Nos iban a borrar del mapa. Estábamos condenados y los ataúdes encargados (una vez más). No teníamos la menor posibilidad de evitar que un una sola semana negra nos dieran vacaciones en medio de la temporada
Y entonces llegó el Ronaldo Moudrid y dijo, por tres veces, aquello de: “vini, vidi, vinci”. Y se acabó la murga.
Ha sido una semana redonda que será difícil de olvidar (para dicha de algunos y sufrimiento de muchos).
¿Qué se escucha ahora a nuestro paso ante nuestros enmudecidos detractores (con y sin pluma)? El silencio ominoso de la implacabilidad del destino que se abate sobre sus víctimas ineluctablemente; la desesperación y el dolor sumados a la envidia eterna e incurable de los vencidos; la amarga disolución de las ilusiones en el cruel cáliz de la Realidad.
Tres partidos, siete goles, tres victorias. Sic transit gloria matriti. Porque el Madrid no hace historia del fútbol: es la historia del fútbol; no es un club: es El Club; no es un equipo sólo de Madrid sino del mundo. Por eso, nuestro barrio es la galaxia.
Nada más y nada menos. Que a nadie se le olvide porque estamos aquí para quedarnos y perdurar.
Antónimus.
Moraleja: Antaño fundaron el Madrid moderno Bernabeú y Di Stéfano; hogaño lo refundan Mourinho y Ronaldo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario