miércoles, 27 de febrero de 2013

¿ES SERGIO RAMOS “UN CASO”?


Lo de Ramos es punto y aparte. Es cierto que él no ayuda mucho y que anda más bien escaso de neuronas (en la vida, para su desgracia, no todo es cuestión de testosterona), pero esa no es toda la verdad respecto a su problemática.
 
Para empezar, cuando jugaba en el Sevilla daba, por lo menos, igual que ahora y no era castigado con la misma implacabilidad. Para continuar, tampoco se sanciona a todos de la misma manera (basta recordar al doctorcito Alfaro y su colega Navarro en el Sevicia; o al Navarro del Lisiante; o a equipos montados sobre la violencia, eso sí, sólo consentida a ellos: Patético de Aviación, Farca, Osamula, Lisiante, Violencia, Sevicia...).

Curiosamente, el durísimo Sergio Ramos no tiene un "expediente"  sancionador abierto por la prensa en su contra (como el del portugués Pepe). Nada se ha publicado, por ejemplo de cómo le dio, sin venir a cuento, un rodillazo a una uruguayo el otro día en un "amistoso" de Mierdaña. En cambio, en nuestras competiciones nacionales parece que sólo se le castigan a él ciertas acciones; así que no es extraño que Ramos no sepa que pensar de tal disparidad de criterios.

De hecho, nunca ha sido expulsado jugando con la selección española. ¿No es asombroso en una fiera corrupia como él? Bueno, no tanto, porque con la Floja no le pueden pitar árbitros españoles. ¿Por qué lo digo? De las 16 expulsiones de Ramos sufridas jugando con el Madrid, sólo 2 han tenido lugar en competiciones europeas. De las otras 14, 2 han sido en Copa y el resto, 12, en Liga (en 8 temporadas, a 1’5 de promedio…hasta la fecha). Demasiada disparidad de sanciones, ¿no?

Viendo lo que se ve cada jornada en Mierdaña, lo que se tragan los colegiados y que, cuando quieren y con quien quieren, no pasan una (Juanito) mientras que con otros son más comprensivos y cariñosos que sus mamás, está claro de qué va todo este asunto.

Para desgracia de Ramos, tiene que seguir jugando donde más va a ser perseguido; para desgracia de los que lo persiguen, al jugar en el Madrid hay ocasión cada temporada para comparar lo que pasa y no pasa con Sergio Ramos aquí y en Europa (y eso que la UEFA no está precisamente enamorada del Madrid). Solo hace falta sumar…y restar. Las conclusiones son sencillamente aplastantes.

La lista habla sola: Iturralde (3 expulsiones), Paradas, Teixeira y Undiano (dos cada uno). Éstos no van a invitar a comer al defensa madridista en la vida. Pero es que, además, esos nombres suenan para los madridistas a bastantes cosas preocupantes; vamos, que a lo que no suenan es a merengones con pito. Pura coincidencia, claro.

También podríamos hablar de que Ramos recibe lo suyo y esas faltas quedan frecuentemente impunes. Por ejemplo, en el último partido se vio como recibía una entrada de tarjeta (que no se sacó) en la falta que inmediatamente cabeceó a gol (con un defensa agarrándolo en el área sin ser tampoco amonestado). Posteriormente, tras sancionarle a a él con dos amarillas en un minuto, el árbitro demostró que cuando no quiere no enseña la segunda amarilla por manos claras (en la segunda ocasión, al rayista Lass) y que “sabe”, cuando quiere, tener un criterio muy diferente al usado contra Ramos. Y, por supuesto, después de dejar al Madrid con 10 injustamente (la primera amarilla de Sergio no lo era), el colegiado se cuidó mucho de no echar a ningún jugador del Rayo a pesar de que sus “elementos” brearon a los del Madrid durante más de una hora; de hecho, estuvieron dando cera hasta el mismísimo final.
 
Más curioso de todo es comparar a Ramos con Hierro. Resulta que éste recibió en toda su carrera en el Madrid menos tarjetas de las que ya lleva Sergio Ramos, campeón indiscutible de los más sancionados con la camiseta del Madrid (pese a su juventud); pero lo más llamativo es que Hierro alcanzó su propia, y notable, marca con ¡LA MITAD DE PARTIDOS QUE RAMOS! En su caso, no se trataba de que diera menos que el sevillano o que nunca protestaba ni que no usara los codos. No. El problema era y es que no todos somos iguales en el mundo del fútbol (bueno, ni en la vida en general). Pero, incluso en tal caso, hay que saber disimular mejor y lo de nuestro defensa ya se pasa de descarado.

En cualquier caso, desde un punto de vista alineado con los intereses del Madrid, ha llegado el momento de sacar consecuencias de todo esto; las mías son estas:

1. Sergio Ramos sólo le interesa al Madrid si su modo de jugar le permite estar disponible habitualmente (es lo mismo que sucede con Pepe, pero también con Benzemá, Marcelo, Di María, Özil o con cualquiera que se duerma o no sea capaz de ser lo bastante avispado o hipócrita para saber de qué va toda esta tragicomedia de jugar al fútbol).

2. Mourinho sólo contará con Ramos si éste le garantiza un cambio de actitud (incluyendo asumir críticas sin refunfuñar). De hecho, con la confirmación de la clase de Varane como central, a Ramos sólo le queda jugar de lateral derecho y esmerarse en ese puesto si quiere conservarlo.

3. En cualquier caso, Ramos no es una opción deseable para ser el capitán del Madrid; tiene mucho más prestigio y, sobre todo, mucha más cabeza Alonso y además juega en el centro del campo, la posición ideal para calentarle las orejas al árbitro durante todo el partido. Ya que Fallillas no está disponible de portero (y previsiblemente no lo va a estar durante cierto tiempo, ni es fácil que vuelva a jugar próximamente), es un buen momento para replantear este asunto pendiente de quién es el más idóneo para ostentar la capitanía.
Antónimus.

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