O
sea, la conspiración anti-Mou, que nació antes de que el portugués firmara su
contrato, la cual ha reaccionado aviesamente a la decisión técnica del entrenador
madridista de sentar a Fallillas. Y eso que si alguien se ha ganado a pulso la
suplencia es este autista de la portería, totalmente desvinculado de la suerte
que pueda correr el Madrid, sólo pendiente de sus atuendos (¡esas medias
atléticas!); o de hacer gestitos para la cámara para mandar mensajes que no
tiene ni inteligencia ni coraje para enviar cara a cara,
¡Por
fin!, alguien ha decidido que tener un nombre y una mafia mediática detrás no
es suficiente para ser el portero titular del Madrid indefinidamente. Más
grande era Di Stéfano y llegó un momento
en el que también se tuvo que ir; porque en este equipo los jugadores o los
entrenadores o los presidentes son contingentes; sólo el Madrid es necesario.
Como
dice Mou, en la alineación lo que cuenta es el entrenador, su decisión sobre
quién juega, no las presiones de la prensa para manipularlo, para tener, una
vez más una marioneta sentada en el banquillo blanco pendiente de los recados e
intereses de los periodistas.
Así que lo que pasa es que, a la vista de los
resultados, se imponen los cambios de jugadores en el equipo; en todas las líneas. ¿Quién reconoce hoy a Di
María? ¿Dónde está Higuaín? Invernando, como suele. ¡Lástima de traspaso en el
verano! En cuanto a Kaká…
Este
año metemos menos goles y los encajamos con más facilidad, incluso con
auténtica pasividad; nuestra fragilidad atrás es dramática. Sobre ésto no se
publica nada que trate de la raíz del problema. Nadie está interesado en
extender la responsabilidad de los goles recibidos a la totalidad de la
defensa, o sea, en incluir a Fallillas, el abstencionista del juego aéreo, en
la polémica. Ya se encarga su camarilla de lameculos redaccional de que sólo se
hable de lo que conviene y se calle todo lo que denuncia el coma deportivo en
el que ha entrado el todavía así llamado (no unánimemente) mejor portero del
mundo. ¡Por imaginación amiguista, que no quede!
Nada
se dice de sus fallos continuos por clamorosos que sean; de su inhibición a la
hora de salir públicamente, en su condición de capitán, a defender a sus
compañeros o a la institución. Él se dedica a sus chorradas (cada vez más
frecuentes) y a quedarse atornillado en la
raya de gol, cual portero de futbolín (que se mueve sólo en horizontal). Mientras,
los defensas no se atreven a acusarlo por los muchos goles en los que “él no se
presenta”, Fallilllas sí que sortea la culpa entre sus “compañeros” con esas
miraditas a lo emperador traicionado que no engañan más que a quien tiene
muchas ganas de tragarse la evidencia con tal de seguir defendiéndolo. Parece
que ya sólo se considera portero de la selección, olvidándose del equipo que le
ha aupado profesionalmente.
Por
todo ello, algunos madridistas, más de lo que quieren admitir los amiguetes de
Fallillas, le agradecemos públicamente a Mou que, una vez más, haya dado la
cara por el Madrid. No cabe la menor duda de que se está ganando cada centavo
que cobra, no como la Estatua de Pascua salmantina u otros amigos de lo ajeno al
Madrid, que no de este club; “profesionales intachables” que pasaron por el
banquillo blanco sólo atentos a no complicarse la vida y a dejar que las las
primas donas del vestuario camparan por sus respetos, mejor dicho, por su falta
de respeto al Madrid.
Que
no venga nadie ahora diciendo que Mou ha sorprendido con su decisión. Ha
advertido varias veces sobre el rendimiento deficiente a sus jugadores. ¿No es
Fallillas uno de ellos? ¿Es que está él libre de ser juzgado por su
rendimiento? Simplemente, ha llegado el momento de actuar; a eso se reduce lo
sucedido si lo despojamos de las insidias y leyendas con las que lo van a
recargar los plumíferos antimous.
Por
lo demás, tal y como Mou ha recordado, hay que seguir luchando diga lo que diga
la clasificación. Primero, por respeto a los aficionados madridistas o por
deportividad para no regalarle los puntos a nadie afectando a terceros
implicados; y, sobre todo, porque hay una cosa que aún se puede hacer con lo
que resta de Liga y es ir eliminando del equipo titular a los elementos que carecen
de futuro en nuestro club; y hay más de uno.; A Mou no le va a faltar trabajo,
porque aún tenemos que luchar por otras dos competiciones.
El
problema para la prensa, para Fallillas y para todos los carroñeros
antimadridistas en general es que Mou ha dejado demostrado que a él no le va a
temblar el pulso; que tiene un buen par de huevos para tomar decisiones; mejor
dicho, que tiene tres y no va a rehuir su responsabilidad.
Antónimus
Posdata:
Lo bueno que tienen situaciones así, de ladridos desaforados de la jauría
antimerengue, es que si uno tiene el suficiente estómago para no vomitar ante
el hedor de las deposiciones mediáticas, es un buen momento para pasar lista y
ver dónde estamos cada uno. A favor o en contra.
1 comentario:
Muy de acuerdo... y si hubieran hecho caso a Mou ahora tendríamos ya fichado un portero que de verdad le pusiera imposible la titularidad a Casillas.
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