martes, 24 de marzo de 2015

MATEU LAHOZ, VENCEDOR INDISCUTIBLE EN EL CAMPO NUEVO


Efectivamente, en el partido de ayer en Farsalona hubo un triunfador destacado, el único que se impuso claramente en los dos tiempos: el colegiado valenciano Antonio Miguel Mateu Lahoz (por cierto, ¡qué bien cronometró el final de cada parte, no se le fuera a ir el asunto de las manos en el descuento por culpa de un Ramos cualquiera!).

Lo decimos porque todo lo que tuvo lugar en el terreno de juego (lo mismo lo que sí que lo que no ocurrió, precisamente porque así le convino en su escenificación particularísima, extrarreglamentaria, de un arbitraje) estuvo al servicio de su propósito de ser visto desde ahora como el juez ideal para este tipo de encuentros, lo que se basa tanto en dar satisfacción al Farsa como en ningunear al Madrid; que ya se sabe que no se sale del guión y pierde como un caballero, sin montarla al estilo de Mou (que demostró que el suyo era el mejor antídoto contra este “estilazo” parafutbolero y antideportivo, que no antiseparatista).

Sostenemos nuestra teoría basándonos en el archiconocido contexto político que se da en el fútbol de la España actual, particularmente cuando se juega en la capital de Farsistán, donde (y más en año electoral y plebiscitario farsalán, amén del general) el Poder Central está ávido de hacer méritos (lo mismo que ciertos servidores del estado) para ser bienquistos donde ahora sólo despiertan sospechas y desprecio.

Auguramos al valenciano una larga carrera de “éxitos” en Farsalona, probablemente al nivel de otro ínclito del silbato, el salmantino Joaquín Ramos Marcos, cuyas “faenas” aún hieden.

¿A qué nos referimos con esta crónica de la sospecha? Empecemos por declarar que no no nos cabe ni la menor duda de que si el Mes-sisador a Hacienda mete el gol que marcó Bale, no hubiera sido anulado. Desde luego, con ayuda de una toma satelital de la NASA se podría haber visto en el mismo momento de marcar si habíal fuera de juego de Cristiano, pero no es tan fácil en directo, en el campo…salvo si hay suficiente voluntad para aguzar la vista en una sola dirección.

¿Por qué solamente en una? Porque la manera (ritmo y oportunidad) con que se cortocircuitó al Madrid con amarillas mientras no se mostraban ni en reiteraciones a los farsigranas son palpables. Y no hablemos de las “explicaciones” que le pidieron al árbitro por sus tarjetas tanto Alves como Macherano (este último con persecución incluida al trencilla por medio estadio).

Sobre todo, ¡qué co-medida actuación la de Mateu Lahoz!; especialmente cuando tras el 2-1 (nos referimos al que sí valió) dieron los blancos más patadas que antes (muchas más) y prácticamente impunes todas. Bueno, para impune un agarrón de Alba a Kroos cuando se internaba entre las líneas farsistas que no fue ¡ni falta!, al menos para el rey de la reinterpretación de lo que es el fútbol.

Por cierto, todos los que hablaban otros días de que lo importante es jugar bien, la posesión, manejar bien el balón y demás patrañas redaccioneriles, ¿dónde se han metido ahora, que se les oye atacar al Farsa por ganar de cualquier manera, es decir, al contraataque, sin dominar el encuentro, con ayudas y pidiendo la hora, como sí hacían contra Mou?

Bueno, hay que disculparlos: puede que estén meditando sobre los años de cárcel que se piden para los directivos farsistas por el fichaje de Neymar (aunque ninguno de ellos será el primer dirigente farsista en pisar la cárcel, que Núñez ya se les ha adelantado). Incluso está amenazado el actual presidente Bertomeu, ese que insiste tanto en preparar en el Bernabéu una nueva edición de su Pitada al Himno Español; asombrosamente, sin que nadie, ni gobierno estatal ni Federación ESPAÑOLA de Fútbol, nadie salvo el Madrid, se oponga a semejante atropello preanunciado.

¡Qué mierdaña de país!

Antónimus.

Post scriptum: Fallillas, naturalmente, una vez más en lo suyo: de tragagoles (pero inocente de todo, por supuesto, y si no, a ver qué medio lo cuestiona). Ya no sabemos si su alineación perpetua en nuestra portería es un acto de suicidio del club o una grosera manifestación del poder de la mafia vestuarial que controla actualmente el Madrid. Desde luego, don Carleone sigue sin tener nada que decir al respecto. Y Florentino tampoco despega los labios. Él sabrá, porque puede terminar siendo su funeral. Si a él no le importa…Pero a nosotros sí que nos importa saber que en la portería de enfrente si hubo alguien capaz de hacer paradas decisivas para defender los intereses de su club en lugar de los suyos exclusivamente personales y egoístas; y encima no saberlo hacer siquiera.


miércoles, 11 de marzo de 2015

¡ATENCIÓN, PELIGRO! EL MADRID EN CAÍDA LIBRE


¡ATENCIÓN, PELIGRO! EL MADRID EN CAÍDA LIBRE
Algunos nos acordamos ayer del Grasshopper y de otros descalabros históricos del Madrid en la Copa de Europa; porque la única diferencia entre esas debacles y lo que pasó en esta ocasión es que al final conseguimos seguir en la competición. Pero no faltó tanto (el tiro al larguero o la cesión a nuestra portería, por ejemplo) para que sucediera. Hubiera sigo una eliminación más que merecida.

El diagnóstico es claro: nuestro equipo sigue en coma y el pronóstico no puede ser optimista; no mientras el enfermo no dé muestras de querer luchar por recuperarse ni se le administre el tratamiento de choque que necesita urgentemente.

Tácticamente, la inflexibilidad de don Carleone es proverbial: sigue empeñado en jugar con tres (supuestos) delanteros cuando este equipo necesita más oxigeno y más gente para ocupar la decisiva zona central del campo. Ayer sacó a un Modric sin forma sólo para taparse de los silbidos del público merengue y lo remató poniendo a Nacho para defender infructuosamente un empate ¡en nuestro campo! (lo que no logró, pues un mínuto después marcarón los alemanes el 3-4).

Era patético ver como los teutones se llevaban todos los balones divididos mientras el Madrid ni siquiera hacía faltas tácticas, esas que tanto sufre él cuando sí juega al fútbol (lo que nada de nada tiene que ver con lo que perpetró ayer, para disgusto de su parroquia).

En la delantera todo sigue igual, salvo que Ronaldo acertó en dos remates, ¡menos mal! Pero, en general, nuestros delanteros no supieron aprovechar los abundantes huecos que tuvo que dejar el Schalke 04 en su zaga en su empeño por remontar la eliminatoria.

En defensa hubo bastantes desorden, pero el principal problema es que los adversarios les llegaban con superioridad numéricas y mayor velocidad, así que se vieron desbordados muchas veces.

Y al final acabamos pidiendo la hora. Pero no fueron sólo esos minutos los que tuvimos que sufrir la incertidumbre de la eliminación, pues nuestro calvario comenzó ya en el minuto 20 de la primera parte cuando encajamos el 0-1. ¡Qué vergüenza clasificarse así! ¿Es esto propio de todo un Decacampeón de Europa?

Para terminar, hablemos de Íkaro Fallillas. Parece que le está cogiendo el gusto a encajar cuatro goles en un solo partido. También parece que la Ley del Silencio Prensil sigue funcionando y nadie pide su cabeza en las redacciones (todavía, porque todos sabemos que las ratas son las primeras que abandonan los barcos que se hunden, y éste ya está zozobrando). Pero no ocurre lo mismo en el Santiago Bernabéu, que lo pitó en numerosas ocasiones durante el encuentro.

Analicemos sus fallos: en el primer gol no colocó bien el cuerpo para evitar que el tiro le doblase las manos; en el segundo, dejó opción a un segundo remate al despejar en corto y por el centro; en el tercero, ni intento llegar a un balón que entró a su lado (¡si lo llega a hacer Diego López!) y en el cuarto… por una vez, no tuvo la culpa (después incluso hizo algunas paradas correctas, pero ya la había cagado suficientemente con anterioridad).

Estamos jugando sin portero, se quiera admitir u ocultar; lo que tiene un coste muy alto que no tiene por qué pagar el Madrid por mucho que digan sus coreutas que se “lo debemos” (¿quién a quien?). Si no quisimos asumir la decadencia de Di Stéfano no tenemos por qué cargar con la de este guardamenta acabado, del que ya nadie recuerda cuándo salvó a su equipo con sus paradas increíbles por última vez. Todo acaba y él se tiene que ir; es así de simple. ¡Y cuánto antes!

Antónimus.

Post scriptum: Si el presidente no sabe tomar decisiones drásticas a tiempo en momentos como el actual, entonces, ¿para qué ocupa el cargo de don Santiago Bernabéu, al que no le temblaba la mano cuando había que cortar por lo sano por el bien del club? Y no hablamos sólo del banquillo: ha llegado el momento de anunciar qué jugadores no seguirán el año que viene y evitar que vuelvan a jugar.


martes, 10 de marzo de 2015

JUSTO CASTIGO A DESIDIA EN EL CAMPO Y NEGLIGENCIA EN EL BANQUILLO


Los madridistas ya no sabemos qué pensar del Madrid actual. Uno tiende a creer que es mejor gozar de un colchón de puntos sobre los adversarios y dejar que sean ellos los que hagan cábalas y se pongan nerviosos persiguiéndonos; pero parece que no todo el mundo lo ve así. Desde luego, la plantilla blanca ha hecho todo lo posible por no seguir siendo el equipo líder y destacado de la Liga. Así que va a disfrutar de su merecido: una hermosa encerrona por todo lo alto en el Campo Nuevo de Culistán. Pero no hay que lamentarlo por ella, que se lo merece, sino por nosotros, los paganos que soportamos esta situación sin poder hacer nada más que quejarnos.

Hay pues que hablar de justicia, pues parece justísimo que el que hace el tonto tan reiteradamente, con tanto interés y perseverancia, debe recibir sin excusas que valgan el castigo que se ha ganado. Lo único malo es que a nosotros no nos da igual quedarnos sin una Liga que podría haberse ganado casi con el piloto automático tal como iban las cosas; incluso perdiendo en casa del Farsa hubieremos seguido por encima.

Por otra parte, es mejor que no hablemos individualmente de cada una de nuestras figuras. Entre cansancio, desacierto y acabamiento (Falllillas) no hay nada positivo que decir. Bueno, quizá echar de menos un factor muy raro en nuestro equipo de hoy en día: el carácter, la ambicion, la garra. No tenemos ni a un Di Stéfano; ni a un Pirri; ni a un Camacho; ni a un Stiellike…y se nota; que no todo es el arte: también hay que luchar.

¿y don Carleone? Elegantísimo con sus ternos italianos. Y muy tranquilo al mostrar la de títulos de Champions que ha ganado con su pachorra (aunque debería aclarar si incluye en “sus” éxitos el Indulto de Lisboa). Ya puestos, debería contar cómo se pierde una final de Copa de Europa que se gana en el descanso por 3-0; experiencia al respecto no le falta. Pero él no quiere hablar de eso, ni tampoco sus coreutas de la prensa, tan contenta ella de conocerse como de no vérselas ya con Mou el Deseado (48 % delos jugadores de la Premier lo prefieren como entrenador actualmente). Porque el bueno de Carletto es mucho más dócil y mucho menos conflictivo y eso es lo único que les interesa a las redacciones. ¡Lástima que los resultados no siempre se dejen modificar por Ramos en el último suspiro ni por los titulares interesados!

También podría ocurrir que la crisis de juego actual del Madrid se deba a que Sus Altezas, nuestros jugadores, hayan decidido por su propia cuenta que no les interesa este año ninguna otra competición que la Champions (y ser así el primer equipo en ganar 2 trofeos consecutivos de este formato de la Copa de Europa). Pues, si esto fuere de tal modo, habría que pagarles en proporción a su cantidad de trabajo, no según los contratos, los cuales les obligan a aplicarse de firme durante toda la temporada; la misma que pagan íntegra los abonados, ¡los muy crédulos!, que se creen que ese dinero les garantiza tener derecho a ver partidos con fútbol (y títulos).

Antónimus.

Post scriptum: Otro favor más que agradecer a don Carleone: Odegaard ya no será el jugador más joven como debutante en la Champions. ¿Tanto costaba sacarle 1 minuto al final de una eliminatoria que se resuelve en casa y con 2 goles de renta marcados a domicilio? ¿Tanto pavor tiene don Tranquiloni?