Segunda División la primera temporada futbolística de la postguerra (pese a que este club había descendido a la categoría de plata española en 1936, justo antes de empezar la guerra). Por supuesto, ello implicaba ser declaradamente el equipo colaboracionista oficial de su excelencia, “caudillo de España por la gracia de dios”.

Por si alguien cree que todo esto es mera enajenación mental madridista o ciencia-ficción promerengue, aquí lo pone y lo dice:

Aterrizan varios paracaidistas sobre el terreno de juego para conmemorar el 75 aniversario del Atlético de Aviación


Club Atlético de Madrid (apartado sobre el Atlético de Aviación)


Lo diremos más claramente todavía: el Patético-Fascético fue conscientemente el cómplice deportivo de un régimen sanguinario que, parafraseando a Clausewitz, continuó la guerra por otros medios cuando llegó  “la paz” y siguió persiguiendo a los republicanos derrotados.

¿Exageramos? En Wikipedia, puede leerse lo siguiente en el comienzo del artículo titulado

Represión franquista”:

La represión franquista se refiere al largo proceso de violencia física, económica, política y cultural que sufrieron durante la Guerra Civil Española los partidarios del bando republicano en la zona sublevada, y durante la posguerra y el Régimen de Franco los perdedores de la Guerra Civil -los republicanos-, quienes les apoyaban o podían apoyarles, los que eran denunciados como antifranquistas -lo fueran o no-, así como posteriormente los miembros de organizaciones políticas, sindicales y en general quienes no estaba de acuerdo con la existencia de la dictadura franquista, manifestaban su oposición al mismo y quienes constituían o podían constituir un peligro para el mismo.
En la historiografía no española, la represión franquista se suele denominar terror blanco (white terror en inglés, terreur blanche en francés).
El periodo álgido de represión y violación de los derechos humanos (que corresponde al llamado "terror blanco") empezó con el alzamiento militar de julio de 1936 y se considera que terminó en 1945, cuando la Segunda Guerra Mundial puso fin a las dictaduras de Hitler y Musolini, principales apoyos del régimen franquista. A partir de 1945, año de la promulgación del Fuero de los Españoles, se suele hablar de represión franquista, una represión que se aplicó durante toda la dictadura hasta el fallecimiento de Francisco Franco en noviembre de 1975.
Según distintos informes coincidentes,] España es el segundo país del mundo en número de desaparecidos cuyos restos no han sido recuperados ni identificados, tras Camboya.
Asimismo, también en Wikipedia, hay otro artículo sobre las Víctimas de la Guerra Civil Española (y su postguerra) con estimaciones del número de muertos:


…La estimación de víctimas mortales en la Guerra Civil Española consecuencia de la represión puede cifrarse en 200.000 personas. De ellas, se calcula en unas 50.000 las asesinadas en la retaguardia de la zona republicana calculándose en 100.000 las asesinadas en la retaguardia de la zona sublevada, a las que hay que añadir unas 50.000 ejecuciones en la represión franquista que siguió a la Guerra Civil

Da que pensar, ¿verdad? Pero no al Fasceti-Patéti. Así que gracias a esa amnesia tan conveniente se anotó un par de Ligas en la España más ensangrentada por la persecución fascista de toda la dictadura de Franco. Aún las cuenta en su palmarés el actual Pateti, y eso que ésas si que fueron ganadas “políticamente”; entre otras cosas porque el Fasceti podía apropiarse de cualquier “jugador-soldado” de los demás equipos que estuviera haciendo el servicio militar (en una época en que la mili duraba varios años). En total, durante el franquismo, el Pateti ganó 7 de las 10 Ligas que tiene; 8 si contamos otra de la época de la transición, con fuerte influencía aún del “anterior régimen”. En cambio, en la así llamada democracia sólo ha ganado dos: 1995/96 y 2013/14 (y no precisamente enamorando con su artístico juego sino “carroñeando”, o sea, como el Guarreti que es).

En cuanto a si ahora el Pateti ya no se dedica a la política, esta tesis podría contrastarse en Alcorcón, donde aspira a tener su futura ciudad deportiva; diga lo que diga el ordenamiento urbanístico de ese municipio o los tribunales. O en la Comunidad de Madrid, que le está preparando el terreno jurídicamente para que se haga cargo de La Peineta a cambio de un buen pelotazo urbanístico junto al Manzanares, donde todavía se ubica el estadio colchonero. O en el Ayuntamiento de Madrid, también colaborador necesario en subvencionarle hasta el paroxismo en su “adquisición” del que ya nunca será estadio olímpico de Madrid. Pero, sobre todo, con la “comprensión fiscal” del estado para ayudar al Pateti a pagar su deuda multimillonaria al Fisco, que él le puede abonar en cómodos plazos.

Dicho todo esto, resulta…patético (¡claro!), o sea, de locos, que precisamente los seguidores y dirigentes de este…”equipo”, del Fascético-Patético, se consideren autorizados para acusar al Madrid de ser el “equipo de Franco”. En realidad, se trata de un problema psiquiátrico: cuando la envidia es tanta, sólo se puede soportar si uno se inventa una “explicación”” que convierta al envidiado en un demonio; pero ya se sabe desde nuestros clásicos que el mayor monstruo son los “celos”. Sin embargo, ni toda nuestra comprensión “clínica” por estos enfermos nos obliga a soportar sus insultos, ni a sentir piedad por ellos.

La misma actitud encontramos en la cadena farsista-farsalanista, TV3, que en otoño de 2014 ha defecado un documental antimadridista (nada casualmente en el justo momento en que el independentismo farsalán necesitaba, siquiera en la ficción, atacar a España; la cual, por supuesto, es representada en la perspectiva ombliguista de esos provincianos por el Madrid).

Sólo un breve comentario al respecto; porque sería una cagada ocuparse de esta mierda más allá de acusar recibo de su hedor: Zoco dijo hace tiempo que le extrañaba que el Farsa hubiera estado 20 años sin ganar la Liga. Pues bien, TV3 ha convertido esta frase en una “confesión” del “favor político” gozado, supuestamente, por el Madrid durante el franquismo. En realidad, en ella simplemente se transmitía la perplejidad de alguien que sabe suficientemente quién es el Farsa como para comentar esa circunstancia con asombro (dado que el “más-que-un-club” dispone de una gran capacidad económica, que se traduce en potencia futbolística y, sobre todo, política, pues su propia autodefinición es una proclamación de no ser un enter deportivo sino un poder fáctico político).

Aquí está la noticia en ABC de la posible querella del Madrid contra dicha cadena farsalana:


Pues bien, corrigiendo a Zoco, el “eclipse” farsigrana no duró lo que él dice sino exactamente 14 Ligas (1960-1974); en cambio, el periodo de sequía liguera del Madrid, que no comentan nunca ni los farsalanes ni los antimadridistas de España (por ignorancia, seguro), duró 21 años (1933-1954); ó 18, si descontamos los años de la guerra civil, en los que sólo se jugó la final de Copa de 1939 (con equipos del ámbito “nacionalista”).

Y hubo otros periodos de “desaparición” del Farsa de nuestro campeonato liguero desde que conquistó la primera Liga disputada, en la temporada 1928/29, hasta que ganó la siguiente, ya en el franquismo, en la temporada 1944/45, o sea, tras 12 temporadas “in albis” (o 15, si contamos el tiempo de la guerra). Posteriormente, también estuvieron “de vacaciones” durante 10 temporadas (entre los éxitos ligueros de las temporadas 1973/74 (la Liga de Cruyff, merecedora de este sobrenombre porque fue la única que ganó en España) y 1984/85, ya en el juancarlismo. Más recientemente, se “ausentaron” del podio liguero durante 5 temporadas entre los títulos que obtuvieron en la 1998/99 y la 2004/05.

Como se ve, el Farsa, como todo equipo que compita con otros por los títulos, gana y también pierde sin necesidad de explicaciones metafísicas. Es fácil constatar que no es tan normal que gane varios años seguidos; más bien, esa es la excepción. Y en cuanto a “cómo” gana, sólo tres referencias históricas de los años noventa: Tenerife, Tenerife y La Coruña (todas estas Ligas pertenecen a la época del mandato del “señor” Núñez,l antiguo presidente farsista y actual presidiario). José Luis Núñez es culpable por sentencia firme del llamado “caso Hacienda” cuya investigación arrancó en 1999, es decir, en la misma década que las tres finales ligueras que marcaron en el Farsa un estilo de “ganar pisoteandolo todo” (Urizar Azpitarte incluido,  (¿verdad Stoichkov?).. Prueba de la “beatificación farsista” de Núñez es ser el epónimo que da nombre oficial el museo del Farsa como símbolo indiscutible de los valores qué realmente rigen este club…de alterne;, una autoinculpación de un calibre tan descomunal que en una entidad con sentido de la vergüenza sería insoportable. Pero los farsalanes no saben lo que es “eso”.

En fin, en Cibeles Madridista nos hemos tomado un tiempo de reflexión en el que ha pesado no poco la tentación de mandar a donde les corresponde a semejantes difamadores sin darnos por aludidos. Sopesábamos que no hay que tener en cuenta acusaciones que habría que calificar de dementes (Patético) o de politizadas, por estar al servicio del separatismo farsalanista (Farsa). Además, en ambos casos están motivadas por una envidia insoportable por quienes han tenido la desgracia de encontrarse en su camino al Madrid, el mejor equipo de fútbol de todos los tiempos; y esto si que no tiene remedio para ellos.

Pero ya son muchas veces teniendo que soportar las mismas “denuncias” (que nunca demuestran). Al final, hay mucho desinformado que las acepta como válidas, lo que ataca al prestigio del Madrid (no es otra la intención de los que no pudiendo pararnos los pies en el campo de juego, ni a patadas impunes, recurren a este tipo de zancadillas fuera de él).

Por eso, consideramos necesario estudiar con detalle quién salió más beneficiado “políticamente” en las competiciones futbolísticas disputadas durante el régimen franquista; el cual vamos a comparar con el previo republicano, con el de la transición posterior y con el de la así llamada “democracia” del juancarlismo; recientemente finalizado tras la abdicación del dicho monarca. Así será posible despejar las “dudas” y cargarse más de un mito: Desde luego, no creemos que seamos precisamente los madridistas los que más tengamos que perder con semejante análisis.

Nos fijaremos tanto en quién ganaba (y cuánto) en cada época como en quién no y veremos si cabe extraer del conjunto de esos datos alguna conclusión coherente.

No vamos a tener en cuenta el periodo previo a la Segunda Republica Española, es decir, la monarquía alfonsina. Políticamente, porque la llamada “dictablanda” de su etapa final (la que coincidió con el inicio de la Liga en España desde la temporada 1928/29) no es equiparable en nivel represivo al régimen franquista (por lo que aquélla careció de la capacidad de amenazar o influir que sí tuvo el generalísimo; en lo cual se basan los que acusan al madridismo de beneficiario de mangoneos deportivos a su favor).

Además, deportivamente, esto nos sirve para establecer convencionalmente un mismo comienzo a la Liga y a la Copa de fútbol de España. Por lo demás, no tendría mucho sentido adentrarnos en la prehistoria de la Copa (única competición jugada anteriormente), en la que hubo en algún año más de un campeón del mismo título. Nosotros sólo, buscamos términos comparativos adecuados con la hipotética politización del fútbol en la época de Franco, es decir, el régimen inmediatamente previo y el posterior (que desglosamos en 2 épocas: transición y juancarlismo). No nos interesa nada más que constatar esta tesis o rebatirla.

Tampoco vamos a tener en cuenta la Supercopa de España, un título “indirecto”, que no todos los equipos pueden disputar cada temporada. A ello hay que añadir que sólo se juega desde 1992, mucho después del tiempo objeto de este trabajo. Luego, no es posible comparar esta competición, disputada íntegramente en el juancarlismo, con otras equivalentes de los restantes regímenes políticos españoles, pues no hubo ninguna similar previamente.

Además, este título, no ha sido disputado regularmente desde su comienzo en 1982: ha habido años en los que no se ha jugado por falta de acuerdo de los finalistas en las fechas (1986 y 1987) y en 1989 se la adjudicó el Madrid sin disputar ningún partido, como campeón de Liga y Copa, porque hasta 1996 no estableció la Federación que el bicampeón tenía que jugar la final a doble partido con el subcampeón de Copa (lo que hace incomparables los títulos posteriores a los previos a tal decisión).

Hay otro factor que debemos tener en cuenta en las comparaciones entre los 5 equipos más importantes (por palmarés): los descensos a Segunda División. Así, el Valencia no jugó en primera división hasta la primera Liga republicana (1931/32), luego no participó en las 3 previas de la monarquía alfonsina (sin embargo, ello no influye, porque no estudiamos esa época). Además, el Pateti descendió en la temporada (no estudiada) de 1929/30, por lo que no jugó ni la Liga monárquica 1930/31 ni las dos primeras republicanas (1931/31 y 1932/33). Nos limitamos a contabilizar esos años como si el Pateti se hubiera quedado en blanco en esa época como le pasó a la mayoría de equipos que jugaron siempre en Primera División.

El descenso del Patético en la última Liga republicana, 1935/36, no es relevante ni en la competición futbolística, reanudada tras la guerra, ni en nuestro estudio. El motivo es que Franco permitió al ya Patético de Aviación jugar en primera (lo que sí discutimos es la legalidad del título liguero ganado por ese equipo en la temporada 1939/40 porque, además de adjudicárselo con un equipo “nacionalizado”, no tenía derecho a jugar en primera hasta que volviera a conquistar una plaza de esta categoría sobre el terreno de juego, no en los despachos).

En cuanto a los descensos, ya en época juancarlista, del Patético (que jugó en segunda dos temporadas, 2000/01 y 2001/2002) y del Valencia (el cual jugó en segunda la temporada 1985/86) nos limitamos a considerarlos asimismo como años en blanco para ambos (además,  no influyen en el tema central del estudio que es el la politización del fútbol español por el franquismo).

Como ye hemos indicado, simplificamos la comparación de éxitos y fracasos a tan sólo los 5 equipos principales por el número de títulos conseguidos (sumadas todas las épocas). Siguiendo el orden de mayor a menor ganador, son: Madrid, Farsa, Atávico de Bilbao, Patético de Madrid y Valencia. Comenzamos:

SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA (1931-1936)  6 TEMPORADAS

6 TEMPORADAS. 11 TÍTULOS: 5 LIGAS Y 6 COPAS (INCLUYE LA DE 1930/31)

En este y en todos los cuadros, en caso de empate a títulos, se valoran más las Ligas que las Copas para establecer el orden de los equipos según el total de trofeos obtenidos.

Se incluye la Copa de 1931 porque se disputó íntegramente tras las proclamación de la Segunda República Española.


En los porcentajes de temporadas en blanco no se cuenta esta Copa de 1930/31, pues no se puede contabilizar como una temporada completa. En cambio, en los porcentajes del total de títulos cuentan todos los disputados.




De los 11 títulos republicanos, el Atávico de Bilbao obtuvo 5 (45’45 % del total), de ellos, 2 Ligas (40 %) y 3 Copas (50 %). Sólo se quedó en blanco 1 temporada (1934/35), un 20 % de las 6 disputadas. Es el campeón indiscutible de este periodo.

El Madrid ganó 4 títulos (36’36 % del total), 2 Ligas (40 %) y 2 Copas (33’33 %). El Madrid se quedó en blanco sólo 1 temporada (1934/35, curiosamente, en pleno bienio negro derechista, por si le sirve a alguien de pista sobre la relación de nuestro club con la política de derechas), o sea, no obtuvo ningún título en un 20 % de las 6 temporadas disputadas. Es el subcampeón de la época republicana, lo que no pega ni con cola con la teoría del Madrid franquista o conservador.

El Betis ganó 1 Liga (20 % de los títulos ligueros y 9’09 % del total de temporadas). Se adjudicó la única Liga que no ganaron el Madrid o el Atávico. Se quedó en blanco 4 temporadas.

El Sevilla ganó 1 Copa  (16’66 % de los torneos coperos y 9’09 % del total de temporadas). Se adjudicó la única Copa que no ganaron el Madrid o el Atávico. Se quedó en blanco 4 temporadas.

El Farsa no puede sentir nostalgia de su experiencia como equipo republicano, pues no ganó ni un título de Liga ni de Copa. Su saldo republicano es de 0 % de títulos y 100 % de años en blanco. ¡Y eso que Farsaluña gozó de autonomía política con la República!

El Patético no participó en las dos primeras Ligas republicanas porque descendió a Segunda División en la temporada (monárquica) de 1929/30. Sin embargo, le contabilizamos el total de las temporadas  republicanas disputadas, pues, con independencia de los motivos, lo cierto es que no ganó nada por entonces (ni previamente). Saldo; 0 % de títulos y 100 % de años en blanco.

El Valencia no gano nada en esas 5 temporadas republicanas, aunque sí las disputó todas en Primera División. Saldo; 0 % de títulos y 100 % de años en blanco.

Ahora se habla mucho de que todos los títulos se los llevan unos pocos equipos. Pues bien, esto sucedía ya en la época republica: los 2 clubes más importantes, Atávico y Madrid, ganaron 9 de los 11 títulos del de dicho periodo (81’81 % del total) y sólo ganaron títulos 4 equipos (sin embargo, de todos ellos, sólo los dos expresamente mencionados pertenecen a la “penta-élite histórica del fútbol español).

Por cierto, hablando de los viejos tiempos, quien quiera saber a qué se dedicó el Madrid durante la guerra, mientras la capital seguía siendo controlada por la República hasta el final del conflicto (pero con el frente en las mismas puertas de la Villa), tiene que tener en cuenta que en esas condiciones no se podía jugar ningún campeonato regular en Madrid y tampoco fue posible jugar la Liga Catalana, entre otras cosas porque el Farsa vetó nuestra participación. Pero hacíamos otras cosas, como evidencia esta foto del Madrid en un homenaje al ejército republicano en el año 1937 que tuvo lugar en nuestro antiguo estadio de Chamartín:


Y para dejar aún más claro quién es el Madrid históricamente, he aquí un pequeño resumen de la evolución de su nombre y de su signo más visible: el escudo madridista.

El Madrid fue fundado oficialmente en 1902 (aunque ya existía desde 1900, momento de la escisión del New Foot-Ball Club, que abandonaron los futuros fundadores de nuestro club). Su primer nombre fue Sociedad Madrid Foot-ball Club.

En 1904, tras fusionarse con el Moderno, pasó a llamarse Moderno Foot-Ball Club. Pero ya en el mismo año se transformó en Madrid Foot-ball Club.

En 1920 y hasta abril de 1931 recibió el título de Real, que le otorgó el rey Alfonso XIII y su nombre pasó a ser Real Madrid Football Club.

Desde 1931 y hasta 1941 se llamó Madrid Football Club.

Finalmente, de 1941 hasta la actualidad, el nombre es Real Madrid Club de Fútbol. El cambio de nombre obedeció esta vez a la política españolista del franquismo, que exigió que los nombres de los equipos se adaptaran para ser exclusivamente españoles.

También lo hicieron, aparte del Fasceti-Pateti, el Farsa (que pasó a ser el Club de Fútbol Barcelona) o el Atávico (Atlético de Bilbao). Es muy significativo que ahora quieran borrar su pasado de la época de Franco, momento en el que sus directivos eran claramente “del régimen”, es decir: colaboracionistas del fascismo (a cuyas autoridades condecoraron) y los títulos de esos años lo reflejan. Así se reescribe la historia…en provincias.

En cuanto a nuestro escudo, hubo muchos cambios a lo largo del tiempo; pero los más importantes para nuestro estudio son los de 1931, 1941, 2001 y 2014.

El 27 de abril de 1931 fue instituida por decreto la nueva bandera española de la República. Añadió una banda morada los dos colores tradicionales (desde 1785, cuando Carlos III la adoptó, fundamentalmente por ser más visible en alta mar). Aunque no lo dice directamente el decreto (que habla de que es la “…insignia de una región ilustre, nervio de la nacionalidad…”) se supone que se obró así en honor de Castilla.

Sin embargo, históricamente no fue este el color del Reino de Castilla sino el carmesí o púrpura, bastante diferente, que puede verse hoy en día en la bandera de la Villa de Madrid.

Paralelamente, el Madrid adoptó su nombre y escudo al nuevo régimen republicano y le quitó la corona de real en 1931.

Menos conocido es que a la vez que se quitaba la corona monárquica se añadía otro elemento “republicano”: la banda morada, ¿casualmente? del mismo color que la nueva franja republicana de la bandera tricolor, No podemos aceptar la versión más difundida de que se adoptó ese color “por Castilla” cuando en Madrid estamos hartos de ver el auténtico color castellano en la fachada de nuestro Ayuntamiento.

Y así continuó nuestro escudo, incluso tras la guerra, hasta 1941, en que recuperó la corona; precisamente porque la había perdido durante la República, enemiga mortal de Franco, y había que “distanciarse” de tal simbolismo durante su dictadura. Sorprendentemente, la franja morada siguió en nuestro escudo durante todo el franquismo (seguramente se dío por buena la “coartada castellanista” para mantenerla).

El último cambio fue en 2001, pero en esta ocasión no hubo ninguna motivación política sino económica, para convertir nuestro escudo en un emblema más fácilmente comercializable; si bien, desde nuestro punto de vista, el cambio de la banda morada a azul puede considerarse una “despolitización” de la misma a posteriori.

Y aun ha habido un semicambio: desde 2014 hay un escudo del Madrid especial para países musulmanes en el que no figura la cruz que remata la corona (sin embargo, subsiste la versión “cristiana” para los demás países, España incluida).

Por último, para completar este comentario sobre los símbolos más visibles de nuestro club,hay que reseñar que el Madrid no usó un uniforme totalmente blanco hasta que sus medias pasaron a este color en 1955 (cuando Bernabéu ya había fichado a Alfredo di Stétano).

FRANQUISMO

Para el análisis del periodo franquista, dividiremos toda la época del gobierno de Franco en 3 partes:

Franquismo extremista: 1939-1953, Fue el periodo de mayor aislamiento internacional del franquismo y el de más feroz represión en España; si bien se comportó mucho más duramente hasta 1945 (cuando Franco se quedó sin “padrinos” internacionales con la derrota de alemanes e italianos en la Segunda Guerra Mundial).

Franquismo evolucionista: 1954-1975. Supone la paulatina evolución de la dictadura franquista, que se orientó hacia los EE. UU. y la C.E.E. (la UE en su fase inicial) y guardó las formas de su aparato represivo mucho más que anteriormente (si bien hubo fusilados políticos en España hasta el 27 de septiembre de 1975; apenas dos meses antes de la muerte del dictador). La firma el 26 de septiembre de 1953 del tratado de las bases militares de EE. UU. en España, que garantizó la supervivencia del régimen franquista, fue su inicio y la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975 su final.

Paralelamente, en el fútbol español, 1953 fue un año de enorme trascendencia gracias al fichaje de Di Stéfano por el Madrid, club con el que debutó el 23 de septiembre de este mismo año “de las bases”.

Postfranquismo o Transición: 1976-1978 (el 8 de diciembre de 1978 se aprobó la constitución monárquica actualmente en vigor). Adolfo Suárez fue nombrado presidente de Gobierno en julio de 1976. Puso en marcha la reforma política, pero no respecto a la forma de estado, pues Juan Carlos de Borbón era desde el 22 de julio de 1969 “príncipe de España”, o sea, heredero de Franco y fue coronado rey el 22 de noviembre de 1975. El cambio del régimen, en otras instituciones, se inició con las elecciones generales de junio de 1977, de las que surgieron los diputados que prepararon la nueva constitución.

Aún así, subsiste en este periodo un fuerte componente franquista de los actores principales de la política española (el mismo Suárez pertenecía al “movimiento” franquista). Hasta que la nueva constitución monárquica, refrendada de diciembre de 1978, no fue seguida de las primeras elecciones generales, ya legitimadas constitucionalmente, en marzo de 1979, y de las municipales de abril del mismo año, no puede hablarse plenamente del fin del franquismo; de ahí que hayamos considerado que la temporada 1978/79 pertenece todavía a la llamada transición.

Sabemos que nuestra periodización es discutible, pero no por ello carece de justificación. Cierto es que hay quien prolonga el primer franquismo hasta 1959, cuando se aprobó el plan nacional de estabilización que puso fin oficialmente a la llamada autarquía; pero es evidente que desde 1953, con el acuerdo alcanzado con los EE. UU. para situar sus fuerzas armadas en España, cambió mucho la situación política del franquismo, que fue superando su aislamiento internacional gracia a su rol de campeón del anticomunismo. Fue esto lo que permitió a la España franquista entrar en la ONU en 1955. Además, Franco empezó a recibir apoyo económico yanqui, lo que supuso obtener divisas para un país que apenas disponía de ellas. Por ello consideramos que desde 1953 puede hablarse del comienzo de la adaptación al mundo exterior de la España franquista, hasta entonces bastante independiente (aislada, más bien) del orden internacional configurado por las potencias vencedoras en la Segunda Guerra Mundial, aunque siempre sometido a ellas.

FRANQUISMO EXTREMISTA (1939-1953)

14 TEMPORADAS. 28 TÍTULOS: 14 LIGAS Y 14 COPAS

Lo primero que hay que decir es que no se incluye la Copa de España de 1939. La razón se explica en este artículo de WIKIPEDIA:

COPA DEL GENERALÍSIMO DE FÚTBOL 1939

(Equipos participantes y ausentes)


El Sevilla fue el campeón. Disputó esta competición dentro de un grupo de equipos prácticamente restringido a la España Nacionalista (y ni siquiera toda ella). Por otra parte, esa temporada no hubo Liga (la guerra acabó el 1 de abril de 1939), por lo que no cuenta esa temporada a ningún efecto (como tampoco la Copa celebrada en la zona republicana en 1937, que ganó el Levante).

Que quede claro que la razón fundamental para no tener en cuenta ninguno de estos dos títulos es el rigor y la coherencia: no pueden computarse igual los títulos ganados compitiendo contra todos los demás equipos españoles que éstos, que fueron de participación restringida y politizada.


En este apartado se denomina Fascético al club fundado el 4 de octubre de 1939 tras la fusión del equipo de fútbol de la Aviación Franquista con el Athletic Club de Madrid (inicialmente se llamaba así porque nació en 1903 como una delegación del Atávico creada por estudiantes vascos trasladados a Madrid). Desde enero de 1947 adoptó el nombre de Atlético de Madrid, o sea, el Patético, denominación que nunca había usado hasta entonces. Reflejamos los nombres respectivos en los títulos ganados en cada temporada de este ciclo.








 






 
ANÁLISIS DEL FRANQUISMO EXTREMISTA:

Es forzoso empezar diciendo que las temporadas 1939/40 (sobre todo) y 1940/41 fueron “especiales” dada la “donación” de categoría al Patético por parte del franquismo (que, por entonces, estaba volviendo a “ganar la guerra anticomunista” en el extranjero, enviando a Rusia “su” división azul). Podría especularse con base muy sólida sobre si las Ligas correspondientes estaban ya “reservadas” al equipo-favorito (o al favorito-equipo); pero, a falta de pruebas aún más sólidas, las contabilizamos como si fueran normales (sin serlo).

Entre los clubes más “beneficiados” en el periodo inicial del franquismo, según el número de campeonatos ganados en esta época, destaca el Farsa, con 9 títulos, 5 Ligas y 4 Copas, en estas 14 temporadas. En las dos últimas incluso hizo doblete. Nada casualmente, pues fue entonces cuando el la federación de fútbol del régimen franquista le permitió al Farsa fichar a Kubala el 15 de junio de 1950 (el Madrid lo intentó antes, pero a él no se le autorizó). ¿Resultado de esta “gestión”?: 5 títulos ganados con Kubala en 3 temporadas) sólo se le escapó 1 Liga). Resumiento, el Farsa ganó el 35’71 % de las 14 Ligas y el 26’66 % de las 15 Copas (31’03 % del total de títulos).

El Farsa se quedó en blanco en las 2 primeras temporadas (“patéticas”)  y en otras 5 posteriores; 7 en total de 15 (46’66 % del total de temporadas del periodo).

El segundo club más “beneficiado”, 5 títulos en total, fue el Atávico de Bilbao (por entonces, oficialmente Atlético de Bilbao). Ganó 1 Liga (1942/43), 7’14 % del total, y 4 Copas, 26’66 % (17’24 % de todos los títulos).

El Atávico se quedó en blanco en 10 temporadas de las 15 (66’66 % del total).

El tercero fue el Valencia, que conquistó 3 Ligas (21’42 % del total) y 2 Copas (13’33 %), en total 5 títulos (17’24 % de los 29 títulos disputados).

El Valencia se quedó en blanco en 10 temporadas (66’66 % del total).

El cuarto fue el Sevilla, 1 Liga (7’14 %) y 2 Copas (13’33 %). En total, obtuvo el 10’34 % de los títulos disputados.

El Sevilla se quedó en blanco en 12 temporadas (80’00 % del total).

El quinto fue el Fascético-Patético. En su primera época “oficialista” ganó 2 Ligas (las primeras de su historia) y después ganó otras 2 más, total 4 (28’57 % de las Ligas,  13’79 % del total de títulos, pues no ganó ninguna Copa).

El Fascético-Patético se quedó en blanco en 11 temporadas (73’33 % del total).

El sexto fue el Madrid (¡sí, el Madrid!). Está claro que nuestro club no siguió el paso castrense que marcaba el régimen tras la guerra, repetimos, en su fase más violenta: apenas dos Copas ganadas, y tan sólo después de acabada la Segunda Guerra Mundial, parecen síntoma incuestionable de ello. Más bien es como si el Madrid fuera por entonces un club disidente en lugar de uno colaboracionista; como lo fueron otros más o menos declaradamente (se habla mucho de que Santiago Bernabéu era hombre del régimen, pero lo cierto es que era más bien monárquico y sólo obtuvo la presidencia madridista el 15 de septiembre de 1943 (por ejemplo, con el Fasceti, hubo más “celeridad” para apoyarlo tras la guerra).

En definitiva, ganamos el 13’33 % de los títulos coperos y el 6’89 % de los 29 títulos disputados en total durane el franquismo extremista. El Madrid se quedó en blanco en 12 de las 14 temporadas de este ciclo. Pero todo esto está convenientemente olvidado por los que nos acusan de filofranquistas.

Sólo el Español, séptimo y último equipo que logró algún trofeo, está detrás del Madrid en la época más radicalmente franquista de todas. Ganó la Copa en 1939/40 (6’66 % de las Copas y 3’44 & del total).

Como el número de éxitos por temporada y en total del periodo de cada equipo habla por sí mismo sobre su importancia relativa en aquella época (bien deportiva, bien políticamente, según valoración de cada cual), podríamos conformarnos con estos datos; pero también nos vamos a detener en los “años en blanco” de cada club; que ilustran bastante sobre el hipotético grado de “favoritismo” del régimen alcanzado por cada uno de ellos.

Empecemos valorando que en cada temporada sólo podía haber dos campeones, el de Liga y el de Copa; no había ni competiciones europeas o intercontinentales ni Supercopa nacional. Quedarse en blanco era muy normal, en realidad. Lo que ya no lo era tanto era no ganar casi nunca (sobre todo si, como pretenden nuestros detractores, se “gozaba” del favoritismo político). Este fue el caso del Madrid. Ningún otro de los 5 clubes principales tiene un porcentaje negativo tan alto (casi dobla al Farsa en años en blanco).

Creemos que esto es suficientemente refutativo de ciertas tesis y denunciativo de que lo que pasaba era justo lo contrario de lo que suele decirse: si los que claman por la asociación de la política con el fútbol durante el régimen tienen razón, lo más importante es establecer el “mecanismo”, correa de transmisión de la voluntad política franquista a los marcadores y, finalmente, a las salas de trofeos. Pero claro, si tan evidente es el caso, culpable (o cómplice) tiene que serlo todo aquel que ganó, sobre todo quién más ganó y especialmente si lo hizo en la fase más represora (en la que la voluntad política era omnipotente y abarcaba toda la organización “administrativa” del deporte español).

Pues bien, el Madrid no pudo ser el paladín balompédico del régimen por la sencilla razón aritmética de que hasta la temporada 1953/54 hubo 5 equipos más “favorecidos” que él por los éxitos (deportivos o políticos, como se quiera). Incluso el Sevilla ganó más títulos (pese a no ser uno de los 5 equipos más veces campeones históricamente). Es tan…extraño que no hace falta añadir nada más; pero ojo, no para exculparnos sino para inculpar suficientemente a nuestros acusadores.

Detengámonos también en la concentración de títulos en muy pocos campeones: 19 de los 28 títulos (67’85 %, más de dos tercios del total) fueron ganados por 3 equipos (de un total de 7 clubes campeones); una concentración muy llamativa para el Madrid, que no fue ninguno de ellos.

Además, es mucho más importante establecer quién ganó durante los años más duros, los del franquismo extremista. Fue una época en la que la falange tuvo, aún, gran peso en la política seguida por el régimen, como aliada del nazismo (con el que peleó contra) y archienemigo del comunismo; Franco retomaría precisamente este mismo papel en la etapa proyanqui, desde 1953, pero ahora como peón de la guerra fría promovida por los EE. UU. contra la Unión Soviética.

En cuanto a las dificultades materiales y deportivas por las que pasó el Madrid en este primer tramo del franquismo, he aquí un breve comentario sobre la construcción del nuevo estadio en los años 40 y las consecuencias deportivas que conllevó.

La temporada 1947/48 fue muy mala deportivamente para el Madrid: El 14 de diciembre de 1947 inauguró su Nuevo Chamartín (en realidad, oficialmente, Estadio Real Madrid Club de Fútbol y desde el 4 de enero de 1955 Estadio Santiago Bernabéu). Era un terreno de juego fuera de serie en aquella época (se completó con el llamado tercer anfiteatro el 19 de junio de 1954). Por cierto, esta cancha no estaba en Madrid, porque hasta la anexión a la capital el 5 de junio de 1948, el solar del campo madridista estaba situado en el municipio de Chamartín de la Rosa.

El campo fue construido a expensas exclusivamente del Madrid, mediante un préstamo concedido por el Banco Mercantil e Industrial el 22 de junio de 1944 (las obras empezaron el 27 de octubre de dicho año). La operación financiera fue posible porque la masa social del madridismo suscribió la totalidad de los bonos de dicha deuda que emitió el Madrid (bajo el impulso de Bernabéu) para afrontarla (compárese esta clase magistral de fidelidad a unos colores de los madridistas con lo que pasó con el Pateti cuando, bastante después, en un tiempo mucho más boyante para el conjunto de la sociedad española se convirtió este club en sociedad anónima y la familia Gil se pudo hacer con la mayoría accionarial porque los socios patéticos no compraron todas las acciones que se pusieron a su disposición).

Por supuesto, el cacareado “apoyo del régimen de Franco al Madrid” no aportó ni un mísero céntimo para hacer nuestro nuevo campo. Además, no ganamos ningún título “franquista” hasta la final de Copa del 9 de junio de 1946: 3-1 al Valencia (¡en Farsalona!), o sea, mientras se construía el Nuevo Chamartín.

En cuanto a lo de “un estadio de primera para un equipo de segunda”, como se dijo por entonces, la razón era que todo el dinero del que pudo disponer el Madrid se lo tragaban las obras del nuevo campo; por consiguiente, la plantilla era manifiestamente mejorable.

De hecho, en la temporada citada quedó el Madrid el cuarto por la cola, con sólo 2 ó 3 puntos más que los equipos que descendieron a segunda división.

Cuando, poco después, en 1952 celebró el Madrid el 50 aniversario de su fundación (lo que sirvió para que Bernabéu le echara el ojo a Di Stéfano), las finanzas madridistas ya habían mejorado y a partir del año siguiente se empezó a fichar a los mejores jugadores del mundo (recordemos que en Madrid nadie es forastero). Ellos fueron los artífices del Pentacampeonato Consecutivo de Europa, gesta aún no igualada más de 50 años después. 

FRANQUISMO EVOLUCIONISTA (1954-1975)


22 TEMPORADAS. 44 TÍTULOS: 22 LIGAS Y 22 COPAS







































SALDO DEL FRANQUISMO EVOLUCIONISTA














ANÁLISIS DEL FRANQUISMO EVOLUCIONISTA

Para empezar, hay una conclusión implícita en la hipótesis de que el régimen movía sus hilos para conseguir que ganara los títulos su equipo favorito (o el que le interesara políticamente en cada momento): no cuadra la edad de oro madridista en Europa (1955-60) con la edad de oro en la Liga española (1960-69). No parece que en las cinco temporadas de avasallador dominio madridista en Europa, supiera Franco que “iba con el Madrid“, pues sólo ganó 2 de esas 5 Ligas (mientras ganaba siempre la Copa de Europa correspondiente); en cambio, en los siguientes 9 campeonatos ligueros, se alzó con 8 trofeos, 88’88 % del total) mientras sólo ganaba una Copa de Europa más, la Sexta, en 1965/66. Y aún “cuadran” menos los números si nos fijamos en la Copa de España: sólo 4 conseguidas de 22 disputadas; en su mayoría ya en los 70s. Se ve que a Paquito no le agradaba ver que alzara “su” Copa el capitán del Madrid

Limitándonos a lo deportivo, lo que marca este periodo es el fichaje por el Madrid de Alfredo di Stéfano. Este si que fue un factor decisivo en la historia del fútbol español y mundial; pero en la cancha. Respecto al politiqueo de los despachos en la pugna contra el Farsa por este jugador, queremos recordar sólo que hubo chanchullos descarados, sí, pero de la Federación Española de Fútbol, que, anteriormente, le adjudicó Kubala al farsismo. Así pues, si logramos hacernos con La Saeta Rubia, después de fichárselo a quien tenía su contrato en aquella temporada (el Millonarios) y el Farsa se achicó y nos vendió sus derechos (los aún no vigentes del River Plate) por un plato de lentejas, no hablamos de un problema de legalidad sino de tesón (y de que tras ningunearnos una vez, en la Federación nos debían esa baza a nosotros. Y punto).

SUBSALDO DEL FRANQUISMO COMPLETO
36 TEMPORADAS. 73 TÍTULOS: 36 LIGAS Y 37 COPAS

Si se quiere considerar unitariamente todo el periodo franquista (1939-1975) y se suman los títulos de las dos épocas en las que lo hemos subdividido, el resultado es este:
















SALDO DEL FRANQUISMO COMPLETO:














ANÁLISIS DEL FRANQUISMO COMPLETO

Hay un hecho indiscutible: entre el Madrid y el Farsa copan el 51’38 % de todos los títulos del franquismo; luego no es el equipo farsalán el más indicado para acusarnos de favoritismo.

Por otra parte, los campeonatos obtenidos por los dos grandes se igualan bastante en el conjunto de la dictadura franquista. El Madrid sigue siendo el primero en total, pero sólo gracias a sus Ligas, ya que el Farsa ganó más Copas. Y el Pateti destaca como tercero en la clasificación global del franquismo, que es su época dorada sin discusión. Algo rezagado (cada vez más) va el Atávico, mucho más importante por sus Copas (aunque ganó más el Farsa) que por sus Ligas ganadas. De cerca lo sigue el Valencia, que, tras muchos años de sequía, ha vuelto a ganar títulos en la así llamada democracia juancarlista. Los demás, Sevilla, Zaragoza y Español, van muy por detrás. De ellos, sólo el Sevilla ganó una Liga; los demás títulos, de él y del resto, son sólo Copas.

Llama la atención que el predominio aplastante del Madrid sobre el Farsa en la segunda mitad del franquismo quede bastante nivelado si se tiene en cuenta la hegemonía farsista al principio de dicho régimen. En conjunto, el Madrid se limitó a igualar lo que el otro equipo había desigualado previamente; y justo en los años en los que la “desigualdad” era la especialidad de la España franquista; ¿casualmente?. Este “interrogante” sobre si el Farsa (y el Atávico) fueron los equipos inicial favorecidos por el franquismo para combatir el separatismo (como lo fue el Fasceti- Pateti para combatir al Madrid republicanista) si que debería estudiarse; si es que se quiere hacer una acusación coherente al Madrid por la supuesta ayuda político-deportiva a su favor durante el franquismo en su fase terminal.

Así pues, tras ser un equipo muy importante en el periodo republicano, el Madrid mantiene en el franquismo su superioridad sobre el Farsa y rebasa al Atávico. Pero éstos ganaron mucho también. Luego no cabe hablar de “complicidad” politico-deportiva de los madridistas con el régimen (a falta de otras pruebas) sin tener que acusar de los mismo a los demás (Fascético incluido) y en mucha mayor medida.

POSTFRANQUISMO (1976-1979)

4 TEMPORADAS: 4 LIGAS Y 4 COPAS

Se incluye aquí la Copa de España de 1975/75 (que todavía se llamó “del generalísimo”; pues la primera Copa “del rey” fue la de 1976/77. También incluimos la Copa de 1978/79 porque, por su sistema de competición, a lo largo de toda la temporada, no puede decirse que se disputó únicamente tras las primeras elecciones constitucionales de 1979.






















ANÁLISIS DEL POSTFRANQUISMO

“Asombrosamente”, el Madrid no se vino abajo con el cambio de régimen y mantuvo (si es que no la aumentó) su hegemonía en el fútbol español. Sólo el Patético logró seguirle de cerca. El Farsa sólo ganó una Copa (con el mismo nivel de rendimiento que el Valencia o el Betis).

 JUANCARLISMO (1978/2014)

 35 TEMPORADAS. 35 LIGAS Y 35 COPAS












































SALDO DEL JUANCARLISMO





















ANÁLISIS DEL JUANCARLISMO

Destaca especialmente que en la primera temporada del juancarlismo, ya sin “conspiraciones” franquistas ni postfranquistas, el Madrid no sólo ganó el doblete sino que, de propina, jugó la final de Copa con su propio filial: el Castilla. Este equipo participó en la siguiente temporada en la Recopa de Europa (único club de Segunda División española que lo ha hecho).

No estamos diciendo, sin embargo, que en esta época no pueda especularse sobre el trato de favor a ciertos equipos por intereses extradeportivos: las temporadas 1991/92 y 1992/93 hubo más que sospechas, al final de dichas Ligas, sobre la actitud del Tenerife respecto al Madrid (para beneficio del Farsa que “obtuvo” así dos títulos que los madridistas declaramos directamente ilegales). Esto se repitió en la temporada 1993/94 para perjuicio del Deportivo de La Coruña, perjudicado, esta vez, por el “desmedido ardor competitivo” del Valencia y, “casualmente” de nuevo para beneficio del Farsa.

Luego hay que descontarle 3 Ligas al catalanismo. Y 4 al vasquismo, las dos de la Real Sociedad (1980/81 y 1981/82) y las dos últimas del Atávico, “donadas” para mayor paz politico-social en Vasconia; no sea que se volvieran todos abertzales y se quisieran independizar por las bravas. Porque este es un factor del que nunca se habla (es tabú): España “paga” (indemniza) a vascos y farsalanes por su “permanencia” en nuestro país con títulos deportivos “españoles”. Sería para reír si no hubiera tantos motivos para llorar.

Si logramos olvidar todo esto (o sea, que el Madrid tendría que tener 7 Ligas más y el Farsa 3 menos), analizando únicamente los números, hay una igualdad (“aparente”) de estos dos equipos en la Liga; el Farsa sólo nos supera en 2 Copas más ganadas (y también podríamos hablar de los arbitrajes en sus finales bien diferentes para Migueli o Hierro). Así que de supermegarehegemonía farsista, nanay: sólo nos ganan, siempre lo han hecho, en la Copa (competición menos importante, de segundones: la que les corresponde).

El Patético sólo ha logrado dos Ligas (en años en que los dos grandes no se han centrado en esta competición; el resto son 5 Copas, bastantes ganadas al Madrid, que a un partido, sobre todo si es violento (como los juegan los colchoneros), no logra el premio a su regularidad habitual, que se manifiesta mejor en la competición liguera.

El Valencia logró dos Ligas (más bien perdidas por Del Bosque, entrenador del Madrid de los Galácticos, que no supo imponer su superioridad de plantilla) y dos Copas. Retornó así a su nivel de quinto equipo español por número de títulos.

El Zaragoza logró 4 Copas, pero ninguna Liga (nunca la ha ganado).

El Atávico de Clemente logró dos Ligas (una la perdió el Madrid ante el Valencia por no ganar el último partido) y una Copa (la tan famosa por la gran tangana final entre vascos y farsistas, que supuso tanto el adiós de Maradona como por el Gran Perdón Federativo; pues la sanción hubiera debido ser de muchos, muchos partidos para todos los jugadores de ambos cuadros, que hubieran tenido perdida la siguiente temporada antes de empezar a disputarla).

La Real Sociedad apareció y desapareció como un cohete: sus dos Ligas (¿no había terminado el partido cuando marcó la Real contra el antimadridista Sparring de Gijón?) al principio de los ochenta fueron seguidas por una sola Copa y adiós.

Algo similar cabe decir del Depor, que logró una Liga (tras la que le “descuidó” el Farsa) y dos Copas (una la llamada del Centenariazo, porque se la ganó al Madrid en el Bernabéu justo en 2002).

El Sevilla, en la edad de oro de toda su historia, logró 2 Copas. Y el resto, Betis, Español y Mallorca, 1 Copa cada uno.


PALMARÉS ACTUAL DEL FUTBOL ESPAÑA (SIN LAS COPAS DE ALFONSO XIII)

Por último indiquemos qué equipos tienen más títulos ligueros y coperos dentro del fútbol español y en qué épocas los han ganado (siempre sin el periodo alfonsino previo):













No hay que olvidar que si bien hay varias Copas ganadas antes de la temporada 1931/32 que no se computan aquí. Aún así, en el computo histórico total, el Madrid tiene más títulos que el segundon, el Farsa.

En cuanto a si es un capricho “segmentar” la totalidad histórica de títulos deportivos, en España es más frecuente de lo que parece. Por ejemplo, hay por ahí unos personajillos que van diciendo que los títulos del Madrid en los comienzos de la Copa de Europa “en blanco y negro” no cuentan…Las razones “metafísicas” que alegan ni las vamos a mencionar. Desde luego, no nos extraña tal actitud, pues no supone nada nuevo bajo el sol de Envidiaña.

Puestos a matizar, los madridistas tendríamos todo el derecho para decir que sólo aceptamos como válidos los títulos de la Copa de Europa disputados antes de la reforma del reglamento de competición que, desde la temporada 19912/92, introdujo una liguilla inicial, lo que hace mucho más fácil no ser eliminado en las primeras eliminatorias; por tanto, hablamos de otra competición que, POR SU PROPIO INTÉRES EN APROPIARSE DEL PRESTIGIO DE LA COPA DE EUROPA, “acepta” oficialmente los títulos previos, ya que así lo quiere la UEFA, no nosotros.

Aún más sangrante es lo que pasa en baloncesto, donde la ACB restringe el recuento de títulos a los conseguidos desde 1984; es una manera descarada de ocultar que el Madrid ganó casi todos los títulos de Liga y Copa hasta ese momento (y unas cuantas Copas de Europa más, para dejar claro que no ganábamos sólo por “política”.

Son estas muestras de simpatía por parte de nuestros compatriotas las que nos llevan a muchos madridistas a pensar si no deberíamos irnos a jugar a Portugal o a Francia, donde seguro que nos valorarían más y tratarían mejor.



CONCLUSIÓN. EQUIPO O EQUIPOS MÁS FAVORECIDOS POR EL FRANQUISMO:

En estas dos páginas de internet se pueden consultar todos los campeonatos españoles de Liga y Copa de fútbol disputados en España:



Los antis no se van a callar ante estas cifras tan apabullantes. Seguro que, por ejemplo, TV3, en su empeño historicista, volverá a obsequiarnos con algunos temas de “interés”, como:

La gran pelea colectiva del Farsa con el Atávico de Bilbao en la final de Copa de España de 1984 (aunque es mucho más llamativo el perdón general subsiguiente de la Federación a una de las más generalizadas tanganas del fútbol…”español”).

El cochinazo: permisión, pseudosanción y perdón.

Carterismo liguero de Messi nunca sancionado ni reconocido.

Catalanismo futbolístico español: démosles todo a los separatistas para que no ganen nada yéndose.

La Sexta Copa de Europa: colaboracionismo farsalán con la envidiosa UEFA; sin premio por culpa del Bemfica y con el castigo de los postes.

Bonet lesionado por Migueli, sin sanción, en una final de Copa de España (el mismo que también lesionó a Jensen en Liga) versus Hierro expulsado en otra final sin lesionar a nadie.

Etc. etc. etc.

En cuanto al Patético, tras matar sus seguidores, por segunda vez (y esto ya es reiteración) a aficionados de otros clubes, debería entrar en un periodo de reflexión sobre su “esencia” tan proclamadamente antimadridista; por tanto, tan proclive a la violencia, que ya se ve que no sabe controlar en su entorno. Tiene muchas tareas atrasadas que hacer para convertirse en un club digno. No debería postergar por más tiempo esa transformación.

En resumen, hablan los que más tienen que callar y lo hacen en un ejercicio consciente de agitación y propaganda, tanto para atacarnos como para que no se les hagan preguntas incómodas sobre ellos. Ante eso, sólo podemos añadir una última cosa:

Ladran, luego existimos

Cabalgamos y les pasamos por encima,

Luego les jode nuestro desfile triunfal,

Que no cesa (Mundialito de Clubes en diciembre de 2014).

Y nada más. No hace falta nada más.

Cibeles Madridista.

Post scriptum: Dime de qué hablas y te diré qué es lo que tendrías que callarte.