En pleno apogeo de la terrible crisis económica que estamos padeciendo desde hace años no se oye actualmente a nadie decir que la solución a las nefastas consecuencias económicas del sistema capitalista es el comunismo.
Sin embargo, hay un ámbito en el que la teoría marxista parece seguir vigente: el fútbol español.
Es esperpéntico oír que la solución de los problemas financieros de los clubes españoles pasa por una comunalización de los derechos de televisión de los equipo de primera división. Por supuesto, de su mala administración o de la tolerancia, si no connivencia, de las autoridades ante las deudas multimillonarias de nuestro fútbol ni una palabra.
Y es patético porque parece olvidarse que los dos equipos que más recaudan en los partidos de prepago por visión, Madrid y Farsa, lo son porque disponen de los mejores jugadores.
Y esos jugadores extraordinarios también cobran extraordinariamente bien y además libres de impuestos (ellos, no sus clubes); especialmente sus dos figuras máximas, el Gran Depredador Blanco y la me$$ita e$$cupidora.
Así que hay que preguntarse si el fútbol, una actividad totalmente superflua, a la que se dedica sólo el público que quiere y puede pagárselo, es un sector tan vital en el estado como para que urja en el la adopción de medidas revolucionarias desde el punto de vista económico y político.
Porque, vamos a ver, si se comunalizan los ingresos de los dos grandes del fútbol español también habrá que compartir los gastos, ¿no? O sea, habrá que pagar a escote a Ronaldo y a facundio, ¿no? Así que lo que se ingrese por un lado se va a gastar por el otro. ¡Menuda solución!
Dado el precedente del gobierno regional valenciano, propongo que si los clubes dejan de ser privados y se convierten en un bien público sean las autonomías respectivas las que se hagan cargo de tales entidades y las gestionen.
Pronostico que en pocos años no habrá ni un solo equipo español en ninguna competición internacional. Eso sí: la igualdad entre nuestros clubes será tal que habrá que adjudicar los campeonatos por sorteo. En la once ya se están frotando las manos pensando en el nuevo juego: Ligacupón.
Antónimus.
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