El día 10 de octubre de 2011 publicó
el diario AS una encuesta sobre
preferencia o rechazo a equipos de fútbol en España. En realidad, no en todo el
país sino tan sólo en los 20 estadios de los equipos que juegan actualmente en
primera división. Además, la cuestión fue planteada a un número no muy elevado de
aficionados, 70 en cada caso; que, por otra parte, representan a aficiones muy
desiguales en número de seguidores, ergo no es proporcional la muestra a la
población. Pues bien, de ahí se quiere extraer una conclusión válida para saber
qué piensa la afición de España (en vez de decir “de todos estos equipos”)
sobre quién es el club más popular o impopular.
Abundando en la llamada encuesta, y
como dice José Ignacio Wert
(Sociólogo y presidente de Inspire Consultores) el día 12 de octubre en el
propio diario AS, “está hecha sobre aficionados comprometidos
(los que van al estadio) mientras que la del CIS de 2007 –con la que se compara
para extraer una tendencia- se dirigía a toda la población”. Asimismo indica
que “en lo básico habría las mismas razones para rechazar al Barcelona” y que “la
diferente percepción nace del relato que construyen los medios”.
Por otra parte, el periodista que
firma el artículo, Luis Nieto, para
evaluar "objetivamente" la pérdida de simpatías hacia el Real Madrid,
contrasta esta encuesta con otra realizada hace ocho años por encargo de la Generalitat de
Cataluña. El Sr. Nieto no comenta nada al respecto de esto, es decir, no siente
la más mínima curiosidad periodística por indagar de dónde viene el interés de
una entidad pública como el gobierno catalán por averiguar el nivel de simpatía
que despiertan entidades privadas como el Real Madrid, el Barcelona y otros
clubes.
No deja de ser llamativo que un
periodista "sagaz" como el Sr. Nieto no aproveche para tirar de este
hilo argumental; teniendo en cuenta que está de rabiosa actualidad el debate acerca
de los recortes de servicios asistenciales y de otro tipo que van a sufrir los
ciudadanos catalanes por la pavorosa gestión económica que han hecho sus
dirigentes autonómicos: al parecer, no sólo han malgastado alegremente el
dinero de sus ciudadanos en las famosas embajadas.
Si nos atenemos a la fecha de esta encuesta
de hace ocho años (2003), es imprescindible recordar que, en aquel momento, el
Farsa llevaba cuatro largos y angustiosos años sin ganar nada, ni una mísera
Supercopa de España (desde la
Copa del Rey de 1999). Además, en ese período de tiempo su
mejor futbolista con diferencia, Luis
Figo, dejó plantados a los farsistas, sin previo aviso, para jugar en el
Real Madrid, que les eliminó, con exhibición incluida en el Nou Camp, en
semifinales de Champions del 2002.
En definitiva, la Generalitat ardía en
deseos por saber si su bandera deportiva, el Farsa, al menos podía vencer al
odiado Real Madrid aunque fuese en una encuesta; ya que en el terreno de juego
quedaba claro que era imposible en aquellos momentos. Por lo tanto, podemos
intuir que la confianza en su "trabajo continuado de cantera" estaba
entonces bajo mínimos, y algunos canteranos que ya jugaban en el primer equipo
del Farsa en aquellos años de sequía, como Xavi Hernández o Puyol, no
despertaban las comatosas esperanzas de los dirigentes políticos catalanes, ni
las de los aficionados del Farsa, ya que realizaron 21 fichajes en esos cuatro
años. Podríamos recordar los inicios del “indiscutible” Iniesta o la gestión
del club por habituales de los juzgados como Núñez y Laporta (¡qué gran ejemplo
son sus valores para los niños!).
Más allá de detalles “técnicos” sobre
la calidad de la encuesta, o sea, sobre su validez y fiabilidad, Cibeles
Madridista cree que no se puede entrar a determinar la opinión “nacional” sobre
cualquier asunto sin analizar los factores que determinan cómo se expresa la
gente al respecto; y no todos los elementos de juicio condicionantes son de
orden estadístico.
¿Se ha tenido en cuenta
suficientemente la variable “independentismo o anticentralismo” en la
batería de preguntas formuladas para entender las motivaciones de la sociedad
“española” actual cuando contesta este tipo de consultas? No; y tampoco la
variable “agravios madridistas del pasado”.
Nos referimos a que en Gijón no
se van a olvidar nunca de aquella liga que, según los entendidos iba a ganar en
la primavera de 1979 (cuando la cantera por excelencia, lo siento por el Farsa,
era la Escuela
de El Mareo) y llegó el Madrid y se la ganó a domicilio; (quizá por eso, no
estuvieran muy atentos los defensas del Sporting cuando la Real Sociedad marcó un gol al
final de cierto partido, tanto que supuso la primera liga realista a costa del
Madrid. Sucedió en la temporada 1980/81).
No nos vale que digan que el Sporting
es del Farsa por el ovetense Quini (que se fue en 1980 y tuvo que regresar a
Gijón en 1984); más tenía que influir el posterior fichaje de Maceda por el
Madrid en 1985, ¿no? Lo cierto es que, previamente, la “no-liga” de 1979 escoció
mucho en Gijón. Aquel año debió de tener un verano muy largo, porque empezó el
15 de abril y acabó el 25 de noviembre; tiempo más que suficiente para rumiar
un lema “espontáneo” como “así gana el
Madrid” (¡a ver si lo volvemos a oír pronto!). Lo de menos fueron los
incidentes del partido de noviembre (aparente motivo inmediato para protestar);
lo importante era la enorme cantidad de ira acumulada por una afición que no
supo aceptar con madurez su derrota; se trataba sólo de “devolver el golpe”, no
de pedir justicia.
Merece la pena leer la novelada
descripción del relator Diego Torres
en EL PAÍS de 27.03.2011 sobre el
origen del cántico antimadridista, y sorprenderle hablando de que “…la
resistencia empezó en Gijón” (sic). Tal vez quería decir la “Reconquista”.
Seguro que ha oído que los asturianos afirman que “Asturias es España y el
resto es tierra ocupada” y se ha dejado llevar por el entusiasmo. No creemos
que por ahí rasque mucho el Sr. Torres a la hora de legitimar / deslegitimar mientras
no aporte pruebas de otra cosa que de quién es el objeto de sus simpatías o
antipatías. Renunciamos a psicoanalizar a este periodista para averiguar de qué
traumas propios culpa al Madrid, pero no se nos escapa que perseguirnos es el
único interés para redactar su columna; en ella, la “información” ya sólo es un
medio.
Creemos que el Sr. Torres olvida, al
querer darnos lecciones de historia de nuestro fútbol, que somos nosotros, los
castellanos, los que descubrimos América, no los de “allá”. Los argentinos
entenderán mucho de barcos (porque es de donde descienden, según dicen ellos
mismos), pero de este país le queda a Diego Torres mucho por aprender para
poder captarlo a fondo, una vez trascendidos los clichés. Le vamos a ayudar un
poco: la clave para saber cómo son los españoles actuales es tener en cuenta que
aquí no se aguanta nada ni a nadie;
con razón o sin ella. Claro, con la pretendida excepción del Madrid, que,
según los detractores de Mou y Florentino y de los caballos de Troya
madridistas, tiene que aguantarlo todo, incluso lo antideportivo, con una
sonrisa en los labios (aunque se los hayan roto).
Hablemos ahora de la Real Sociedad.
Ganó en total dos ligas, pero perdió otras dos con el Madrid. Bueno, no
exactamente, porque la primera la perdió en el campo del Sevilla, donde
expulsaron a dos sevillistas que protestaban por el “peculiar” gol de la Real; pero, aún así, los
locales lograron darle la vuelta al marcador. Fue el año en que el Ministro de Cultura
del Reino de España (vale decir, de Deportes, de la UCD, el historiador Ricardo de la Cierva) dijo que era
preferible que ganara la liga la
Real. No hace falta decir más si lo dice el jefe de la
federación de fútbol y por tanto de los árbitros.
También Zapatero dijo hace poco que su equipo, el Farsa, iba a golear al
Madrid. En ese momento, era el Presidente del Gobierno; pero el último mono de
la cortesía política y la educación. ¿Seguro que el Madrid es el equipo del
gobierno? ¿No serán los gobiernos los que se hacen del equipo de moda y sólo
mientras les interesa?
La segunda liga la perdió la Real contra el Madrid de
Ronaldo, en apariencia sin problemas; pero, estas frustraciones no se olvidan
nunca; incluso aunque fuera el Madrid el equipo elegido para celebrar el
centenario del equipo donostiarra. Esperemos que, al menos, recuerden en San
Sebastián cuanto “no” cobró el Madrid por ese partido disputado en el verano de 2009 que supuso una
inyección económica muy gratificante, por los ingresos por taquilla y derechos
de retransmisión televisiva, para un club que acababa de ascender desde la 2ª
división y no disponía de sobrados recursos en esos momentos.
Dicho partido se disputó en Anoeta, un
estadio en el que los seguidores de la
Real nunca se han sentido tan a gusto como en el viejo
Atocha, en donde tenían la primera fila de la grada a poco más de metro y medio
del terreno de juego, y donde practicaban con fervor en los años 80 el
"deporte autóctono" de acribillar las blancas espaldas de García
Remón, Agustín o Paco Buyo con rodamientos de acero, dardos y barras de hierro
con total impunidad. Esas y otras viles agresiones y provocaciones fueron contestadas
en 2009 por el Real Madrid del modo indicado y no suficientemente destacado por
la prensa. Aquellos plumíferos que denuncian desaprensivamente la desaparición
del "señorío" del Madrid en la historia reciente del club, y más de
un madridista blandengue, pusilánime y desconocedor de la historia madridista
(que abarca 110 años, avisamos), debería releer un par de veces este párrafo e
intentar sacar una reflexión congruente.
Por otra parte, al igual que en el
caso de la Real Sociedad,
el At. Bilbao no es ajeno al así llamado “problema vasco”, dicho en
“cristiano-ronaldo”: al independentismo antiespañol de esa “zona”. Así que es
fácil imaginarse lo que le espera al Madrid tanto en Bilbao como en San
Sebastián.
Efectivamente, el Madrid no va allí a
“los territorios del norte de Iberia” a jugar al fútbol sino a una especie de
sucedáneo de guerra con la que parece que se quiere indemnizar (¿quién?) a los
vascos por no lograr perdernos de vista. Si estamos equivocados o exageramos,
que nos corrija Hugo Sánchez desde su experiencia en botellazos vascos
recibidos en Sestao. También sería de interés general conocer lo que opinan
futbolistas como Michel (que recibió un castañazo en un ojo) o Isidoro Sanjosé (que
sufrió en su cabeza un "manzanazo") en el estadio de San Mamés, la
supuesta Catedral del Fútbol.
No obstante, ha de reconocerse cierta
coherencia en esta catedralicia denominación: si cierta banda terrorista de Vasconia
nació en un seminario, es lógico que los "novicios" de esa tierra acaben
ejerciendo su labor pastoral en la
Catedral…de San Mamés, propiciando el fútbol-borroca cada vez
que tienen a tiro, nunca mejor dicho, a los futbolistas del Real Madrid o a los
seguidores blancos que han tenido la osadía de acudir allí a animar a su club y
han vuelto, en el mejor de los casos, con las lunas del autocar rotas. Así que
el papelón del Madrid en el “extranjero autonómico” es hacer de chivo
expiatorio que se envía al sacrificio para aplacar a los indígenas; muchos de ellos
se lo toman literalmente.
Lo mismo sucede en Pamplona cuando
visitamos al Osasuna (al fin y al cabo, los navarros son “los vascos de
los vascos”, o sea, vascos al cuadrado). Si la primera vez que le hicieron al
Madrid una encerrona extradeportiva en El Sadar hubieran metido una sanción de
órdago a las “formas de vida” osasunistas y hubieran clausurado el campo para
una buena temporada…Por supuesto, no ha sido así y ahora sufrimos las secuelas
de tal impunidad. Tampoco les pasó nada cuando inventaron lo de echar varios
balones al campo para cortar el juego de ataque del adversario y favorecer así
a su equipo.
Pero, hablando de clausura del campo,
el campeón indiscutible en esta categoría es el Farsa. ¿Quién ha
olvidado la célebre sanción-amnistía del cochinillo? Hubo algún directivo
fariseo que negó que eso hubiera pasado:
Quizá sí ocurrió, pero fue lanzado por
algún agente provocador del Madrid para dañar la exquisita imagen del Farsismo
y cuestionar sus valores. Bueno, en realidad sus valores son bursátiles y son
lo único que les motiva: ellos están siempre con quien les dé más; si es España
quien le paga el impuesto revolucionario para que no la líen demasiado, no pasa
nada; porque ellos no discriminan el dinero de nadie. Pero que no crean que van
a estar siempre mamando de la teta del “poder” español que tanto dicen
despreciar, porque “los de acá” no vamos a permitírlo indefinidamente: quousque
tándem, Catalonia, abutere patientia nostra?
Para valorar “en paralelo” debidamente
este cierre-no cierre,hay que recordar que al Madrid le clausuraron su campo
por un único encuentro de liga (debido a incidentes ante la Real). Apeló contra la
sanción, pero no le valió de nada: el “partido del destierro” lo jugó en Alicante
porque el Comité correspondiente no le levantó la sanción “antes” de la fecha
en que había que disputarlo sino “después” (tuvo la humorada de decir entonces
que el cierre era improcedente). De daños, perjuicios y trato desigual, mejor
no hacer comentarios.
El caso del Valencia es otra de
esas leyendas que hay en el “fúrbor” hispano (perdón, peninsular). Hay quien
pretende que el fichaje de Mijatovic por el Madrid (1996) fue el desencadenante
de la fobia antimadridista de este equipo; como si antes nos quisieran en la
ciudad del Turia más que al equipo local. Pues resulta que 24 años antes la
prensa valenciana, con motivo del encuentro de liga en que se enfrentaron allí
los dos equipos, usó este titular: “Valencia 1 Sánchez Ibáñez 2” (no hay duda de su
significado: ganó el Madrid, tanto el partido como la liga, que disputaba esa
temporada al Valencia no al Farsa). Ni siquiera el título liguero que le dimos
al Valencia en la temporada 46/47 (al ganar al Atlético a domicilio 2-3 en el
último partido) nos fue tenido en cuenta como muestra de nuestra buena voluntad
hacia ese club.
A lo mejor, también escuecen otras
cosas, como que en 2008 el Madrid le ganase con 9 jugadores una Supercopa al
Valencia dándole la vuelta al marcador adverso. Es lo que pasa cuando uno no
tiene las venas llenas de horchata barata ni de demagogia. Bueno, y ya me
olvidaba del 3-0 de la final de Copa de Europa del 2000, con Raúl marcando un
gol de antología tras mearse al portero valencianista y a uno de sus defensas
(nada más y menos que a Djukic, que después del “penalty de La Coruña” jugaba en…¡el
Valencia! Acabó su carrera a la sombra de El Teide. ¿Por qué será que no nos
extraña?).
El caso del Atlético de Aviación,
esto…de Madrid, no es de rivalidad sino de psicología: se trata de un complejo
de inferioridad (no hace falta decir de quién; para nosotros ya sólo es una
molestia y ni hablamos de él). Hay poco que comentar; basta preguntarse cómo
pueden hablar tanto del “equipo del gobierno” los que más interés pueden tener
en que no se saque ese tema. Que se pregunten los propietarios del “palco de
los ministros” (del antiguo estadio colchonero del Metropolitano, sede previa
al Calderón) cómo ha podido suceder que les haya superado tan abrumadoramente el
Madrid (“un equipo de segunda con un campo de primera”; como se decía en los
cuarenta; cuando el Atleti era el amo en los campeonatos franquistas y nosotros,
literalmente, no pintábamos nada y estábamos en la ruina mientras construía nuestro
moderno estadio el loco de Santiago
Bernabéu).
Otras rivalidades ni se merecen un
comentario: Villarreal, Zaragoza…; suponemos que nos quejaríamos después de que
nos apedrearan el autocar o por cualquier otra muestra de recio cariño local
que no supimos apreciar y nos lo tomaron a mal. ¡No tenemos remedio! Como
Ronaldo, no sabemos mantener la boca cerrada.
No es normal que no se mencione en la
encuesta el “cariño” del Sevilla hacia el Madrid, poco menos virulento
que el que le profesa al Betis. ¿Hay que recordar que este mismo año, en una
eliminatoria de copa, el equipo sevillista recibió al Madrid con un vídeo de
agitpropa (agitación y propaganda) digno de un ejército que recluta soldados
para una guerra)? Previamente, el Dúo Siniestro de Navarro y el doctorcito
Alfaro dio clases magistrales de vivisección a Zidane y otros jugadores
nuestros. Hasta el sofista Valdano, después
de aparcar su señorío postmoderno en doble fila, se consideró en la obligación
de bajar al vestuario del árbitro en el Sánchez Pizjuán para aclarar conceptos.
¡Si lo llega a hacer Mourinho lo mandan esposado directamente a la frontera de Portugal!
Por último, porque es justamente el
lugar que se merece, hablemos del Tenerife; el equipo representativo de esa
isla africana a la que, espero, ya no irá nunca más ningún madridista ni a
tomar el sol. El Madrid nunca había tenido roces con ese equipo, pero cuando tienen
lugar ciertos “atropellos” ya no se puede volver atrás y ahora nuestras
relaciones no puede decirse que sean malas sino que son absolutamente
inexistentes. Los de allí tampoco quieren rebajar la tensión sino más bien
elevarla desafiantemente, como fieles esbirros del Farsa (que condecoró al
Tenerife por méritos de todos sabidos). Bueno, tranquilos, que ya os mandaremos
al Castilla; aunque yo preferiría que el Madrid se dedicara a ceder jugadores a
los rivales directos para el descenso del Tenerife para, categoría tras
categoría, irle bajando hasta ponerlo exactamente donde le corresponde estar:
en el mismísimo infierno.
Que quede clara nuestra postura: no nos
parece mal que todo el mundo opine lo que quiera sobre cualquier cosa (sobre
todo, si entiende de ello). Simplemente, no es relevante lo que digan los demás
aficionados al fútbol en España o en el resto del planeta sobre nosotros sino
lo que opinen los propios madridistas; sólo nosotros tenemos que determinar
nuestras metas y nuestro modo de alcanzarlas.
En cuanto a los otros, sabemos de
sobra que cuando el Madrid vuelva a ganar la Liga o la
Copa de Europa (lo siento: va a volver a pasar; es
inevitable), muchos “indecisos” (igual que pasa en política) se irán con el más
fuerte. O el más oído; porque entonces no les quedará a los medios españoles
más remedio que hacerse eco más a menudo del Madrid en vez de someterlo a la
ley del silencio. Ese día el “jogo bonito”
va a ser merengue y así lo cantará la prensa, aunque sea el mismo de ahora, que
por cierto es mucho más estético y difícil de realizar que el duermebobos del Farsa.
Más importante nos parece que, según
el AS, descontados los vascos y navarros, el Madrid sí es el más popular en
España y el Farsa el menos. Partiendo de la base de que vascos, navarros y
catalanes no son españoles sino extranjeros (y no de los que nos caen bien), no
tenemos más deseo que ver llegar de una vez el día de nuestra independencia de
ellos. En cuanto a los chicharreros del Tenerife, nos conformaremos con que la
Unión Deportiva Las Palmas le dé su merecido y haga con él lo que quiera. ¿Quién
más apropiado para poner el máximo interés?
Pero no nos despidamos sin valorar la
labor de la propia prensa española, es decir, preguntémonos qué busca publicando
determinados artículos; porque a estas alturas (en plena campaña
antimadridista), uno no puede menos que desconfiar de las motivaciones y
objetivos de todo lo que publica. Estamos en una situación que recuerda a otra
equivalente que pasaba en los tiempos de la extinta Unión Soviética. En Moscú
había un periódico llamadado “Правда” (“Pravda”, que
significa “La Verdad”)
y otro llamado “Известия”
(“Izvestiya”, que puede traducirse por “Las Noticias”). Pues bien, el dicho
ruso de la época era: “No hay verdad en “Las Noticias” ni noticias en “La Verdad”; no parece que
pueda aplicarse sólo a este tiempo ni a ese lugar, ¿no es cierto?
Porque desde que la “opinión
públicada” ha suplantado en esta “sociedad de la representación” a la opinión
pública, en sus páginas sólo se trata de “salvar las apariencias”, de “hablar
de lo que toca” (la agenda, por supuesto, la hacen ellos, los medios y sus amos;
o sus padrinos) no de averiguar lo que pasa o de dar respuestas a las
inquietudes o problemas de los ciudadanos. Conclusión: la prensa se dedica a sus
propios intereses (mejor dicho, a los de sus dueños, que pintan bastante más
que los criterios profesionales del director de cada medio). De aquí a la
autocensura no hay ni medio paso, si se quiere seguir trabajando: Así que nadie
se opone a la “línea editorial” dentro de un medio. Lo que manda es “la
noticia” (“no dejes que la realidad te la estropee”) y, evidentemente, son
siempre los medios quienes deciden cómo “definir lo real” y, por supuesto, si
hay que “editar” una información o no. Además, tengamos siempre presente que
cuando los medios se embarcan en una campaña suele haber alguien detrás que
encarga el reportaje generosamente.
En cuanto al modo de trabajar, los
periodistas usan varios “métodos” para “inspirar” a su público hacia la
“interpretación correcta” de la realidad. Además de la “invención“, imposible
de comprobar porque hay que proteger a las fuentes (incluido el “enterado” que
filtró que Mou se iba a ir del Madrid usando una antiguo móvil del portavoz del
entrenador): o la “adjetivación”, consistente en enterrar a unos en connotaciones
negativas y a otros simplemente denotarlos (verbigracia; Mou versus Vilanova),
en el último “incidente” de Cristiano Ronaldo con el público de Chipre
asistimos a otra operación llamada “afeitado”, es decir, no dejar que una parte
de lo que ha pasado evite la descontextualización del resto de la noticia;
justamente de la parte que se quiere usar no para informar sino para
desinformar manipulando su contenido.
Analicemos: Portugal acababa de jugar
en Chipre un partido oficial de la
Copa de Europa de Selecciones Nacionales. Al parecer, los
aficionados chipriotas no habían tenido mejor ocurrencia (por cierto, nada
original) que meterse con Cristiano gritándole “Messi, Messi”. Al acabar el
encuentro, en una entrevista, Ronaldo manifestó que esas voces eran cosa de
algunos “anormales” pero que no le preocupaban porque a los que les gusta el
fútbol les gusta ver a Cristiano. Lo curioso es que la “descripción” del caso
pasa de largo de “opinar” sobre el desencadenante del incidente: el insulto o
acoso verbal inicial: Me llama la atención mucho porque sin causa no hay efecto;
si una noticia no llega a una estructura tan elemental como esa no supera en
nada a los chismes de las porteras. A lo peor el periodismo ya no quiere esforzarse
en dignificar su profesión y no recuerda las preguntas claves en su oficio: ¿quién?,
¿qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿por qué?, ¿para qué? Nos queda,
desgraciadamente, el “con qué efectos”.
Otro aspecto del problema es si Cristiano tiene o no que aguantarse con
los insultos o las patadas que reciba, como frecuentemente se publica. Sostener
esto es más fácil de decir que de hacer. Quizá, si mientras lo están diciendo los
que opinan así otros les estuvieran dando patadas e insultándoles repetida e
impunemente, esos caballerosos y educados sujetos también perderían los nervios
y no sabrían dar ejemplo de la mesura y el “señorío” que aconsejan, incluso
exigen, a Cristiano Ronaldo. Ya veríamos entonces cuantos son más bocazas que
el portugués.
No es una hipótesis: en otra ocasión
muy reciente, con el tobillo ensangrentado todavía (después le dieron tres
puntos de sutura) tras jugar un partido de “fútbol”, se desahogó respecto al
desamparo arbitral que sentía (ver comentario en Cibeles Madridista sobre las faltas que reciben él y
el cráneo privilegiado del Farsa), al decir que no sabía qué pasa con el
“fair-play” y el respeto que va cacareando la UEFA
(Unión Europea de Financieros Antimadridistas), pero que no parece valer para
él. Acabó diciendo que no sabía si todo esto ocurre porque le envidian por ser
guapo, rico, etc. Este final se tomó no como parte de un texto y contexto sino
como todo lo que él había dicho y se aprovechó para justificar los prejuicios
contra la chulería insultante del madridista con los que se le viene persiguiendo
en España desde antes de pisar por primera vez un terreno de juego con la
camiseta del Madrid. ¿No han oído nunca : “este portugués…”? Pues él y Mou sí.
Intentaremos hacerle comprender a la
prensa lo que creemos que hace mal y por qué se merece una dura crítica por
parte del madridismo. Por ejemplo, si alguien dijera que los subnormales de la
prensa atacan a Ronaldo por no aguantar los insultos de unos anormales debido a
que unos y otros se identifican con Messi, ¿cómo reaccionarían esos medios? ¿Conservarían
indefinidamente su serenidad y su capacidad de dar consejos “razonables” si tal
contracampaña fuera tan ineducada como la suya, y les atacara permanentemente,
provocando cualquier reacción airada para usarla en nuevas manipulaciones
posteriores? Pues reflexionen bien sobre todo ello, especialmente si no les
gusta ser considerados así; porque es como nosotros creemos que están actuando
Vds. (aunque no con todo el mundo, evidentemente).
Por todo lo anterior, elevamos a
definitivas nuestras conclusiones previas y venimos en condenar, y condenamos a
los plumíferos y a los madridistas desmemoriados a aprenderse de memoria la
colección completa de los boletines del Madrid para que se enteren de una vez de
cómo empezaron todos estos conflictos y por qué son inevitables, al menos en un
país tan “maravilloso” como Envidiaña.
En cuanto a los que son “antis” o
“carne de imprenta”, les aplicamos nuestro lema, que es: “a los amigos, hasta el culo; a los enemigos, por el culo, y a los
indiferentes, la legislación vigente”.
Dado en Madrid, a 15 de octubre de
2011.