lunes, 24 de marzo de 2014

MOU TENÍA RAZÓN: EN EL “¿POR QUÉ?” Y EN EL “CÓMO”

Cuando Mou el Grande dijo aquello de “¿por qué?” muchos blandidristas se indignaron; muchos periodistas siguieron mirando para otro lado y mucho federativos, nacionales o extranjeros, continuaron su “misión” sin el menor cambio de guión.
Cada vez está más claro que el Madrid es demasiado grande para dejarlo vivo; hay que atacarlo de cualquier manera para mermarlo y el arbitraje es una de las más frecuentes. Habría que preguntarse ahora cuántas veces le han pitado al Madrid dos penaltis de visitante en Farsalona; o cuántas veces ha jugado él contra el Farsa con superioridad numérica?
Esto nos lleva al “cómo”; hay que jugarle al Farsa a por todas, sin pausa y sin hacer prisioneros. Porque resulta que los últimos partidos con Mou, el Farsa lloraba, en Madrid o en Farsalona, cada vez que se enfrentaba al Madrid, porque habíamos dado con el método para imponernos a ellos. Pero a los nenes del vestuario blanco no les caía bien que el míster les exigiera ganarse su sueldazo y el año pasado hicieron “huelga de celos” hasta cargárselo. Ahora…¡no tenemos entrenador! El caballero que se sienta en nuestro banquillo es un relaciones públicas macanudo (¡qué gran amigo de la prensa y de nuestras figuras!) pero, lamentablemente, no entrena; y se nota la diferencia.
Lo demás, sacado integramente del tradicional manual antimadridista: a Ramos con la guadaña y los del Farsa con guante de seda; esto ya no es robar al descuido sino a lo grande, industrialmente; y Florentino sin enterarse.
Han tenido que ser Cristiano y Ramos los que han pedido públicamente el veto madridista contra el navarro (no lo olvidemos) Undiano Mallenco ya que no lo hace la directiva. Sólo faltaría que lo pongan en la final de Copa; pero todo es posible, mientras el Madrid no se plante y la boicotee, como represalia.
También habría que preguntarse por qué no aportan más en estos partidos nuestras figuras; que Benzema y Di María sean los mejores en el partido es para agradecérselo a ellos, pero no deja de ser muy preocupante.
En cuanto a Valdano, ya no es que haya dejado de ser un amigo del Madrid (en realidad, como buen sofista, nunca ha sido amigo de nadie, salvo de sí mismo), es que se ha convertido en un antimadridista (no hay más que ver en qué pocilga hoza).
Desde luego, como nuestros jugadores no recurran al método Mou (confiar más en la transpiración que en la inspiración) vamos listos; por supuesto,en régimen de autogestión, porque don Carleone sólo sabe sonreir.
Antónimus.

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