sábado, 24 de noviembre de 2012

EL ANTIFÚTBOL DE DESTRUCCIÓN MASIVA


Hoy es un día de luto del antimadridismo y el antimourinhismo; desgraciadamente, ni Ronaldo se ha quedado ciego, ni Mou ha sido despedido, ni el Madrid ha perdido en el campo de batalla del Lisiante.

¡Lástima de crónicas ya escritas del fin madridista en la Liga! Ahora hablan del Canterazo de Morata (que el interesado desmiente), del mal ganar de Pepe (habría que ver cómo celebraban los antis la derrota blanca), de la madre de Tarzán en el trampolín de la muerte…De todo, menos de los indeseables que convierten un partido de fútbol en una cacería con desprecio absoluto de cualquier sentido de humanidad o de respeto por el adversario. Por supuesto, habían anunciado previamente la emboscada a bombo y platillo, cosa fácil en este país donde, evidentemente, la premeditación es impune.

Haber fichado un exterminador de adversarios como Navarro, sabiendo perfectamente a lo que se dedica en realidad, por mucho que se camufle con un uniforme de jugador de fútbol, es toda una declaración de intenciones del Lisiante, “entidad” ya conocida por tener su sede allí otros “ejemplares” con antecedentes (Ballesteros, etc.) y por la tradición violenciana en organizar una buena “banda” con todo tipo de “elementos”.

Hace muchos años que estas bajezas se inventaron en el campo del Encerruna, en el del Sevicia, en el del Sparring, entre otros muchos, y la tolerancia culposa federativa y del periodismo jaleante de “machitos” delictivos, por todos sobradamente conocidos, son los responsables de estas “situaciones”. Cuando alguien muera, ya veremos qué dicen.

En cuanto al árbitro (Muñiz Fernández, del colegio asturiano), aún no se ha enterado de nada, ni de cómo llovía de todo (agua, insultos, codazos, puñetazos y patadas contra el Madrid), ni de lo que pasó después del partido…Eso sí: amonestó a Ronaldo, que, por lo visto, es un jugador manifiestamente antideportivo, pero no sancionó el codazo que casi le saca un ojo.

Por lo demás, su mayor error con consecuencias en el marcador fue dar un gol en fuera de juego…al Lisiante.

Por supuesto, los fracasados lisiadores intentan presentarse ahora como víctimas del equipo todopoderoso y prepotente que, ¿ayudado por el colegiado?, les ha robado un éxito ¿merecido? Más cierto es que jode mucho palmar un partido casi acabado. El Lisiante no ha sabido encajar el resultado. Demasiada soberbia para tan poco equipo.

Seguramente (desgraciadamente), el Madrid no reclamará siguiendo el estúpido principio de que lo pasa en el campo se queda en el campo (aunque no se hayan quedado allí los puntos del párpado de Ronaldo, ni el tiempo que se pase sin volver a jugar). Semejante error es una garantía de que volverán a prepararnos más encerronas con el beneplácito de la federación de fúrbor de Villar.

 Todos esos subnormales del “señorío” que van reclamando al Madrid que tenga tantos “valores” que den la cara ahora y expliquen si están de acuerdo con consentir esa impunidad, que es lo que avalan con tales “principios”; porque para eso vale ser un caballero: para que te meen encima y conformarse como un gilipollas con lo que te quieran hacer. Esa…mierda no vale para exigir justicia sino para suicidarse.

Los madridistas esperamos ahora que en el partido de vuelta contra el Lisiante el Madrid le corresponda como sin duda se merece. Con eso basta para ponerle en su triste sitio.
 Antonimus.

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