Madrid,
estadio Bernabéu, 1 de la tarde del 24 de enero de 2013. Florentino Pérez,
presidente del Real Madrid, sorprende a la prensa deportiva con una
convocatoria no prevista.
El
motivo es la publicación el mismo día de una “información” en el diario
madrileño “MARCA” donde se afirma que la plantilla en pleno, sin excepciones,
ha dado un ultimátum al presidente, a saber, que, si sigue Mou como entrenador
más allá de junio, varios pesos pesados pedirán ser traspasados a otros equipos
al final de temporada. Dicho sea de paso, parece difícil creerse que puedan
hablar por todos respecto a esta cuestión. ¿Es verosímil que los portugueses,
Khedira, Adán, Essien, Varene o Modric hayan podido estar de acuerdo con los
“nacionales” en oponerse a Mou?
El
presidente rechaza la noticia tajantemente, habla de falta de ética en quien
recurre a la mentira para desestabilizar el club (o sea, la prensa);
paralelamente, los dos capitanes del primer equipo de fútbol, Casillas y Ramos,
hacen también un comunicado oficial con el desmentido de la noticia.
Florentino
demuestra con su iniciativa que no le tiembla el pulso para reaccionar y dar un
golpe de timón cuando sea necesario. Aunque está bien la intervención del
presidente no a todos nos parece suficiente.