MÁS QUE UN CLUB, UN BRABUCÓN. Y UN HIPÓCRITA
Cuando parece que la temporada 2011/12 ya no da más de sí, llega el presidente del Farsa y vuelve a darnos motivos para mandarlo a donde le corresponde ir a parar por sus deméritos acumulados.
Resulta que al iluminado de Villar se le ha ocurrido la idea de un indulto general en el fútbol español para realzar su reciente renovación en el cargo de presidente de la federación española. El Madrid no lo ha pedido. En cuanto al Farsa, que frecuentemente ha acogido este tipo de medidas sin comentarlas (pero sí beneficiándose repetidamente de ellas, lo que también pasaría esta vez) le ha faltado tiempo para amenazar con medidas legales o, como mínimo, hacer el “brabucón” (sic) si tal “gracia” tiene lugar:
Si lo que le preocupa a este “brabucón” es que quede impune un acto ilícito y que la víctima correspondiente no sea compensada de algún modo y reconocida como tal, que se preocupe por Figo, por el prestigio de la Copa de España o por los jugadores del Atávico que fueron golpeados repetidamente por los pandilleros farsistas.
Y si alguien piensa que todo esto es “pasado”, podemos hablar también de impunidades farsistas más recientes ante acciones perpetradas por Alves (Pepe, Ronaldo), Busquets (“mono, mono”) o Piqué (especialmente, su no sanción tras auto-fabricarse una amarilla), entre otros, cuando quiera.
Además, el presidente del Farsa, precisamente él, se ha lamentado de la “mala suerte” de los árbitros con este equipo en la Liga recien terminada. No quiere decir nada, claro que no (aunque, paradójicamente, no se queda callado), pero “avisa” que espera tener más “suerte” con ellos la próxima temporada. A buen entendedor, mensaje recibido.
Una vez más, queda diáfanamente claro qué significa pretender ser “más” que un club. ¿Una mosca cojonera? ¿Un lobby? ¿Una mafia? Que lo diga los “interesados”. Pero, por nuestra parte, lo que nos corresponde es tratar a esta gentuza con plena consciencia de que lo es y contrarrestar cada estupidez que digan o manipulación que intenten con una denuncia contundente.
El Madrid debería sacar una nota de prensa para recordarle a la federación y a toda la opinión pública que si alguna entidad se ha beneficiado de los perdones previos de Villar es precisamente el hipócrita del Farsa, al que se le han perdonado, sin ser exhaustivo, dos partidos de cierre de su estadio, un año de suspensión en la competición de Copa y una sanción múltiple a sus jugadores por la bochornosa trifulca de la final de 1984.
Así que, ciertamente, “¡no se puede poner a todos a la misma altura!” Y la verdad es que ni intentándolo sería fácil que lográramos alcanzar tan altas cotas de antideportividad y politiqueo como las que ostenta el farsismo-platinismo.
Queda nuevamente claro en qué consisten sus “valores” y que sólo se merecen nuestro desprecio. Y queda mucho claro que nunca que con una entidad de esta calaña sólo podemos hacer una cosa: machacarla.
Antónimus.
Post scriptum: ¿Cuándo llegará el maravilloso día en que no tengamos que ocuparnos nunca más de lo que pasa en Varselovia (capital de Polonia Meridional) o en Guernicaca (la de Corea Occidental)?
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