La
me$$ita de noche nació en el subcontinente andino, donde es sobradamente sabido
que crecen (es un decir) diversos animales que son parientes lejanos de los
camellos. Son las llamas, los guanacos, las vicuñas y las alpacas.
Se
trata de animales de poca talla (en más de un sentido) y de carácter
atrabiliario, lo cual no es extraño cuando se tiene semejantes cara
de…camélido.
Se
han hecho diversas pruebas con dichos animales para aumentar su tamaño;
probablemente incluso utilizando hormonas de crecimiento, aunque ésto puede
tener consecuencias onerosas, al menos para algunos, como bien sabe Armstrong
(no el que subió a la luna sino el que se subió al dopaje para intentar
hacernos creer que era el mejor).
En
cualquier caso, se ha actuado con la máxima discreción, procurado no airear
demasiado estos procedimientos, no fueran a resultar incomprendidos por el
público (aunque, como diría Goebbels, cuando una mentira es repetida el número
de veces necesario pasa a ser considerada por la masa como verdad, y si no que se
lo pregunten a Mourinho).
En
cualquier caso, lo que ya no extraña a nadie es que la llama enana escupa. Seguramente,
su escasa inteligencia no le permite adoptar ninguna otra estrategia
interrelacional.
En
su enanez mental es prácticamente inválida para el uso de la palabra,
paradójicamente, a pesar de ser originaria del país de la facundia.Bueno, quizá el problema no radique en tener suficiente facilidad de expresión sino en disponer primero de algo en la mente para poder exteriorizarlo.
Porque
así es la vida: todavía no se ha inventado la hormona del crecimiento mental.
Antónimus.
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