El pasado viernes 17 de mayo de 2013 tuvo lugar un atentado terrorista en el Bernabeu. Once psicópatas disfrazados de colchoneros se introdujeron en el estadio con la ayuda de un piticida que les franqueo el acceso y, bajo la dirección de una conocido exhachero argentino con múltiples antecedentes y reincidencias, perpetraron un ataque sistemático a toda forma de vida madridista que encontraron a su paso.
Desde que el pitero dio la señal de todo vale desde ahora, se abalanzaron sobre los ingenuos madridistas que creían que se iba a jugar un partido de fútbol y los masacraron entre todos: unos a patada limpia, otro con expulsiones (todos sabíamos que terminaría maquillando su “actuación” con algún expulsado patético, por si las estadísticas). De este modo, redujeron un acto supuestamente deportivo a una salvajada con cla que culminó con la sustracción de un título. Cosas así explican por qué está este país maravilloso no ya en el culo de Europa sino en su mismísima almorrana.
El daño causado se incrementó ante la estúpida falta de reacción de los atacados, que no hicieron nada por responder a la situación creada extrarreglamentariamente (sigue existiendo un reglamento, ¿no?).
La única lección posible de tal salvajada es que uno tiene que saber jugar con cualquiera, con deportistas o con caníbales; eso sí: dando a cada cual el trato que se merezca.
Lamentarse no sirve de nada y, en todo caso, que se queje el adversario; que no se nos olvide la agresión para que no puedan repetirla la próxima vez.
En cuanto a hacer una lista de los más animales más peligrosos del Patético de Agredir, me remito a su alineación completa (con la lógica excepción del portero).
Lo que pasó en la banda tampoco estuvo mal: un “entrenador” protesta sin parar impunemente (ni una amarilla recibió Simeone, famoso en el fútbol sólo por sus patadas y sus broncas), el otro…Bueno, el otro está condenado y vale todo contra él. Además, pitaba Clos Gómez: antimadrismo en rama (con trece hojitas, que por fin pudo él cobrarse su revancha, aunque haya tenido que esperar 3 años). No hace falta añadir nada más.
En fin, que de nuevo comprobamos lo poquito que pintamos en la federación con todo lo importante que, según se dice, somos. Algo habrá que cambiar para que todo esto no siga igual, como diría Lampedusa si fuera madridista. Ya veremos, dijo un ciego.
Antónimus
Post scriptum; Seguro que los madridistas-blandridistas habrán criticado que Mou y Cristiano no fueran al palco (tras el atraco colchenero fomentado desde la federación) a recoger la chatarra para salvar las formas (por lo visto aún no saben que lo que hay que salvar es el contenido). No pensamos así los madridistas-moudrinhistas, que vamos a ser lo que pasemos la factura desde ahora a todo lo que no nos guste en el Madrid o en lo demás; y es mucho.
Además, estaban expulsados, ¿no? Por consiguiente, no estaban autorizados para regresar al campo.
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